Maracaibo

Honolulu, Antananarivo, la Conchinchina, Maracaibo. Topónimos claramente inventados a juzgar por la sonoridad de sus nombres, y que, salvo la ciudad venezolana, se libraron de que el grupo La Unión les dedicara una canción que acabaría en cutres karaokes.

En Maracaibo encarnaremos a temibles piratas, y por temibles me refiero a que vamos a acumular recursos y puntos de victoria, a guerrear por la potencia colonial que nos apetezca, o explorar la selva amazónica, todo esto mientras damos vueltas con nuestro barco pirata por el Mar Caribe y esclavizamos/contratamos/ayudamos a los habitantes de las Antillas.

El juego consta de cuatro rondas, cada una representada por una vuelta completa al Caribe. En cada turno, moveremos nuestro barco y escogeremos la localidad a la que queremos ir. Si hay un poblado, podremos entregar una mercancía y mejorar nuestra embarcación. Si hay un tripulante que hemos dejado previamente, podremos hacer su acción. Si hay una misión, podremos completarla para conseguir puntos y el beneficio de dicha misión y, si no hay nada, podremos comprar cartas o conseguir monedas. Entre las acciones que podremos hacer en los poblados están guerrear y explorar. La primera opción consiste en mostrar una carta con valores de guerra para cada una de las tres potencias colonizadoras (España, Inglaterra y Francia), cada una con un valor de ataque. Entonces, escogeremos una nación y usaremos ese valor de ataque para conquistar alguna localización y ganar prestigio de cara a este imperio. Si exploramos, avanzaremos nuestro explorador en un track situado en la selva amazónica, algo que nos dará diversos beneficios.

You would never download a Caribbean Sea.

Pues un buen euro con un tema llamativo y relativamente bien ligado. Hasta aquí la review.

Obviando el tema de que el colonialismo es la razón por la que hay barcos piratas en esa zona del planeta, es divertido avanzar, mejorar tu barco, explorar la selva y, si te lo montas bien, hacer combos y completar misiones. Aunque la acción de luchar se haga individualmente con vistas a quedar bien frente a los imperios, sí hay mucha interacción entre los jugadores a la hora de conseguir cartas y objetivos, además de poder acelerar la partida si avanzas por el Caribe a toda vela. La estrategia puede estar un poco determinada por tu mano inicial y los objetivos personales que te toquen, aunque pueden servir más de faro durante la partida que como unos raíles impuestos: Te indican cuál es el destino si quieres hacerlo bien, aunque tienes margen para optar por diversas estrategias, y, según mi experiencia, no hay ninguna predominante.

Como punto negativo, hay acciones divertidas (que suelen dar puntos de victoria) y acciones que no lo son (que suelen mejorar tu motor). Puede que el orden de turno y el ritmo impuesto por tu rival hagan que sólo te dé tiempo a hacer un tipo de ellas, con lo que tú, grumete de poca monta, te veas ralentizado a la hora de conseguir puntos y monedas por haber estado mejorando tu motor sin haber conseguido puntos de victoria o viceversa.

En resumen, es un juego complejo, divertido, con múltiples mecanismos bien engrasados y con barquitos.

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