Cuack

A veces pienso cosas y, en raras ocasiones, escribo cuentos con horrores de puntuación.

Toy viva, igual y reactivo esta cosa.

OMG!!!

OMG!!!!

OMG!!!!!!!

Menudo año, todo lo que podía ir mal, fue mal xD

Sigo viva!!!

De él se decía que era como el Bansky del tatuaje. Viajaba por todo el mundo y, una o dos veces al mes, dejaba una obra nueva, sin embargo no había forma de contactar con él. Se sabía que elegía un estudio de tatuaje aleatorio, su representante exigía control total sobre el establecimiento, a fin de que el artista pudiese trabajar en paz, atendía a una única persona. A sus clientes se les decía que su tatuaje sería gratuito, pero no podrían elegir el diseño ni ubicación, a cambio recibían la atención de todo el mundo y sus fotos aparecían en las más prestigiosas galerías de arte y todos deseaban entrevistarlos para así tener alguna información crucial sobre el elusivo artista. Había imitadores por todas partes, pero ninguno conseguía los rojos tan brillantes del artista.

La habitación se hallaba en penumbra, en su interior había varias jaulas para perros, dentro de cada jaula había una o dos personas, las había de todas las razas y edades. Se podría decir que estaban bien cuidadas y alimentadas, los recién llegados pronto aprendían que lo mejor era cooperar, cualquier intento de huida solo significaba una muerte lenta y dolorosa para otro de sus compañeros de infortunio. El hombre aparecía por las noches, pasaba muchas horas allí, jamás decía nada, solo observaba y meditaba, cuando estaba listo, elegía a uno de los prisioneros y se lo llevaba. Su sangre pronto adornaría la piel de una persona.

Camila observó como César se servía la primera rebanada de lasaña y cruzó los dedos por debajo de la mesa, era la primera vez que la preparaba sin la supervisión de su suegra y esperaba haberlo hecho bien. Luego de lo que le pareció una eternidad, mientras él masticaba, se preparó para su veredicto.

– Se parece a la de mamá. Dijo muy satisfecho y el alma volvió al cuerpo de Camila. La joven sonrió complacida y empezó a comer su ensalada. César supuso que estaría haciendo una nueva dieta y la perspectiva de tener toda esa lasaña solo para él no le desagradaba.

– Hoy mamá me envió un nuevo correo electrónico, se está divirtiendo mucho en el crucero, al parecer ha conocido a un caballero muy interesante. Camila sabía que la posibilidad de que otro hombre apareciera en la vida de su suegra no era del agrado de su marido, después de todo, desde que el padre de César había muerto, Sofía se había dedicado en cuerpo y alma a su hijo.

– Pues a mí me parece una buena noticia, Sofía es una buena mujer. Camila bebió un poco de agua y sonrió. César la miro ceñudo. – Aún no entiendo, mamá estaba visitándonos y se marchó de forma repentina. Se sirvió otra rebanada de lasaña y suspiró.

La cena transcurrió con normalidad, al final Camila retiro los platos mientras su marido veía el noticiario. La cocina, tal como muchas veces le había recalcado su suegra, era un área exclusivamente para las mujeres, ningún hombre debería entrar allí. Cubrió lo poco que quedó de la lasaña y la guardó en la nevera. Mentalmente hizo la lista de tareas que tendría que realizar el día siguiente, debería pasar la aspiradora en el salón y luego encerar todo, su suegra siempre había insistido en que debía fregar los pisos de rodillas, en la manera tradicional y según Sofía, mejor, sin embargo Camila tenía un alma rebelde y solo cuando su suegra los visitaba, lo hacía a SU manera. La joven ahogo una risita mientras secaba los platos. También tendría que lavar la ropa y llevar la platería a pulir, la cena para celebrar el asenso de César sería en apenas 3 días, por suerte tenía carne suficiente en el congelador de la cochera, necesitaba verduras, además de harina. Definitivamente tendría que ir al supermercado.

Bostezando Camila salió de la cocina y se fue a duchar, el día había sido largo y estaba muy cansada, aunque muy orgullosa de sí misma. Al entrar en el dormitorio descubrió que César la esperaba allí y le dedicaba aquella sonrisa suya que solo podía significar que la noche apenas había empezado... Tan repentino como comenzó, termino, él inició su acostumbrado concierto de ronquidos de satisfacción y ella se giro, recordando cómo había sido su primer año de casada.

Sofía había estado esperándolos en la casa, su flamante marido y su querida suegra le explicaron las reglas del juego. Ahora ella debería aprender a complacer hasta el más mínimo capricho de su marido y Sofía le enseñaría a hacerlo. Muchas noches se fue llorando a la cama, humillada por su suegra que no hacía más que repetirle lo inútil que era. La hacía limpiar una y otra vez, no había un día en el que Camila no cometiera un error. Luego de aquel infernal año, Sofía se marchó, pero los visitaba varias veces al año para asegurarse de que su nuera fuera la mujer que su querido hijo merecía. Esas visitas se prolongaban durante semanas y Camila se sentía como una inútil de nuevo, su comida era siempre lo más criticado.

Habían pasado ya cinco años de matrimonio y ahora, por primera vez Camila albergaba esperanza, ella era la mujer ideal para César y ahora podrían ser felices como ella deseaba, tal vez incluso lograría embarazarse. Con este dulce pensamiento la joven se durmió.

A las 6 AM Camila estaba fuera de la cama, planchó la camisa blanca de César y la dejo lista en el baño, junto con la crema de afeitar y el calentador de agua encendido, también lustro sus zapatos y luego preparo el desayuno.

Cuando se quedo sola en la casa aprovecho para revisar su computador, ingreso a Thunderbird y redactó un correo electrónico, adjuntó algunas fotografías que había descargado hacía unos días y lo envió. – Bien, con eso tengo una semana más. Dijo sonriendo y se encaminó hacia la cochera, abrió el congelador y comenzó a revisar los diferentes trozos de carne que allí se encontraban. Debería deshacerse de algunas partes pronto, pero el día de hoy ya tenía muchas actividades planeadas. Camila sujeto un pedazo de carne con sus manos y suspiro. – Lo siento querida suegra, te prometo que mañana te llevare al río, verás como muy pronto llegaras al mar.

Camila volvió a guardar la cabeza de Sofía en el congelador, donde se encontraba el resto de su cuerpo, perfectamente cortado y etiquetado. – Nunca habría pensado que tu carne le gustase tanto a tu hijo, pero estoy segura de que te gustaría, seguirás nutriéndolo un poco más y también a sus invitados. La joven cerró el congelador y sacó la aspiradora. – Será un largo día querida suegra, espero que estés orgullosa de mí.

Llevo un par de días dándole vueltas a la idea de escribir sobre esto, teniendo en cuenta lo personal y delicado del tema.

Desde hace algunos años ocurre algo curioso, por un lado parece existir una especie de censura extrema, el trabajo de escritores, científicos, políticos y pensadores de los últimos años está siendo objeto de un constante escrutinio, cada palabra o aspecto de la vida privada de esa persona se revisa y si algo no concuerda ni se ajusta a la nueva moral se lo denuncia, se intenta que desaparezca. No se piensa, ni por un momento, en el marco histórico en el que esa persona vivió, ni se quiere admitir que, por mucho que cierta palabra impresa o acto de la vida de esa persona responde, a fin de cuentas, a su tiempo. Se sacan versiones revisadas de clásicos de la literatura en las que determinadas palabras han sido omitidas, no vaya a ser que se atente o hiera la sensibilidad del lector. Por el otro lado vivimos un momento de empoderamiento de la mujer de ser las que regimos nuestra propia vida, cuerpo, mente, etc., la libertad sexual va aparejada al tema, se busca pasar de ser un objeto a un sujeto(1). Así que tenemos a dos contrincantes que son pesos pesados en la actualidad, el no digas eso porque hieres MIS sentimientos vs el haré lo que me salga del coño.

Se han hecho infinidad de bromas sobre como “las mujeres”, a lo largo de la historia, han obtenido favores o beneficios. La tonta que sigue en la ofi, aunque causa problemas día sí y día también, pero que parece intocable y encima asciende, debe ser muy buena en algo. La chica guapa que, solo por ser guapa, ya tiene asegurada una vida de cierta comodidad y no debe luchar para conseguir las cosas, porque estas parecen lloverle del cielo. La imagen del rico, viejo y feo magnate que parece vivir rodeado de jovencitas, que le ríen las gracias y lo adoran de aquí a la luna es casi un cliché. También hay ejemplos trágicos sobre este tema, muchas fueron las mujeres que, durante la ocupación Nazi de Holanda, terminaban de “novias” de los soldados. ¿Quién podría culparlas en la actualidad? Buscaban sobrevivir, tenían familia a la que alimentar y esa barra de pan obtenida luego de dejarse hacer podía ser la diferencia entre la vida y la muerte. Sin embargo fueron victimas del ostracismo y la humillación publica.

Ahora, con la nueva ola del feminismo y las así llamadas “feminazis” ha surgido una suerte de cacería de brujas. Cualquier actitud del sexo opuesto, si no es pedida o esperada, se ve como acoso o microagresión. Si un hombre te abre la puerta, lo que siempre se ha visto como un acto de caballerosidad o, al menos, de buena educación, se puede interpretar como acoso, si el pobre diablo además te sonríe, pues vamos, paren las rotativas, porque es una ofensa(2). Las actitudes que nos eran enseñadas como signos de cortesía masculina se están convirtiendo en actos de microagresión. El problema es que de tanto gritar lobo las agresiones y vejaciones reales son cuestionadas. La modelo aspirante a actriz, que durante su ascenso no tuvo reparos en coquetear con el viejo, rico y poderoso, ahora se siente en la obligación de denunciar libremente que fue abusada. Abuso de poder sí que había, de lo otro, pues depende, las hay que no entraron en ese juego y cuyas carreras, simplemente, no despegaron, sobre si tenían talento o no, eso es otra cosa, porque igual, se puede especular sobre el talento real de muchas de las que sí aceptaron. Es ahora cuando surge el escándalo porque nos enteramos de que Mira Sorvino, que ya tenía un Oscar en su poder, pudo ser ¿Galadriel?, ¿Arwen?, ¿Eowyn? pero ella perdió esa oportunidad al decir NO. Las puertas de Hollywood se le cerraron y solo le quedaba el cine independiente, dentro de la industria todos sabían cómo eran las cosas, aunque luego se mostrasen sorprendidos por las hechos que salían a la luz pública.

Con Hollywood convulsionado y actriz tras actriz contando su experiencia surge el #metoo y de pronto parecía que prácticamente todas las mujeres habían pasado por algo así. Y sí, yo también tengo mi propio metoo, toda mi infancia estuvo marcada por ello, sé lo que es no sentirte a gusto cuando te quedas a solas con una persona, pronto aprendí a leer las señales y siempre que podía, me escabullía, también sé lo que es decirle a tus padres que no te gusta X persona, por la forma en la que te habla, aún enfrente de ellos, y que simplemente le resten importancia o lo vean como un juego. Sé lo que es quedarte a solas con esa persona y que te arrincone contra una pared y te toque amenazar con golpear, con hacer daño (y mira que encima cuela xD) para zafarte y que todo quede solo como un susto, aunque pases el resto del día mirando por encima de tu hombro, pero, al menos, por ese momento, te has librado. Durante esos años parecía que los únicos lugares en los que tenía paz eran la escuela y la casa, aunque en la casa no hubiese nadie más. Sin embargo, cuando llegaban las vacaciones, comenzaba el estrés, porque sabía que, muy posiblemente, terminaría al cuidado de alguien más y las cosas se podían poner muy feas. Se me hacían insinuaciones, se me llamaba para que me acercara, incluso me tocaban, pero siempre logré zafarme del peligro de la gran V. Al final de todo eso, simplemente, preferí la soledad, como dice el dicho mejor sola que mal acompañada. Así que, lección del día, si un niño te dice que no le gusta una persona, aunque esa persona sea sonrisas y cordialidad delante de ti, hazle caso y averigua como se sienten otros niños con esa persona, quizás te lleves sorpresas. No te confíes y pienses que a tu niño no le va a pasar porque le has enseñado a no confiar en desconocidos, hay muchas ovejas con piel de cordero a tu alrededor, aunque no lo creas.(3)

Pero, el problema es que solo se habla del metoo desde la perspectiva de mujer, con el hombre como animal incapaz de controlarse. Pero diría que olvidamos el hecho de que el metoo sí que debe englobar también a los niños, porque también hay mujeres predadoras, aunque, culturalmente, si la profe de 35 le echa los tejos al chiquillo de 12, no se lo ve como violación, ni siquiera como abuso, porque el chico ha demostrado lo macho que es. El hombre, bajo nuestros estándares, no puede ser víctima, ni siquiera de violencia doméstica, es lo conocido como “masculinidad tóxica”.

(1) Bueno, en líneas generales se lo podría resumir así y no entro mucho en eso porque en sí ya es muy polémico.

(2) Hay casos y casos, si a mí me abren la puerta y ya está, pues genial, yo también le abro la puerta a otros, no pasa nada. Es diferente si, al pasar por el lado de quien te la abre va y te suelta alguna guarrada, que los hay.

(3) Aquí, de forma resumida, hablo de 4 hombres, como digo, fue algo estresante.

Cuando era pequeña sufría una pequeña maldición, si leía un cuento o una tira cómica, memorizaba buena parte de la historia, podían pasar semanas o incluso años, si lo volvía a leer, lo más probable, era que recordara casi todo. No ocurría así con algunas cosas de la escuela, claro xD. En ese apartado mi fuerte siempre fue la comprensión, si lo comprendía y luego podía explicarlo a mi manera el concepto se quedaba conmigo.

A lo largo de mi vida he vivido muchas situaciones que se han quedado grabadas en mi memoria, no todas son buenas, claro. Todas están atrapadas en aquello denominado preconsciente / subconsciente, una asociación o evento las saca de ahí y las tengo frescas en la memoria, para bien o para mal. Recuerdo claramente el día en el que mi madre, llorando, me dijo que mi abuela había muerto, en ese momento yo acababa de regresar de la escuela, tenía 5 años. Ella me decía que se había quedado sola y recuerdo que no sabía que decirle, tampoco sé si en ese momento ya tenía asimilado el concepto de la muerte, el punto es que le dije tú no estás sola, estás conmigo. Supongo que ese es uno de los eventos que, sí o sí, se graban a fuego en nuestra memoria.

Recuerdo situaciones de todo tipo, algunas son completamente intrascendentes, pero ahí están, almacenadas en mi memoria, viajes en autobús, caminatas al cole / U, charlas en vivo o por mensajería, incluso el contenido de algún e-mail. Todo está ahí, guardado, esperando que algo lo haga surgir y con ello, también surgen las emociones. Me encuentro en el punto en el que puedo recordar conversaciones enteras y termino sobreanalizando las cosas, me quedo con el detalle importante, lo demás desaparece. Puedo “olvidar” de forma voluntaria, como ejercicio de supervivencia de este todo que me conforma, pero las cosas siguen ahí, en la superficie, aguardando para salir y clavarme sus dientes en la herida fresca.

Todo comenzó el 14 de Febrero, no me considero una romántica, lo sabes muy bien, sin embargo... ¡al demonio!, fue tan especial, tienes la culpa de que me haya vuelto cursi, la mejor semana de mí, o quizás debería decir nuestra vida. Fue una semana de locura, ¿lo recuerdas amor? Habíamos empezado en la ducha del que entonces, aún era tu departamento; el agua caliente resbalando por nuestra piel, tus manos, ¡oh Dios! tus manos estaban por todo mi cuerpo, siempre has sido un travieso y no es que me queje, pero en ese momento te ansiaba en mi boca, estabas tan duro... Me mojo solo de recordarlo.

Empacamos tus efectos personales y nos encaminamos a mi casa, de ahora en adelante nuestro hogar. Por suerte el elevador funcionaba, ya sabes que a veces se avería, habría resultado todo un ejercicio subir los 12 pisos. Sigo sin creer que hayas tenido la osadía de tomarme allí mismo, aunque estaba muy excitada, tú lo notaste claro, si hasta el piso del ascensor recibió mis fluidos. Pero lo peor fue cuándo la puerta se abrió en el 10º, creí que me moriría de la vergüenza si nos veían ahí, y tú, maldito descarado ¡empezaste a bombearme con más fuerza! Menos mal que no había nadie afuera, pero eso no ha evitado que dejes de bromear con la anécdota y no, no creo que a nuestros futuros nietos les interese saber que su abuela apretó con mucha fuerza el pene del abuelo ante la perspectiva de ser descubiertos dentro del ascensor por la vecina entrometida del 10º.

Aquella primera mañana en la que desperté a tu lado en nuestra cama yo, esto sonará tonto lo sé, bueno, también sonará algo inquietante, pero estuve observándote varios minutos, estaba literalmente embriagada con tu belleza. Usando los dedos, apenas un par de centímetros sobre tu piel, trace el contorno de tus formas; no creo que seas consciente de lo hermoso que eres, de lo electrizante que me resulta tu tacto, mis pezones se endurecieron en el acto, te deseaba tanto. Te tome con una mano y te cobije entre mis pechos, estaba temblando de la excitación, pero logre controlarme, no quería despertarte bruscamente, quería sentirte crecer lentamente, me hacía sentir poderosa. Te toque con la punta de la lengua, salado, pero también dulce, delicioso. No lo resistí más y te monte con intensidad, tuve que morderme la mano para no gritar de placer.

Nunca pensé que podríamos ser tan felices juntos, incluso en las tareas más sencillas te las arreglabas para hacerme sonreír, tampoco permitías que mis desastres en la cocina me amilanaran. Aunque, siendo justos, un par de esos desastres fueron responsabilidad tuya, empiezas a acariciarme el cuello y la espalda, sabiendo muy bien lo erógenas que me resultan esas zonas y claro, terminamos haciéndolo en el suelo de la cocina. Esa noche tuvimos que conformarnos con una pizza. O cómo aquella vez que me las arregle para que buena parte de tus bóxers terminaran de color rosa, no tenía ni idea de que mi blusa nueva desteñía, pero me castigaste, me follaste con tanta furia sobre la lavadora, no te detuviste ni cuando la botella de suavizante nos cayo encima.

En esta maravillosa semana lo hemos hecho en cada rincón de la casa, ningún mueble ni estructura se ha librado de nuestra pasión descontrolada, lo mismo se podría aplicar a cada uno de mis orificios, han sido usados y rellenados tal cantidad de veces que ni una vida bastaría para expresarlo. Nuestro hogar huele a sexo, mi piel está impregnada con tu esencia. ¿Has visto que en los thrillers suelen usar esas lámparas de rayos ultravioleta para buscar fluidos? si lo llegan a hacer aquí cualquier pintura de Pollock sería un chiste comparado con lo que verían. Éramos tan felices juntos, ¡por qué tenían que entrometerse en nuestros asuntos!

* * *

En la ciudad no se hablaba de otra cosa, todos los medios se comunicación se estaban cebado con la historia, cada medio anunciaba una primicia del caso prácticamente a diario. El continuo desfile de psiquiatras, abogados e incluso religiosos parecía no tener fin, se hablaba de psicosis, de posesión demoníaca, de falta de valores, había incluso quienes lo veían como un acto feminista extremo, aunque esta teoría no tenía adeptos. Lo único en lo que todos los medios habían coincidido era en la detallada recreación de los hechos a saber: Elena Bustamante se había reunido con su novio Xavier Vargas en un restaurante de moda, las cámaras de vigilancia del estacionamiento del recinto lo corroboraban. Habían compartido una cena normal y no destacaban especialmente, eran, a ojos vista, una de las múltiples parejas celebrando San Valentín. A las 22:45 horas habían partido con rumbo al departamento del Señor Vargas. El portero nocturno había registrado su entrada al edificio cerca de las 23:20 horas. A las 11:38 del día siguiente la Señorita Bustamante había abandonado el inmueble llevando consigo una pequeña maleta, el portero del turno matutino la había ayudado a colocarla en un taxi y, según las palabras de ambos testigos, el aspecto de Elena era normal, e incluso la joven se mostraba muy animada.

Ése fue el último día en el que E. Bustamante fue vista, la siguiente semana no abandono su departamento y no fue hasta su puesta en manos de las autoridades que reapareció. El informe del medico legista que había realizado la autopsia de X. Vargas había sido filtrado a los medios por una fuente anónima. Además gran parte de las fotografías tomadas por la unidad forense ya eran de dominio público, pues alguien las había subido a Facebook, la página ya no era accesible, pero no hacía falta, existían miles de copias en la red. Gracias a ellas los medios habían podido continuar la recreación. En algún momento de la noche E. Bustamante había atado las muñecas y tobillos de X. Vargas a la cama, ademas estaba amordazado, las autoridades aún no se descartaban que ésto fuese parte de un juego erótico, luego de lo cual había sido efectuada la castración, la misma había sido realizada con un par de tijeras. El ahora occiso se había desangrado varias horas después y no fue encontrado hasta 4 días después.

Los hechos acaecidos posteriormente eran los que más revuelo habían causado; durante toda esa semana Elena Bustamante había utilizado el miembro cercenado como si de un dildo se tratase. Los hechos más escabrosos habían sido suavizados en los medios masivos, sin embargo también se habían colado fotografías del aspecto del pene de X. Vargas, el cual se encontraba en avanzado estado de descomposición y, al parecer, E. Bustamante había introducido varillas de metal para otorgarle rigidez.

La joven había sido declarada mentalmente enajenada y se encontraba recluida en una institución mental a la espera de una correcta evaluación psiquiátrica. A las afueras del hospital se había reunido un nutrido grupo de periodistas, además de muchos curiosos. Sin embargo en el hospital psiquiátrico todo transcurría con normalidad, Elena había sido puesta en aislamiento y se negaba a hablar o comer, por lo que se le estaban suministrando nutrientes de forma intravenosa, además había tenido que ser inmovilizada, ya que había tratado de cortarse las venas nada más llegar al hospital. El staff se había reunido y estaban analizando el mejor modo de encarar la situación.

Pero había una persona con la que Elena sostenía breves conversaciones, la enfermera se había ganado su confianza y poco a poco había llegado a conocer los motivos que la habían llevado a cometer tales actos. Durante la cena del 14 de Febrero Xavier le había dicho a Elena que ahora su pene le pertenecía exclusivamente a ella, que era su dueña y podría usarlo como lo deseara. – Sólo hice lo que él me pidió, me gustaría poder verlo, pero ninguno de ésos me hace caso. Dijo con voz queda mientras la enfermera la aseaba. – Te entiendo querida. Le dijo al salir de la habitación.

La enfermera se dirigió a los vestuarios, su turno había terminado, era hora de volver a casa. En el trayecto paso por una florería y compro una preciosa orquídea, le dio una pequeña propina al encantador joven que la había atendido con tanta amabilidad y partió. Al llegar a casa la mujer se dedico a poner un poco de orden en el salón, aunque en realidad no hacía falta, el aspecto de la casa era impoluto, la decoración era algo anticuada, pero no dejaba de ser alegre. Mientras sacudía los cojines no dejaba de pensar en la pobre Elena, al terminar se observo en el espejo. Los años no habían pasado en vano, ya no era la jovencita de antaño, su cuerpo era diferente, pero en sus ojos se conservaba el mismo brillo juvenil, algo es algo. Tomo la orquídea y la puso en un bonito jarrón de vidrio, luego se dirigió al pasillo de la vivienda y se detuvo delante de una de las habitaciones, dudando si entrar. – Pobre muchacha. Musito con tristeza.

Y claro que entendía a Elena, mucho tiempo atrás ella también había amado con pasión, con esa clase de amor que solo se vive una vez; se descalzo y casi con timidez entro a la pequeña habitación, dentro había un lindo altar, la decoración era más sobria y casi solemne. Clara poso una mano en la pulida superficie de madera y suspirando con ternura sujeto el frasco en el que plácidamente flotaba el corazón de su amado.

#Clara

Hoy, mientras picaba / cortaba cilantro y otras cosillas, me puse a pensar en lo que mi abuela y todas las abuelas en general, pensarían sobre la forma en la que hoy hacemos las cosas. No soy una maravilla en la cocina, ni en las labores domésticas en general, cumplo con lo que toca y poco más, a mi edad mi abuela ya tenía 4 hijos y, además, le había tocado acarrear con 5 hijastros, contaba con ayuda en la casa y la cocina, pero, en líneas generales, la cocina era su reinado, al punto de que, ya siendo una abuela, muchas veces la saludaban / felicitaban mientras se encontraba frente a sus fogones. Era lo que se esperaba de las mujeres, al fin y al cabo, si había una comida familiar especial, la última y sentarse era la madre y luego se debía enfrentar a todos los trastes.

Las abuelas debían hacer rendir los alimentos, en las casas lo habitual era contar con un único ingreso, que debía servir para alimentar y vestir a 10 personas, en el mejor de los casos. Mi abuela sabía coser y tejer, cuidaba de sus plantas, era la ejecutora a la hora de encargarse de las gallinas y muchas otras cosas. No se desperdiciaba nada, todo iba a la olla y lo que quedaba era para alimentar a los perros o cerdos, si se tuviesen. Lo mismo pasaba con la tela, los recortes terminaban formando ropa de bebé, servilletas o trapos de cocina.

Desde luego, si mi abuela viviese y viese todo lo que desperdicio a la hora de cocinar me metería un buen bofetón, merecido quizás. Retiro las venas de los pimientos, las semillas de los tomates y pepinos, si la cebolla, patatas o X tienen una parte fea, la corto sin miramientos.

Y sí, todo esto lo pensé mientras estaba echando esas semillas en la basura, si Julia Rosa me viera :(