Una periodista, micrófono en mano, explica a cámara el hecho del momento: –...un cadáver que se desvanece al tocarlo. Parece que este hecho no ha importado a ninguno de los policías asignados a este caso. Tan sólo podemos fiarnos de las declaraciones de los transeúntes que se encontraban en ese momento allí... por favor. Por favor, señor. ¿Podría explicarnos lo que usted vio?
-Apareció volando y el samurai le cortó la cabeza de cuajo. Yo lo vi.
Un policía agarra del brazo a ese señor enjuto, lo mete en el furgón junto con seis personas más y cierra el portón. Ni se inmuta ante las cámaras y los periodistas y se va hacia el coche patrulla.
Este extraño suceso es el cuarto de este 13 de noviembre en la ciudad. En el lugar de los sucesos sólo queda una marca blanca con forma de ángel.