La Memoria del Escorpión

personal

Día 42

Esto es una turra de cotidianidad. No esperes grandes elucubraciones.

Parte I: Lo del curro

Hoy he tenido 2 eventos que marcar con boli bic negro en la agenda (oh dioses, hoy no he apuntado nada realmente en la agenda todavía)

He tenido que ir al salpica-más a otra reunión con ¿futuro ex-jefe?

Aquí el término jefe es raro. Porque habré hablado con él 3 veces en más de dos años. Y estoy completamente seguro que antes de tener este encuentro conmigo ha tenido que revisar con alguien una ficha con referencias para ver quien narices soy. Nada humano en contra suya. No creo que nadie en su puesto, por más humanidad que tuviera (a no ser que tuviera un cerebro privilegiado) pudiera saberse los contextos, nombres, caras y vidas de todos los que están “a su cargo”. El problema no es “él”. El problema es su cargo. (bueno, demasiadas cosas son un problema aquí. Pero me apetecía hacer esa apreciación)

Por un lado “bien”. Había respeto, al menos sobre el papel, y cierto intento de “empatía”. Pero eso también es porque me conformo con que no haya conflicto y no tener que performar demasiado. A partir de ahí en realidad puedo escuchar cosas que me resultan abominables y me da igual. Me puede hasta enternecer el intento. Porque se que viene desde una “buena intención” aunque sea desde unas coordenadas obscenamente ofensivas para mi. Al fin y al cabo yo lo que quiero es salir de allí lo antes posible, sin que me queme demasiada energía, sin que me pongan en aprietos, y que al final se atisbe como posible la salida que quiero. Si el pago es esa reunión de 40 minutos, pues que así sea. (y siendo honestos, es un día que me están pagando. Así que puedo asumir que me paguen 8.5 horas de curro por el paseo de ida y vuelta y esa reunión de 40 minutos)

¿De qué ha ido?

Se me ha intentado “vender” esa comprensión sobre mi situación (petar por burnout y acabar de baja) a través de su espejo:

La historia de él “casi” petando. En un contexto “similar”. El no pidió la baja y pudo aguantar (aclara de vez en cuando que eso es personal y cada punto es distinto y tal y cual. Pero vamos, que lo que se sabe es el discurso y que zonas pueden ser conflictivas).

A partir de ese petar, y una situación que además objetivamente es más “hardcore” que la mía (genial, eso seguro que le hace sentirse mejor, guiño guiño), entonces vino el súper aprendizaje. Desde ese momento, por supuesto todo hacia arriba en vertical. Que pudo apoyarse en “mentores” que le ayudaron (momento: en verdad siento que hemos fallado contigo) (Esto parece una rueda de prensa de un partido político: Los mecanismos han fallado).

Después de la catarsis y el aprendizaje viene su mundo ideal actual (la aspiración que supuestamente tiene que quedárseme como referencia). Que ahora tiene muchísimas más responsabilidades pero puede gestionarlas y disfruta. Que es feliz. Que le encantan “los marrones”. Pero que sabe cuando tiene que dejar de pisar el acelerador y “vivir”. Que si que el trabajo es trabajo y luego está la vida. Pero que es importante disfrutar con el trabajo.

¿Enseñanzas que se pretenden? Que es importante ir a tu ritmo. Que la cabeza es “muy jodida”. Si hay que parar se para. Pero para volver a la carga. Siempre hacia arriba. El trabajo es para “amarlo”

Nada nuevo bajo el sol. La ideología del tirapalantismo. Del voluntarismo de “querer es poder”. Y de querer hacer de ti el mejor producto servicio posible. De “hackear” tu mente para que el sistema vaya a tope contigo. Del matrix inverso. De rascar, sacar, extraer e inventar lo mejor posible de tu situación. De fabricar aspiraciones como si todes cupieran en ellas. Este análisis economicista de la personalidad que pretende hacer constantemente un DAFO de ti misme. ¿Pararse? ¡Solo a coger carrerilla! Pensar es para vagues.

Es una pena porque si pienso en “hackear”, a mi me mueve más la idea de “hackear” el sistema para que vaya más a tope con nosotres. Y aunque esta decisión (tengo mis peleas internas en que a veces soy más fan del determinismo ambientogenético (toma palabro) de lo que me gustaría reconocer, pero como con todo, no es a tope, y siempre con contradicciones) me acarrea muchísimos más problemas e infelicidad, también es la que me permite sentir que yo, soy yo. (O quizá no puedo tomar otra decisión. O quizá no valgo para otra decisión, y es ventajista presentarlo como una elección. Sea como fuere, aquí estamos. No me gustan las determinaciones absolutistas. Pero tiene pinta de que en esta colina me voy a quedar hasta el final. Ya veremos con que consecuencias).

En cuanto a los efectos prácticos. El departamento de numerología sigue haciendo sus rituales para ver “que pueden hacer”. Es cierto que de manera psicológica preferiría cerrar el capítulo. Pero es verdad que mientras tanto me están pagando así que..

Parte II: ¿Saliendo de la zona de confort?

Obviamente odio a muerte esta expresión. Creo que ya he hablado de ella alguna vez. Pero hay parte de su esencia que si procuro rescatar:

Si es dentro de tus márgenes realistas, tratando de buscar apoyo (aunque sea moral), y siempre que hablemos de bien hacer algo que en realidad si desearías hacer, pero hay serias dificultades, o bien hablemos de “probar” algo nuevo cuando tu repertorio habitual se siente agobiante o te está trayendo malestar (o simplemente no te produce bienestar) creo que es algo que esta bastante bien. Si es un imperativo moral de los otres o del afuera entonces mierda. El problema es que como lo meten por los ojos a veces es difícil diferenciar, y la reactancia puede extenderse incluso al deseo normal de intentar probar algo que se hace bastante cuesta arriba pero sientes que te podrían apetecer sus consecuencias.

En este caso, y gracias a Sara, conseguí enterarme de la presentación de un libro * se va a Mastodon a mirar como se llamaba el libro * (“A volantazos: Sexualidad femenina en las series”)

Llevaba varias semanas pensando en intentar ir a alguna actividad cultural de este tipo. Al fin y al cabo una “charla” o “presentación” es algo a lo que puedes ir sin obligatoriedad de interacción. Las normas son sencillas. Tu vas y escuchas y si te sientes con una seguridad aplastante para decir o hacer “más que una pregunta, una reflexión equisdé” pues la haces si el rollo es así más de interrumpir (suerte para encontrar el momento adecuado), o te la guardas para el momento de “preguntas”. Con el tema que era yo tampoco es que tuviera intención de meter mucha baza la verdad (tampoco es que la haya metido casi nunca en este tipo de eventos).

En cuanto al interés concreto del tema, más allá del deseo de probar a salir de casa para algo que no fuera un paseo indefinido, obligaciones, o pequeñas quedadas con amigues concretos, en general me interesan las relaciones y todo pensamiento acerca de ellas. El problema del enfoque es que yo estoy 0 puesto en “series contemporáneas”. Tuve mi época de ver series pero era más en otra época. Yo nunca tuve netflix. Veía series cuando lo normal era piratear en páginas tipo series.ly xD. Así que estoy muy fuera. Pero bueno, me apetecía probar!

Vivo en una ciudad relativamente pequeña, y tampoco me pillaba muy lejos. Era en una cafetería / libreria que si que conocía. Como tampoco quería comprometerme conmigo mismo, el plan era: Voy, me asomo y veo el ambiente. Si no hay ni Peter me voy porque eso es una experiencia demasiado directa xD. Y si está ultra petado también me piro. En definitiva estaba sujeto a “oler” el percal y decidir in situ.

Voy a tratar de describir esto sin trasladar demasiada ansiedad. Pero de alguna manera si me apetece intentar describir, ahora que lo tengo fresco, este tipo de experiencias. Porque uno las vive, y luego las borra, y en realidad son muy importantes para poder entenderse, y poder explicarle a otras personas como sientes, y que no se ridiculice o reduzca a tropos de “vergüenza común”.

Llego. Son las 19.32. Llego relativamente puntual. Digo llego pero por supuesto no entro. No parece que haya empezado. Oteo desde fuera (cristales transparentes y completa visión). No conozco a nadie creo (bien) (las pocas personas que serían una alianza en esta situación me consta que no van a estar xD). Vale... .... ...... ........ ¿Qué hago? Estoy dando vueltas y parece que estoy aquí rondando como un “?” Parece que todos los sitios están ocupados. Hay más sillas pero tampoco es un lugar súper espacioso. Si hubiera empezado, no me importaría entrar y estar de pie. Alguna vez he estado en una cosa similar y ha sido el “modus operandi”. Pero sin empezar no voy a entrar ahí a quedarme de pie como un pasmarote. Sale una persona que parece de la cafetería como tal de vez en cuando. Podría... ¿preguntar? Si a ver, supongo que se lo que tendría que decir. Incluso sabría poner cara y tono de persona un poco perdida (bueno, lo estoy, pero además parecerlo genera más “amigabilidad”). Mierda está entrando otra vez...

Venga dale

  • Eh... perdona... ¿Es aquí ahora la... charla no?
  • Si
  • Mmm vale... y bueno, es entrar sin más no?
  • Si. Entras, escuchas y ya está

Me resulta borde pero porque estoy inseguro. En todo este proceso por supuesto hay 2 voces. Está la voz de la razón que me ha llevado a hacer esa pregunta para intentar alcanzar algo de seguridad en un proceder que en el fondo ya “sabía”, y luego está la voz chunga de mierda interiorizada del látigo. La que dice cosas tipo:

“Álex hijo mío, tienes 37 putos años. Es que no sabes desenvolverte en una puta situación normal? Es que necesitas preguntar esto como un bebé? Que puta vergüenza de ser”

(disclaimer: Yo no estoy de acuerdo con esa “voz” ni con el lenguaje que utiliza, ni pienso eso de personas que pasen por situaciones parecidas de una forma parecida, pero endulzarla es hacerme trampas al solitario. Tengo que convivir con ella tal cual se presenta. Afortunadamente está bastante controlada. Y a veces su poder se limita a... hacerme más cansada la vida para que esté a ralla)

Vale, ya estoy dentro. Y además es que he preguntado. Ya no tengo otra opción, me tengo que quedar (si, no preguntéis, se que no tiene sentido. Pero en este punto para mi ya sería inconcebible irme).

¿Pido algo? Supongo que sería lo suyo, aunque no sepa donde ponerme. Me pongo “a la cola”. Estoy normal. aunque algún movimiento hago de cambios de posición. Creo que no son “raros” pero quieto, quieto, no se estar. Mierda he medio pisado ligeramente a alguien que está a mi lado aaa. No pasa nada. Con decir “uy perdón!” de manera amable y medio sonreír lo tienes. Se está acumulando mucha gente que viene a dejar cosas a la barra o a pedir, y yo ya no se como ponerme. Estoy normal. Pero estoy tenso xD. Es mi normalidad así que no es para tanto. Pero entiendo que no es la normalidad de mucha gente xD. Calor. Sudor. Estoy muy abrigado pero ahora no puedo maniobrar tranquilamente para quitarme nada. Me tengo que aguantar.

¿Y qué leches quiero? Llevo repitiendo en el fondo como un mantra en mi cabeza mientras pasan otros pensamientos: ¿Zumos que tenéis? (bucle) Pero no veo nada al respecto, y no me gusta tener que reaccionar a las opciones que me den sin saberlas de antemano sin tener un plan B. No quiero cafés, no me gustan las infusiones...... No quiero tomar alcohol... Bueno, hay cerveza 0.0 tostada. Es una opción. La veo, y es segura. Ya está. Decidido. (esto lo sigo teniendo que mantener en mi mente mientras pienso otras cosas random pero con mucha menos intensidad que la incertidumbre de los zumos).

Joder. que hambre gula también. Estos tortos de traza tienen buena pinta. Pero... ¿Cómo vas a pedir algo de comer? Si no sabes ni se te vas a poder sentar? Menudo espectáculo vas a montar y lo vas a tirar todo. Pide solo la tostada sin alcohol (este debate interno se extiende bastante más de lo que aquí pudiera parecer xD). Por fin “me toca”. Creo que se me han colado pero me da igual. Me atiende la misma persona con la que hablé fuera (al resto les había atendido un señor). Pido la cerveza. Según la pone, le cambio un poco el gesto a algo amable/comprensivo y me dice que ese “señor” que está ahí sentado, no le importa si se sienta alguien con él en esa mesa. Aparecen dos sensaciones en mi. Suspiro aliviado con ese cambio de gesto que me reconforta: -Genial muchas gracias (sonríe Alex). Por otro lado, sentarme con él significa hablar? Espero que no. Forzarme a “hablar del tiempo” me da dolor de estómago. Según voy para allá me doy cuenta de que si conozco a alguien. Aaaa. Bueno, es casi más conocides de ambiente. Sin contacto visual no hay necesidad de nada. Puede que a la otra persona tampoco le haga especial ilusión una conversación del tiempo. Antes de sentarme le pregunto al “señor” si le importa que me siente ahí en esa mesa. Parece que no hay problema y coge el móvil. Perfecto. No necesito más indirectas para estar agusto. Cojo yo también el móvil (?) (Para qué Alex, si no tienes nada que mirar?). A ver si empieza ya la movida esta. Me han puesto un cuenquito de frutos secos y un par de gominolas. Esa va a ser mi “regulación” xD. Ahora me acuerdo del torto de traza :( . Pero ir ahora a por él sabiendo que esto empieza en breve y ya estoy “aposentado” no es una opción. Calor. Joder ahora si que puedes quitarte el abrigo. Aprovecha antes de que empiece y montes espectáculo...

Por fin empieza, y a partir de aquí, la cosa es bastante fácil. Ya solo es cuestión de escuchar. Como también salen temas más “transversales” de alguna cosa me sale ramalazo de “intervenir” (la disposición de la charla es esa, la gente va interrumpiendo constantemente) pero estoy todavía bastante lejos de que el impulso se materialice. Además, lo siento “impropio”. El señor con el que comparto mesa (no hay muchos “señores”) parece amigo/conocido de la que presenta. Da charlas en institutos y cuenta su experiencia. El tema del auge del machismo, los nuevos discursos reaccionarios... Tampoco oigo nada que no haya oído ya, pero bueno, hay ciertos temas que se les está dando tantas vueltas que a poco que los hayas “mirado” pues se repiten ideas y conclusiones. Con lo de las charlas en institutos me vienen recuerdos de Vietnam de mis primeras prácticas de TS que era precisamente haciendo eso. Primero de “ayudante” y luego también acabé dando 2 o 3. Experiencia terrible. 0 estrellas. Y ni siquiera me tocaron clases demasiado horribles. Pero en fin. Yo. Dar charlas 😂. Y eso que, desde la silla de alumno, una vez cogía cierta confianza y el tema me interesaba (y a partir de la carrera principalmente, en el instituto diría que no) era de los que participaba mucho. Y daba mucha guerra cuestionando casi todo. No tuve discusiones con la de psicología grupal ni nada xD. Pero claro, el rol es infinitamente distinto.

Quizá podría comentar alguna cosa más de la charla. La tesis principal es que aunque haya pasado el tiempo, y “estéticamente” hayan cambiado la manera de representar ciertas cosas, al final en las series siguen perpetuándose los mismos mitos y la misma mirada machista, patriarcal y heterosexual. Y el deseo sigue construyéndose con esa mirada masculina.

A lo largo de las intervenciones salen temas aledaños: Representación de lo sáfico, y de lo bisexual. Tanto en el drama inherente a los personajes que se construyen como en la representación del sexo. El tema Red pill y nuevos machismos reaccionarios con “la juventud”. Si existen series que merezca la pena ver y sean “impolutas” (no creo que ese sea el grial que haya que buscar, y así también se defendió allí), como es súper difícil escapar de la mirada masculina y “maneras” de intentarlo. Al ser una presentación de un libro pues tampoco se puede profundizar mucho (cada vez que se tocaba algún tema más en profundidad se acababa cambiando a otra cosa “rápido” pero bueno, es el formato), pero bueno, ha estado entretenido, y que además que no quiero situarme en la posición de “crítico”. Solo era por contar un poco de que ha ido. Que sino parece que he ido por estar xD. Uno tiene “opiniones”. Pero no era el objetivo disertar de ello aquí. Eso si, una cosa me ha “picado” por dentro, pero bueno, lo asumo y me jodo (aunque este es mi blog, así que lo digo xD) (chascarrillo al aire: “bueno, yo me conformo con que no vivan con su madre jajaj” 🥲) (que a ver. Yo no estoy interesado en estar en ese “mercado” relacional, y además entiendo por qué se dice y cual es el imaginario. Pero pica porque estoy exactamente en esa situación, aunque no sienta ser el target de ese chascarrillo). Pero ya está. Me saco la espinita y sin problema. A nadie creo que le vaya a doler que me la quite.

En fin que me disperso y no quiero que esto dure 5000 palabras. El caso es que al final la experiencia supongo que ha merecido la pena. No me ha volado la cabeza. Ha supuesto cierta tensión, inherente a mi y a este tipo de “actividades”, pero por otro lado, cierto cambio estimular, y ver personas de carne y hueso, hablando de temas de interés, aunque tampoco se diga nada súper revolucionario (y otras muchas cosas ni te enteres porque hablan de series que no conoces), pues es supongo, un balance positivo. Además, mientras duró la charla hubo un tormentón que me hubiera comido si solo hubiera dado el paseo xD.

Bueno, nueva turra de cotidianidad donde no cuento absolutamente nada interesante ni revelador. Voy a rellenar por fin la agenda, y la verdad es que paso de revisar este texto. Seguro que cambiaría muchas cosas pero son las 3 de la mañana y quiero leer un rato antes de dormirme. Que mañana supuestamente madrugo, aunque sea para encender el dichoso PC del curro.

#meEstoyQuitandoDeAlgo #personal

Día 36

Hoy tocaba ir a la oficina después de pila de tiempo sin ir. Dejarme por el camino los 2 cigarros que solían caer ha dolido bastante. Aparte de haber dormido una mierda, como es habitual en estos casos de “día importante a la vista”.

Pero bueno, se alinearon astros y una amigui también tuvo una movida / decisión complicada de trabajo, y pude “distraerme” de camino intentando analizar la situación para intentar ayudarla. De primeras me agobié más pero bueno, conseguí quitarme de encima mi movida, que realmente no tenía más solución que un “la suerte está echada”.

Aunque es verdad que cuando llegué a la puerta de la oficina sin apenas tener guion los nervios rozaron el sentimiento de irrealidad 🫠. Por suerte la reunión se trasladó a una cafetería de al lado porque los pocos minutos que sentí la oficina os juro que me dieron escalofríos. No sabía donde meterme (y eso que por lo general podía teletrabajar. Pero lo que representaba se me clavaba dentro)

Pero bueno, fue razonablemente bien, al menos a nivel personal. A nivel técnico hay incógnitas todavía. El objetivo es salir de allí con algo más que una mano delante y otra detrás, aunque no sea a su cuenta, y sea con “paguita”.

El tema es que en estas empresas IT tipo consultora, suele pasar una cosa curiosa (no se en que más tipos de empresas pasa). Tienen dividido el departamento de “RRHH” “de toda la vida” y el departamento de “People” (o cualquier anglicismo rimbombante).

Ese departamento, en definitiva es como la parte “social” de RRHH. La parte más de tratar con “personas”, organizar eventos, cultura de empresa... (la sectita). Tienen “poder”. Pero es más el poder de “Vigilar” sin el “Castigar”.

De alguna manera es como poner una separación entre 2 mundos que aíslen la disonancia cognitiva. El alma de la empresa sería “People”. En el trato del tú a tú va a haber humanidad, cercanía (no tengo ningún motivo para no creerme a la persona con la que he hablado). Pero después la gestión “fría” pasa a otro departamento. Ese departamento ya no es el alma. Es... la realidad no deseada. Si vienen malas noticias de allí, sería como si vienen malas noticias de un oráculo lejano. Algo incontrolable, superior a las voluntades humanas. Los números han hablado y nos apena comunicar que...

“Steven! me gusta mucho como juegas, por eso me cuesta más excluirte!”.

Mi caso es un poco contrario a ese ejemplo, pero siempre que puedo tengo la necesidad de meter algo de los simpsons 🙃

Esto, y otras cosas, facilita poder crear esa “sensación” de gran familia (secta) que quieren intentar inculcar este tipo de empresas para que quieras pertenecer a nivel emocional. Creo que separar al vigilante del castigador, y tratar de convertir al vigilante en tu amigue es una estrategia más dentro de otras tantas, pero bueno, hoy al tener esta charla, es la que se me ha venido a la cabeza con más pertinencia.

Por supuesto, en ningún momento de mi estancia allí he tenido ningún deseo de pertenecer a ese artefacto.

Más allá de la conciencia e ideas que uno pueda tener, además lo hacían todo de tal manera que lo normal es que a uno le dieran ganas de quemarlo todo cuando tenía que asistir a ciertos eventos “”““voluntarios”“”. La completa irrealidad en la que vivían los CI I OUS, carguitos, y otres aspirantes a heredar la empresa. Siempre rodeados de gente que les diera bola, o “rebeldes” controlados. Eso si que era una cámara de eco chunga. Y de las que encima te tienes que fumar tú con ganas de arrancarte los ojos.

Eso no quiere decir que uno pueda considerarse inmune a lo que significa la estancia, la continuidad y la necesidad de supervivencia (mantener el puesto de trabajo y la cordura) en un sitio de este tipo. Por más que se tengan claras las convicciones, hay cosas que te van penetrando.

Voy a intentar hilar esto con la charla que he mantenido hoy.

Aparte de contar mi película y que se me ofrecieran opciones, también se me “echaron flores” a nivel laboral. Y aunque se que es algo con buena intención, pues dadas las circunstancias uno se siente bastante regu con ello. Voy a obviar mi incapacidad para saber responder a la mayoría de “halagos” para intentar ir a algo más estructural:

Es un hecho, que en multitud de sitios, el esfuerzo por intentar hacer las cosas bien (no hablo de pelotear, sino de una motivación intrínseca que te nace por intentar acabar algo y poder darle tu “seal of approval”), la recompensa es... ¿más trabajo? (leído con voz de campesino del WC3)

IT, en empresas comerciales, a nivel “ideología” es completamente asqueroso y vomitivo: Individualismo, trepaje, culturas del esfuerzo, clasismo, etc. Y a nivel “presión” de trabajo, es una lotería que depende del proyecto.

Así que ese ¿más trabajo? a veces era cambiarte de:

a) Un proyecto donde podías estar bastante privilegiadamente: Teletrabajando, y fumándote en ve'z en cuando horas jugando al PC, echando siestas controladas, o adelantando tareas de casa. Todo a cambio de tener que estar simplemente atento mientras hacías esa “dejación de funciones” o de tener que meterte eventuales atracones por movidas que surgieran (lo de la “flexibilidad” vamos)

hacia

b) Otro donde se te quiten las ganas de existir por la exigencia no solo de tiempo, sino de cerebro; de mierdas constantes a la vez, multitasking, miles de reuniones, y acabar todos los días con el cerebro absolutamente frito. Y ni soñar con eso de “fumarte horas”. Como mucho y a duras penas tratar de recuperar las que te has tenido que comer el día anterior, y por supuesto bajo tu cuenta y riesgo.

Y ese cambio, por supuesto, vendido dentro de la épica del “ascenso”. De subir de liga, de categoría. De obtener una “oportunidad” de aprender y “crecer” (ganas de vomitar al límite). El tema es que no es algo que digas: Oh me han engañado. A mi no me engañaron. Me toco porque estaba en sus “listas”. Por ser tan pringado como para haber hecho las cosas “bien” y aparentar ser “buen chico” (aunque me fumara las horas cuando podía xD).

Pero más allá de esa dolorosa lección, que he sufrido pero no se si he obtenido las herramientas para saber actuar de otra manera, también está otra mierda que está ligeramente ligada a esta: Las comparativas que hinchan el ego individualista.

Es un hecho, que en estos proyectos, por lo general tu trabajo está interconectado al de otres. Y lamentablemente, que alguien haga mejor, mas eficiente o más rápido el trabajo, puede facilitar que el trabajo de les otres también sea más fácil. Y esta es la puta peor trampa del funcionamiento de estas (y otras) empresas. Que se aprovecha de las conductas prosociales que pueden salirte de una “buena intención” para meterte en una dinámica de explotación y auto-explotación.

Se que esto tiene remedio adquiriendo conciencia de grupo y exigiendo límites y derechos (o adquirir una conciencia aún más grande y quemarlo todo). Pero esa conciencia es inexistente en este sector. Porque las condiciones son de todo menos proclives. Movilidad al alza (la gente “experimentada” negocia individualmente porque se lo puede permitir, y si no estás ahí, se asume que eres pringui y tienes que comer mierda), la auto-percepción es completamente individualista. Cada persona tiene y negocia sus condiciones, su salario, y entra y sale de proyectos continuamente. No hay ni estabilidad ni sentimiento de pertenencia de clase, porque además hay muchos “roles” y “categorías” para difuminarlo todo en la carrera perpetua por la zanahoria.

Y al final esa idiosincrasia es la que sin querer se acaba pegando aunque no te des cuenta, y aunque reniegues de palabra. Porque llegas todo pringui a un proyecto con menos experiencia de la que el cliente pide. El cliente está pagando un pastón por ti y encima tienes que ir de tapadillo fingiendo que sabes más. Nada de esto se refleja en tu salario (y pensar así ya es la primera trampa), y eso te cabrea. Es “lícito” porque lo que te cabrea es que la plusvalía extraída está disparadísima, más que el hecho de tu querer ganar más. Pero entonces ves a tu alrededor, gente que, en teoría son tus superiores, y que no te ponen las cosas más fáciles. No tanto por maldad como por “incompetencia”. Y te sientes ridículo rindiendo cuentas o teniendo que pedir consejo y ayuda a alguien que no sabe ni por donde le viene el aire. Y no es por una crítica a él en particular. Es que esa situación te mete a ti en una presión extra, y te obliga a pringar más si quieres salir del atolladero. Porque eres el pringui y no puedes dar el puesto for granted, ni tienes la experiencia para poder tener la tranquilidad de negociar.

Entonces poco a poco se va colando en ti esa percepción de injusticia individualizada. No me pagan lo que deberían. Tengo gente “incompetente” al que le pagan el triple que a mi. Y aunque todos esos malestares surgen de un sufrimiento lícito y comprensible, acaban enfocados (a mi entender) erróneamente en un juicio individual, que es muy benevolente con el propio ego, y que deja de lado el cáncer estructural que supone el lugar que habita. Que nada de este mundo sería mejor por mucho que a une le paguen más y le den mejor puesto porque: “se está esforzando”. Que ese reequilibrio de plusvalía solo está sirviendo para “comprarte” y para legitimar un poco el sistema por mucho que sigas renegando de él.

También que si en lugar de seguir la lógica de “ayudarse” a corto plazo, siendo aparentemente buenes compañeres (pringar juntes), tomáramos la vía del “egoísmo” a corto plazo, que además aspira a la emancipación a largo plazo (juntarse para no pringar y que les den por el culo), el destino del mundo tendría muchísima mejor pinta.

Y no quiero que se vea esto de manera juzgona. Contradicciones esiten. Y contextos y lugares hay miles. Y lidiar con ellas en el tránsito de sobrevivir en esta ponzoña llamada mercado / meritocracia es bastante jodido. Y no se puede exigir lucidez, pulcritud de ideas, y “martiridades” a todo el mundo. Pero bueno, tras la situación que he tenido, y la experiencia que he vivido, estas son algunas de las experiencias que saco en forma de “conclusiones” temporales.

No se que me va a deparar el futuro, o si me va a deparar algo siquiera. Pero voy a procurar por todos los medios que no me vuelva a llevar a un lugar como ese donde la “corrupción” estructural, lo inunda todo, y corre el riesgo de que se pegue poco a poco, y sin que te des cuenta.

#meEstoyQuitandoDeAlgo #personal #divagaciónConceptual #trabajoAsalariado

Content Warning: Culpa, dramas familiares, “insensibilidad”

Día 32

Hoy no es mi día. Tampoco está siendo el día que marca el calendario. Y no, no es por la plausible razón que sería motivo de empatía y dolor generalizados, entendibles universalmente. No es una historia de pérdida y amor. Tampoco es una historia de maltrato. Es una historia de culpa y de nada.

Llevaba viendo por el rabillo del ojo que este día se acercaba, pero como es habitual con los días señalados, no puedes hacer nada para retrasarlos. Simplemente acaban llegando. Y la inevitable indiferencia que apenas se oculta tras falsos intentos de ser “normal” ante un día tal como hoy, acaba haciendo explotar el ambiente, y que vuelvan a escucharse dardos culpabilizadores (“yo no puedo vivir así”), ante el duro pero honesto hecho de no sentir vínculo con ella, y no poder fingirlo. No ahora al menos.

No recuerdo haber estado jamás vinculado a mi madre. Aunque es verdad que no tengo recuerdo de todo. Y antes de los 7 años está bastante nublado. Lo que si recuerdo es haber sentido desde bien pronto cierto odio resentido a las “familias felices”. Nunca lo he procesado como dolor interno. Simplemente sentía asco (bueno, reconocer mis sensaciones tampoco es mi fuerte, pero creo que era esa). Y la racionalización posterior era: No me gusta porque es falso, y detrás de esa fachada de súper amor y pomposidad hay unas cadenas invisibles desde fuera, que solo haría falta poder rascar un poco para darse cuenta de que tras el oro, relucen otras cosas tenebrosas.

Sin embargo en días como hoy dudo. ¿Quizá es que no estoy “hecho” para sentir o comportarme como se supone que tendría que hacer para sentir esos vínculos?

Es verdad que empiezo a tener claro que mi manera de vincularme con las personas es... “rara”, diferente (al menos a lo habitual). Pero si que puedo estar seguro de que puedo hacerlo. Es verdad que hay personas que han pasado por mi vida por las que no siento nada. Cero total. Y más allá de la punzada de “¿Qué debería sentir?”, o la culpa de no sentir nada, no sentiría nada si dejaran de estar en el mundo. Eso no quiere decir que le desee el mal a esas personas. Es más, con algunas podría volver a pasar un buen rato si se dieran las “raras” circunstancias de vernos. Podría, en alguna ocasión, hasta tener algún recuerdo de ellas, con una valencia positiva. Y no estoy hablando de personas a las que guarde rencor. Simplemente son personas que no significan nada en mi vida tal y como la conozco, aunque hayan pasado por ella. No han logrado sobrepasar el “umbral”. Pero es que a largo plazo, prácticamente nadie lo sobrepasa.

También es muy extraño, que si pueda sentir.. ¿vínculo?, con personas que acabo de conocer. Y que ni siquiera conozco en términos más... “tangibles”. Y no hablo tanto de la corporalidad como de un tú a tú más detallado y profundo, que por barreras inherentes al canal de comunicación, los miedos, el no querer traspasar mucho las líneas, barreras personales, etc, acaba por no materializarse del todo, aunque (al menos en mi cabeza) si acabe esbozándose en forma de deseo. (vínculo no significa dependencia ni cantidad de “tiempo”. Es... relevancia e intensidad, pero sin agobio ni requerimientos)

  • vínculo: ¿o deseo de vínculo pero que no se ha podido materializar realmente aún? Porque más allá de lo presente o reconfortante que pudiera ser en el día a día, me temo que no es hasta que ese día a día se “resquebraja” o se ve “amenazado” que puedas llegar a saber si ese vínculo ha sobrepasado realmente el umbral

Pero por seguir la línea con algo que tenga mucho más “claro” y “asentado”, hay personas que he conocido a lo largo de la vida en distintos puntos, y que están presentes en mi cabeza y mi vida estén de manera efectiva o no. Entiendo que esto si es una experiencia bastante compartida. Lo que voy a decir es un poco hardcore. Pero las personas que van a poder leerlo no pueden verse representadas y yo me lo quiero sacar de encima.

Nota contextual: Aunque siempre haya tenido problemas de comunicación, he tenido mis épocas de automatizar lo suficientemente bien la socialización como para tener más “contactos” que lo que sería normal en mi “naturaleza”. Algunas de esas personas han sido bastante “cercanas” y extendidísimas en el tiempo.

Reconozco que puedo sentir cosas si pienso en el pasado con esas personas, y algunos momentos. Pero a nivel emocional es como si esas personas ya fueran recuerdos. Como si estuvieran muertas. Puedo seguir viéndolas, quedando, o manteniendo el contacto (ahora mismo no, porque estoy en fase “rota”, pero supongo que podría). Y en la “oficialidad” es como si siguieran siendo “mis personas de referencia”. En algunos casos hasta “amigues profundos históricos”. La familiaridad está ahí. Pero no siento nada si pienso en su pérdida. Reitero, tampoco la deseo. Y aquí entonces se abren muchas preguntas:

¿Es realmente porque tengo dificultad para asentar vínculos profundos con personas? ¿Es porque la inmensa mayoría de esos vínculos se asentaron en la necesidad de una performatividad “normal” que, internamente odiaba, y que cuando pudo relajarse solo quedó... nada? ¿Es una coraza que se desarrolló con el tiempo? ¿Si fuera una coraza porque puedo sentir la necesidad de vincularme con otras personas pero sin tener que renunciar a mi? ¿Por qué voy poniendo lo que siento de la manera más transparente que puedo y de maneras un poco “raras” si lo que hubiera es “recelo”? ¿Tienen realmente remedio esos vínculos con una fuerte cadena sobre el pasado, y un cierto ¿resentimiento? oculto?

Y con esta última pregunta vuelvo al tema de mi madre y la culpa. Aquí si que no puedo trazar una línea para saber ¿qué pasó? o si es que pasó algo alguna vez. Solo se que no siento nada. O está enterrado y aplastado por otras cosas. Así ha sido durante demasiado tiempo.

En este último “bache vital”, cuando todavía tenía energía para performar cierta normalidad, o de ajustarme a las expectativas de les demás, salió de mi un intento de acercarme a ella. Intentar comunicarme. Generar o ¿regenerar? ese vínculo.

Nota contextual: He hablado de no sentir vínculo pero no de como era la relación. Bueno, teniendo en cuenta que vivo con ella, pues con las típicas tensiones de convivencia si, y sin mucha conversación diaria. Pero vamos, que ella de vez en cuando se desahogaba y me contaba sus cosas y yo trataba de ser de ayuda. También me contaba todas las cosas familiares y yo escuchaba. Nunca dije un: No me interesa esta mierda. Pero la verdad es que no me interesaba lo más mínimo. Siendo yo bastante desastre, tampoco soy el mejor compañero. Pero siendo justos, tampoco creo que ella lo sea. Y tampoco ocupo más espacio del mínimo necesario. Mi habitación y lo justo y necesario en cocina y baño. El resto lo ocupa ella. Y no me quejo. Es solo descriptivo. Cada une se hace sus movidas con alguna colaboración ocasional (de mi lado (pedir), trato de que sea 0 patatero), o alguna tarea que suele repartirse más del lado de une que del otre, pero creo que con cierto equilibrio. Mi habitación es bastante disaster, si, pero creo que tampoco nada súper terrible (sobretodo desde que la pinté). Pero vamos, que mierda hay xD. Y aunque ella tenga mucha educación tirana interiorizada al respecto con no serlo (disaster) (más la autotiranía del aspecto por haber sido educada como mujer), en realidad ella también lo es, y yo no tengo problema con ello (solo jodería!). Pero me jode sobremanera esa “desigualdad”, inherente entiendo, al madre<–>hijo de la potestad de inmiscuirse, juzgar, valorar, opinar, meterse, etc. No tengo “odio” acumulado. Y por “sistema” me sale más no tener conflicto. Ella tampoco me maltrata. Por supuesto hay pequeños conflictos ocasionales, y siento que jamás va a entenderme ni a realmente aceptarme, pero ya está.

Ese intento de regeneración empezó con aparente buen pie. Pero si echo la vista atrás, estaba de nuevo, performando. Tratando de adecuarme a lo que debería esperarse de una persona en mi situación. Si quería cierto “contacto” de cariño, pues cedía a dárselo aunque no quisiera. Propuse comer los domingos sin teles ni mierdas para poder hablar. Comunicarse en general más, etc. Supongo que para ella iba bien. Para mi, pues no lo se. Es que era una performance más. Iba regular en la medida en que parecía tener algún efecto, aunque fuera muy agotador. Pero yo no sentía más acercamiento. Al final, de ese acercamiento también surgió más “libertad” para seguir ejerciendo ese hostigamiento “típico” de madre de meterse como elefante en cacharrería para ayudarte a “su manera” y entonces tuve un pete. Es posible que hasta lo contara por aquí. Tampoco nada del otro jueves. Gritar y recibir gritos y portazo de vuelta. En realidad ella también peta muchas veces. Yo hacía mucho que lo tenía bajo control (al menos estando con gente). Pero esa vez no podía más ya. Estaba agotado de la asertividad, y de adoptar esa personalidad racional para intentar abordar los conflictos.

Desde ese momento, en el que además se dijeron “cosas”, el tema ha caído en picado.

No puedo soportar combinar el intentar salir adelante con tener que hacerlo performando algo que no puedo sentir para que ella esté bien. No puedo performar cariño. No puedo performar interés. No, ahora mismo no. Puedo ser cordial, puedo seguir haciendo las cosas que tengo que hacer, e incluso más si a cambio me dejan en paz. Pero eso es horrible. Propio de un monstruo insensible supongo. Nadie me ha dicho esto pero supongo que es así.

Porque si, entiendo que hay muchas emociones (también bastante culpa) en ella y en como se siente. Pero decirme que “esto” la está matando porque después de hacer la comida la he dicho que aunque no sea el día más inadecuado prefería cancelar esto de comer juntes pues puf. Es que iba a ser peor no cancelarlo. Iba a ser un silencio incómodo o yo respondiendo cosas de manera automática y ella acabaría dándose cuenta y surgiría el drama igualmente. Joder que no la niego la palabra, aguanto lo que tenga que aguantar y ofrezco cosas. Pero no voy a fingir. Se me han acabado los cartuchos de fingir ya. Y no puedo vivir así.

Y todavía hay bastantes horas del día que puedo estar solo. Si no fuera así no se que hubiera pasado la verdad. Yo no quiero jugar al juego de las culpas. Yo no quiero culpa para nadie. Acuerdo de mínimos mientras busco una solución. No quiero más. Yo sería capaz porque no quiero nada emocional de ella, ni tengo expectativas de como tenga que ser ni como quiero que sea. Asumo lo que hay y ya está. Nunca va a haber otra cosa. (y esto de hecho es el problema que tiene ella con su madre. Que no asume lo que hay, y busca en ella lo que jamás va a encontrar).

Ni se como sería tener otra madre ni me interesa saberlo. Se que podría ser infinitamente peor, y también me siento mal por eso. Porque siento que muchas personas me odiarían y me escupirían. Y me dirían que soy lo peor por no saber “aprovechar” lo que “tengo”.

Supongo que para ella no funciona así y si puede tener esa imaginación. Y tampoco puedo culpar por ello. Porque supongo que las emociones son así. Y si bien hay vínculos sanos, y recíprocos, también hay vínculos que solo traen culpa y dolor, y la extienden allí donde pueden. Y yo no soy padre ni voy a serlo. Pero creo que si se lo que es desarrollar ese tipo de apegos porque los he desarrollado en el pasado también. Y hay, como mínimo un caso en que si pudo convertirse en algo guay. En uno de esos poquísimos vínculos de los que he hablado antes y que perduran, incluso sin cotidianidad. Y hizo falta tiempo y mucha distancia emocional para ello. Y no era garantía de nada.

Sin esa distancia emocional solo va a haber dolor infinito. Y nada de eso es “amor”. Solo culpa, inseguridad y deseo insatisfecho. Y si alguna vez por fin consigo irme, yo voy a poder “sanar” de eso. Y ella probablemente no. Y esa culpa también me atenaza. Pero no puedo. No puedo hacerme responsable emocionalmente de mis adres y vivir una vida miserable solo para que “estén bien”. Lo siento pero no puedo. Y además es imposible. Siempre voy a petar, tarde o temprano. Y yo no soy esa persona. Basta ya por favor.

#meestoyquitandodealgo #personal

Hoy ya era un día que tenía “marcado en el calendario”. Pero la vida tuvo a bien poner un mensaje extra de “se vienen cositas” xD.

Hoy tocaba consulta con la nueva medica de cabecera (volver a contar “la película”), y después consulta con la psicóloga. La que había decidido iba a ser la última. Más de esto más adelante.

Desilluminati thing

Al respecto de lo “desilluminati” thing, buena parte del principio lo viví un poco en mi mundo, echo un ovillo en la cama (me cortó la “rutina” de mirar por Mastodon después de desayunar y leer algunas cosas) y con un incipiente dolor de cabeza que asomaba con fuerza.

Miraba a través de la ventana de vez en cuando y confirmaba que la cosa del apagón no era solo mía. Pude ver una notificación suelta en el móvil (de Mastodon) de alguien a muchos km de aquí diciendo que no había luz. Así que.. até cabos xD.

Pensé: Mierda, y tendré que comer algo antes de ir a mis dos ineludibles citas taciturnas (Eran todavía las 12:45 o así). La inmensa mayoría de cosas que tengo son para cocinarse. Podría hacer un apaño pero tampoco se cuanto se va a extender esto. ¿Realmente se podrá comprar algo? Con un sopor increíble y las emociones modo caparazón, me baje a la calle a “investigar”. Por lo general, y aunque no sea “mi campo”, soy capaz de preguntar a gente desconocida si siento que es una situación extraordinaria que lo permite. Pero hoy no tenía esa capacidad.

Inciso sobre las cosas que siempre doy la chapa, sáltatelo si estás hasta la genitalia de leerme estas mierdas –> Todas las terrazas (hosteleria) de una calle principal cerca de donde vivo estaban A REBOSAR. No quiero juzgar pero aparte de agobiarme, reconozco que si me dio un poco de pena. Que la gente socialice y se relaje me parece muy bien. Pero molaría más sin necesidad de estresar a aquelles con menos suerte y que les toca pringar sin necesidad

No, servirte una cerveza, salvo algún caso que me pueda imaginar, no es un “servicio esencial”. Si, yo también estaba buscando un sitio para comprar y puede ser “hipócrita”. Pero es que ver supermercados / tiendas a rebosar y con la gente haciendo acopios también me da pena. No voy por el rollo moral individual para hacer virtue-signalling. Aunque obviamente no todes caen en las mismas cosas ni en el mismo grado. Es una consecuencia de la inercia sistémica. Y de tener automatizados egoísmos y violencias que han sido naturalizados desde la óptica de ese sistema. Y mi crítica va más por ahí. No es para culpabilizar, sino para señalar que es triste que las cosas funcionen así, y no tendrían porque hacerlo. Aunque dentro de este sistema, nos veamos inmersos en esas dinámicas porque no podemos escapar de todo y vivir en una burbuja) Fin inciso

Después de dar muchas vueltas, sin tener la sensación de que pudiera entrar en ningún sitio a coger algo para comer (muchas colas, o lo que se observaba desde fuera no era nada realmente para comer), entré en la gasolinera de al lado de mi casa. Había un ruido infernal (alarma) en bucle de una máquina que se había quedado rallada. La pobre mujer en el mostrador se la veía muy afectada. Yo no llevaba ni 5 minutos soportándolo y me quería pegar un tiro. Entré más por ver si me enteraba de algo por alguna conversación que por comprar nada allí (que encima es carísimo). Pero claro, ya había entrado, así que tenía que coger algo! así que cogí.... una botella de agua (?) (había muy poca presión en casa, y no tenía ni idea de si iría a peor) (lo se, una botella de agua no soluciona el problema de la comida).

Pude oír una conversación en la que hablaban de que al parecer se decía que “ya se estaba empezando a arreglar”, pero “por arriba”, y que aquí todavía tardaría en llegar. Y un montón más de datos que he olvidado porque no me resultaron relevantes. Y lo del arriba no lo entendí muy bien. Se refería a la zona norte de la ciudad? del país? del mundo mundial?

Pagué mis 2'.05 eurazos por esa botellita de agua y me volví para casa.

Calor.

Sudor.

Odio el día, y odio el “buen” tiempo. Vi a la gente del kebab de al lado de mi casa fuera charlando alegremente. Pensé: Lo mismo les hago un favor si les pido un kebab para que no se les ponga pocho lo que hayan dejado a medias. Pero están fuera, y están de puta madre, que vas a ir ahí a dar por culo. Total, que en ese diálogo interno en 5 segundos que se hicieron bastante largos, seguí mi camino y subí a casa, preguntándome si no era un imbécil por darle tantas vueltas a las cosas. O tener que dárselas cuando mucha gente las tendría ya claras en un sentido o en otro, en función de su “brújula moral”. Supongo que mi brújula está pocha y siempre necesita hacer costosos rituales para evaluar cada mierda con sus matices. Y otras veces seguro que no considera cosas que tiene que considerar, en fin la hipocontenaria.

Me dolía la cabeza. Me sentía incomunicado. No sabía que hacer. Pero no sentía ansiedad. Tenía mucho cansancio. Tenía la sensación de que la razón por la que no sentía ansiedad, ni apenas pensamientos en el rato que llevaba sentado en el sofá mirando a la nada, era una especie de bloqueo defensivo que encima me consumía todos los recursos. Y por un momento sentí algo:

Incertidumbre.

Soledad.

Le mandé un whatsapp a un amigo de que si le importaría llamarme (si, una llamada de teléfono! con lo que suelo odiarlo! pero para personas concretas no me importa). Pero fue un poco como una ráfaga. Después, vino la nada otra vez acompañada de su inestimable dolor de cabeza.

Traté de pensar racionalmente en cosas. Me imaginé estar con alguien que estuviera sobrepasado emocionalmente y con muchas preocupaciones. Yo trataría de contestar a las preocupaciones que no soy capaz de tener por el bloqueo y haríamos así un buen tándem... Ostia, el frigo y el congelador. ¿Que tengo? Afortunadamente no había gran cosa. El sábado solo compré modo supervivencia. Me di cuenta de que conservaba bien el frío, así que lo mejor sería no abrirlo. Frigo y congelador sin peligro ✅

Estaba hecho un asco la verdad. Y tenía citas a las que acudir a las que no convendría ir así. Pero uf, ducharme a la me cagüen con agua fría y una mierda de presión. Al final me lavé la cabeza y hice algunos malabares para higienizarme sin llegar a meterme dentro. Otra prueba superada ✅

Me volví a tumbosentar en el sofá. Es curioso porque casi nunca estoy aquí. Cuando estoy sólo, en verdad podría colonizarlo sin problema, pero no tiene mucho sentido porque aquí no hay nada que me interese (la tele, que teniendo PC para mi no tiene sentido, ya que es como un “downgrade”, y de todas formas ahora no funciona).

Volví a coger el móvil sin éxito. El whatsapp a mi amigui no había llegado. La app de mastodon le llegaban notis de ciento en viento pero al entrar no cargaba nada “nuevo”. De repente se me encendió una bombilla.

Joder!

¿Los móviles tienen radio no? Hice una pequeña búsqueda por las apps y la encontré sin mucho problema. Bueno... a ver como funciona esto...

¿Me pide los cascos para “cambiar de emisora” WHAT???

Intento mantener la calma y no blasfemar. La entrada de cascos de mi móvil es un poco rara y en ese momento es como que no asumo que esto pueda ser así. Es intolerable y carece de sentido. Intento “tocar” por más botones y acaban sintonizándose algunas frecuencias automágicamente. No se oyen del todo bien pero me valen. Logro conseguido ✅

Están hablando de esta movida. Hay mucha paja que no me interesa pero acabo sacando que esto, EN PRINCIPIO, va a durar entre 6 y 10 horas. También dicen sobre Madrid que las consultas médicas no van a estar operativas. Y aquí? 🤔 Bueno, esa incógnita no puedo resolverla. Cuando vaya para allá supongo que quedará resuelta.

Ahora hay que ver qué como. Bueno, tengo un bote de garganzos en el armario. Puedo improvisar algún tipo de ensalada random echando cosas. La verdad es que al final queda algo bastante apañado y rico. A veces cuando intentas sacar petróleo de lo poco que tienes te acaba quedando algo guay! ✅

Sigo escuchando la radio pero empieza a repetirse mucho. Y hablan principalmente de Madrid. También hacen un repaso por Castilla la Mancha. Se que por proximidad tiene sentido pero me descoloca un poco. Me deja dudando si van a pasar por distintas comunidades. Pero después veo que vuelven a Madrid. Ya he acabado de comer así que la apago.

Me queda una hora para ir a la médica y me sigue doliendo la cabeza y tengo como cansancio / sopor sin sueño...

¿Leer?

Últimamente todo lo que estaba leyendo era en el pc (audiolibro incluido), pero tenía todavía en la mesa el libro de “La Metamorfosis y otros relatos”. Había leído la metamorfosis pero no me adentré en los otros relatos, vamos allá.

Comienzo pero tengo el cerebro demasiado frito para retener la concentración en las letras, que no dejan de bailar, y mi mente de irse a lugares que tampoco puede sostener por mucho tiempo. Aún así, con titánico esfuerzo consigo acabar el primer relato (✅):

El artista del hambre.

Me gusta mucho. Sobretodo porque según lo leía me imaginaba como muchas lecturas “marcianas” del tema y su “razón de ser”. Sin embargo mantenía la incógnita de esa rareza pero de manera que se sabía que en el fondo de si, y pese a la forma aparentemente absurda, se revelaba una verdad incuestionable.

Finalmente llega el “plot twist” de la frase final, y aunque no es lo que esperaba también me satisface y me recuerda a otras cosas (salvando mucho las distancias) que alguna vez me habían pasado en forma de metáfora por la cabeza:

“Joder! Si yo odio el pimiento con todas mis fuerzas y todo lo que representa de forma “esencial”... ¿Por qué los argumentos que me dais favor de que me coma vuestros putos pimientos es decirme que estos están buenísimos? Que no todos los pimientos son iguales. Que no todos los pimientos “roban” (?). Comeré algo cuando lo que haya no sean solo pimientos (si quieres los comes y sino reviento (?))”

El siguiente, pese a ser aún más corto se me atraganta un poco más, pero finalmente lo acabo (El artista del trapecio). Se acerca ya la hora. Doy unas cuentas vueltas por casa. No he pensado lo que voy a decir porque estoy un poco en modo “me da igual”. Me da pereza en esta entrada profundizar en esta movida, que está por todas partes en otras entradas así que lo resumiré mucho

Versión express de lo de la médica

Me toca médica nueva en situación de baja por depresión / ansiedad (por decir el tipo 'genérico' dentro de la salud mental), y yo ya voy con la idea de que sea el último parte, y después forzar que me despidan.

Sin entrar en muchos detalles, la señora es maja. Además me dedica bastante tiempo, lo cual suelo necesitar para poder expresarme. Acabo pidiendo cita en salud mental de allí para “probar”, acuerdo que el día 7 me de el alta, y salgo de allí. Bueno, no pido la cita porque no hay luz. Pero acordamos que me la pide y que mañana me llama para que vaya a por el volante. Ahora si, salgo.

Transición hacia el combate del siglo con la psicóloga

Calor, sudor.

Debería pasarme por casa pero ya llego tarde a la otra cita. Además así aviso a mi madre que es posible que esté en casa y así no se preocupa (no funciona ningún método de comunicación). Hago el amago de volver durante un tramo. Y finalmente cancelo la idea sintiéndome estúpido en el trayecto. Una de las cosas que me hacen cancelar, es que absolutamente TODOS los días que ha durado esta terapia he llamado al timbre escrupulosamente a la hora a la que tenía que llamar. En el minuto exacto. Y no quería joderlo. Y menos el día en que voy a terminar la terapia. No quiero que se monten la habitual película con que llegar tarde o pronto significa mierdas.

Además, cruzar las calles está un poco complicado, y hay mucha gente en la calle. Bueno, tampoco muchísima. Cada une tiene el umbral donde puede.

Contexto psicologil: Yo ya había avisado de que iba a dejar la terapia más pronto que tarde, y en más de una sesión se había abordado (bueno, aquí “abordar” es yo contando los problemas que veo, y la otra parte pidiendo paciencia y que “it is what it is” acerca del psicoanálisis y la terapia).

Me conozco y se que si no me decido de manera un poco radical acabo dando largas y no doy el paso hacia las cosas (sea para los síes o los noes). Así que había decidido que ese día la diría que era la última consulta. Llevaba además 3 semanas que iba con mucha pereza y mucho: Pff ¿para qué me está sirviendo esto realmente?

Como digo, mis problemas, reticencias, críticas, las llevaba avisando desde hace tiempo, y también había dicho que estaba buscando alternativas. Avisado el tema estaba. La conversación que he mantenido allí, de menos de media hora, y por la que, por no montar un pollo, he pagado igualmente 60 cochinos euros again, ha sido algo tal como lo que sigue aquí debajo. Me siento orgulloso de haber podido decir todo lo que pensaba de manera relativamente lúcida y clara:

Representación más o menos fidedigna de lo acontecido en terapia

  • Yo: Bueno, no se si esto es la antelación debida o no, pero la idea es que esta sea la última consulta aquí.

  • (Silencio)

  • Yo: Y bueno.. no se si se podría aprovechar para algún tipo de cosa que quieras decir a modo cerrar, o que la sesión sea especial de alguna manera.

  • Psic: ¿Por qué quieres dejar la terapia?

  • Yo: Bueno, ya había explicado un poco otras veces... Por un lado siento que esto es un poco una cuestión de “fe” y que no hay transparencia. Yo vengo y suelto aquí un rollo, y tu haces unas cábalas en torno a ese rollo, y en base a eso me haces unos cortes o señalas ciertas cosas, pero sin decirme por qué. Yo me distraigo casi más pensando en porque te resultan A TI relevante esas cosas en particular y no otras y donde quieres ir que en pensar en ellas en si. Si vengo con ellas, no son nada nuevo. Ya les he dado yo vueltas y re vueltas. Y que tu me “cortes” en ellas no me genera ningún insight en plan “oh wow”, porque no es nada nuevo...

  • Psic: ¿Entonces la terapia no te está sirviendo de nada????

Aquí ya empiezo a mosquearme un poco, porque no percibo interés genuino. Percibo que me quiere llevar a un callejón discursivo para que reconsidere mi postura. Y que además elige la frase, el tono de su voz, y la mirada para aprovecharse de mi) (si, soy un poco paranoico en general, pero te aseguro que en esta terapia las caras, los tonos, los gestos, TODO estaba medido. No había prácticamente nada genuino. Se notaba y de hecho ya lo hice notar en su momento. Sabiendo que sería parte del rollo de la terapia si. Pero me resultaba intrusivo y manipulador

  • Yo: Todo y nada no son palabras que me hagan mucha gracia. ¿Sirve de algo cambiar rutinas acerca de las compras diarias? Al final todo siempre tiene un impacto, la cuestión es si merece la pena. Venir aquí supone un gasto importante y no siento que en el tiempo que vengo viniendo aquí haya marcado realmente la diferencia.

  • Psic: Pero ¿Y como estabas al principio? ¿Estás igual ahora que entonces?

  • Yo: No, claro que no. Al venir estaba desesperado. Pero es que acontecen bastantes más cosas en mi vida aparte de venir aquí unos 40min a la semana. Lo principal es que he podido dejar de trabajar, aunque sea temporalmente. Estoy intentando reconectar con cosas que signifiquen algo para mi. Y eso no es nada que yo haya sacado de aquí, pero que me está haciendo algo de bien. También estoy hablando y descubriendo a gente estupenda en otros lugares (aunque sea online) [va por ustede], que no solo me abre el abanico sino que me permite conectar a nivel humano mucho más de lo que puedo hacer aquí. Que no digo que esto no sirva “de nada”. No puedo aseverarlo además porque no puedo dividirme y hacer el experimento de que una copia venga y la otra no y hacer la comparativa.

Me vuelve a explicar cómo funciona la terapia, que es un poco lo que siempre hace cada vez que he puesto alguna pega. Que el paciente (utiliza otra palabra que no es tampoco cliente pero no la recuerdo), utiliza su habla libre, y al terapeuta le corresponde hacer esas interrupciones y señalar cosas, y hacer los cortes, y que luego es el paciente el que tiene que reflexionar y trabajar todos esos conceptos y buscar nuevos sentidos y bla bla bla

  • Yo: Pero es que la jerarquía es completamente marcada y es como si estuviéramos en habitaciones diferentes. O que fuéramos a por un tesoro, y tu tienes el mapa y me vas diciendo por donde es, pero no me enseñas el mapa. ¿Y qué elementos tengo para confiar en ti? No te conozco, y la relación es completamente fría. De despotismo ilustrado.

  • Psic: ¿Pero tu cuando vas al médico te fías no?

  • Yo: Uf bueno, de hecho apenas voy al médico xD. Pero salvando las distancias, un dolor fisiológico puede ser distinto. Yo no tengo ni idea del funcionamiento de mi cuerpo. Y el “sentir” de mi brazo no me identifica como persona. Me puedo “fiar” bien porque confíe en instituciones como la ciencia, o porque confío en iguales que confían en ellas, o por pura supervivencia porque no tengo elementos ni capacidad para juzgar con mis medios de otra manera. Elijo fiarme porque no tengo otra cosa mejor a mano. Pero aquí si tengo elementos para juzgar. Porque es mi mente, mi identidad y mi subjetividad lo que está en juego. Y creo que de esto si que tengo algo que decir.

  • Psic: ¿Pero y que buscas entonces?

  • Yo: Pff pues seguramente una fantasía. A ver, valoro la capacidad que he tenido aquí de poder expresarme libremente y sin juicios. Eso ha estado bien está claro. Pero claro, no había juicios porque no había intervención ni compañía. Solo una figura a modo fantasma haciendo cortes. Valoraría que esa persona que me acompaña en este proceso, me escuche si, y pueda hablar libremente y además me vea como algo más que unos síntomas con patas. Que pueda hacerme propuestas o tenga cosas que poder aportarme a las problemáticas que pongo encima de la mesa sin intentar “reconducirme” a los cauces que considere correctos. En definitiva una persona que te respete y te trate de entender y te trate desde la empatía y la igualdad, y con conocimientos y recursos disponibles que a ti te puedan faltar.

A partir de aquí se suceden silencios incómodos. Y hay algunas frases en las que además percibo que esas “manipulaciones” de miradas y tonos son como excesivamente autoritarias (de hecho hay una vez que la miré y me forcé a mantener la mirada, pero puf, era una mirada como chunga, la tengo grabada). Al margen de los silencios digo que claro, para mi no tiene sentido tampoco ponerme a divagar como si no fuera el último día, porque ya no tiene mucho sentido. Y que si había algún input que quisiera decirme. Y va la tía y me suelta que no, que ella no está ahí para decir nada, que esa no era su labor. Yo estoy flipando un poco. Y al final coge y dice como airada mientras se levanta: Pues nada se acaba la sesión. Yo estoy un poco fliping porque siempre tengo que andar con la duda, pensando si realmente tras esa capa defensiva se estará sintiendo mal, o quizá esté escondiendo sentimientos de fracaso, pero por otro lado me da la risa por dentro. Saco la cartera y dejo los últimos 60 pavos más absurdos que he gastado en mi vida. Y los pago sin aspavientos porque no quiero montar el pollo. Pero me daría vergüenza cobrarlos en una sesión así la verdad.

Que si, que lo que vale es “su tiempo” (joder, 60 euros sesión menudo tiempo). Pero hemos estado media hora, con bastantes silencios y no he percibido un gramo de interés. Lo mismo me estoy flipando, pero me hubiera encantado que esa última sesión escuchar su opinión. Algún consejo. Recomendación de otras cosas que pudieran servirme? Dejar la puerta abierta pero expresar comprensión y no intentar espolear culpa (sabiendo ella de sobra a poco que me haya escuchado que eso está muy latente). No claro, si ella no va a seguir sacándome pasta porque interesarse? Lo único que realmente argumentó fue para defender su puta terapia y su puta línea de actuación maestra. Como si fuera un puto método infalible al margen de las personas. Y luego que aquí no se hacen diagnósticos, y la medicación bla, y la humanidad y la subjetividad... Pues para mi eso es palabrería barata si “el método” está por encima de todo y es lo único que puede argumentarse.

Pues salí de allí con una sensación to rara. Por un lado orgullo de haber sido capaz de dejarlo y haberme sabido explicar bien pese a lo bizarro de la situación. Por otro lado miedo. Y esa puta expresión taladrándome.

Pero bueno, ahora tocaba volver a casa donde me esperaba el exprimidor y un par de naranjas. Casi se me había olvidado lo del apagón. La calle estaba un poco como siempre en verdad. Eran las 18:45 y veía casi todo apagado. Principalmente los semáforos seguían igual. Después del zumo creo que iba a intentar dormir. Con un poco de suerte al despertar todo habría vuelto a la normalidad.

Voy a abrir la puerta de casa y oigo “ruido de tele”. Pienso, no puede ser, será la radio. Y al abrir veo a mi madre y veo que tiene puesta la tele. Y pienso: What? que brujería es esta. Y doy el interruptor de la luz y veo que va. (el extrañamiento es porque todo lo que había visto por la calle estaba sin luz). Bueno, tampoco me detengo mucho en el extrañamiento. Todavía no puedo descansar porque tengo que comunicar “mi día” a mi madre. Y no siempre es fácil. Sobretodo teniendo en cuenta que yo lo que necesito es hacerme ese zumo y meterme en mi cuarto.

Además me empieza a inundar con un montón de cosas que ha oído por la radio o por la tele, y una movida de los grifos que si me veo en la obligación de escuchar pero a la vez se que es bobada porque en ese momento voy a ser incapaz de retenerlo. Lo intento explicar pero no lo entiende. Me mira como diciendo ¿pero que dices?? Me pongo en piloto automático y asumo que es lo que toca. Por fin puedo ponerme a hacer el zumo y llevármelo a mi cuarto

Es mi trofeo, mi tesoro. (ahora quiero otro por acabar esta entrada 🍹)

#personal #diario #meestoyquitandodealgo #saludmental #apagon

No quiero asustar, No quiero “dar pena”, No me quiero esconder ¿Quiero llamar la atención? En parte si, pero no es realmente el objetivo No quiero ser re(s)catado Quiero encontrar gente con la que compartir Con la que soñar tenga sentido Aunque no sepamos ni por donde empezar

No quiero volver a ser “funcional” Ni que nunca lo hubiera sido realmente No quiero vivir pidiendo encajar No quiero volver a memorizar el manual Lo quiero romper, lo quiero despedazar

Mi mente está en los huesos Mis emociones obstruidas Solo sobrevive intacto mi aparato racional Y el torpe manierismo aprendido de vivir en sociedad De intentar no defraudar (y defraudar) De claudicar, de mutilar(me), de no (avergonzar)me De intentar existir, de gritar por dentro sin escuchar

¿Por qué si mi pregunta eterna es '¿para qué?' no se activa cuando fantaseo con este otro mundo?

¿Tiene sentido intrínseco o es solo un salvavidas de mi mente para no sucumbir?

¿Qué tiene de distinto ese mundo si ni siquiera soy capaz de dar una explicación racional convincente?

Tirarlo todo al fuego y verlo arder Maravillarme ante las llamas con otros (seres) Sentir la paz, no mi paz, nuestra paz Sentir el cero, la nada No como perdición, ni como agujero Sino como libertad Libertad para empezar Con todas las preguntas vírgenes Con todos los cuidados Sin ningún dios ni deidad artificial Al que tener que contentar Solo un horizonte: Construir, cuidar, pensar, sentir Ir a dormir y.. Estar cansado pero estar bien Estar cansado pero que merezca la pena Estar cansado pero estar en paz Estar cansado pero tener una razón para dormir, y despertar Todas juntas (personas)

(Mi parte racional toma el mando) ¿Tiene acaso esto sentido? Estoy en la parte privilegiada del mundo Tengo un techo casi “garantizado” Tengo un trabajo al que poder volver Tengo una 'coartada' de vida funcional posible Ahora estoy “caído” pero “cubierto” (de momento) “Tan solo” tendría que volver a claudicar Volver a iniciar un ciclo que no es la primera vez que vivo Restauración Romperme y volver a hacerme Mismo molde, distinto material Y hasta la próxima luna Enterrar todos estos sentimientos, y llenarlos de evasión, metas muertas y aprobación y seguir consumiéndome a cada calada ... ¿Qué era sonreír de verdad? No digo reír, como vía de escape Sonreír.. ... También con esto vienen los tambores de la culpa ¿Qué derecho tengo yo a sentirme así? ¿Qué derecho tengo a reclamar nada? El mundo es así estúpido! Y millones de personas viven en el mundo en infiernos que no se comparan en lo absoluto con tu mierda de lloriqueo En vez de quejarte ¿POR QUÉ NO HACES ALGO POR LOS DEMÁS? ¿POR QUÉ NO EMPIEZAS A HACER ALGO PARA CREAR ESE MUNDO TAN MARAVILLOSO? – Hago lo que puedo joder, no se ni como empezar, ni por donde, ni con quien, ni si serviría de algo. Tan solo necesito creerlo. Necesito ayuda, pero no para volver. ¿Sabes que con esto haces daño a la gente? SI, a toda la gente que te rodea. ¿No eres capaz de pensar en algo que no seas TU, TU, TU? – QUE HAGO LO QUE PUEDO JODER ... ¿Y los tambores de la duda? La sospecha, la paranoia ¿Es esto una excusa? ¿Quieres esto? ¿O sabes que es imposible y solo te montas la película? ¿Qué pretendes? Si, quieres crear conexión, quieres formar comunidad ¿Y luego qué? ¿Acaso crees que va a ser todo de color de rosa? Lo estás idealizando, y ahora mismo te es un logro ocuparte de ti mismo en lo más básico ¿Y crees que serías capaz de emprender una vida donde no levantarte de la cama no sería una opción? Venga, no me hagas reír ... ¿Para que lo escribes? Para desahogarme, para sentirme libre, al menos aquí No quiero hacer daño a nadie Pero no voy a esconder que por mucha vergüenza que me de lo quiero compartir.

Soy dramático escribiendo (o puede que para algunes no lo sea). No siento que sea una hipérbole. Solo me dejo llevar. Es una catarsis. No quiero despertar miedo. Pero reconozco que a mi me lo daría si no sintiera así. Cada persona siente el dolor a su manera y ante monstruos distintos, aunque gran parte de las sensaciones son de alguna manera universales. Eso es lo que de alguna manera permite la empatía. Al margen de que no haya una moraleja ni una conclusión positiva, espero que algo de lo “vomitado” aquí pueda servir(te) para sentir algo menos de soledad y mayor comprensión con tus propios demonios. Lo último que querría es despertarlos más.

Cuando leo algo de alguien que está pasándolo mal, me recorre una impotencia bastante horrible porque me gustaría saber que poder hacer para que no sintiera así. Me gustaría que tú no te sintieras así, si has llegado hasta aquí. Por favor no te sientas mal. No es tu culpa. No tienes que hacer nada, ni saber que decir. Es normal. Si te chirría y no empatizas no hay ningún problema. Si empatizas pero te ahuyenta, haz como que no lo has leído, no pasa nada. Si hay algo que sientas que quieres decir, puedes hacerlo sin problema. Todo es válido (mientras hagas el intento de empatía al menos). Yo escribo esto, yo lo publico, y yo me expongo. No hay expectativas que cumplir.

Gracias por leer, de verdad.

#catarsis #personal

[0/22] En este hilo cuento mi experiencia de pedir la baja en la seguridad social con final “feliz” (he tenido mucha suerte), a modo narrativo en primera persona, y con desahogo. Al final esto iba a ser un hilo pero se convierte en un post. Para interactuar con aquello que te surja si lo lees y quieres comentar puedes usar el post. Puedes compartir este enlace porque no hay datos identificativos en ningún punto. El toot donde esté si estará privado.

[1/22] Hoy había pedido cita con la médica de cabecera para pedir la baja. Digo para pedir la baja porque es lo único “bueno” que esperaba, y eso teniendo muchísima suerte.

[2/22] Empecé hace unas semanas terapia con una psicóloga (siempre me había resistido, pese a haber estudiado mis 4 buenos años de psicología, o quizá por eso), y bueno, sin entrar en detalles me dijo que si sentía que necesitaba la baja, lo mejor es que exagerase todo lo que pudiese pero dejando ver que es una mala racha (no vaya a ser que te identifiquen como “caso perdido”).

[3/22] Pedí la cita por la aplicación el lunes, y me dieron para el jueves. Ese mismo día no pude hacer realmente nada en el trabajo (teletrabajo en una consultora/cárnica de software). Especifico lo de teletrabajar porque soy consciente que si fuera un trabajo presencial hubiera “huído” de cualquier manera antes y no hubiera podido soportarlo.

[4/22] Los últimos días salvo algunos momentos eran terribles. Una mezcla de ansiedad por no poder responder a las demandas y sentirme incapaz, con un vacío en el que absolutamente todo me daba igual. Contradictorio pero supongo que posible.

[5/22] Total que intenté con las pocas fuerzas que me quedaban ponerme el 'traje' de persona normal y funcional para intentar pedir lo que quedaba de semana de vacaciones porque solo pensar en tener que seguir me parecía imposible. Los últimos días estaba aguantando con las 'rentas' del pasado por así decir, pero de mi ya no había nada.

[6/22] Soy consciente de que aquí hay mucho privilegio. No privilegio como algo que me parezca mal, sino que soy consciente de que muchas personas no pueden simplemente pedir 4 días de vacaciones de un día para otro, ni teletrabajar, ni pagar una psicóloga privada (a ver cuanto tiempo puedo sostenerlo..) Pero no veo como la culpabilidad ante eso puede ayudar a nadie a nada..

[7/22] Me desvío: El día después fue medio bueno porque me libré de la presión del trabajo. Hasta recuperé algo de ¿ilusión?. Supongo que mi mente desterró el trabajo y la obligación de trabajar (completa y no temporalmente) y se quedó solo con la angustia existencial, que la verdad a estas alturas y por más fuerte que sea ahora creo que me parece mejor compañera. Hasta me dejó soñar y fantasear.

[8/22] Pero claro, llega el día antes y la sensación ya no es de cierto alivio sino de tensión. Es temporal, y mañana tengo 'la prueba'. ¿Y que coño digo? ¿Qué es exagerar? ¿Cómo “exagero” pero dando la impresión de que “solo es una mala racha”? Y me da rabia además. ¿Por qué hay que impregnarse de alma de 'buen enfermo'? Como si no hubiera suficiente culpa y autolátigo en las personas que además tenemos que 'representar' nuestros síntomas y sentir de la manera médica perfecta. Hay que ser 'de libro'

[9/22] He usado las alarmas del curro para despertarme con tiempo... Pero no me levanto de la cama. No se que mierdas voy a decir. Necesito ir porque yo no puedo ir el lunes que viene a trabajar pero tampoco puedo siento que pueda ir allí.. ¿Puedo cancelar la cita? ¿Puedo pedir que sea telefónica ahora? ¿Por qué narices la pedí presencial? ¿Me quería hacer el 'gallito' de YO puedo?

[10/22] Me doy uno de mis últimos latigazos disponibles y me levanto con el tiempo justo de comerme una rodaja de *, fumarme un cigarro y dar vueltas por la casa. Mierda tengo que salir ya. Salgo y me enciendo otro cigarro de camino (¿Me dará tiempo a otro antes de llegar?). Intento repasar las líneas de lo que quiero decir. Cada vez me salen unas cosas. He cambiado la forma de empezar mil veces. Todo suena ridículo. SOCORRO.

[11/22] Doy la última calada y entro al ambulatorio. No se donde es. Hay una persona ya en ventanilla. No quiero preguntar ni esperar. Avanzo como si supiera donde es. Se su nombre: Irene. Busco por las puertas y muchas no tienen en el cartel el nombre de nadie. Se me acaba el pasillo. Dios vale, lo encontré. Hay mucha gente esperando. Mejor. Peor. No quiero entrar todavía pero no quiero estar aquí. Sigo dándole vueltas a lo que voy a decir. Sale una persona... En el trasiego oígo su voz a lo lejos. Parece agradable, humana, comprensiva? (si, toda esa fantasía de medio oír una voz).

[12/22] La siguiente es Gema (nombre inventado, no me acuerdo), parece que voy a tener que esperar. Intento calmarme con mantras mentales pero si me calmara lo mismo no estaría lo suficientemente mal, socorro otra vez. Sale Gema sin decir nombre. Parece que se va a cerrar la puerta y sale ella, y dice mi nombre. Mierda no estoy preparado, es ya.. YA

[13/22] Quiero que el proceso de pasar y sentarme dure años por favor. Ya me está hablando y esto no está en mi “guion”. Que a partir de ahora ella va a ser mi médica. Me gustaría atender mejor a sus palabras y ser una persona normal pero solo estoy bloqueado en que tengo que empezar a contar mi película y el “guion” en realidad solo es un papel roto lleno de garabatos y tachones en mi cerebro.

[14/22] “Hola.. eh... (...) Perdona, estoy nervioso”. Si, supongo que puedo decir eso aquí. Desde luego no es mentira, pero además no va contra mi. No estoy en una entrevista de trabajo. Puedo estar nervioso. Con un poco de suerte me facilita un poco.

[15/22] Consigo arrancar y las pocas veces que me obligo a mirarla a los ojos descubro una mirada atenta. No veo juicio. Veo interés. Me corta a veces (sinceramente, normal) pero es para hacerme preguntas relevantes para poder entender mejor. No para juzgarme ni “investigarme” como si fuera un coche averiado para ver como suena el motor.

[16/22] A modo muy resumido están las cosas encima de la mesa. Vacío, ansiedad en el trabajo, inestabilidad, falta de anclaje a nada, necesidad de parar, un atisbo de querer agarrarse a algo para no caer más al fondo, y una terapia psicológica ya comenzada (y aún sabiendo que era psicoanálisis sin juzgarlo)

[17/22] Me pregunta ¿Cómo puedo ayudarte yo? Al principio me choca. Ahora entiendo que es una pregunta genuina. Ella sabe que recursos puede ofrecer pero quiere saber que es lo que yo siento que necesito o cual es mi expectativa. Pero en ese momento no lo pillo y simplemente sigo con el “guion” de lo que creo que tengo que decir: Psiquiatra / medicación y la baja. Añado eso si, que el tema de la medicación me da miedo. Tengo más de un amigo con experiencias bastante mixtas cuando no negativas. Y además, es miedo. No quiero dejar de ser yo. Aunque también me siento desesperado. Me dice que no me preocupe, que para la siguiente piense si hay algún síntoma concreto del que no consiga despegarme y ella me dice qué tipo de medicación podría haber y si sería necesario o no psiquiatra para darla.

[18/22] Me cuenta con detalle lo que implica cada cosa y que todo pueden ser patas del mismo proceso pero que no son la solución mágica a nada ni todas tienen porque servirme. Yo esta teoría “la se”. Pero me daban ganas de llorar estar encontrándome eso. Casi todas las veces que he ido al hospital han sido algo traumáticas y la imagen mental del médico que inevitablemente tengo es la de esa persona inhumana, fría, “inteligente”, condescendiente y superior que va a verte como un objeto de estudio o a reparar. Es el tópico pero es cierto que muchas veces se cumple.

[19/22] El tema de la baja se trata sin poner en duda. Solo un reminder de intentar no “dejarse caer” sin más y abandonarse. Pero no hay un juicio preventivo de a ver cuanto tiempo vas a estar.

[20/22] Me dedica tiempo, me propone un “ejercicio” para intentar centrarme en cosas mundanas pero que sea capaz de hacer. Pero no me lo impone. Lo cuenta, y describe porque cree que puede estar bien y me da la libertad si quieres lo haces y sino no pasa nada. Llevo un buen rato queriendo decirla que muchas gracias. Que de verdad que hace la diferencia. Iba con unas expectativas horribles, pero ese rato que iba a ser tan horrible ya no lo es tanto y siento que estoy con un ser humano.

[21/22] Se lo digo. Me agradece de vuelta. Bromea con la cola que se le ha montado pero no lo dice en absoluto como un reproche. Es compartir lo que igualmente le pasa por la cabeza pero con tacto y cariño. Y creo que de alguna manera eso es más auténtico que estar pensándolo y tener que fingir que no

[22/22] La verdad es que aunque me siento bien relatando esto me ha resultado agotador. Pero aunque no vaya a leerlo, quiero terminar dándote las gracias de nuevo a Irene. Y dar las gracias a todes les que hacen que estas cosas, ya difíciles de por si, puedan ser más fáciles. A todes les que ven un ser humano antes que una caja de síntomas con patas. Y a ti por leerlo si has llegado hasta aquí. Espero que pueda servirle a alguien, sea como curiosidad, cómo consuelo de que siguen quedando personas bonitas incluso dentro del sistema, o si estás en una situación similar saber que aunque no sea lo normal, estas personas también existen.

#personal