Agosto y Septiembre

Aunque no recuerdo ningún suceso notable en estos meses, me imagino que estaba ocupado porque dediqué poco tiempo a la lectura.

La alegría por Luiz Ruffato

Una novela corta de realismo mágico, una especie de homenaje al Pedro Páramo de Juan Rulfo. La historia tiene personajes siniestros, paisajes rurales medio oníricos y una narrativa cíclica. Y sin embargo, recuerdo más el lugar y las circunstancias donde leí el libro que su contenido.

Aunque no hay ningún problema particular, me cuesta trabajo recomendarlo.

La muerte tiene permiso por Edmundo Valadés

La asamblea da permiso a los de San Juan de las Manzanas para lo que solicitan.

Uno de mis cuentos favoritos, lo he leído ya varías veces y lo recomiendo mucho. Una bella y divertida estampa de lo terrible que puede ser la situación del país.

El complot contra los Escipiones por Valerio Massimo Manfredi

La narración de un evento histórico fundamental en la historia del imperio Romano. La lectura es amena y bastante informativa. Siento que de haber tenido referentes más cercanos, por ejemplo de conocer la via Appia personalmente, hubiera disfruta más la lectura.

El intérprete griego por Arthur Conan Doyle

Una narración de Sherlock Holmes donde nos encontramos con su hermano mayor, más sagaz que el mismo Sherlock. Era uno de los cuentos de Holmes que no había leído y es tan entretenido como los demás. Buena lectura para pasar una tarde.

Rikki-tikki-tavi por Rudyard Kipling

La historia de una mangosta y su lucha por defender a la familia que la acogió de una pareja de cobras. La leí si mal no recuerdo en un par de viajes en el tren y la pasé muy bien.