Dracula vs Van Helsing

En la serie de reseñas de juegos de enfrentamiento para dos jugadores que atienden a la expresión regular “Dr.* vs .*” comenzada por Drones VS Goélands, hoy toca enfrentar a vampiros contra, como cabe esperar, cazadores de vampiros. En otro momento tocará enfrentar a cazadores de vampiros con evasores de impuestos, pero hoy no es ese día.

En este juego de cartas se sitúa un mapa con cinco barrios, cuatro fichas de ciudadanos en cada barrio, y un barquito que representa la ronda actual, pudiendo llegar hasta la quinta ronda. También se incluyen cuatro fichas de los cuatro colores existentes de cartas, que se colocan indicando un orden de prioridad, además de un palo dominante. Posteriormente, se reparten 5 cartas a cada jugador, que no podrán recolocar en su mano, pues cada carta se corresponde con la carta que jugarán en cada barrio. En su turno, cada jugador cogerá una carta del mazo y podrá, o bien descartarla, o intercambiarla por una carta de su mano, que será descartada, y aplicará el efecto de la carta descartada que variará según su número. Los efectos incluyen mostrar una carta tuya o de tu rival, cambiar el color dominante, intercambiar dos cartas de posición o intercambiar una carta con una de tu oponente, finalizar la ronda o jugar otro turno. Una vez que hay al menos seis cartas en el descarte, puedes plantarte, en cuyo caso tu rival dispondrá de un turno adicional y finalizará la ronda. Las cartas se irán comparando barrio por barrio. El orden de prioridad es: carta del palo dominante, y carta más alta. En caso de que las dos cartas sean del palo dominante, gana la más alta, y en caso de ser del mismo número, gana el color que está más arriba en el orden de prioridad. Si gana Van Helsing, quita una ficha de vida a Drácula, y si gana Drácula convierte a un ciudadano de ese barrio en vampiro. Así pues, se juegan las rondas hasta que, o Van Helsing mata a Drácula, o Drácula convierte a todos los habitantes de un barrio en vampiros o resiste con vida al final de la quinta ronda.

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Hay bastante tensión porque aunque el funcionamiento sea simétrico, no lo son los objetivos, y aunque no tengas a priori mucho control sobre en qué zona quieres ganar, finalmente Drácula será más ofensivo en algunas zonas mientras juegue a la defensiva en general para no perder puntos de vida, mientras que Van Helsing hará lo contrario. Por lo general diría que aunque Drácula pueda ganar de dos maneras, un buen turno de Van Helsing deja a Drácula tiritando y difícilmente se pueda recuperar, mientras que al contrario “únicamente” consigues un vampiro en cada barrio, sin acelerar el fin de la partida por KO. Aún así, es un juego rápido así que esta asimetría se puede remediar jugando con cada bando una vez.

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