La burguesía no es mala ni es buena, solo es ella y su ejercicio en circunstancia de espacio y tiempo. La burguesía no son muchas burguesías: que si la continental, la mundial, la nacional, la regional, la local, la municipal; es sólo una en todo el mundo.

La burguesía puede hablar todos los idiomas, comer todas las comidas, vestir todas las modas, habitar en todas las regiones, conciliar con todas las religiones, practicar todos los deportes, consumir todas las drogas, admirar todas las artes, pero nunca la burguesía será venezolana, china, japonesa o europea, y en este tiempo, por más que le digan que la hueva de Lisa es superior a la del Esturión, no dejará de comer caviar.

La burguesía creó un sistema de producción mundial que llamamos el capitalismo. En ese sistema cada quien ocupa su lugar: están los dueños del mundo, que controlan las grandes corporaciones; estas a su vez controlan todo el planeta, vía franquicias o subsidiarias que se instalan en los países minas; estas compran insumos, maquinarias, materia prima, asesoramiento técnico y tecnología a las casas matrices, contribuyendo a saquear los recursos de cada país mina, trasladando capital e intereses en forma de ganancia, aumentando el control remachado sobre las minas que aún somos; pero además obligan a los países, vía convenios comerciales, a consumir productos con costos inflados, producidos por las grandes corporaciones. Un circuito cerrado con control remoto.

AAD. Aunque creo que lo escribio El Cayapo hace como dos años.