Sueñadilla de discusión y secuestro (II)
Advertencia de contenido: Mención a la muerte, no apreciación de la vida, descripción de discusión, elementos sobrenaturales de terror, asalto, desesperanza, ánimo negativo
En mi habitación, para variar. Creo que antes de estar aquí he estado en otros lugares pero ya me da igual.
Aparece mi madre por la puerta, no se que quiere. Nada bueno seguro.
Se que tenemos una discusión fuerte.
Despertarme bruscamente ha borrado los diálogos y su estructura de mi mente.
Así que trataré de contarlo de otra manera...
Yo no soy del todo yo. Digo algunas cosas que no me pienso del todo. No me refiero a arrepentimiento emocional. Son, simplemente, argumentaciones un poco peregrinas.
El caso es que a ella le sientan bastante mal
La temática es “la vida”, y el deseo de ella
La aceptación de o bien la muerte, o bien otro tipo de vida que no es la “normal”.
La discusión empieza por una irrupción en mi habitación por algún tipo de reproche. Yo entonces salto a la defensiva sin poder pero también sin querer evitarlo. Estoy disparado pero obtengo cierta liberación y placer en decir las cosas tal cual aparecen por mi mente como si fueran dardos lanzados telepáticamente con una fuerza que jamás he tenido.
Ella también se dispara y es simplemente el típico juego de escalada.
Yo estoy, como siempre, sentado en la silla del ordenador, ladeado hacia la puerta para discutir, y con la ventana a mis espaldas.
Es de noche, pero la persiana no está bajada
La discusión se torna irreal y se desvanece, y mi madre grita que hay algo fuera. Que me están “dando” con algo. Se abalanza como sobre mi para apartarme pero yo no estoy seguro de sentir nada.
Fundido a negro.
Corremos hacia la entrada de casa (está en realidad justo al lado de mi habitación).
Pánico.
El pestillo no está puesto. Hay un intento sumamente resbaladizo. Sería cómico de no ser por la terrible situación. Es el intento de intentar ponerlo, pero sin éxito. Porque hay como trampas de aire con las que tropezarse, y todo se mueve raro. La luz es parpadeante. Con un ratio ¼ no regular (1 on – 4 off), donde 1 sería medio segundo.
Entonces sentimos el intento de que la puerta se abra. Pese a la dificultad de la gravedad conseguimos parar la puerta.
Tenemos otro intento de poner el pestillo. Pero está sumamente resbaladizo. Parece increíble que no podamos. Hay unos gritos y voces a fuera. Se sienten súbitamente amenazantes. Terribles. Pero tampoco los entiendo. No se que quieren. Pero no hay una motivación normal o mundana para querer entrar.
Otro empujón más de la puerta.
Fundido a negro.
(...)
Parece que han entrado si. Estamos (no se quienes hacen el plural) atrapados en el techo de la casa. Es como si formáramos parte indisoluble de esa casa y no pudiéramos marchar. ¿Esta era la razón de asaltar? ¿Encerrarme aquí? La situación es bastante terrible. Es imposible salir del techo, aunque la cabeza se sienta como “fuera” y pueda menearse y gritar. Me veo desde fuera y es patético. Inútil.
Ya estoy despierto. Pero la imagen no termina de irse. Todavía es de noche fuera. ¿Vendrán ahora a encadenarme al techo?
Creo que ya no tiene sentido intentar dormir. Esa sensación de intranquilidad ya se ha apoderado de mi. Tengo que intentar “salir de aquí”
Voy al baño y me hago unas tostadas. Me salen mal. ¿Cómo pueden salirte mal unas tostadas? (pan de molde untado en margarina y puesto en una sartén). Se tuesta mal, y lo poco que se tuesta está quemado. Al untar la margarina medio destrocé el pan. ¿Sigue siendo esto la sueñadilla?
Abro la ventana. Ya está amaneciendo y está el p*** camión de los contenedores haciendo un maldito ruido infernal meneando el j***** contenedor como si quisiera dejarlo sin sentido. Supongo que estoy despierto si.