Historia alternativa de la segunda guerra mundial

Voy a hacer un ejercicio de imaginación un poco maligno. Me voy a convertir en Franklin Delanor Roosevelt ¿Que por qué? Me apetecía hacer esto, que queréis que os diga.

Esta historia va de la historia paralela de los hechos. Hablando de todas esas cosas que no cuadran en la historia oficial de la segunda guerra mundial. Lo mío tampoco va a cuadrar, claro, pero me apetecía hacer algo así.

Nos situamos en 1938, despacho oval de la casa blanca.

Roosevelt: Joder la que tienen liada en Europa. Vicepresidente Garner: Sí, el fascismo está arrasando el continente. Roosevelt: ¿quién habla del fascismo? Hablo de los sucios comunistas. Garner: ¡Pero si los están liquidando a todos! Roosevelt: Ya. Y eso está bien, pero mira los rusos. Viven de puta madre y los comunistas americanos se están viniendo arriba. No lo podemos permitir. Garner: ¿y qué pretendes hacer? Roosevelt: No sé, ya se me ocurrirá algo.

En Septiembre de 1939, Alemania invade Polonia. Poco después, Rusia ataca Polonia como parte del acuerdo de mutua defensa que tenían entre ambos. Empieza la segunda guerra mundial.

Garner: Oye, que se ha liado. Roosevelt: ¿eh? ¿qué? Garner: Que ha empezado la guerra europea que nos temíamos. Los nazis y fascistas están arrasando. Roosevelt: Ah, claro, claro ¿y los rusos? Garner: Qué puto empeño tienes con los rusos, macho. Roosevelt: Que nos joden el chiringo, Gar, nos lo joden. Garner: Como esto siga así, no. Roosevelt: ¿para tanto? Garner: Yo diría que los nazis van a dejar vivos a los españoles, italianos y poco más. Al resto se los cepillan. Roosevelt: Vale, estate atento. Si los nazis toman Europa entera pueden ser una amenaza para nuestro poder. Garner: ¿y el partido nazi de aquí? Roosevelt: No me preocupan. Son muchos, pero facilmente manipulables. Garner: Sí. Y capaces de muchas atrocidades. Roosevelt: Si tanto te preocupan, suelta en la prensa las atrocidades que están cometiendo los nazis europeos. Eso creará un clima antinazi, que siempre puede venir bien.

En 1940, Alemania ataca Noruega y Dinamarca. Se acaba la Drôle de guerre y Alemania invade Francia.

Garner: Oye, oye, que esto va en serio. Roosevelt: ¿el qué, lo de la crisis? Ya, llevamos intentando lidiar con ello 12 años. Garner: ¿Pero qué crisis? ¿En qué puto mundo vives? Hablo de la guerra de Europa. Roosevelt: Oye, oye, que por muy colegas que seamos, sigo siendo tu puto jefe. El PUTO PRESIDENTE DE LOS EEUU. Garner: Perdona macho, es que a veces me enervas. Roosevelt: Tómate un whiskyto y cuéntame. Garner: A ver. Los nazis, con ayuda de Italia, están tomando Noruega, Dinamarca y Francia. Roosevelt: Ya ¿y? Garner: Se supone que somos amiguitos. Roosevelt: Ni que fueran ingleses. Garner: Si toman Francia, los ingleses son los siguientes. Roosevelt: Joder, habrá que ayudar o algo. Manda un par de barcos, no sé. Garner: ¿Un par de barcos? Que los alemanes tienen a más de un millón de tíos ahí. Roosevelt: ¿tantos? Garner: No sé cuantos exactamente, ya te diré. Pero van a lo bestia. Roosevelt: ¿y estos mongolos no se han organizado antes viendo que cerca hay unos putos zumbados con armas? Garner: Sí, pero no esperaban tanto. Dunquerque ha sido una matanza. Los ingleses han salido por patas de allí. Roosevelt: A ver, a ver, que me pierdo. Explícame un poco. Y ponme otro whisky a mí también. Garner: Toma y te explico. A ver. Los alemanes estaban chulitos y los europeos se acojonaron, pero dijeron “si les dejamos matar judíos y gitanos en paz, seguro que no nos hacen nada”. Roosevelt: ¿No se prepararon? Garner: Espeeeeeeeera. Cuando vieron que a lo mejor dejarles en paz no era la mejor idea ya era tarde. Decidieron hacer una alianza y montaron una línea defensiva. Pero fue una pantomima, con armas de mentira y todo. Lo llamaron “Drôle de guerre”. Roosevelt: ¿Trole de qué? Garner: “Drôle de guerre”. Guerra de broma para entendernos. Un “eh, que estamos mu locos, no hagas que nos enfademos” pero con la boquita pequeña. Roosevelt: Ah, bien, bien. Garner: Y los alemanes han dicho “pa loco yo”. Y han entrado. Los europeos habían reforzado las líneas defensivas en previsión a esto, pero los alemanes han ido con todo y están entrando en Francia. Esperan tomar París en un mes. Roosevelt: ¿y los holandeses, belgas, ingleses y tal qué dicen de esto? Garner: Holanda y Bélgica han durao menos que una botella de Whisky en este despacho. Inglaterra apoya, pero tiene miedo de que les ataquen y guarda gran parte de sus tropas. Los alemanes dicen con sorna que “Los británicos lucharán hasta el último francés”. Roosevelt: ¡JAJAJAJA! QUE HIJOPUTAS. Vamos, que Francia está perdida y que Inglaterra ahí ahí. Garner: Un poco. Roosevelt: Va, manda barcos al estrecho ese que tienen entre inglaterra y Europa. Y baterías antiaereas. Garner: ¿Y? ¿nada más? Roosevelt: Sí, sí. Habrá que ayudar, pero no me estreses macho. Tampoco podemos mandar un millón de tíos ahí ¿en serio han mandado a un millón de alemanes? Joder que burros. Garner: Como lo oyes. Roosevelt: Guay, pero... ¿no habían atacado hacia el Este? ¿Estos nazis cuanta gente tienen? Garner: ufff.. a cholón. Han pillado fanáticos de otros países y les están dando para el pelo ¿te acuerdas de que la URSS atacó Finlandia? Les hemos echado de la liga de las naciones. Roosevelt: ¿Pero la liga de las naciones todavía existe? ¿Alguien le hace caso a esa pantomima? Garner: Para los europeos parece importante. Roosevelt: Igual hay que disolverlo y montar algo más serio. Ya lo hablaremos dentro de unos años. Oye ¿Italia no hace nada? Garner: Sí, claro, anda atacando a los griegos y tal. Pero allí tienen muchos problemas internos. Hay unos partisanos, unos guerrilleros, que les están dando muchos problemas. Igual podríamos ayudarles. Roosevelt: Mmm... No es mala idea.

Unos meses más tarde pero en el mismo año, empieza la campaña africana. Los italianos atacan Egipto (defendido por ingleses). Dos años después, los aliados atacaránn entrando por Marruecos, intentando hacer la pinza a las fuerzas del eje.

Garner: Oye, oye, que esto se complica cada vez más. Roosevelt: ¿el qué? ¿la liga de Baseball? Garner: ¿Pero cuanto Whisky tomas? LA GUERRA. Que ya le llaman Segunda Guerra mundial, macho. Roosevelt: Ahora le estoy dando al Bourbon ¿quieres? Y siéntate, anda. Que todo está de puta madre. Garner: ¿Como que está de puta madre? Dame el Bourbon. Roosevelt: Joder, pareces tonto. Al final voy a tener que cambiar de vice. Dime una cosa ¿cuales son las grandes potencias del mundo? Garner: Joder, pues Alemania, Francia, Inglaterra, la URSS y, sobre todo, nosotros. Roosevelt: Ya ¿y China? Llevan no sé cuantos años en guerra ya, con nuestra inestimable ayuda, claro ¿Y Brasil? Vargas se pasa la democracia por el forro por la “amenaza comunista” ¿Y...? Garner: Ya, ya. Te entiendo por donde vas. Roosevelt: Vale ¿y quién está vendiendo comida, armas y de todo a los pobres Franceses e Ingleses? Nosotros. Garner: Y Argentina Roosevelt: Ya, el puto Perón se está haciendo de oro. Ese inutil hubiera hundido el país si no le llega a tocar esta guerra. Eso sí, a su señora me la follaba. Garner: ¿A Evita? Roosevelt: Esa, me la pone como la pata de esta mesa. A lo que iba, que estamos sacando muchísimo dinero gracias a la “guerra mundial”. Los europeos que se jodan. Garner: Ya, pero los rusos están dispuestos a lo que sea. Y como aguanten lo suficiente, hacen la de Napoleón. Roosevelt: ¿Napo-quién? Ya está el chico listo. Cuéntame, anda. Garner: Napoleón intentó tomar Rusia, los rusos se fueron lejos (ya sabes que su país es enorme), se rearmaron y arrasaron a los franceses. Las tropas de Napoleón estaban jodidas por el invierno ruso y cayeron como moscas. Roosevelt: ¿Y por qué nadie me había hablado de ese tal Naponosequé? Garner: ¿Tú eres tonto o te lo haces? Es el general más famoso del siglo pasado. Roosevelt: Vale, vale. Da igual. Cuéntame lo de la “guerra mundial”. Garner: Que han llegado a África. Roosevelt: ¿Y? Garner: Que cada vez hay más frentes. Te resumo rapidito. Francia está partida en dos. La parte norte es de los nazis, la sur de los franceses con un tal Vichy a la cabeza. Roosevelt: Lo conozco, un marica. Garner: Vale. En el otro lado están a mil cosas a la vez. Alemania quiere llegar a Stalingrado, que Stalin le ha cambiado el nombre a la ciudad de Tsaritsyn. Dicen que si toman Tsaritsyn... esto... Stalingrado, Rusia es suya. Roosevelt: Eso no son mil cosas. Garner: Vale, sigo. Los nazis atacan el reino de Yugoslavia, Italia ataca Grecia, Rusia ataca Finlandia, Alemania también ha atacado a Letonia y esas repúblicas pequeñitas, pero hay un pacto de mutua defensa, igual que con Polonia, y los rusos contraatacarán. Roosevelt: Vale, vale, joder que lío. Garner: Hay más. Los nazis también han atacado las islas inglesas con avión, pero la RAF... Roosevelt: Para, cuéntame lo de África ¿qué coño pinta África aquí? Garner: Lo que sabes de lo que te interesa y lo poco que sabes de lo que no. Roosevelt: Me estás hinchando las pelotas... Garner: Perdón, señor presidente. Quiero decir que África es importante por dos cosas. Uno, controlar el mediterraneo, con todo el tráfico de mercancias que supone. Y dos, llegar a los pozos petrolíferos africanos. Roosevelt: Ah, claro, claro. Garner: Piensa que no solo consigues mercancias y petroleo, sino que consigues que el enemigo no los tenga. Roosevelt: Vamos, que es algo estratégico. Garner: Seguramente, quién gane el mediterraneo y sus alrededores, gana la guerra. Roosevelt: Vale. Y tú quieres pedirme que me meta en África ¿no? Garner: Sí señor presidente. DEBEMOS ayudar a nuestros aliados. Roosevelt: Pero eso es muy caro y estamos ganando muchísimo dinero sin hacer casi nada. Garner: Ya, pero tenemos un acuerdo de mutuo apoyo con los “aliados”. Además, si los aliados pierden la guerra, a ver a quién le vendemos nuestras mierdas. Nos vamos a poner a cara de perro EEUU vs Europa. Roosevelt: ¿Europa unida? Eso es peligroso. Garner: Y liderada por los nazis. Roosevelt: Eso me da igual, mientras no sean comunistas me da igual. Pero Europa unida es un problema. Pueden ser la fuerza dominadora del mundo. Entramos en la guerra mundial esa. Tú, a vender esto a la opinión pública. Garner: Sí, señor presidente. Roosevelt: Puta opinión pública, esto de tener que justificar lo que hacemos es un rollo. Garner: Eh... sí, señor. Pero piense que si no, seríamos una dictadura. Roosevelt: ¿sabes lo que dice mi amigo Winston Churchill? Que no hay mejor argumento contra la democracia que una conversación de 10 minutos con el votante medio. Y tiene razón, son puto ganado, estúpido y que siempre debemos estar metiendo en el redil. Garner: Eh... señor... Roosevelt: Ya, ya. Vete, anda.

Y llegamos a 1941. El frente occidental se ha parado. Alemania no puede seguir hacia el Sur porque Vichy aguanta muy bien. España no consigue salir de su postguerra, así que como para ayudar a nadie. La fiesta empieza en el frente oriental.

Vicepresidente Wallace: Señor presidente. Roosevelt: Tú no eres Garner. Wallace: No señor, ahora el vicepresidente soy yo. Roosevelt: Sácate un bourbon y dime. Wallace: Sí señor. Por cierto ¿ha visto a la nueva secretaria? Roosevelt: Sí, claro. Le he pellizcado el culo, para que se sienta como en casa. JA-JA-JA Wallace: Claro, señor. Eso les encanta. Roosevelt: Si un hombre no hiciera esas cosas, se marchitaría ¿no crees chico? Wallace: Claro señor. Un hombre es y siempre será un hombre. Roosevelt: Bueno, dime muchacho ¿qué te aflige? Wallace: Vengo a informarle de la guerra mundial, señor. Roosevelt: Ah, cierto. Dime, dime. Wallace: El imperio británico ha parado a los nazis, señor. Roosevelt: ¿Y ya está? Vaya puta mierda de información, muchacho. Garner se lo curraba más. Wallace: Sí señor. Quiero decir, que ahora los problemas los tienen los rusos. Hitler va a por Stalin con todo. Quiere tomar Moscú, Stalingrado y pasar por allí hacia el golfo pérsico para conseguir el petroleo. Roosevelt: Bien, bien. Todo va de puta madre. Tenemos tiempo. Wallace: Stalin ha decidido usar la táctica de tierra quemada, señor. Roosevelt: Explícate. Wallace: Todo el grueso del ejército se pira detrás de las montañas urales mientras deja tropas para entorpecer el paso de los alemanes. También quema toda la tierra para que los alemanes no tengan qué comer. Roosevelt: Que bruto ese bigotitos. Wallace: Según nuestros espías, la operación de loa nazis contra la URSS se denomina “Operación Barbaroja”. Roosevelt: Bonito nombre. Wallace: Si ahora entramos por el sur de Francia y apoyamos a Vichy, podemos tomar Europa y acabar con los nazis, señor. Roosevelt: ¿Y qué coño pintamos nosotros en una guerra entre europeos? Que se maten entre ellos. Wallace: Son nuestros aliados, señor. Roosevelt: “sin niistris iliidis siñir” tú vas a durar más poco por aquí... Wallace: Perdón señor. Roosevelt: A ver, ahora en serio. No puedo gastarme una puta millonada en una guerra extranjera, los votantes me hunden. Además, me encanta ver como matan comunistas por la mañana. Huele a victoria. Wallace: ¿eh? Roosevelt: Esta frase, en unos años, lo peta. Wallace: Sí señor...

En 1942 el frente oriental bulle. Los rusos han conseguido aguantar a los nazis en Moscú. Leningrado sigue sitiado y lo estará hasta 1944, pero aguantan como putos campeones. Resulta, oh sorpresa, que los finlandeses iban con los nazis y que la expulsión de la URSS de la liga de naciones no estaba justificada. La producción armamentística de la URSS ya es superior a la nazi. La tortilla empieza a girar.

Wallace: ¿Me permite? Roosevelt: Ah, sí, Garner, pasa, pasa. Wallace: Soy Wallace, señor. Roosevelt: ¿quién? Wallace: eh... su vicepresidente, señor. Roosevelt: Eso he dicho, Garner. Pasa, cuéntame. Seguro que vienes a contarme lo de las guerras. Wallace: Sí señor. Roosevelt: ¿Los ingleses que tal? Aguantan bien, supongo. Wallace: Sí señor. La cosa está estable en el frente occidental. Roosevelt: “Frente occidental”, hohoho. Muy molón el nombrecito. Wallace: Señor. La resistencia francesa pide armas. Roosevelt: ¿quién? Wallace: Los franceses que viven en el París tomado por los nazis. Han montado un sistema de resistencia y les están tocando los cojones a los nazis. Roosevelt: ¿y piden armas? Pues mándaselas. Wallace: Sí señor. Dicen que si les damos armas, ellos liberan París. Roosevelt: Bien, bien. Oye ¿los de la resistencia esa no serán comunistas? Wallace: Eh... sí señor. Roosevelt: Entonces que se jodan. Wallace: Pero señor. Roosevelt: Ni de coña. Wallace: Bien. Los partisanos italianos y yugoslavos también piden ayuda señor. Roosevelt: ¿comunistas? Wallace: Eh... mire usted... la verdad es que... No señor (mentirosooooooooo). Roosevelt: Ok, mandad armas y equipamiento. Y algunos soldados de élite que les adiestren en lucha de guerrillas. Así conseguimos mucho resultado con poco gasto. Wallace: Sí señor. Otra cosa. Debemos mandar ayuda a los comunistas rusos. Roosevelt: Buen chiste muchacho. Wallace: Se supone que son nuestros aliados, la opinión pública así lo quiere señor. Roosevelt: Ya no me gusta este chiste. Wallace: Si le parece, mandamos lo justo y nos colgamos muchas medallas, señor. Roosevelt: Poco y viejo. Mandad poco y viejo. Yo, Franklin Delano Roosevelt ayudando a comunistas, espero que no se hable mucho de esto en los libros de historia. Wallace: Haremos que no sea así, señor. Una última cosa. Debe ir a Moscú. Roosevelt: ¡OYE! Wallace: Han expulsado a los nazis y Stalin convoca a los aliados para una estrategia conjunta. Churchill ya ha dicho que irá. Roosevelt: Joder, joder, joder ¿Y si decimos que estoy malo? Mi madre me hará un justificante. Wallace: Es usted el presidente de EEUU. Además, su madre murió hace tiempo. Roosevelt: Ok, ok. Iré. Pero que sepas que en un par de años te mando a la puta calle. Wallace: Sí señor.