Lanza el dodo

eurogame

Obses and sion es un juego fuertemente inspirado en novelas como Pride and prejudice, Sense and Sensibility o Persu and sion, como indica la aliteración de su título. En este juego estratégico encarnaremos a una familia británica de la época georgiana, que no victoriana, que buscará casar a sus hijos Manuel y Belén, que no Victor y Ana. Perdón.

Realmente no sabemos cómo se llama tu prole, pero sí que querrás cortejar a Mr. y Ms. Fairchild, unos apuestos, y sobre todo ricos jóvenes de la zona, y si no consigues que entren en la familia, al menos que vayan a tus fiestas para rascar algo de gloria y fama. Comenzarás la partida como la familia Botín, con una mansión muy pequeña, un servicio doméstico exiguo y unos familiares que apenas te ayudarán con sus contactos en la alta sociedad y sus buenos desembolsos de dinero.

Así que en cada turno, montarás saraos para mejorar tu reputación, tener acceso a invitados más ilustres y reformar tu mansión para impresionar a los Fairchild y que se vengan contigo. Estas fiestas e invitados requerirán ciertos trabajadores (mayordomo, ama de llaves…) y que tengas una cierta reputación, y a su vez te aportarán reputación, dinero o acceso a nuevos invitados, pasando a tu descarte una vez que ya han acudido a tus eventos. Así mismo, los empleados que uses pasarán a la zona de descanso, de ahí a sus habitaciones y de nuevo a la zona del servicio disponible, haciendo que puedan trabajar como mucho uno de cada tres turnos, en un claro perjuicio de la hostelería. Como favor, que tendrás que usar muy ocasionalmente, podrás no realizar ninguna actividad, con lo que todos tus empleados y los invitados pasados estarán disponibles, llevándote 200£ en concepto de alquiler. Una vez montada la fiesta, podrás gastar el dinero en hacer una reforma de la mansión para adquirir loseta con localizaciones como una pista de tenis, comedor, biblioteca… que usar posteriormente para realizar tus actividades sociales.

Los trabajadores tienen descansos, convirtiendo a estos pijos en mejores personas que los actuales.

Realmente el funcionamiento es sencillo, aunque en la primera partida es normal no calcular bien la rotación de los trabajadores o el flujo necesario de invitados, y pasar el turno puede reiniciar el ciclo de recursos (invitados, dinero, reputación y trabajadores), aunque puede que no te reenganches a la partida en términos de puntuación. Este juego sí tiene un buen punto de azar en el tipo de requisitos que querrán los Fairchild esa season, las localizaciones disponibles en el mercado, las cartas de invitados o las cartas de objetivo, aunque aportan a la tematización, algo que es compensado por la tematización… si te resulta interesante el tema, porque si no lees las cartas de los invitados y no te metes en el papel, las mecánicas desde luego no te van a sumir en la aristocracia inglesa. Esta tematización resulta un poco más interesante cuando ves que hay invitados que te aportan dinero a costa de bajarte la reputación (generalmente son ricos estadounidenses), otros que chismorrean, o que te aportan contactos pero te cuestan dinero porque están tan pelados como tú y van a beberse hasta el agua de tus floreros.

En este juego no tendrás una increíble sensación de desarrollo, pues generalmente irás apurado de recursos y queriendo ahorrar al máximo, pero, si lo juegas tomando un té y estirando el meñique, habrás ganado aunque tu familia siga en la ruina y repudiada por el resto de la clase alta británica.

  • Amor que es lo que tú sientes: ☆☆☆☆☆
  • Esfuerzo para postergar una referencia a la canción de Aventura: ★★★★★

Tags: #boardgames #eurogame #obsession

La construcción del Muro de Adriano frenó la invasión de los pictos, y con ello, el uso de sofrito con tomate en la cocina británica. Con este terrible planteamiento, que nos hará considerar jugar a perder para cambiar la historia y evitar el Brexit, nos situaremos en este juego en la piel de unos contratistas del Trump de turno.

En el desarrollo de este juego nos encontraremos con dos folios con múltiples casillas a rellenar, así que resulta una perfecta distracción para quienes estén preparando un examen tipo test. Al comienzo de cada turno recibiremos dos cartas y usaremos los objetivos de final de partida de una de ellas y recibiremos los recursos de la otra. Con estos recursos (y algún recurso que recibimos en cada ronda) iremos tachando casillas, construyendo el Muro de Adriano, recibiendo nuevos recursos, consiguiendo combos, tachando más casillas… hasta que nos quedamos sin recursos. En ese momento, se revelan varias cartas de invasión según la ronda y tendrás que haber construido tantas partes del muro en las distintas secciones (izquierda, derecha y centro) como cartas de invasión con esa orientación mostradas, si no quieres recibir penalizaciones. Al final, se suman puntos según las casillas tachadas en múltiples recorridos, consiguiendo ser el mejor constructor de muros del imperio romano, una cosa que está ampliamente documentada que lo medían en puntos.

La declaración de Hacienda romana del siglo II, ¿a quién no le va a gustar?

Quienes comparan este juego con la declaración de Hacienda deben ser expertos contables, además de sentir una gratificación extraña al marcar la casilla de la Iglesia. Como se puede apreciar, la tematización es escasa: he hablado de recursos, pero son piedras, soldados, constructores, civiles o * esclavos *, renombrados como trabajadores para no pensar «Cambio un ladrillo por un civil, llevo al civil al teatro y gano un esclavo». Una vez que juegas un par de partidas seguro que llegarás a la puntuación marcada como “Eres la hostia en vinagre” en el manual, al menos en el nivel fácil, así que, a pesar de tener múltiples caminos para conseguir desarrollarte, no veo mucho aliciente para seguir explorando diferentes caminos y jugando con gente, pues no aporta nada más que alguien con quien comparar tu puntuación. Sin embargo, el juego viene con una campaña con diferentes escenarios que te motiva a cambiar de estrategia, que aunque no la he probado (por no estar en BGA), es lo único que me llevaría a seguir jugando a este pasatiempos de gestión, pese a que es entretenido de por sí.

  • Interacción entre jugadores: ☆☆☆☆☆
  • Remordimiento al caer en que estás construyendo un muro para la potencia invasora: ★★★★★

Tags: #boardgames #flipnwrite #eurogame #hadrianswall

¡Oh, Escocia! Cuna del whisky, el golf y Adam Smith. Prados verdes como los billetes que ansiarás amasar. Bueno, aquí el dinero está aún en monedas, pero ya tú sabes.

Al tartán y al whisky, whisky

Este es un juego estratégico en el que buscarás cumplir distintos objetivos mediante la colocación de infraestructuras y comercio de bienes. Tremenda pereza, pensarás. ¿Y si te digo que eres un clan escocés que tendrás vaquitas y podrás hacer una fábrica de quesos para manipular el mercado mediante la venta y compra de whisky que cambiarás por tabaco? Pues no parece que sea un juego con el visto bueno del ministerio de Garzón.

Destilada (jeje) la esencia del juego, volvamos a la superficie. En concreto, a la superficie sobre la que jugaremos: un mapa hexagonado con lagos, ríos y montañas, donde cada hexágono tiene un coste asociado a su colocación. En tu turno podrás o colocar una infraestructura (trabajadores, ganado o fábricas), intercambiar bienes por dinero, afectando al precio que encontrarán dichos bienes los demás jugadores, mejorar las capacidades de tu clan o reclamar o cumplir contratos. Todo esto cuesta dinero, que es el combustible que hace que el juego se mueva. Mientras tengas dinero, podrás seguir haciendo cosas. Cuando quieras, podrás parar para prepararte para la siguiente ronda, recibiendo una recompensa económica y escogiendo orden de turno.

Una vez que todos los jugadores han finalizado sus turnos, se realiza la fase de producción. Las ovejas producen lana, leche las vacas y trigo los campos, pudiendo transformar la leche en queso y el trigo en pan o whisky si tenemos las fábricas necesarias, y nuestros trabajadores nos aportan su plusvalía. Después, se consiguen puntos en función de ciertas condiciones. Tras cuatro rondas, se puntúa adicionalmente el función del número de asentamientos que tenemos, el número de contratos cumplidos y las mercancías conseguidas con los contratos.

¡Rápido, pedid un deseo, un juego estratégico en el que las acciones tienen bastante lógica! Una lógica capitalista, pero coherente. Además, siempre puedes centrarte en hacer queserías y vender lana, sin sacrificar a tus animales para cumplir contratos. De esta manera seguramente no ganes, pero sí te quedarás con una cierta sensación de desarrollo, y siempre pensarás que con un turno más o unas cuantas monedas ya podrías haber montado un emporio comercial en las Tierras Altas de Escocia.

  • Sensación de estar en Escocia: ★☆☆☆☆
  • Sensación de ser un antepasado de McDonald: ★★★★★

Tags: #boardgames #clansofcaledonia #eurogame