Đe§pertąr

No quiero que despiertes de nuevo otra vez, maldita seas. Ahogas mi llanto, salinas embarradas mirando el horizonte. Tan cruel. Sádica, silenciosa, hiriente.

No despiertes, ya no tengo sueños. ¿Qué más quieres? Me rompo y con tu larga uña escribes tus burlas. En el filo de mi navaja. La que me mata si la dejo a tu voluntad. Mi ahogo en la garganta es tu sonrisa. El desgarro de mis nervios, tus caricias. El áurea negra que me cubre, tus aposentos.

No despiertes.