SPD

El otro día, mi madre me presentó a una pareja, más raros que yo qué sé qué. Cuando se fueron, mi madre me dijo que se les llama “los Kauskinos”, pero que no sabía por qué. Le pregunté que a ver como eran y me explicó una historieta de los años 60, cuando traicionaron a unos cuantos comunistas del pueblo. Le dije que entonces sería por Kautsky, el gran traidor del socialismo. Me dijo que podría ser. Al llegar a casa, mi madre le preguntó a mi padre y le confirmó que era por eso.

La historia no dió para más. Pero ayer Antonio Maestre se sacó este artículo de la manga: https://www.lasexta.com/el-muro/antonio-maestre/tirar-pablo-iglesias-rio-spree_201909095d7587180cf2f9b31a522ea4.html y, casualidad, habla del SPD, de Kautsky y tal. Y me dije... “esto va a ser una señal de de Dios todopoderoso. Necesita que yo cuente la historia del SPD, Kaustky y demás”. Bueno, no. Más bien me dije “pues igual cuento la historia del SPD a los mastodonteros, la verdad es que mola”. Y a eso voy, a contaros la preciosa historia de como el partido político más antiguo del mundo pasó de defender obreros a traicionarlos y, con el tiempo, convertirse en este centro izquierda reformista tan cercano al nacional-catolicismo.

Me estoy metiendo en un berenjenal que enlaza con la política actual. Como alguien empiece con gilipolleces de si tal partido es de izquierda o de si la culpa del no gobierno es de tal otro... Le regalo un gato a Ipotxa y le pido las coordenadas de vuestra casa para mandaros NAPALM. Ah, sí. Y al que le moleste este artículo me puede comer los huevos por detrás. O bloquearme, lo que prefiera.

Y tras semejante muestra de cariño, empiezo con un #Levithreads.

Nos situamos en 1863. En Leipzig, Alemania. Un lugar bucólico lleno de amor y donde todo el mundo es feliz... Bueno, no. Se trata de un lugar horrible donde los currelas malviven. Curran 15 horas diarias de lunes a domingo, algunos duermen en el puesto de trabajo, otros comparten micropisos entre 2-3 familias... Y no tienen ningún derecho. En esta coyuntura, el comunismo está a la orden del día. A Marx la policía le ha puesto vigilancia 24 horas al día porque lo consideran el mayor peligro para el statu quo. El manifiesto comunista es un libro ilegal que se imprime en imprentar clandestinas, pero siempre hay varios ejemplares en toda huelga que se precie. Y las huelgas son reprimidas con porrazos, balas y hasta cañonazos. Por supuesto, no existe el derecho a huelga ni nada que se le parezca. El obrero tiene derecho a trabajar, comer (poco), dormir (poco) y reproducirse.

Las revoluciones democráticas habían instaurado el sistema político actual, quitándole poder a Austria y Prusia. De todas formas, esta democracia era como tener un primo segundo en Cuenca. Estaba ahí, pero no aportaba gran cosa. Maximiliano II había instaurado algunas reformas para contentar a la plebe, pero la cosa seguía jodidilla. A todo esto, el famoso Bismarck acababa de ser nombrado primer ministro de Prusia. Este señor iniciaría el segundo Reich, conquistando grandes terrtitorios (Dinamarca, Francia...). Pero no voy a eso.

En este periodo tan convulso, se formó la llamada Asociación General de los Trabajadores, cuyo lider era Ferdinand Lasalle. Se trataba de uno de los mucho partidos socialistas/comunistas que se estaban formando en aquel momento. Dicha asociación ayudó a muchos trabajadores, no solo en sus reivindicaciones laborales, también hizo un intenso trabajo de formación profesional, personal y política. En un país donde más de la mitad de la población era analfabeta, dicha asociación empezó a enseñar a leer y a escribir a sus asociados. En sus primeros años la Asociación General de los Trabajadores pasó a tener más de un millón de inscritos. Incluso hoy en día, el SPD incide mucho en el progreso social a través de la educación (este detalle de gratis, no viene a cuento con lo que quiero contar).

Gracias al éxito que estaba teniendo el la Asociación (a la que empezaré a llamar SPD, aunque todavía no se llamaba así), Bismarck decidió ilegalizarlos en base a las leyes contra los socialistas. Igual esto os sonará. Había democracia, había leyes y “estado de derecho”, pero se hicieron leyes injustas que muchos apoyaron porque “la ley es así”.

Dicha ilegalización hizo que el SPD se volviera más radical, predicando un socialismo más “puro” y provocando mayor número de revueltas. Por supuesto, la represión fue brutal. Muchos de los líderes del SPD fueron obligados a emigrar, cuando no encarcelados directamente. Pero la gente estaba tan quemada que dicha represión hizo que más gente se afiliara al SPD.

Algo de esto ya os he hablado en el hilo sobre mi queridísima Clara Zetkin: https://mastodon.social/web/statuses/101731986156093158 intentaré no repetirme demasiado, ya que fue una época muy cambiante y hay demasiado que contar. Ahora unos cuantos datos sueltos, no ordenados cronológicamente.

En 1890 el partido pasa oficilamente a llamarse SPD, Partido Socialdemócrata Alemán. En aquel entonces, la Socialdemocracia era básicamente el Socialismo pero que se presentaba a elecciones. En 1891, Karl Kaustky, uno de los marxistas más reputados de la época, firma (junto con Bebel y Bernstein) el Programa Erfurt, el programa político del SPD. Y con esto se convierte en el lider del SPD.

A todo esto, el partido se había vuelto a legalizar. Y empezó a ganar votos. Y Kaustky empezó a oler poder (snif, snif). Y ahí los sucios comunistas revolucionarios molestaban. Todo esto con un kaiser que, aunque les legalizó como partido, nunca consintió que llegaran al poder (que lo hubieran hecho).

Por un lado, el SPD se presentó a la segunda internacional socialista (1889) y fue el gran valedor de los intereses del estado-nación. Esto significaba priorizar el país al obrero extranjero. Esto era inasumible para el socialismo/comunismo clásico, donde lo primero es el obrero, sea de donde sea. De hecho, por eso se le llamó internacional a este congreso. Por si fuera poco, este apoyo significaba apoyar la primera guerra mundial. Y se montó la gran marimorena. Y la segunda internacional fue un fracaso. Gracias sobre todo al SPD.

En 1918, al calor de la revolución socialista rusa, el partido comunista alemán (escisión del SPD) está ganando mucho poder y consiguió que el kaiser cayera, con esto se inició la república de Weimar. Por otro lado, Kaustky, supuesto amigo de Rosa Luxemburgo, se alió con unos chicos muy majetes (antiguos militares y tal) llamados Freikorps. Quería aprovecharse de esta gente para acabar con los comunistas y la liga espartaco. En 1919, los Freikorps fueron a por Rosa, Liebknecht y otros líderes comunistas. Los capturaron, torturaron y luego arrojaron sus cadáveres a los canales de Berlín que desembocan en el río Spree. La prensa no culpó al SPD, sino que habló de que se habían encontrado muertos a tal, tal y tal. Blanqueando a los Freikorps. Por supuesto, mucha gente le dió la espalda al SPD por esto. Y en esto había un partido por ahí que vendía un mensaje fácil. Y mucha gente lo compró. Ya sabéis de quién hablo.

Gracias a la alianza del SPD con la incipiente ultraderecha, la revolución comunista alemana se fue al garete. Y el SPD se quedó como partido hegemónico de Alemania. El SPD ganó y Ebert fue el primer primer ministro de la república de Weimar, con Noske como su mano derecha y ministro de defensa. Todo parecía ir bien.

Peeeeeeeeeeero, la primera guerra mundial se perdió y Alemania tuvo que firmar el tratado de Versalles. Este tratado hundió la economía alemana. Y el partido político de ultraderecha que he nombrado antes ganó muchísimo poder. Y desbancó al SPD del poder. E incendió el reichstag culpando al partido comunista. E ilegalizó al partido comunista. Y... Bueno, ya sabéis lo que vino después.

Y ¿sabéis qué? Que Evert tuvo que exiliarse ¿y sabéis qué más? que su mano derecha, Noske, terminó en un campo de concentración. Y así, el SPD se fue a tomar por culo. Pero totalmente a tomar por culo.

Después de la segunda guerra mundial, el SPD se arrimó a los aliados e hizo saber que si le ayudaban, iba a ser un buen súbdito. Y se firmó el plan Marshall. Y Alemania tuvo toda la pasta del mundo. Y la gente se convenció de que “mejor así que no lo de antes”. Y el SPD se sintió muy cómodo.

Un país, Alemania occidental, sin derecho a ejército (con todo el gasto que supone), protegido por los aliados. Y encima, recibiendo muchísima pasta del extranjero. Un detalle que tampoco viene a cuento. Al final de la segunda guerra mundial hubo un éxodo masivo a Alemania del Este, ya que allí se vivía muchísimo mejor. Cuentan las malas lenguas que el plan Marshall se aprobó por eso, para evitar que los comunistas vivieran mejor que los capitalistas que había al lado.

Me voy a saltar los años entre 1948 (firma del plan Marshall) hasta 1975, que me estoy alargando mucho.

El SPD ya es un partido totalmente integrado en la estructura capitalista europea. La socialdemocracia es mucho más light que antes y no genera grandes problemas al capital. Y en el Sur de Europa se están produciendo muchos cambios. Las largas dictaduras se están terminando, ya es hora de que vuelva la democracia. Pero resulta que durante todos estos años, los partidos socialistas/comunistas han sido los únicos que han peleado contra las dictaduras. Hay una gran aceptación del comunismo/socialismo en estos países. Y eso no se puede permitir. El capital sugiere amablemente que es mejor una socialdemocracia obediente. El SPD ejecuta dichas sugerencias. Apoya económicamente (y apoya mucho) al PSOE y al PSP (Partido Socialista de Portugal) a cambio de acabar con las ideas marxistas, sean propias o ajenas. Y en estos casos siempre hay un Kaustky dispuesto a traicionar los ideales. En España fue Felipe Gonzalez. En Portugal Mario Soares. Ya os he contado la revolución de los claveles aquí: https://mastodon.social/web/statuses/101986127968431282 https://mastodon.social/web/statuses/101986136316787997

Por supuesto, cuando el partido Laborista inglés inaugura la llamada “tercera vía”, el SPD aplaude con las orejas y se desvían un poco más de la idea original de la socialdemocracia.

Por supuesto también, cuando hay que crear la Unión Europea, el SPD incide mucho en libertad de mercado y poco en el buen vivir de las personas.

Por supuesto, cuando la comisión europea sugiere que se apruebe el artículo 135 de la constitución española (y otros artículos similares en otros países europeos) que obliga a dejar morir de hambre a los necesitados con tal de pagar la deuda del país, el SPD aplaude con las orejas. El equilibrio presupuestario es MÁS importante que la vida de las personas.

Y aquí, queridos míos, os dejo toda mi bilis contra el SPD. El alma mater de la socialdemocracia actual.

Y chispúnseacabó.