Valor añadido

Últimamente pienso en cómo de diferentes son mis hábitos de consumo en comparación con años anteriores.

Antes me compraba ropa que luego no usaba, pero con la que podía demostrar que iba acorde con a la moda. También compraba bolígrafos y material escolar, que no acababa gastando... más por vicio que por necesidad.

Ahora priorizo comprar productos que aportan valor a mi existencia. Estoy planteándome comprar una tetera, por ejemplo. No puedo hacer “postureo” de una tetera, pero estoy segura de que tomar té comprado a granel en una buena herboristería aumentará mi calidad de vida y mi felicidad.

Reconozco que soy adicta a comprar libros. Compro más que leo. Pero tampoco me importa, porque me aporta felicidad ver esa estantería llena. Y sé que tarde o temprano los leeré, cuando me encuentre preparada para enfrentarme al texto correspondiente. Soy de las que opina que no siempre nos encontramos en el momento idóneo para leer cualquier cosa. No obstante, eso no significa que debamos dar por imposibles algunas lecturas.