Lobo ético

El inicio del año fue un periodo bastante ocupado para mí, lo que se refleja en el poco tiempo que tuve para leer. En enero tuve que preparar y entregar algunos documentos para una oferta de trabajo. Con todo, pude terminar de leer algunos libros interesantes.

Bolívar por Gabriela Mistral

Un libro de la colección Vientos del pueblo del FCE escrito por la famosa poeta Gabriela Mistral.

A pesar de mi gusto por la historia tengo una gran laguna en lo que se refiere a las independencias de las colonias españolas en sudamérica. Desde este punto de vista pensé que el libro podría servir como introducción al la vida del libertador de América del sur. Sin embargo, el libro es sólo una estampa, una descripción detallada del carácter de Simón Bolívar.

La ambición de Bolívar después de nacer en la familia donde nació, de recibir el legado casi bautismal del canónigo Aristiguieta y de vivir en cortes europeas que llegaron a parecerle domésticas, debía volver la cara inteligente hacia lo único que le faltaba, que era la gloria.

En las descripciones se nota la buena pluma de Mistral, pero para alguien, como yo que desconoce las hazañas de Bolívar (fuera de las más generales) el texto me pareció un tanto abstracto y no siento que haya aprendido nada nuevo del personaje.

Seguramente las personas con más familiaridad con Bolívar disfrutaran más del texto.

Fall of Hyperion por Dan Simmons

La segunda parte del libro de ciencia ficción Hyperion que leí el año pasado. Este libro concluye la trama de los peregrinos que visitan las misteriosas tumbas del tiempo del planeta Hyperion para recibir una oportunidad de que se cumplan sus deseos.

Lo que en la primera parte eran historias personales de siete peregrinos aquí convergen en una gran trama donde se juega el destino del universo. Por esto, el autor necesita balancear las historias personales de los personajes, con los que el lector ha creado un vínculo, con la trama principal. Siento que este balance no se logra del todo bien: hay partes del libro donde la trama avanza de manera estrepitosa y otras donde parece estar detenida, algunos personajes desaparecen por cientos de páginas sólo para reaparecer en la conclusión, escenas innecesarias o irrelevantes que ocupan un espacio considerable y después partes muy importantes que son resueltas en unos cuantos párrafos.

El libro hace un trabajo razonable en terminar la historia presentada en Hyperion, sin embargo a mí parecer el resultado no es tan bueno como la primera parte. Con todo, creo que el final al que lleva el libro el autor es satisfactorio y recomiendo el libro a los que las haya gustado el primero. O a los que busquen una serie de libros de ciencia ficción accesible (la serie tiene dos libros más pero éstos inician una nueva linea narrativa en el mismo mundo).

El desfile del amor por Sergio Pitol

Antes de leer El desfile del amor, sólo había leído algunos cuentos de Sergio Pitol. Me gusta el estilo universal pero al mismo tiempo mexicano que se puede ver en los cuentos del autor que había leído (por ejemplo Mefisto-Waltzer o Ícaro)

Este estilo se puede ver también en El desfile del amor. El historiador Miguel del Solar regresa a México en el año 1973, y por una casualidad se entera que unos asesinatos ocurridos al terminar una fiesta en el edificio donde vivía en 1942 pueden tener relación con un ajuste de cuentas entre agentes del gobierno Nazi. Miguel del Solar se interesa en el tema, tanto por la cuestión personal como por la histórica, e inicia una investigación del suceso que comienza por hablar con la gente que asistió a la fiesta. La ciudad de México de 1942 era un escenario donde se encuentra todo tipo de personajes, incluyendo los hijos de la revolución y los refugiados de otros países en plena guerra mundial.

Los personajes entrevistados por Miguel del Solar se construyen casi únicamente por sus diálogos y lo que dicen otros personajes de ellos. Por ejemplo, de su tía Eduviges, de una de las familias perdedoras de la revolución, dice del Solar

En el fondo, no han acabado de aceptar no digamos ya la Reforma sino ni siquiera la Independencia.

El pintor Escobedo al ser cuestionado sobre el año 1942 dice

¿Me dice que le interesa 1942? Si no me equivoco fue el año de los perros aullándole a la luna, de Tamayo, ¿no es verdad? Cuando el pintor quiere plegarse a la realidad la convierte en un enigma.

O Balmorán, un académico venido a menos, al referir los hechos del día de la fiesta dice

Al final, cuando estábamos en la calle, se produjo la balacera en la que murió un extranjero, y donde el hijo de Delfina y el suscrito que canta y baila hasta el himno nacional a estas alturas resultamos heridos.

De la misma forma los eventos de la noche del 14 de Noviembre de 1942 se revelan gradualmente, aunque de manera contradictoria y confusa, con los relatos de cada personaje.

Del Solar, que en el momento de los hechos era un niño y no tuvo ninguna participación en los hechos intenta reconstruir los sucesos pero se encuentra con que cada uno de los involucrados recuerda los eventos a su manera, lo que lleva a contradicciones, caminos sin salida e historias irrelevantes a la trama principal. Lo que en otro tipo de historia tal vez sería algo malo aquí se convierte en un punto central de la historia: las dificultades de la comunicación hablada y lo poco confiable que puede ser la memoria.

Sin duda uno de los mejores libros que leí en el año. Hay un punto donde nos podemos identificar fácilmente los que vivimos en esta época y es que una de las motivaciones para de Solar para investigar los eventos del 42 es que no siente que haya vivido algo relevante para la historia durante su vida.

Comentando este punto con mi amigo G. me recordó de la pandemia, pero por alguna razón se siente diferente, tal vez por que no ha terminado.

Maus 1 por Art Spiegelman

No suelo leer novela gráfica, pero por varias recomendaciones me animé a leer Maus de A. Spiegelman. Es la historia del padre del autor que fue un sobreviviente del holocausto. El nombre del libro se debe a que los judíos son representados por ratones (Maus, que mi amigo austríaco me dejo claro que significa ratón y no rata) y los nazis por gatos.

El estilo visual elegido por el dibujante permite mostrar escenas que de otra forma serían muy perturbadoras sin restarle seriedad. La historia es contada de una manera muy personal y honesta. La primera parte de la historia cuenta la degradación de la sociedad en Polonia y como gradualmente los horrores del Nazismo penetraban en la vida de los personajes, sus intentos por sobrevivir en los guetos y después en los campos de concentración.

Recomiendo la lectura. Aunque debo admitir que no he leído la segunda parte todavía. Pronto lo haré.

Ya no quedan muchos días de este año...

Fue un año lleno de proyectos inconclusos y de mucha preparación para cosas que al final no llevaron a nada. Tal vez se puede decir lo mismo de todos los años.

Para recordar las cosas que sí sucedieron, en los siguientes días subiré las reseñas de los libros que leí durante el año.

(en la plaza de san Jacinto)

G. Oye, pero somos matemáticos.

C. Pues sí. Pero sobre todo somos humanos. Imagínate que te encuentras a Euclides caminando por la merced. No va a estar midiendo los ángulos de los pechos de las señoritas. Estará buscando a la que le parezca más simpática o, en todo caso, la ruta más corta a la salida, dependiendo de su nivel de libido. En la calle no sería tan diferente a ese señor que sale de la pulquería.

G. Eso te lo puedo creer de Euclides pero no, por ejemplo, de Arquímedes.

C. Bueno, esas ya son palabras mayores. Ese sí estaba bien orate, como dijera el clásico.

Por recomendación del Señor G. decidí leer una novela de Rubem Fonseca. Sin ninguna motivación en particular, empecé con Bufo & Spallanzani.

En cierta escena, el texto dice

Su confesión fue espontánea, y eso es muy raro. El abogado me lanzó una mirada significativa, como diciendo: en la policía, la confesión sólo vale cuando se obtiene mediante tortura.

Se debe reconocer que ese tipo de pulsiones no son exclusivas de los cuerpos del orden. También los matemáticos actuamos de manera similar. La verdad no se acepta hasta que pasa por la tortura de la demostración. Tortura que, dicho sea de paso, muchas veces la recibe el mismo que la administra.

No profundizaré más en esta idea.

Cuando estaba dormitando llegó a mí la frase

Para predecir el futuro hay que intentar, al menos, pensar en el futuro.

No voy a sugerir que es particularmente afortunada u original, pero creo que es cierta. Por lo menos ahora no suelo ver más allá del futuro más inmediato (en el mejor de los casos).

Cuando era niño a veces me pedía mi madre que llevará su ropa (sus sacos) a la tintorería al centro comercial “gigi” (pronunciado “yiyi”) que estaba a unas cuadras de la casa. La tintorería estaba al lado de un local que parecía que estaba maldito, pues nunca vi que nunca negocio durara más de un año ahí. En el segundo piso estaba un veterinario. Alguna vez en el local mencionado se puso una restaurante de carnitas, que no estaba nada mal, pero creo que el sonido de los perros llorando arriba no le hacía ningún favor.

Cuando iba a dejar la ropa siempre me llamaba la atención algunas cosas. La primera el olor, una mezcla de vapor y detergente, que salía de una coladera que estaba a un lado del local. La segunda era la forma en que el dueño del local, un señor simpático, o su hija, siempre malhumorada, contaban las prendas, les ponían alguna críptica etiqueta y las hacían a un lado. Me sorprende a la fecha que mantuvieran siempre el estricto orden.

La última era un misterioso letrero

La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas, la gente mediocre habla de gente.

acompañado de algunas figuras (que ahora no recuerdo) en estilo del clásico “Hoy no fío mañana sí” de las tiendas de abarrotes. Me sigo preguntando a la fecha cómo decidieron poner el letrero ahí y cuales eran otros letreros alternativos que consideraron. La solución más sencilla hubiera sido preguntar, pero ya es tarde. Años después, cuando iba frecuentemente a las librerías de viejo, me enteré que ese tipo de letreros se pueden conseguir fácilmente en el centro.

Resto del año

Para no dejar las cosas a medias y aprovechando que tengo una tarde más o menos libre (y un presentimiento de que voy a estar bastante ocupado las siguientes semanas), en esta entrada completo las reseñas de los libros que leí el año pasado.

Allegro por Ariel Dorfmann

Fue hace casi cuarenta años que el gran Bach vio por última vez la luz, vio esa última luz y la perdió, lo cegaron dos veces en dos operaciones, y entonces, y entonces...

Una novela sobre las misteriosas circunstancias de la muerte de Sebastian Bach, y su relación con el misterioso Chevalier Taylor, doctor de los ojos.

La acción se desarrolla años después de los hechos, en el enfrentamiento entre los hijos de cada uno, Johann Christian Bach y Jack Taylor. Jack Taylor siente que su padre ha sido acusado injustamente y busca a Johann Christian para tratar de aclarar la situación. Mozart, primero como un niño y después como un joven adulto, sirve como puente para mediar entre los dos personajes.

Este niño no es únicamente un genio de la música, sino que también es un genio de la diplomacia.

Primero, Mozart no es más que un espectador, pero conforme se desentraña el misterio, se involucra de manera más personal en la situación hasta llegar al clímax de la novela.

Un interesante novela de misterio muy bien escrita. Algunos de los temas tratados eran cercanos a mi experiencia, por lo que la lectura tuvo un efecto profundo en mí en el momento que la leí. Muy recomendable.

Howard Fast en México y dos cuentos por Howard Fast con un prólogo de Paco Ignacio Taibo II

Una colección de textos de Howard Fast que incluye los cuentos “Cristo en Cuernavaca”, “La hormiga gigante” y “El espía policial”, y otros textos.

Se incluye también el texto “Fast en México”, tal vez el más interesante de la compilación, donde narra la experiencia que tuvo durante la etapa más dura del Macartismo en los EEUU y que lo lleva a exiliarse en México por una temporada. Concluye con la noticia de la aprobación ley de control comunista de 1954, una terrible ley que a pesar de que no se ha invocado, sigue vigente en 2021. Complementa la experiencia mexicana de Fast el cuento “Cristo en Cuernavaca”, una mezcla entre cuento y crónica que retrata la pobreza los habitantes de la zona.

Los otros dos cuentos, “La hormiga gigante” y “El espía policial” son agradables e interesantes sin parecerme sobresalientes. De alguna forma me invitan a buscar las obras grandes de Howard Fast.

Hyperion por Dan Simmons

Otro libro de ciencia ficción. Este me fue recomendado por un viejo amigo. Es el primero de una serie de cuatro libros.

“Hyperion” es la historia de 7 peregrinos en el siglo XXIX que viajan al planeta Hyperion, un planeta fuera de la “Hegemonía del hombre”, el gobierno central de la humanidad. Ahí, se dice, se encontrarán una criatura que le concederá un deseo a uno de ellos.

El libro está armado como una historia enmarcada, donde para conocerse mejor, cada uno de los peregrinos cuenta su historia a los demás. Hay una buena variedad de géneros en las historias, novela de aventuras, policiaco, novela de guerra, drama familiar, historias de amor, entre otros.

Destaca la manera del autor de introducir al lector en el universo que construye. Cada historia introduce algún elemento de manera tangencial, que luego será desarrollado en las subsecuentes historias. Al llegar a las últimas ya se tiene una idea muy buena de como funciona el universo y se evita someter al lector a largas secciones introductorias. Se logra también tener un buen desarrollo de cada uno de los personajes.

La historias me gustaron en diferentes grados, aunque todas están muy bien escritas. Sospecho que el hecho de que haya mucha variedad en géneros y estructura hace que naturalmente algunas personas prefieran unas a otras.

Al final del texto, los peregrinos llegan a “Las tumbas del tiempo”, donde encontrarán su destino, y entonces se termina el texto. La conclusión de la historia se da en el siguiente volumen.

Muy recomendado para quien guste de textos de ciencia ficción o busque uno para empezar. Aunque vale la pena mencionar que el tipo de ciencia ficción de Simmons no está muy enfocado al aspecto técnico sino a la narrativa. Los que busquen explicaciones detalladas de como funcionan los propulsores de las naves o las armas, no las encontrarán aquí. Como decía otro amigo, es una novela de fantasía ambientada en el futuro.

Sviyazhsk – Hombres y Máquinas por Larisa Reisner

Dos crónicas de Larisa Reisner. La primera cuenta la historia de un momento fundamental de la revolución rusa, la defensa de Sviyazhsk. Narra con gran detalle la moral que tenían los hombres y la participación de Trotsky en el evento.

La segunda crónica, llamada aquí “Hombres y máquinas” (y que abarca la mayor parte del libro) es sobre la minería de platino y los cambios sociales que vinieron con la industrialización de la minera y la posterior revolución.

En las dos narraciones Reisner se enfoca en los personajes comunes y la vida diaria, algo que había visto poco en los relatos de este periodo. Sin embargo debo decir que el estilo de Reisner (o tal vez la traducción) me resultaban algo pesadas, aunque lo interesante de los sucesos narrados me hizo leerlo hasta el final.

La primera calle de la soledad por Gerardo Horacio Porcayo

El segundo libro de Porcayo que leí este año. Se dice que es el libro que inicia el cyberpunk en México. No tengo mucha experiencia con el género (u honestamente con la ciencia ficción en general) pero algunas de las cosas que aparecen, como que los personajes entren al mundo de la computadora para hackear (situación que también aparece en “Hyperion”, por cierto) me parecen a estas alturas bastante trillados.

La otra parte de la historia es un libro de acción más o menos común, y no terminó de gustarme. Siento que la estructura que tiene, donde cada cierto número de capítulos hay una traición y el protagonista debe escapar e inicar de nuevo resulta un tanto previsible y cansado.

Lo mejor es, sin duda, la construcción y ambientación que hace. El cristorrecepcionismo es una idea interesante y escuchar nombres más familiares es refrescante, después de la visión puramente anglosajona de Hyperion.

No se si lo recomendaría, el rato que pase leyéndolo fue agradable pero no pasó de eso. Tal vez para fanáticos del género.

La noche caníbal por Luis Jorge Boone

Quizá no, y ambas maldigan mi recuerdo: el asesino que les arrebató mi presencia, un ser sin alma que no supo oponerse a su sed de muerte. El verdugo que siente tal compulsión por matar que termina decapitándose.

Un libro de cuentos de misterio y horror. Algunos de ellos, en especial “El invierno en Devonshire” recuerdan a los cuentos de Borges.

Mis favoritos “Siempre habrá alguien detrás de ti” y “Laberintos circulares”, aunque todos están técnicamente muy pulidos y se disfrutan bastante.

La noche del Caimán por Diego Ameixeiras

La última lectura que hice en el año y también la última reseña que escribo del 2020.

Lo fundamental para un escritor era aceptar la soledad, en su expresión más extrema, como una herramienta indispensable para acometer su trabajo.

Una novela negra sobre escritores de novelas negras. Sobre el oficio mismo de la escritura. Los personajes son memorables, Vicente, Selma, Ricardo y Florence. Destaca sin duda Selma, un personaje que va en ascenso y parece tener el control de todas las situaciones.

Que unos días tu cerebro caiga derrotado y otros te haga pensar que eres omnipotente.

A pesar de que no soy escritor, en mi trabajo tengo que escribir bastante. Me sorprendía al ver en algunas lineas lo que había visto y experimentado en mi pobre trabajo de escritura (aunque es técnico y no literario).

Algo estaba naciendo en ella. Era una llamada a la acción que nunca había reconocido.

Tal vez todos tengamos nuestra oportunidad.

Con tinta sangre por Juan Sasturain

Una de las mejores lecturas del año sin duda. Una historia corta del género negro que no puedo más que decir que es excelente. Bien cuidada y llena de detalles, que esconde los secretos a la vista y al final todo encaja perfectamente.

Este año trataré de leer una de las novelas de Sasturain.

Apuntes para mis hijos por Benito Juárez

La segunda ( o tal vez tercera) lectura que hago de este texto. No hay mucho que decir que no sea haya dicho antes y mejor. Un texto fundamental para conocer a Benito Juárez. Es una lástima que termina apenas empieza la parte más interesante de su carrera política.

La madre del metro por Oscar de la Borbolla

Tres cuentos de Oscar de la Borbolla. Había leído de él “Las vocales malditas”, que me parece un ejemplo notable del uso del lenguaje.

Los tres cuentos incluidos en la colección valen la pena. Pero me gustaría decir un par de palabras sobre “La infancia interminable”. Es la historia de un niño que se queda atrapado en un año escolar y ve a sus amigos seguir mientras él no avanza. Es un cuento que trata al mismo tiempo varios miedos, el de quedarse atrás (muchas veces he soñado, algunas recientes que repruebo el examen final de una materia y no puedo graduarme) pero también el de no querer crecer, el de querer quedarnos en la seguridad de lo ya conocido.

Chaco por Liliana Colanzi

Un cuento bastante complejo con toques sobrenaturales (o de doble personalidad) de un joven que mata a su abuelo y decide salir de la casa.

Me gustó pero como dije arriba, es un cuento enredado, me gustaría volver a leerlo.

Ruido gris por Pepe Rojo

Algo que parece pasarle a los relatos de ciencia ficción es que envejecen muy rápido. Ideas que parecían muy avanzadas son rebasadas por la realidad y resultan anticuadas. Esto le pasa en diferente medida a los otros libros que leí de ciencia ficción este año (incluidos “La primera calle de la soledad” y “Hyperion”).

Ruido gris es diferente, pareciera estar vigente más ahora que cuando se escribió. Un reportero se hace un implante para ser una especie de cámara humana y vende sus reportajes en vivo a cadenas televisivas. Más morbo y violencia significa más dinero. ¿En que punto uno deja de ser espectador y se vuelve participe?

Excelente cuento y muy recomendable.

Primavera magisterial por Luis Hernández N.

Una crónica de la resistencia de los maestros y su lucha por la democratización de su gremio que desemboca en la creación de la CNTE. Una lucha que por cierto, continua hasta la fecha.

Este es un episodio bastante complicado de entender, especialmente para los de mi generación a la que se bombardeo con propaganda contra los maestros. Recomiendo ampliamente esta crónica a los interesados en el tema. Destaca también por la calidad de su escritura.

Los mártires de Tacubaya por Juan A. Mateos

Un texto conmovedor sobre el terrible episodio de la matanza de Tacubaya por las tropas conservadoras durante la guerra de Reforma. La narración se complementa con excelentes grabados de Eko.

El autor hace hincapié en lo ruin que fue el episodio. Ni los peores tiranos se atrevieron a matar a médicos. Viendo las noticias del mundo, es triste que situaciones como esta o peores siguen sucediendo en muchos lugares, especialmente en la ocupación de territorios palestinos por Israel.

La trampa por Roguelio Guedea

El vale no se da un tiro en la pata nomás porque Dios es muy grade.

Una historia del campo, de crímenes y de como se imparte justicia. Roguelio Guedea recoge muy bien el habla del campo y entrega un cuento que me recuerda a “La muerte tiene permiso” en ciertos momentos.

Muy recomendable. Pronto empezaré “El crimen de los Tepames” del mismo autor.

La batalla de Zacatecas por Alberto Calzadías Barrera

La pluma de Edgar Poe no hubiera podido describir ese cuadro horrendo que crispaba los nervios y nublaba la vista.

Una crónica de la batalla de Zacatecas, una de las grandes victorias de la División del Norte de Pancho Villa y uno de los golpes fatales al traidor Huerta.

Muy detallada, puede ser de interés para los que buscan conocer un poco más del episodio o que estén interesados en la figura de Pancho Villa.

Vidas criminales por Juan Madrid

Un relato de dos mujeres, Rufina y Dolorcitas, que salen de la cárcel y usan su libertad para divertirse, sin mucho preocuparse por la moral o la ley. Al mismo tiempo, un detective las sigue y al final logra encontrarlas y vemos que el detective tal vez no sea tan diferente a ellas.

Un texto divertido y crudo. Muy bueno para pasar la tarde un día que se antoje una novela negra pero no se tenga el tiempo para algo más largo.

Gustavo A. Madero por Ignacio Solares

Un texto corto sobre Gustavo A. Madero, el que acompaña a su hermano Francisco hasta el final. Se narra la relación de los dos hermanos, los sacrificios que hizo Gustavo para apoyar el proyecto de su hermano. Los diálogos (casi de tragedia griega) que tuvieron cuando el final se acercaba.

Es un libro para recuperar la figura de Gustavo del olvido en el que siempre está, por eso el autor también usa una parte del tiempo en desmentir una serie de calumnias que se hacen sobre él.

Debo decir que me sorprendió la gracia de la pluma de Ignacio Solares. Sin duda buscaré otros textos de él en el futuro.

Un cuento de navidad por Emilio Carballido

En un centro comercial en la época navideña un santa clos trabaja tomándose fotos con los niños. Representa la imagen que se tiene normalmente de la figura navideña. De repente llega otro santa clos y quiere trabajar en el mismo lugar. El segundo es lo contrario, es altanero, medio vulgar y desaliñado. Como era de esperarse, la cosa termina en golpes.

Una obra de teatro amena, que se lee como cuento, y que demuestra que una buena historia de navidad no tiene que tener un mensaje.

Chaplin por Carlos Mariategui

Una interesante reseña de la importancia de Chaplin y las razones de su éxito mundial, escrita en el tiempo que sus películas todavía se estrenaban. Hace unos años vi varias películas de Chaplin por lo que podía entender las referencias, pero tal vez alguien que no tenga familiaridad podría sentirse perdido. ¿Tal vez este libro sirva como invitación para que algunas personas busquen las obra de Chaplin?

Un gran acierto de la edición de “Vientos de pueblo” del FCE de este texto fue la reseña biográfica del autor en forma de historieta. Ojalá se repita para otros libros de esta serie.

Agosto y Septiembre

Aunque no recuerdo ningún suceso notable en estos meses, me imagino que estaba ocupado porque dediqué poco tiempo a la lectura.

La alegría por Luiz Ruffato

Una novela corta de realismo mágico, una especie de homenaje al Pedro Páramo de Juan Rulfo. La historia tiene personajes siniestros, paisajes rurales medio oníricos y una narrativa cíclica. Y sin embargo, recuerdo más el lugar y las circunstancias donde leí el libro que su contenido.

Aunque no hay ningún problema particular, me cuesta trabajo recomendarlo.

La muerte tiene permiso por Edmundo Valadés

La asamblea da permiso a los de San Juan de las Manzanas para lo que solicitan.

Uno de mis cuentos favoritos, lo he leído ya varías veces y lo recomiendo mucho. Una bella y divertida estampa de lo terrible que puede ser la situación del país.

El complot contra los Escipiones por Valerio Massimo Manfredi

La narración de un evento histórico fundamental en la historia del imperio Romano. La lectura es amena y bastante informativa. Siento que de haber tenido referentes más cercanos, por ejemplo de conocer la via Appia personalmente, hubiera disfruta más la lectura.

El intérprete griego por Arthur Conan Doyle

Una narración de Sherlock Holmes donde nos encontramos con su hermano mayor, más sagaz que el mismo Sherlock. Era uno de los cuentos de Holmes que no había leído y es tan entretenido como los demás. Buena lectura para pasar una tarde.

Rikki-tikki-tavi por Rudyard Kipling

La historia de una mangosta y su lucha por defender a la familia que la acogió de una pareja de cobras. La leí si mal no recuerdo en un par de viajes en el tren y la pasé muy bien.

G: Ya ves lo que decía el húngaro ese: “Un matemático es una máquina que transforma el café en teoremas”

C: No seas mamón. Ya no estamos en la universidad. El señor habrá sido un gran matemático (y eso ni quien lo dude) pero no era bueno para las frases. Si fuera nada más demostrar cualquier cosa y llamarlo teorema ya sería yo más prolífico que Euler y la verdad es que no soy más que un perro mojado.

G: ¿Estás borracho otra vez?

C: No. Nada más ando de malas. Llevo todo el día cambiando índices , subíndices y superíndices. Ya parezco de geometría diferencial. La verdad es que estaría mejor si estuviera borracho.

G: ¡Eso que ni que! Pero invitas, no seas gandalla.

Julio 2020

En Julio terminé sólo un libro. Por suerte fue uno muy bueno y que recomiendo ampliamente.

Los muros de agua por José Revueltas

Un grupo de comunistas son llevados a la prisión de las islas Marías en calidad de presos políticos. La historia se relata en una serie de viñetas, que describen la realidad de los políticos, o de los otros colonos de las islas Marías. Un buen número de personajes memorables, como El chato, El miles, Soledad o los guardias, frecuentemente toman la posición principal en la narración.

No era posible comprender que un corazón como el suyo fuese capaz de abrigar un gran dolor; se pensaba un poco en una cosa inanimada y como animal a la que podía golpearse y ofenderse sin consecuencias, sin un gemido. Por eso su llanto era indebido, chocante y daba cólera oírla, la misma rabia que da un remordimiento.

En el libro, Revueltas trata el tema la degeneración, el paso que lleva a alguien a cometer un crimen. Los políticos, que son sometidos de los castigos más duros, no son la excepción y las duras condiciones terminan afectándolos a ellos también.

“¿Y quién está a salvo de cometer un crimen?”, pensaba. Un crimen es algo muy sencillo. Todos los hombres se encuentran al borde del asesinato.

El libro, a pesar de parecer una visita al infierno, también presenta una salida, una posibilidad de optimismo hasta en las condiciones más difíciles. Destacan también los personajes femeninos, en especial Rosario.

No me gustaría terminar sin mencionar las reflexiones que hace Revueltas ocasionalmente relacionadas con las matemáticas (presentes también en algunos de sus cuentos). Me parecen bastante ingeniosas y originales.

Porque ahí Santos, como el resto de los colonos, no pasaba de ser un conjunto de números, y un número, siempre, esconde toda la suma que puede imaginarse de ocultación, de desconocimiento, de más allá.