La antifragilidad del genio

Con el paso de los años la prudencia vino a visitarme y me guardé en el bolsillo los superlativos y palabras grandilocuentes que antes usaba con frecuencia entusiasta. A mis cuarenta y nueve, me pienso mucho calificar a alguien como “genio”. Después de haberme leído y releído Antifrágil. Las cosas que se benefician del desorden puedo afirmar que Nassim Nicholas Taleb es un genio.

Taleb explica que ante un estresor (algunos lo llamarían “hostia a mano vuelta”) los sistemas pueden hacer tres cosas:

¿Cómo di con Taleb? En un Open Space que organizaba Runroom en Barcelona, allá por enero de 2020, conocí a Óscar Yuste. Óscar es un magnífico conversador y un sabio humilde. Entre cafés y sesiones me descubrió a Taleb. Me hice ese mismo día con este libro, tan lleno de subrayados, símbolos e ideas anotadas al margen que me hace pensar que es el ensayo más inspirador que me haya leído jamás. Con permiso de los escritos de Séneca.

Taleb llena el libro de ejemplos antifrágiles del mundo real. Ejemplos de las finanzas (donde fue un referente mundial, aplicando sus conocimientos matemáticos al precio de derivados o como administrador de fondos), de la psicología, matemáticas, filosofía, biología, medicina, psiquiatría, sociología, política, ingeniería…es un libro que es varios libros a la vez. Él mismo lo dice. Carece de abuela pero se lo puede permitir.

Me encanta su estilo somarda. Reparte a base de bien. No sólo no rehúye el barro sino que busca meterse en charcos y pisarles lo fregao a los gurús. Eso le ha granjeado poderosos enemigos y relata haber recibido amenazas. De tal manera que él mismo se convirtió en su mejor guardaespaldas y, haciendo gala de eso de levantar pesos para alargar la vida, se ha convertido en un armario ropero que te podría mandar a orbitar de una patada en el culo.

Creo que Antifrágil es una joya que yo recomendaría a cualquiera que tenga que tomar decisiones ágiles en contextos de incertidumbre y quiera huir de las charlatanerías académicas o de eso que llaman casos de éxito. A cualquiera, en definitiva, que se maneje en el mundo real.