Historia alternativa de la 2ndWW

Voy a hacer un ejercicio de imaginación un poco maligno. Me voy a convertir en Franklin Delanor Roosevelt ¿Que por qué? Me apetecía hacer esto, que queréis que os diga.

Esta historia va de la historia paralela de los hechos. Hablando de todas esas cosas que no cuadran en la historia oficial de la segunda guerra mundial. Lo mío tampoco va a cuadrar, claro, pero me apetecía hacer algo así.

No es un Levithreads , no es un Levicuento . Es un poco los dos juntos.

Vamos allá.

Nos situamos en 1938, despacho oval de la casa blanca.

Roosevelt: Joder la que tienen liada en Europa. Vicepresidente Garner: Sí, el fascismo está arrasando el continente. Roosevelt: ¿quién habla del fascismo? Hablo de los sucios comunistas. Garner: ¡Pero si los están liquidando a todos! Roosevelt: Ya. Y eso está bien, pero mira los rusos. Viven de puta madre y los comunistas americanos se están viniendo arriba. No lo podemos permitir. Garner: ¿y qué pretendes hacer? Roosevelt: No sé, ya se me ocurrirá algo.

En Septiembre de 1939, Alemania invade Polonia. Poco después, Rusia ataca Polonia como parte del acuerdo de mutua defensa que tenían entre ambos. Empieza la segunda guerra mundial.

Garner: Oye, que se ha liado. Roosevelt: ¿eh? ¿qué? Garner: Que ha empezado la guerra europea que nos temíamos. Los nazis y fascistas están arrasando. Roosevelt: Ah, claro, claro ¿y los rusos? Garner: Qué puto empeño tienes con los rusos, macho. Roosevelt: Que nos joden el chiringo, Gar, nos lo joden. Garner: Como esto siga así, no. Roosevelt: ¿para tanto? Garner: Yo diría que los nazis van a dejar vivos a los españoles, italianos y poco más. Al resto se los cepillan. Roosevelt: Vale, estate atento. Si los nazis toman Europa entera pueden ser una amenaza para nuestro poder. Garner: ¿y el partido nazi de aquí? Roosevelt: No me preocupan. Son muchos, pero facilmente manipulables. Garner: Sí. Y capaces de muchas atrocidades. Roosevelt: Si tanto te preocupan, suelta en la prensa las atrocidades que están cometiendo los nazis europeos. Eso creará un clima antinazi, que siempre puede venir bien.

En 1940, Alemania ataca Noruega y Dinamarca. Se acaba la Drôle de guerre y Alemania invade Francia.

Garner: Oye, oye, que esto va en serio. Roosevelt: ¿el qué, lo de la crisis? Ya, llevamos intentando lidiar con ello 12 años. Garner: ¿Pero qué crisis? ¿En qué puto mundo vives? Hablo de la guerra de Europa. Roosevelt: Oye, oye, que por muy colegas que seamos, sigo siendo tu puto jefe. El PUTO PRESIDENTE DE LOS EEUU. Garner: Perdona macho, es que a veces me enervas. Roosevelt: Tómate un whiskyto y cuéntame. Garner: A ver. Los nazis, con ayuda de Italia, están tomando Noruega, Dinamarca y Francia. Roosevelt: Ya ¿y? Garner: Se supone que somos amiguitos. Roosevelt: Ni que fueran ingleses. Garner: Si toman Francia, los ingleses son los siguientes. Roosevelt: Joder, habrá que ayudar o algo. Manda un par de barcos, no sé. Garner: ¿Un par de barcos? Que los alemanes tienen a más de un millón de tíos ahí. Roosevelt: ¿tantos? Garner: No sé cuantos exactamente, ya te diré. Pero van a lo bestia. Roosevelt: ¿y estos mongolos no se han organizado antes viendo que cerca hay unos putos zumbados con armas? Garner: Sí, pero no esperaban tanto. Dunquerque ha sido una matanza. Los ingleses han salido por patas de allí. Roosevelt: A ver, a ver, que me pierdo. Explícame un poco. Y ponme otro whisky a mí también. Garner: Toma y te explico. A ver. Los alemanes estaban chulitos y los europeos se acojonaron, pero dijeron “si les dejamos matar judíos y gitanos en paz, seguro que no nos hacen nada”. Roosevelt: ¿No se prepararon? Garner: Espeeeeeeeera. Cuando vieron que a lo mejor dejarles en paz no era la mejor idea ya era tarde. Decidieron hacer una alianza y montaron una línea defensiva. Pero fue una pantomima, con armas de mentira y todo. Lo llamaron “Drôle de guerre”. Roosevelt: ¿Trole de qué? Garner: “Drôle de guerre”. Guerra de broma para entendernos. Un “eh, que estamos mu locos, no hagas que nos enfademos” pero con la boquita pequeña. Roosevelt: Ah, bien, bien. Garner: Y los alemanes han dicho “pa loco yo”. Y han entrado. Los europeos habían reforzado las líneas defensivas en previsión a esto, pero los alemanes han ido con todo y están entrando en Francia. Esperan tomar París en un mes. Roosevelt: ¿y los holandeses, belgas, ingleses y tal qué dicen de esto? Garner: Holanda y Bélgica han durao menos que una botella de Whisky en este despacho. Inglaterra apoya, pero tiene miedo de que les ataquen y guarda gran parte de sus tropas. Los alemanes dicen con sorna que “Los británicos lucharán hasta el último francés”. Roosevelt: ¡JAJAJAJA! QUE HIJOPUTAS. Vamos, que Francia está perdida y que Inglaterra ahí ahí. Garner: Un poco. Roosevelt: Va, manda barcos al estrecho ese que tienen entre inglaterra y Europa. Y baterías antiaereas. Garner: ¿Y? ¿nada más? Roosevelt: Sí, sí. Habrá que ayudar, pero no me estreses macho. Tampoco podemos mandar un millón de tíos ahí ¿en serio han mandado a un millón de alemanes? Joder que burros. Garner: Como lo oyes. Roosevelt: Guay, pero... ¿no habían atacado hacia el Este? ¿Estos nazis cuanta gente tienen? Garner: ufff.. a cholón. Han pillado fanáticos de otros países y les están dando para el pelo ¿te acuerdas de que la URSS atacó Finlandia? Les hemos echado de la liga de las naciones. Roosevelt: ¿Pero la liga de las naciones todavía existe? ¿Alguien le hace caso a esa pantomima? Garner: Para los europeos parece importante. Roosevelt: Igual hay que disolverlo y montar algo más serio. Ya lo hablaremos dentro de unos años. Oye ¿Italia no hace nada? Garner: Sí, claro, anda atacando a los griegos y tal. Pero allí tienen muchos problemas internos. Hay unos partisanos, unos guerrilleros, que les están dando muchos problemas. Igual podríamos ayudarles. Roosevelt: Mmm... No es mala idea.

Unos meses más tarde pero en el mismo año, empieza la campaña africana. Los italianos atacan Egipto (defendido por ingleses). Dos años después, los aliados atacaránn entrando por Marruecos, intentando hacer la pinza a las fuerzas del eje.

Garner: Oye, oye, que esto se complica cada vez más. Roosevelt: ¿el qué? ¿la liga de Baseball? Garner: ¿Pero cuanto Whisky tomas? LA GUERRA. Que ya le llaman Segunda Guerra mundial, macho. Roosevelt: Ahora le estoy dando al Bourbon ¿quieres? Y siéntate, anda. Que todo está de puta madre. Garner: ¿Como que está de puta madre? Dame el Bourbon. Roosevelt: Joder, pareces tonto. Al final voy a tener que cambiar de vice. Dime una cosa ¿cuales son las grandes potencias del mundo? Garner: Joder, pues Alemania, Francia, Inglaterra, la URSS y, sobre todo, nosotros. Roosevelt: Ya ¿y China? Llevan no sé cuantos años en guerra ya, con nuestra inestimable ayuda, claro ¿Y Brasil? Vargas se pasa la democracia por el forro por la “amenaza comunista” ¿Y...? Garner: Ya, ya. Te entiendo por donde vas. Roosevelt: Vale ¿y quién está vendiendo comida, armas y de todo a los pobres Franceses e Ingleses? Nosotros. Garner: Y Argentina Roosevelt: Ya, el puto Perón se está haciendo de oro. Ese inutil hubiera hundido el país si no le llega a tocar esta guerra. Eso sí, a su señora me la follaba. Garner: ¿A Evita? Roosevelt: Esa, me la pone como la pata de esta mesa. A lo que iba, que estamos sacando muchísimo dinero gracias a la “guerra mundial”. Los europeos que se jodan. Garner: Ya, pero los rusos están dispuestos a lo que sea. Y como aguanten lo suficiente, hacen la de Napoleón. Roosevelt: ¿Napo-quién? Ya está el chico listo. Cuéntame, anda. Garner: Napoleón intentó tomar Rusia, los rusos se fueron lejos (ya sabes que su país es enorme), se rearmaron y arrasaron a los franceses. Las tropas de Napoleón estaban jodidas por el invierno ruso y cayeron como moscas. Roosevelt: ¿Y por qué nadie me había hablado de ese tal Naponosequé? Garner: ¿Tú eres tonto o te lo haces? Es el general más famoso del siglo pasado. Roosevelt: Vale, vale. Da igual. Cuéntame lo de la “guerra mundial”. Garner: Que han llegado a África. Roosevelt: ¿Y? Garner: Que cada vez hay más frentes. Te resumo rapidito. Francia está partida en dos. La parte norte es de los nazis, la sur de los franceses con un tal Vichy a la cabeza. Roosevelt: Lo conozco, un marica. Garner: Vale. En el otro lado están a mil cosas a la vez. Alemania quiere llegar a Stalingrado, que Stalin le ha cambiado el nombre a la ciudad de Tsaritsyn. Dicen que si toman Tsaritsyn... esto... Stalingrado, Rusia es suya. Roosevelt: Eso no son mil cosas. Garner: Vale, sigo. Los nazis atacan el reino de Yugoslavia, Italia ataca Grecia, Rusia ataca Finlandia, Alemania también ha atacado a Letonia y esas repúblicas pequeñitas, pero hay un pacto de mutua defensa, igual que con Polonia, y los rusos contraatacarán. Roosevelt: Vale, vale, joder que lío. Garner: Hay más. Los nazis también han atacado las islas inglesas con avión, pero la RAF... Roosevelt: Para, cuéntame lo de África ¿qué coño pinta África aquí? Garner: Lo que sabes de lo que te interesa y lo poco que sabes de lo que no. Roosevelt: Me estás hinchando las pelotas... Garner: Perdón, señor presidente. Quiero decir que África es importante por dos cosas. Uno, controlar el mediterraneo, con todo el tráfico de mercancias que supone. Y dos, llegar a los pozos petrolíferos africanos. Roosevelt: Ah, claro, claro. Garner: Piensa que no solo consigues mercancias y petroleo, sino que consigues que el enemigo no los tenga. Roosevelt: Vamos, que es algo estratégico. Garner: Seguramente, quién gane el mediterraneo y sus alrededores, gana la guerra. Roosevelt: Vale. Y tú quieres pedirme que me meta en África ¿no? Garner: Sí señor presidente. DEBEMOS ayudar a nuestros aliados. Roosevelt: Pero eso es muy caro y estamos ganando muchísimo dinero sin hacer casi nada. Garner: Ya, pero tenemos un acuerdo de mutuo apoyo con los “aliados”. Además, si los aliados pierden la guerra, a ver a quién le vendemos nuestras mierdas. Nos vamos a poner a cara de perro EEUU vs Europa. Roosevelt: ¿Europa unida? Eso es peligroso. Garner: Y liderada por los nazis. Roosevelt: Eso me da igual, mientras no sean comunistas me da igual. Pero Europa unida es un problema. Pueden ser la fuerza dominadora del mundo. Entramos en la guerra mundial esa. Tú, a vender esto a la opinión pública. Garner: Sí, señor presidente. Roosevelt: Puta opinión pública, esto de tener que justificar lo que hacemos es un rollo. Garner: Eh... sí, señor. Pero piense que si no, seríamos una dictadura. Roosevelt: ¿sabes lo que dice mi amigo Winston Churchill? Que no hay mejor argumento contra la democracia que una conversación de 10 minutos con el votante medio. Y tiene razón, son puto ganado, estúpido y que siempre debemos estar metiendo en el redil. Garner: Eh... señor... Roosevelt: Ya, ya. Vete, anda.

Y llegamos a 1941. El frente occidental se ha parado. Alemania no puede seguir hacia el Sur porque Vichy aguanta muy bien. España no consigue salir de su postguerra, así que como para ayudar a nadie. La fiesta empieza en el frente oriental.

Vicepresidente Wallace: Señor presidente. Roosevelt: Tú no eres Garner. Wallace: No señor, ahora el vicepresidente soy yo. Roosevelt: Sácate un bourbon y dime. Wallace: Sí señor. Por cierto ¿ha visto a la nueva secretaria? Roosevelt: Sí, claro. Le he pellizcado el culo, para que se sienta como en casa. JA-JA-JA Wallace: Claro, señor. Eso les encanta. Roosevelt: Si un hombre no hiciera esas cosas, se marchitaría ¿no crees chico? Wallace: Claro señor. Un hombre es y siempre será un hombre. Roosevelt: Bueno, dime muchacho ¿qué te aflige? Wallace: Vengo a informarle de la guerra mundial, señor. Roosevelt: Ah, cierto. Dime, dime. Wallace: El imperio británico ha parado a los nazis, señor. Roosevelt: ¿Y ya está? Vaya puta mierda de información, muchacho. Garner se lo curraba más. Wallace: Sí señor. Quiero decir, que ahora los problemas los tienen los rusos. Hitler va a por Stalin con todo. Quiere tomar Moscú, Stalingrado y pasar por allí hacia el golfo pérsico para conseguir el petroleo. Roosevelt: Bien, bien. Todo va de puta madre. Tenemos tiempo. Wallace: Stalin ha decidido usar la táctica de tierra quemada, señor. Roosevelt: Explícate. Wallace: Todo el grueso del ejército se pira detrás de las montañas urales mientras deja tropas para entorpecer el paso de los alemanes. También quema toda la tierra para que los alemanes no tengan qué comer. Roosevelt: Que bruto ese bigotitos. Wallace: Según nuestros espías, la operación de loa nazis contra la URSS se denomina “Operación Barbaroja”. Roosevelt: Bonito nombre. Wallace: Si ahora entramos por el sur de Francia y apoyamos a Vichy, podemos tomar Europa y acabar con los nazis, señor. Roosevelt: ¿Y qué coño pintamos nosotros en una guerra entre europeos? Que se maten entre ellos. Wallace: Son nuestros aliados, señor. Roosevelt: “sin niistris iliidis siñir” tú vas a durar más poco por aquí... Wallace: Perdón señor. Roosevelt: A ver, ahora en serio. No puedo gastarme una puta millonada en una guerra extranjera, los votantes me hunden. Además, me encanta ver como matan comunistas por la mañana. Huele a victoria. Wallace: ¿eh? Roosevelt: Esta frase, en unos años, lo peta. Wallace: Sí señor...

En 1942 el frente oriental bulle. Los rusos han conseguido aguantar a los nazis en Moscú. Leningrado sigue sitiado y lo estará hasta 1944, pero aguantan como putos campeones. Resulta, oh sorpresa, que los finlandeses iban con los nazis y que la expulsión de la URSS de la liga de naciones no estaba justificada. La producción armamentística de la URSS ya es superior a la nazi. La tortilla empieza a girar.

Wallace: ¿Me permite? Roosevelt: Ah, sí, Garner, pasa, pasa. Wallace: Soy Wallace, señor. Roosevelt: ¿quién? Wallace: eh... su vicepresidente, señor. Roosevelt: Eso he dicho, Garner. Pasa, cuéntame. Seguro que vienes a contarme lo de las guerras. Wallace: Sí señor. Roosevelt: ¿Los ingleses que tal? Aguantan bien, supongo. Wallace: Sí señor. La cosa está estable en el frente occidental. Roosevelt: “Frente occidental”, hohoho. Muy molón el nombrecito. Wallace: Señor. La resistencia francesa pide armas. Roosevelt: ¿quién? Wallace: Los franceses que viven en el París tomado por los nazis. Han montado un sistema de resistencia y les están tocando los cojones a los nazis. Roosevelt: ¿y piden armas? Pues mándaselas. Wallace: Sí señor. Dicen que si les damos armas, ellos liberan París. Roosevelt: Bien, bien. Oye ¿los de la resistencia esa no serán comunistas? Wallace: Eh... sí señor. Roosevelt: Entonces que se jodan. Wallace: Pero señor. Roosevelt: Ni de coña. Wallace: Bien. Los partisanos italianos y yugoslavos también piden ayuda señor. Roosevelt: ¿comunistas? Wallace: Eh... mire usted... la verdad es que... No señor (mentirosooooooooo). Roosevelt: Ok, mandad armas y equipamiento. Y algunos soldados de élite que les adiestren en lucha de guerrillas. Así conseguimos mucho resultado con poco gasto. Wallace: Sí señor. Otra cosa. Debemos mandar ayuda a los comunistas rusos. Roosevelt: Buen chiste muchacho. Wallace: Se supone que son nuestros aliados, la opinión pública así lo quiere señor. Roosevelt: Ya no me gusta este chiste. Wallace: Si le parece, mandamos lo justo y nos colgamos muchas medallas, señor. Roosevelt: Poco y viejo. Mandad poco y viejo. Yo, Franklin Delano Roosevelt ayudando a comunistas, espero que no se hable mucho de esto en los libros de historia. Wallace: Haremos que no sea así, señor. Una última cosa. Debe ir a Moscú. Roosevelt: ¡OYE! Wallace: Han expulsado a los nazis y Stalin convoca a los aliados para una estrategia conjunta. Churchill ya ha dicho que irá. Roosevelt: Joder, joder, joder ¿Y si decimos que estoy malo? Mi madre me hará un justificante. Wallace: Es usted el presidente de EEUU. Además, su madre murió hace tiempo. Roosevelt: Ok, ok. Iré. Pero que sepas que en un par de años te mando a la puta calle. Wallace: Sí señor.

Y llegamos a 1943. Los aliados derrotan al eje en África (la mayor victoria británica de toda la guerra), el intento de toma de pozos petrolíferos rusos fracasa (operación azul). Stalingrado también resiste y le dan p'al pelo a los alemanes. Empieza la reconquista.

Wallace: ¡Señor presidente! ¡Señor presidente! Roosevelt: Como me vuelvas a decir que me vaya a Moscú, te reviento. Wallace: No señor. Stalingrado ha resistido. Roosevelt: Ala ahí, sin preliminares ni nada. Wallace: ¿señor? Roosevelt: Que qué le pasa a Stalingrado. Wallace: Ha resistido un asedio brutal de los nazis, señor. Se calculan 2 millones de bajas. Roosevelt: ¿has ido a contarlos? jo-jo-jo que divertido soy. Wallace: Sí señor... Roosevelt: ¡QUE TE RÍAS! Wallace: JAJAJAJA Roosevelt: No sé como te aguanto, Garner. Antes eras más divertido. Wallace: Soy... da igual señor. Roosevelt: Pásame el Vodka. Que mi gran amigo Iósif me pasó unas cajas una vez que fui a visitarle. Wallace: ¿Su “amigo” señor? Roosevelt: Sí ¿pasa algo? Wallace: No, nada, nada. A lo que íbamos. La URSS está reconquistando el terreno perdido señor. Han echado a los nazis de Stalingrado, van a liberar Leningrado y luego hacia el Oeste señor. Roosevelt: Putos comunistas, no hay uno bueno. Wallace: ¿Pero no me dijo usted que? Roosevelt: ¿qué? Wallace: No, nada, nada. Roosevelt: Estás muy rarito últimamente, chico. Wallace: A lo que iba, señor. Estamos ganando la guerra. Y sin esforzarnos. Roosevelt: ¿Nosotros? ¿O los putos rusos? Wallace: Bueno, hemos ganado África. Roosevelt: ¿cuanto terreno les hemos quitado a los nazis? Wallace: Poco señor, realmente no conquistaron un gran territorio, querían llegar a los pozos petrolíferos y no les hemos dejado. Pero el general Patton entra por Italia. Roosevelt: ¿Italia? ¿eso está lejos de Berlín? Wallace: Sí señor, más de 2000km. Roosevelt: Demasiado, hay que llegar a Berlín antes que ellos ¿pero como? Si entro a saco la maldita opinión pública se me echará encima. Wallace: Señor, hay una cosa más. Nuestros espías nos informan de que Japón va a atacar Pearl Harbour (N del R: esto fue en 1941, pero me lo tomo como licencia poética). Roosevelt: ¿qué? Wallace: Andan cabreados por el embargo de petroleo y tal. Y porque les jodimos la vida y esas cosas, señor. Roosevelt: Ah, claro, claro. Déjales, anda. Wallace: ¿SEÑOR? Roosevelt: Que les dejes atacar Pearl Harbour. Wallace: Pero señor, habrá muchas víctimas. Roosevelt: A ver, que no soy tonto. Todos los barcos grandes y tal los quiero fuera de allí, unas maniobras o algo. Cuando nos ataquen diremos que ha sido EL EJE y ahí englobamos todo. EL EJE suena a maligno ¿verdad? Wallace: ¿Y la gente? Roosevelt: ¿la gente? ¿qué gente? Wallace: Vive mucha gente en Pearl Harbour señor. Militares, familiares y civiles. Roosevelt: ¿Es que tengo que pensar en todo? De capitán p'arriba, fuera de alli con su familia. De Teniente p'arriba, solo sale el militar. Y de ahí p'abajo, al que le toque ir en el barco se salva. Y el que no, palma como un heroe de guerra. Wallace: Eso es atroz. Roosevelt: Ya, ya, no hace falta que me halagues.

Terminando 1943, Wallace se reúne con Roosevelt. Roosevelt: ¿pero qué es lo que no entiendes? Wallace: Permítame la franqueza señor. No entiendo que quiera joder a nuestros aliados en vez de a los nazis. Roosevelt: ¿aliados? ¡Yo no quiero joder a los aliados! Wallace: Señor, me acaba de decir que quiere joder a los rusos. Roosevelt: No has entendido nada ¿verdad? Wallace: Parece que no, señor. Roosevelt: Hay un chico por ahí, Truman, muy listo. Llegará lejos. Creo que le pondré en tu puesto. Wallace: ...sí... señor. Roosevelt: ¿Todavía no has entendido que la guerra no es contra los nazis? Wallace: ¿QUÉ? Roosevelt: La guerra contra los nazis ya ha terminado. Hemos ganado. Habíamos ganado hace 4 años. La guerra fue, es y será contra el comunismo. Wallace: Pero son aliados, señor. Roosevelt: No, a ver. Te lo explico para tontitos. Que un país como Alemania se cargue media Europa y se haga con el poder puede ser problemático, pero si nos lo tomamos en serio los reventamos. Además, tiene demasiados enemigos en sus propios territorios conquistados. Wallace: Pero eso no explica que los rusos, que son los que más están combatiendo en la guerra, sean considerados nuestros enemigos. Roosevelt: En serio ¿como puedes ser tan cortito? Vamos a ver ¿cuantos millonarios tenemos en EEUU? Wallace: No sé, muchos. Roosevelt: ¿y cual es nuestra relación con ellos? Wallace: Muy buena, nos pagan nuestras campañas electorales, les ayudamos a “crear empleo” bajando impuestos... Roosevelt: Vale ¿Y en la URSS? Wallace: Los que no cedieron sus tierras y tal, se fueron al gulag o los mataron. Roosevelt: Otra pregunta ¿cuantos indigentes tenemos aquí? Wallace: No sé, varios millones. Roosevelt: ¿Y en la URSS? Ya te lo digo yo, casi cero. Wallace: Increíble. Roosevelt: Vale, seguimos ¿cuantas horas diarias trabaja un obrero aquí? Wallace: No sé ¿12 de lunes a sábado? Roosevelt: No te has manchado mucho las manos, muchacho, pero para lo que hablamos sirve ¿Y en la URSS? Wallace: Ni idea. Roosevelt: 6 muchacho. Trabajan 6 horas al día. Y la educación es gratuíta. Y se jubilan con 55 años. Y están poniendo sanidad gratuíta para TODOS. Y tienen el trabajo garantizado. Y la casa casi asegurada a precios irrisorios. Y la ropa. Y... Y... ¡TODO LO QUE NECESITAN! Wallace: Bien, me alegro por ellos ¿y eso qué? Roosevelt: Mira, te reviento pavo ¿SI NOS LLEVÁRAMOS BIEN CON LOS RUSOS, CUANTO TARDARÍAN LOS OBREROS DE AQUÍ EN PEDIR LAS MISMAS CONDICIONES? Wallace: AAAAAAAAAAAAAHM!! Claro, claro. Se montaría la de dios y se podría producir una revolución comunista aquí. Roosevelt: Bien, por fin. Y aparte del hecho de que tú y yo pertenecemos a la clase alta y que nos mandarían al gulag ¿qué opinarían los grandes millonarios del país? ¿esos que nos pagan las campañas electorales? Wallace: Si, claro. Supongo que no les haría ni la más mínima gracia. Roosevelt: HAY QUE ACABAR CON EL COMUNISMO, MUCHACHO. EN RUSIA, EN BRASIL O EN CUBA. HAY QUE ACABAR CON ÉL CON GUERRAS, CON TERRORISMO, CON DROGAS, CON BLOQUEOS DE MERCANCIAS. HAY QUE JODERLES HASTA QUE DESAPAREZCAN. Wallace: Tiene usted toda la razón señor. Esos sucios comunistas nos pueden hundir. Roosevelt: Pero... la maldita opinión pública. Cuando termine la guerra tenemos que hacer algo para demonizar a los comunistas. Wallace: Me encargaré señor. Roosevelt: No, tú no. Que eres bobo. Ya se encargará Truman.

En 1944, EEUU entra a saco en la guerra. Manda a un montonazo de militares armados hasta los dientes. Abre dos frentes. El del pacífico, que ganará de calle ya que pelea contra un país pequeño y empobrecido como Japón (por mucho que otras fuerzas del eje les ayudaran y que nos lo hayan vendido como una victoria épica). En el frente europeo entra a liberar Francia, día D y esas cosas tan famosas. Truman: ¿Un Whisky señor presidente? Roosevelt: Tú sí que sabes, Truman. Uno doble. Truman: Entramos fuerte en la guerra. Me gusta, me gusta. Roosevelt: ¿Tú no quieres Whisky? Ponte un bourbon o algo. Truman: Sí señor. El bourbon y el Whisky nos convierten en mejores americanos. Roosevelt: Tú sí que sabes y no el moñas de Garner o como se llamara. Truman: Dios bendiga América. Roosevelt: Pero tú no has venido aquí a beber. Truman: No señor. Vengo a explicarle lo de la guerra. Roosevelt: Espero que tú no vengas a pedirme que apoye a los rusos. Truman: ¿a esos sucios comunistas? Ni hablar, habría que aniquilarlos. De hecho, incluso podríamos continuar la guerra contra los rusos después de acabar con los nazis. Total, ya nos pilla de camino. Roosevelt: Joder, eres un verdadero americano. Truman: Gracias señor. Roosevelt: Dos cosas. Tutéame y llámame Frank. Truman: Ok Frank. Mira, te cuento mientras nos sirvo otra copa. Vamos a ir a Berlin. A saco, me la suda Francia, Holanda, Italia y su puta madre. Berlin es el objetivo. El que gane Berlin gana la guerra. Roosevelt: Por lo que sé, los rusos están tomando Polonia, ayudando a Yugoslavia, Rumanía, la batalla de Kursk debió ser un despiporre. Y ahora van a Crimea ¿no? Truman: Veo que estás al día. Roosevelt: Me están llevando a reunirme con Winston y con el hijo de puta de Stalin. Y tengo que poner buena cara. Eso se le da mejor a Winston que a mí, es mucho más cínico que yo. Truman: ¿Winston no soporta a Stalin? Roosevelt: Claro que no, si fuera por él les dejaría morir de hambre como a los de la India. Truman: Bien, bien. De todas formas, está bien que los rusos pierdan el tiempo liberando los territorios conquistados por los nazis. Así nos dan algo de margen para atacar Berlin. Ellos matarán a los nazis, ellos conquistarán la mayoría del territorio, pero la guerra la ganaremos nosotros. Porque nosotros tomaremos Berlín. Roosevelt: ¿pero como? Nuestras tropas están en Inglaterra, hay que desembarcar en el sur de Francia y subir hasta Berlín. No da tiempo. Y Patton también está lejos todavía. Truman: Vamos a entrar por el norte de Francia, a saco. Paracaidistas por detrás e infantería en barcos en el frente. Había pensado en Normandía, pero todavía no lo tengo claro. Y de ahí, Bélgica. Si vencemos en Bélgica tenemos el camino despejado hasta Berlín. Roosevelt: ¿nos dará tiempo? Truman: Casi todas las fuerzas alemanas están peleando contra los rusos. Tenemos el camino casi despejado. Algo raro tiene que pasar para que no lleguemos a tiempo. Roosevelt: ¿cuando entramos? Truman: Vamos a ver... Espera, otro bourbon. Los rusos van a ir con todo en verano, lo han llamado “Operación Bagration”. Yo aprovecharía. Junio puede ser buena fecha. Roosevelt: ¿Y los chinos? Truman: ¿Los japos? Esos están reventados, pero aún no lo saben. Estamos pensando en probar un juguete nuevo con ellos. La bomba atómica. Si funciona, seremos los amos del mundo. Roosevelt: ¿bomba atómica? bonito nombre Truman: Es cosa de los científicos locos. Si explota como dicen los científicos, podríamos destruir una ciudad como Berlín con una sola bomba. Roosevelt: ¿entera? Truman: Entera Roosevelt: ¿todos muertos y la ciudad derruída? Truman: Todos muertos y la ciudad derruída. Y no solo eso, los que están suficientemente lejos para que no les pille la explosión, mueren al tiempo por extrañas enfermedades y bultos que les salen en el cuerpo. Roosevelt: Me voy a poner cachondo, joder. SÁCATE OTRO BOURBON Y PÁSAME OTRO A MÍ. Truman: A sus órdenes señor presidente. Nadie se atreverá a tosernos. Roosevelt: Oye... ¿y esto no se podría...? Truman: ¿usar contra los sucios comunistas? Sí, claro, pero tenemos que llegar en avión. A lo mejor en 10 o 20 años podremos lanzar misiles a todo el mundo pulsando un botón desde aquí mismo. Roosevelt: eliminar una ciudad entera pulsando un botón desde el despacho oval? No se me ocurre nada mejor. Truman: O un país entero, si la tecnología avanza lo suficiente.

En Junio de 1944, ocurre el desembarco de Normandía. En el desembarco y batallas posteriores, más de 2 millones de soldados aliados y 1 millón de tropas del eje participan en la mayor incidencia bélica del frente occidental.

Por el lado oriental, en la operación Bagration participan casi 2,5 millones de soldados aliados contra otro millón de fuerzas del eje. Las fuerzas de élite alemanas están en el frente oriental, pero la fuerza rusa es imparable. En dos meses recuperan la práctica totalidad del territorio ruso. Luego ayudan a la Yugoslavia de Tito a liberarse (lo que la lían esos putos partisanos, oiga) y avanzan en todo el frente. Un frente que llegó a tener más de 1500km, casi nada.

En el lado occidental, Patton sube por Italia pero no le dan medios. EEUU-UK, al entrar por Normandía, rompen el acceso a Francia de las fuerzas del eje y no pueden mantener Francia. En Bélgica se monta la del pulpo en la batalla de las Árdenas, sobre todo por el frío (invierno, -20ºC). En primavera, la aviación americana y la RAF (Royal Air Force, los ingleses) revientan las defensas alemanas.

Enero de 1945:

Roosevelt: No llegamos, te dije que no llegábamos. Truman: Sí llegaaaaaaaaaaamos Roosevelt: El hijoputa de Hitler se ha acojonado con el amago de atentado ese que le hizo Stalin y ha mandado a sus tropas a las Árdenas. Encima, se han congelado las armas por el frío. Estamos parados, no avanzamos y el puto Stalin va a toda hostia hacia Berlin. Truman: Primero. Stalin no va a Berlin, es tan tonto que va a por todo el territorio conquistado. Se cree lo de liberar al mundo del nazismo. Y segundo. En primavera mandamos aviones y los reventamos. Y luego camino libre a Berlin. Llegamos, estoy seguro. Me juego un Scotch de 24 años a que sí. Roosevelt: El médico me prohibe beber, le he dicho que parece un puto comunista. Truman: Bien hecho, toma un bourbon. Roosevelt: ¿quieres matarme? Truman: eh... no... no ¡CLARO QUE NO! Roosevelt: Va, da igual, esto no hace daño a nadie. Truman: Así me gusta. Mira, te lo pongo doble. NO, triple. Que los sucios comunistas no nos digan lo que podemos hacer o no. Este es el país de las libertades. Roosevelt: ¡DIOS BENDIGA AMÉRICA! (se lo bebe de trago) Truman: Bien señor presidente. Nos acercamos al final de la guerra. Tendremos que ir pensando también en como finiquitarla. Roosevelt: La última no fue mal ¿no? Truman: ¿El castigo a Alemania que ha hecho que se rebelen y monten esta guerra? La verdad es que no. Nos hemos enriquecido mucho y nuestra importancia geopolítica es la mayor de la historia. Roosevelt: Deberíamos hacer lo mismo. Truman: Ya, pero veo un problema. Ganaremos Berlin pero los rusos, sucios comunistas, se quedarán cerca. Media Europa será comunista. Si jodemos a Alemania, es muy posible que terminen siendo comunistas. Debemos “ayudarles” a ser capitalistas. Roosevelt: ¿qué propones? Truman: Por un lado, hacer que España, Portugal y esos países de mierda que tienen una dictadura pobre. Nos apoyen. Es fácil. Roosevelt: Sí, les digo “o te arrodillas o te invadimos por ser aliado de Hitler”. Y de paso, consigo servidores fieles, que siempre viene bien. Truman: Un plan sin fisuras. Como corresponde al presidente del país vencedor de la segunda guerra mundial. Roosevelt: ¡Llegarás lejos, muchacho! Truman: ¡Otra copita!

Después de tener más problemas de los debidos cruzando el Rin (léase operación Veritable), EEUU-UK se acercan rápidamente a Berlin. Por el otro lado, el frente de más de 1000km de la URSS continúa imparable. Y llega la conferencia de Yalta. La última que comparten Churchill, Roosevelt y Stalin. Y considerada como el inicio de la guerra fría.

Roosevelt: Joder, que malito estoy. Truman: Tómate un whiskyto, que eso anima. Roosevelt: Dame, a ver si levanto. Si ya estaba jodido, la puta conferencia de Yalta me ha terminado de joder ¡JODER! Truman: ¿que tal la conferencia? Roosevelt: Mal. Los putos rusos, que no quieren que controlemos los países que han liberado. Y Churchill coge y apoya al ensaladillas. SERÁ HIJO DE PUTA. Seguro que planea algo. Truman: Bueno, no pasa nada. Les echaremos la culpa de lo que pase. Roosevelt: ¿pero como? Truman: ¡Pues eligiendo cual es la verdad, como siempre! ¡Para algo tenemos la prensa comiendo de nuestra mano! Roosevelt: Qué lejos vas a llegar, muchacho. A propósito, una cosa seria. Truman: Dime Frank. Roosevelt: Creo que no duraré mucho. Quiero que seas mi sucesor, ya he hecho las gestiones pertinentes. Truman: Oh, señor. Espero que no sea cierto y que dures muchos años. Pero me halaga tanto que me elijas como posible sucesor... ¡VAMOS A TOMARNOS UN WHISKY PARA CELEBRARLO!

En Abril de ese mismo año, Roosevelt palma por una hemorragia cerebral. Truman le sucede. En Julio de 1945 se realiza la conferencia de Postdam. Ya con las relaciones entre los aliados EEUU-UK y la URSS rotas. Truman es presidente de EEUU y se firman las condiciones del fin de la guerra en Europa.

Truman: Será hijo de puta. Nadie: ¿quién señor? Truman: Stalin ¿quién si no? Nadie: ¿Y eso? Truman: El hijo de puta coge y se niega a repartir Alemania en trocitos como queríamos. Encima, coge y propone invadir España y Portugal para devolverles la democracia ¡POR QUÉ COJONES ESTOY HABLANDO SOLO! Nadie: Porque eres un vicepresidente ascendido y hasta 1949 no tendrás vicepresidente propio. Truman: Cierto, cierto. Bien, le hemos dicho que “ahora no es una prioridad” y lo ha entendido. Pero esto no puede trascender. Tenemos que hacer creer que el capitalismo es el garante de la democracia y que ellos no son más que unos sucios dictadores que matan de hambre a su gente. Aunque tardemos 50 años, lo lograremos. Nadie: Pues ya puedes empezar a hablar con periodistas para que vendan tu relato. Porque esto no se sostiene por ningún lado. Truman: Ya lo sé, ya lo sé. Pero TENGO QUE CONSEGUIRLO. Nadie: Aprovechando que no soy nadie y que no me puedes echar, paso a informarte. Truman: Dime. Nadie: Japón se ha rendido. Truman: Ni de coña. Nadie: ¿como que no? Por fin se ha terminado la guerra. Truman: No, no y no. Hemos mandado un par de bombas atómicas preciosas que harán explotar dos ciudades de Japón. No se pueden rendir hasta que probemos estas bombas. Nadie: Eres un puto genocida ¿lo sabías? Truman: No se llega a presidente de los estados unidos siendo buenista. Nadie: ¿entonces, que hacemos con la carta de rendición? Truman: Las bombas llegarán en dos días a Japón. Recibiremos esa carta justo después de las explosiones y aceptaremos la rendición rápidamente. Nadie: Ok.

Y chispúnseacabó.