Todo en mi vida abunda. O casi todo. Abunda la tierra pero faltan las manos. Abundan las plantas y el mate y los scones recién hechos en la mañana. Abunda la calma y se extrañan las tormentas. Abundan los colores intensos y el cantar de los pájaros y las flores en la primavera. Pero faltan las palabras. Abundan las posibilidades pero faltan las decisiones. Abundan los caminos pero falta el corazón.