COCIDITO :3

-¿Te imaginas cómo sería el primer cocido de la historia?

Nuria alzó la mirada del plato humeante hasta fijar sus ojos en Pablo, que observaba la cuchara llena de caldo, fideos y tres garbanzos.

-Porque, piénsalo, ¿vale?– continuó el chico con vehemencia.– Este cocido de tu madre por ejemplo, está muy bueno, ¿no? Pero el de tu abuela del pueblo es espectacular, ¿te acuerdas?

-Oh, me acuerdo…- dijo ella recordando el momento “Gusiluz” de esa noche, en aquella cama decimonónica, soportando los efectos colaterales de la garbanzada épica de su abuela materna.

-Y por pura lógica, el cocido de la madre de tu abuela debía de ser alucinante, ¿no crees?

Nuria alzó una ceja y dejó la cuchara en el plato con más rudeza de la que debería.

-¿Y?

-Que según pasan las generaciones el sabor auténtico del cocido se va devaluando, así que imagínate cómo debía de ser el primer cocido de la historia.– los ojos de Pablo se perdieron en algún punto del éter en plena ensoñación.

-¿Esta es tu manera poco sutil de decir que el mío no te gusta?

-¿Qué? ¡No, mujer, si te sale muy rico!

-Porque sabes muy bien cuál es la alternativa.– el tono de Nuria se iba enfriando a cada palabra.

-No, Nuria, ni tú, ni yo ni el SAMUR queremos repetir aquello nunca más.

-Entonces, ¿a qué viene toda esta metafísica sobre el cocido?

-Sólo reflexionaba sobre la triste decadencia de la tradición en el frenético mundo de hoy día.– dicho lo cual se metió la cuchara repleta en la boca con palpable placer.

Nuria se le quedó mirando un momento en pleno estupor.

-Pablo, cielo.

-Dime, amor.

-Los gases se te están subiendo a la cabeza.

-Tu falta de sensibilidad me abruma.

Nuria sonrió y meneó la cabeza mientras devolvía su atención a su plato.

-Sin embargo…- añadió Pablo.– pásame el Aero-Red, no vaya a ser…