La Memoria del Escorpión

diario

Hoy ya era un día que tenía “marcado en el calendario”. Pero la vida tuvo a bien poner un mensaje extra de “se vienen cositas” xD.

Hoy tocaba consulta con la nueva medica de cabecera (volver a contar “la película”), y después consulta con la psicóloga. La que había decidido iba a ser la última. Más de esto más adelante.

Desilluminati thing

Al respecto de lo “desilluminati” thing, buena parte del principio lo viví un poco en mi mundo, echo un ovillo en la cama (me cortó la “rutina” de mirar por Mastodon después de desayunar y leer algunas cosas) y con un incipiente dolor de cabeza que asomaba con fuerza.

Miraba a través de la ventana de vez en cuando y confirmaba que la cosa del apagón no era solo mía. Pude ver una notificación suelta en el móvil (de Mastodon) de alguien a muchos km de aquí diciendo que no había luz. Así que.. até cabos xD.

Pensé: Mierda, y tendré que comer algo antes de ir a mis dos ineludibles citas taciturnas (Eran todavía las 12:45 o así). La inmensa mayoría de cosas que tengo son para cocinarse. Podría hacer un apaño pero tampoco se cuanto se va a extender esto. ¿Realmente se podrá comprar algo? Con un sopor increíble y las emociones modo caparazón, me baje a la calle a “investigar”. Por lo general, y aunque no sea “mi campo”, soy capaz de preguntar a gente desconocida si siento que es una situación extraordinaria que lo permite. Pero hoy no tenía esa capacidad.

Inciso sobre las cosas que siempre doy la chapa, sáltatelo si estás hasta la genitalia de leerme estas mierdas –> Todas las terrazas (hosteleria) de una calle principal cerca de donde vivo estaban A REBOSAR. No quiero juzgar pero aparte de agobiarme, reconozco que si me dio un poco de pena. Que la gente socialice y se relaje me parece muy bien. Pero molaría más sin necesidad de estresar a aquelles con menos suerte y que les toca pringar sin necesidad

No, servirte una cerveza, salvo algún caso que me pueda imaginar, no es un “servicio esencial”. Si, yo también estaba buscando un sitio para comprar y puede ser “hipócrita”. Pero es que ver supermercados / tiendas a rebosar y con la gente haciendo acopios también me da pena. No voy por el rollo moral individual para hacer virtue-signalling. Aunque obviamente no todes caen en las mismas cosas ni en el mismo grado. Es una consecuencia de la inercia sistémica. Y de tener automatizados egoísmos y violencias que han sido naturalizados desde la óptica de ese sistema. Y mi crítica va más por ahí. No es para culpabilizar, sino para señalar que es triste que las cosas funcionen así, y no tendrían porque hacerlo. Aunque dentro de este sistema, nos veamos inmersos en esas dinámicas porque no podemos escapar de todo y vivir en una burbuja) Fin inciso

Después de dar muchas vueltas, sin tener la sensación de que pudiera entrar en ningún sitio a coger algo para comer (muchas colas, o lo que se observaba desde fuera no era nada realmente para comer), entré en la gasolinera de al lado de mi casa. Había un ruido infernal (alarma) en bucle de una máquina que se había quedado rallada. La pobre mujer en el mostrador se la veía muy afectada. Yo no llevaba ni 5 minutos soportándolo y me quería pegar un tiro. Entré más por ver si me enteraba de algo por alguna conversación que por comprar nada allí (que encima es carísimo). Pero claro, ya había entrado, así que tenía que coger algo! así que cogí.... una botella de agua (?) (había muy poca presión en casa, y no tenía ni idea de si iría a peor) (lo se, una botella de agua no soluciona el problema de la comida).

Pude oír una conversación en la que hablaban de que al parecer se decía que “ya se estaba empezando a arreglar”, pero “por arriba”, y que aquí todavía tardaría en llegar. Y un montón más de datos que he olvidado porque no me resultaron relevantes. Y lo del arriba no lo entendí muy bien. Se refería a la zona norte de la ciudad? del país? del mundo mundial?

Pagué mis 2'.05 eurazos por esa botellita de agua y me volví para casa.

Calor.

Sudor.

Odio el día, y odio el “buen” tiempo. Vi a la gente del kebab de al lado de mi casa fuera charlando alegremente. Pensé: Lo mismo les hago un favor si les pido un kebab para que no se les ponga pocho lo que hayan dejado a medias. Pero están fuera, y están de puta madre, que vas a ir ahí a dar por culo. Total, que en ese diálogo interno en 5 segundos que se hicieron bastante largos, seguí mi camino y subí a casa, preguntándome si no era un imbécil por darle tantas vueltas a las cosas. O tener que dárselas cuando mucha gente las tendría ya claras en un sentido o en otro, en función de su “brújula moral”. Supongo que mi brújula está pocha y siempre necesita hacer costosos rituales para evaluar cada mierda con sus matices. Y otras veces seguro que no considera cosas que tiene que considerar, en fin la hipocontenaria.

Me dolía la cabeza. Me sentía incomunicado. No sabía que hacer. Pero no sentía ansiedad. Tenía mucho cansancio. Tenía la sensación de que la razón por la que no sentía ansiedad, ni apenas pensamientos en el rato que llevaba sentado en el sofá mirando a la nada, era una especie de bloqueo defensivo que encima me consumía todos los recursos. Y por un momento sentí algo:

Incertidumbre.

Soledad.

Le mandé un whatsapp a un amigo de que si le importaría llamarme (si, una llamada de teléfono! con lo que suelo odiarlo! pero para personas concretas no me importa). Pero fue un poco como una ráfaga. Después, vino la nada otra vez acompañada de su inestimable dolor de cabeza.

Traté de pensar racionalmente en cosas. Me imaginé estar con alguien que estuviera sobrepasado emocionalmente y con muchas preocupaciones. Yo trataría de contestar a las preocupaciones que no soy capaz de tener por el bloqueo y haríamos así un buen tándem... Ostia, el frigo y el congelador. ¿Que tengo? Afortunadamente no había gran cosa. El sábado solo compré modo supervivencia. Me di cuenta de que conservaba bien el frío, así que lo mejor sería no abrirlo. Frigo y congelador sin peligro ✅

Estaba hecho un asco la verdad. Y tenía citas a las que acudir a las que no convendría ir así. Pero uf, ducharme a la me cagüen con agua fría y una mierda de presión. Al final me lavé la cabeza y hice algunos malabares para higienizarme sin llegar a meterme dentro. Otra prueba superada ✅

Me volví a tumbosentar en el sofá. Es curioso porque casi nunca estoy aquí. Cuando estoy sólo, en verdad podría colonizarlo sin problema, pero no tiene mucho sentido porque aquí no hay nada que me interese (la tele, que teniendo PC para mi no tiene sentido, ya que es como un “downgrade”, y de todas formas ahora no funciona).

Volví a coger el móvil sin éxito. El whatsapp a mi amigui no había llegado. La app de mastodon le llegaban notis de ciento en viento pero al entrar no cargaba nada “nuevo”. De repente se me encendió una bombilla.

Joder!

¿Los móviles tienen radio no? Hice una pequeña búsqueda por las apps y la encontré sin mucho problema. Bueno... a ver como funciona esto...

¿Me pide los cascos para “cambiar de emisora” WHAT???

Intento mantener la calma y no blasfemar. La entrada de cascos de mi móvil es un poco rara y en ese momento es como que no asumo que esto pueda ser así. Es intolerable y carece de sentido. Intento “tocar” por más botones y acaban sintonizándose algunas frecuencias automágicamente. No se oyen del todo bien pero me valen. Logro conseguido ✅

Están hablando de esta movida. Hay mucha paja que no me interesa pero acabo sacando que esto, EN PRINCIPIO, va a durar entre 6 y 10 horas. También dicen sobre Madrid que las consultas médicas no van a estar operativas. Y aquí? 🤔 Bueno, esa incógnita no puedo resolverla. Cuando vaya para allá supongo que quedará resuelta.

Ahora hay que ver qué como. Bueno, tengo un bote de garganzos en el armario. Puedo improvisar algún tipo de ensalada random echando cosas. La verdad es que al final queda algo bastante apañado y rico. A veces cuando intentas sacar petróleo de lo poco que tienes te acaba quedando algo guay! ✅

Sigo escuchando la radio pero empieza a repetirse mucho. Y hablan principalmente de Madrid. También hacen un repaso por Castilla la Mancha. Se que por proximidad tiene sentido pero me descoloca un poco. Me deja dudando si van a pasar por distintas comunidades. Pero después veo que vuelven a Madrid. Ya he acabado de comer así que la apago.

Me queda una hora para ir a la médica y me sigue doliendo la cabeza y tengo como cansancio / sopor sin sueño...

¿Leer?

Últimamente todo lo que estaba leyendo era en el pc (audiolibro incluido), pero tenía todavía en la mesa el libro de “La Metamorfosis y otros relatos”. Había leído la metamorfosis pero no me adentré en los otros relatos, vamos allá.

Comienzo pero tengo el cerebro demasiado frito para retener la concentración en las letras, que no dejan de bailar, y mi mente de irse a lugares que tampoco puede sostener por mucho tiempo. Aún así, con titánico esfuerzo consigo acabar el primer relato (✅):

El artista del hambre.

Me gusta mucho. Sobretodo porque según lo leía me imaginaba como muchas lecturas “marcianas” del tema y su “razón de ser”. Sin embargo mantenía la incógnita de esa rareza pero de manera que se sabía que en el fondo de si, y pese a la forma aparentemente absurda, se revelaba una verdad incuestionable.

Finalmente llega el “plot twist” de la frase final, y aunque no es lo que esperaba también me satisface y me recuerda a otras cosas (salvando mucho las distancias) que alguna vez me habían pasado en forma de metáfora por la cabeza:

“Joder! Si yo odio el pimiento con todas mis fuerzas y todo lo que representa de forma “esencial”... ¿Por qué los argumentos que me dais favor de que me coma vuestros putos pimientos es decirme que estos están buenísimos? Que no todos los pimientos son iguales. Que no todos los pimientos “roban” (?). Comeré algo cuando lo que haya no sean solo pimientos (si quieres los comes y sino reviento (?))”

El siguiente, pese a ser aún más corto se me atraganta un poco más, pero finalmente lo acabo (El artista del trapecio). Se acerca ya la hora. Doy unas cuentas vueltas por casa. No he pensado lo que voy a decir porque estoy un poco en modo “me da igual”. Me da pereza en esta entrada profundizar en esta movida, que está por todas partes en otras entradas así que lo resumiré mucho

Versión express de lo de la médica

Me toca médica nueva en situación de baja por depresión / ansiedad (por decir el tipo 'genérico' dentro de la salud mental), y yo ya voy con la idea de que sea el último parte, y después forzar que me despidan.

Sin entrar en muchos detalles, la señora es maja. Además me dedica bastante tiempo, lo cual suelo necesitar para poder expresarme. Acabo pidiendo cita en salud mental de allí para “probar”, acuerdo que el día 7 me de el alta, y salgo de allí. Bueno, no pido la cita porque no hay luz. Pero acordamos que me la pide y que mañana me llama para que vaya a por el volante. Ahora si, salgo.

Transición hacia el combate del siglo con la psicóloga

Calor, sudor.

Debería pasarme por casa pero ya llego tarde a la otra cita. Además así aviso a mi madre que es posible que esté en casa y así no se preocupa (no funciona ningún método de comunicación). Hago el amago de volver durante un tramo. Y finalmente cancelo la idea sintiéndome estúpido en el trayecto. Una de las cosas que me hacen cancelar, es que absolutamente TODOS los días que ha durado esta terapia he llamado al timbre escrupulosamente a la hora a la que tenía que llamar. En el minuto exacto. Y no quería joderlo. Y menos el día en que voy a terminar la terapia. No quiero que se monten la habitual película con que llegar tarde o pronto significa mierdas.

Además, cruzar las calles está un poco complicado, y hay mucha gente en la calle. Bueno, tampoco muchísima. Cada une tiene el umbral donde puede.

Contexto psicologil: Yo ya había avisado de que iba a dejar la terapia más pronto que tarde, y en más de una sesión se había abordado (bueno, aquí “abordar” es yo contando los problemas que veo, y la otra parte pidiendo paciencia y que “it is what it is” acerca del psicoanálisis y la terapia).

Me conozco y se que si no me decido de manera un poco radical acabo dando largas y no doy el paso hacia las cosas (sea para los síes o los noes). Así que había decidido que ese día la diría que era la última consulta. Llevaba además 3 semanas que iba con mucha pereza y mucho: Pff ¿para qué me está sirviendo esto realmente?

Como digo, mis problemas, reticencias, críticas, las llevaba avisando desde hace tiempo, y también había dicho que estaba buscando alternativas. Avisado el tema estaba. La conversación que he mantenido allí, de menos de media hora, y por la que, por no montar un pollo, he pagado igualmente 60 cochinos euros again, ha sido algo tal como lo que sigue aquí debajo. Me siento orgulloso de haber podido decir todo lo que pensaba de manera relativamente lúcida y clara:

Representación más o menos fidedigna de lo acontecido en terapia

  • Yo: Bueno, no se si esto es la antelación debida o no, pero la idea es que esta sea la última consulta aquí.

  • (Silencio)

  • Yo: Y bueno.. no se si se podría aprovechar para algún tipo de cosa que quieras decir a modo cerrar, o que la sesión sea especial de alguna manera.

  • Psic: ¿Por qué quieres dejar la terapia?

  • Yo: Bueno, ya había explicado un poco otras veces... Por un lado siento que esto es un poco una cuestión de “fe” y que no hay transparencia. Yo vengo y suelto aquí un rollo, y tu haces unas cábalas en torno a ese rollo, y en base a eso me haces unos cortes o señalas ciertas cosas, pero sin decirme por qué. Yo me distraigo casi más pensando en porque te resultan A TI relevante esas cosas en particular y no otras y donde quieres ir que en pensar en ellas en si. Si vengo con ellas, no son nada nuevo. Ya les he dado yo vueltas y re vueltas. Y que tu me “cortes” en ellas no me genera ningún insight en plan “oh wow”, porque no es nada nuevo...

  • Psic: ¿Entonces la terapia no te está sirviendo de nada????

Aquí ya empiezo a mosquearme un poco, porque no percibo interés genuino. Percibo que me quiere llevar a un callejón discursivo para que reconsidere mi postura. Y que además elige la frase, el tono de su voz, y la mirada para aprovecharse de mi) (si, soy un poco paranoico en general, pero te aseguro que en esta terapia las caras, los tonos, los gestos, TODO estaba medido. No había prácticamente nada genuino. Se notaba y de hecho ya lo hice notar en su momento. Sabiendo que sería parte del rollo de la terapia si. Pero me resultaba intrusivo y manipulador

  • Yo: Todo y nada no son palabras que me hagan mucha gracia. ¿Sirve de algo cambiar rutinas acerca de las compras diarias? Al final todo siempre tiene un impacto, la cuestión es si merece la pena. Venir aquí supone un gasto importante y no siento que en el tiempo que vengo viniendo aquí haya marcado realmente la diferencia.

  • Psic: Pero ¿Y como estabas al principio? ¿Estás igual ahora que entonces?

  • Yo: No, claro que no. Al venir estaba desesperado. Pero es que acontecen bastantes más cosas en mi vida aparte de venir aquí unos 40min a la semana. Lo principal es que he podido dejar de trabajar, aunque sea temporalmente. Estoy intentando reconectar con cosas que signifiquen algo para mi. Y eso no es nada que yo haya sacado de aquí, pero que me está haciendo algo de bien. También estoy hablando y descubriendo a gente estupenda en otros lugares (aunque sea online) [va por ustede], que no solo me abre el abanico sino que me permite conectar a nivel humano mucho más de lo que puedo hacer aquí. Que no digo que esto no sirva “de nada”. No puedo aseverarlo además porque no puedo dividirme y hacer el experimento de que una copia venga y la otra no y hacer la comparativa.

Me vuelve a explicar cómo funciona la terapia, que es un poco lo que siempre hace cada vez que he puesto alguna pega. Que el paciente (utiliza otra palabra que no es tampoco cliente pero no la recuerdo), utiliza su habla libre, y al terapeuta le corresponde hacer esas interrupciones y señalar cosas, y hacer los cortes, y que luego es el paciente el que tiene que reflexionar y trabajar todos esos conceptos y buscar nuevos sentidos y bla bla bla

  • Yo: Pero es que la jerarquía es completamente marcada y es como si estuviéramos en habitaciones diferentes. O que fuéramos a por un tesoro, y tu tienes el mapa y me vas diciendo por donde es, pero no me enseñas el mapa. ¿Y qué elementos tengo para confiar en ti? No te conozco, y la relación es completamente fría. De despotismo ilustrado.

  • Psic: ¿Pero tu cuando vas al médico te fías no?

  • Yo: Uf bueno, de hecho apenas voy al médico xD. Pero salvando las distancias, un dolor fisiológico puede ser distinto. Yo no tengo ni idea del funcionamiento de mi cuerpo. Y el “sentir” de mi brazo no me identifica como persona. Me puedo “fiar” bien porque confíe en instituciones como la ciencia, o porque confío en iguales que confían en ellas, o por pura supervivencia porque no tengo elementos ni capacidad para juzgar con mis medios de otra manera. Elijo fiarme porque no tengo otra cosa mejor a mano. Pero aquí si tengo elementos para juzgar. Porque es mi mente, mi identidad y mi subjetividad lo que está en juego. Y creo que de esto si que tengo algo que decir.

  • Psic: ¿Pero y que buscas entonces?

  • Yo: Pff pues seguramente una fantasía. A ver, valoro la capacidad que he tenido aquí de poder expresarme libremente y sin juicios. Eso ha estado bien está claro. Pero claro, no había juicios porque no había intervención ni compañía. Solo una figura a modo fantasma haciendo cortes. Valoraría que esa persona que me acompaña en este proceso, me escuche si, y pueda hablar libremente y además me vea como algo más que unos síntomas con patas. Que pueda hacerme propuestas o tenga cosas que poder aportarme a las problemáticas que pongo encima de la mesa sin intentar “reconducirme” a los cauces que considere correctos. En definitiva una persona que te respete y te trate de entender y te trate desde la empatía y la igualdad, y con conocimientos y recursos disponibles que a ti te puedan faltar.

A partir de aquí se suceden silencios incómodos. Y hay algunas frases en las que además percibo que esas “manipulaciones” de miradas y tonos son como excesivamente autoritarias (de hecho hay una vez que la miré y me forcé a mantener la mirada, pero puf, era una mirada como chunga, la tengo grabada). Al margen de los silencios digo que claro, para mi no tiene sentido tampoco ponerme a divagar como si no fuera el último día, porque ya no tiene mucho sentido. Y que si había algún input que quisiera decirme. Y va la tía y me suelta que no, que ella no está ahí para decir nada, que esa no era su labor. Yo estoy flipando un poco. Y al final coge y dice como airada mientras se levanta: Pues nada se acaba la sesión. Yo estoy un poco fliping porque siempre tengo que andar con la duda, pensando si realmente tras esa capa defensiva se estará sintiendo mal, o quizá esté escondiendo sentimientos de fracaso, pero por otro lado me da la risa por dentro. Saco la cartera y dejo los últimos 60 pavos más absurdos que he gastado en mi vida. Y los pago sin aspavientos porque no quiero montar el pollo. Pero me daría vergüenza cobrarlos en una sesión así la verdad.

Que si, que lo que vale es “su tiempo” (joder, 60 euros sesión menudo tiempo). Pero hemos estado media hora, con bastantes silencios y no he percibido un gramo de interés. Lo mismo me estoy flipando, pero me hubiera encantado que esa última sesión escuchar su opinión. Algún consejo. Recomendación de otras cosas que pudieran servirme? Dejar la puerta abierta pero expresar comprensión y no intentar espolear culpa (sabiendo ella de sobra a poco que me haya escuchado que eso está muy latente). No claro, si ella no va a seguir sacándome pasta porque interesarse? Lo único que realmente argumentó fue para defender su puta terapia y su puta línea de actuación maestra. Como si fuera un puto método infalible al margen de las personas. Y luego que aquí no se hacen diagnósticos, y la medicación bla, y la humanidad y la subjetividad... Pues para mi eso es palabrería barata si “el método” está por encima de todo y es lo único que puede argumentarse.

Pues salí de allí con una sensación to rara. Por un lado orgullo de haber sido capaz de dejarlo y haberme sabido explicar bien pese a lo bizarro de la situación. Por otro lado miedo. Y esa puta expresión taladrándome.

Pero bueno, ahora tocaba volver a casa donde me esperaba el exprimidor y un par de naranjas. Casi se me había olvidado lo del apagón. La calle estaba un poco como siempre en verdad. Eran las 18:45 y veía casi todo apagado. Principalmente los semáforos seguían igual. Después del zumo creo que iba a intentar dormir. Con un poco de suerte al despertar todo habría vuelto a la normalidad.

Voy a abrir la puerta de casa y oigo “ruido de tele”. Pienso, no puede ser, será la radio. Y al abrir veo a mi madre y veo que tiene puesta la tele. Y pienso: What? que brujería es esta. Y doy el interruptor de la luz y veo que va. (el extrañamiento es porque todo lo que había visto por la calle estaba sin luz). Bueno, tampoco me detengo mucho en el extrañamiento. Todavía no puedo descansar porque tengo que comunicar “mi día” a mi madre. Y no siempre es fácil. Sobretodo teniendo en cuenta que yo lo que necesito es hacerme ese zumo y meterme en mi cuarto.

Además me empieza a inundar con un montón de cosas que ha oído por la radio o por la tele, y una movida de los grifos que si me veo en la obligación de escuchar pero a la vez se que es bobada porque en ese momento voy a ser incapaz de retenerlo. Lo intento explicar pero no lo entiende. Me mira como diciendo ¿pero que dices?? Me pongo en piloto automático y asumo que es lo que toca. Por fin puedo ponerme a hacer el zumo y llevármelo a mi cuarto

Es mi trofeo, mi tesoro. (ahora quiero otro por acabar esta entrada 🍹)

#personal #diario #meestoyquitandodealgo #saludmental #apagon