Leviatar

El otro día os comentaba que había soñado con lo que mi loca cabeza había nombrado como “ente de poder”. He decidido contarlo, aunque sé que tiene muchos errores de razonamiento y me vino en un sueño. Al final, estamos aquí para hacer lo que nos apetezca ¿Verdad? A mi siempre me apetece soltar turras.

Para poder hablar del “ente de poder”, primero debemos definir el poder. En esta definición, el poder es la capacidad de influencia. En general, no a las personas.

No me baso en las teorías de poder de Foucault, ni en las de hegemonía de Gramsci, ni nada de eso. Es una definición simple y burda del poder. Capacidad de influencia.

Un ente de poder es cualquier entidad de una o más personas y que es susceptible de obtener poder.

Bien, con esta pequeñísima introducción, empezamos.

Un ente de poder intentará siempre obtener más poder o al menos mantener el que tiene. Hará lo que sea para conseguirlo. Obviamente, cuanto más importante sea ese poder, el ente de poder estará dispuesto a más acciones para conseguir crecer.

Consideramos “crecer” cuando un ente de poder obtiene más poder que el otro ente de poder contra el que ha competido.

Porque, como supondrás, si un ente crece sobre otro y gana poder, otro (u otros) ente de poder perderá dicho poder.

En contra de lo que afirma Foucault, el poder no solamente se ejerce, también se tiene. Eso tiene implicaciones como que el ente de poder que ha triunfado muchas veces será visto como un gran ente de poder por otros entes de poder y sus relaciones cambiarán aunque no hayan competido entre si.

Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor.

Una empresa cualquiera de un sector cualquiera será considerada un ente de poder. Su competencia en el sector se considerará a si mismo otro ente de poder. Quitarle a un buen comercial a la competencia, bajar precios para vender más que la competencia, innovar más, aliarse con una tercera empresa para crecer o cualquier otra acción para crecer más que la competencia será considerado un intento de triunfo sobre la competencia.

A los intentos de triunfo son una forma de “relación de poder”. Una relación de poder es la relación que se ejerce entre dos entes de poder. Puede ser colaborar para enfrentarse a otro ente de poder o enfrentarse directa o indirectamente.

Llamaremos cambio en la relación de poder a cuando un ente de poder cambia algo para conseguir una victoria sobre otro ente de poder. Un cambio en una relación de poder es un ejercicio de poder sobre alguien y con él suceden dos cosas. La primera e inmediata, la reacción del otro ente de poder.

Volviendo al ejemplo de la empresa. Si una empresa intenta ganar cuota de mercado a costa de otras (bajando precios, por ejemplo), las otras empresas reaccionarán bajando precios, con una campaña de fidelización o de alguna otra forma.

La otra cosa que sucederá es que la relación entre ambos entes de poder cambiará. Tanto porque entren en una espiral de bajadas de precios en la que ambas empresas pierdan dinero, o porque una de las empresas gane suficiente cuota como para que se considere que es una empresa “más importante” que la competencia, etc.

Una acción genera una reacción, también en las relaciones de poder y esa reacción hace que no se pueda volver al estado anterior. Aunque un ente de poder no crezca a costa de otro, la relación de poder cambia.

Dentro de un ente de poder puede haber otros entes de poder. Volviendo al ejemplo de la empresa, el presidente es un ente de poder, la junta de accionistas, otro ente de poder. Pero el comité de empresa, los sindicatos, las secciones, los jefes de sección y hasta el último trabajador es un ente de poder. Sí, cada persona es un ente de poder. Y siempre, siempre se producen triunfos y relaciones de poder entre los distintos entes de poder.

Al trabajar más con la esperanza de ascender y que no asciendan al compañero. Cuando el sindicato plantea un paro o huelga. Cuando la junta de accionistas plantea ciertos despidos, etc.

Si un ente de poder crece lo suficiente, los entes de poder con los que antes se relacionaba dejan de ser importantes y se acerca a otros entes de poder que considera de su nivel.

Volviendo al ejemplo de la empresa, si una empresa que factura un millón al año lucha por cuota de mercado con otras empresas que facturen algo cercano pero consigue llevarse mucha cuota de mercado, irá creciendo, facturando cada vez más. Esto le permitirá invertir más y “diferenciarse” de la competencia, haciendo que crezca más y más. Llegará un momento en el que no competirá con esas empresas. Una empresa que factura 1000 millones al año no se preocupa por la empresa de su sector que factura un millón.

Entonces, el lector se preguntará ¿Por qué lo llamas “ente de poder” cuando hablas básicamente de lucha entre empresas y lucha de clases? Porque este tipo de relaciones de poder se reproduce en todos lados. Se reproduce en las familias. Se reproduce entre países. Se produce entre el gobierno de un país y sus ciudadanos. Se produce entre la policía y los manifestantes. Es una forma general de relacionarnos.

El lector me dirá entonces que no es cierto, que una familia es otro tipo de construcción social. O que las relaciones entre países son diplomáticas y que nada tienen que ver con las empresas. Pensémoslo un momento.

Hablemos de familia, del formato más habitual de familia. Dos progenitores y uno o más hijos. Cuando el hijo es pequeño no tiene ninguna libertad, se hace todo lo que dicen sus padres. Luego aprende a pedir, empieza a liberarse, empieza a exigir ciertas comidas, cierta ropa, ciertos juguetes… Cada exigencia, cada cesión, cada intransigencia cambia la relación de poder en la familia.

Hablemos de países. Un país como India no tiene ningún conflicto con un país como, digamos, Andorra. No tienen conflictos de poder, el poder de uno es mucho mayor que el del otro, etc. Pero India sí puede tener conflictos con Brasil aunque este esté muy lejos. Pueden competir porque una empresa construya sus fábricas en uno u otro país, o por exportar ciertos bienes, o por el precio de importación de otros. Si, por ejemplo, Brasil empieza a ganar poder, conseguirá tener más influencia sobre India que al revés. Un ejemplo muy claro de esto es el cambio de relación entre UK y USA. Primero USA fue colonia de UK, después fueron enemigos y luego aliados. Cuanto más poder ha ido ganando USA, la relación con UK ha ido cambiando y ahora UK es muy dependiente de USA, pero no al revés. Podemos decir que USA ha triunfado muchas veces sobre UK y que ahora no se relacionan entre iguales.

Esta teoría enraíza muy bien con los diálogos de Hegel. Dos entes de poder luchan, ambos están dispuestos a quitarle la vida al otro. Uno triunfa y el otro se convierte en su sirviente. Pero el triunfador se sienta a no hacer nada, lo que lo convierte en un inútil que depende del sirviente. El sirviente en cambio, hace todo el trabajo y se desarrolla a partir de la necesidad del triunfador.

Vemos este ejemplo en la deslocalización empresarial. Una serie de empresas, para triunfar sobre la competencia, han decidido abaratar la producción enviándolo a países lejanos. De esta forma han perdido el control sobre su propio producto, pero también han triunfado, han crecido y han cambiado las relaciones de poder con el resto de entes de poder de alrededor.

Por supuesto, también es totalmente compatible con la lucha de clases del Marxismo. De hecho, la revolución rusa y la victoria Bolchevique es un cambio en las relaciones de poder con el Soviet Supremo como máxima expresión de ente de poder.

Volviendo a los cambios en las relaciones de poder, cuando un ente de poder crece lo suficiente su percepción de la realidad cambia porque cambia su punto de vista. Sus opiniones, sus socios, sus enemigos, todo cambia. Esto sucede porque todo ente de poder cree que merece crecer, ninguno cree que merece perder y con ello decrecer. De esta forma, cuando una serie de entes de poder pequeños se juntan para poder equilibrar la balanza, los grandes entes de poder están dispuestos a cualquier cosa por mantener el estatus.

Cuanto mayor sea el ente de poder, más alejado estará de la realidad y estará más dispuesto a pelear por mantener su estatus actual, porque cuanto mayor es, más tiene que perder. Además de eso, más herramientas tendrá a su disposición para conseguir mantener o mejorar su estatus.

Pensemos un momento en las repercusiones de esto.

Un gran ente de poder estará alejado de la realidad y tendrá grandes recursos para conseguir sus propósitos.

Estos entes de poder necesitan otros entes de poder dentro de sí que estén dispuestos a lo que sea para sus propósitos. Por eso las juntas de accionistas, los grandes bufetes de abogados y las direcciones de grandes medios de comunicación tienen un porcentaje tan alto de psicópatas en sus filas.

Los grandes entes de poder comprará lo que sea necesario para mantener o mejorar su estatus. Desde medios de comunicación a empresas más pequeñas que están creciendo y pueden terminar siendo un problema, pasando por terroristas o incluso gobiernos.

Cuanto más haga un ente de poder para mantener o mejorar su estatus, más normalizará lo hecho y estará dispuesto a más. Esto que parece tan obvio, tiene unas implicaciones terribles.

Empresas dispuestas a lo que sea para conseguir sus propósitos. Dispuestas a lo que sea para mejorar beneficios, aunque se juegue con la salud (véase el caso de los mórficos para el dolor en USA), gastar millones en ajustar la obsolescencia programada. Países cada vez más ineficientes porque a ciertas empresas les interesa que haya políticos que prioricen lo privado. Pobreza general a costa de todo y de todos. Porque como he dicho, los grandes entes de poder están totalmente alejados de la realidad y solo buscan sus propósitos, importando cada vez menos los medios.

Y por eso, simplemente por eso, todas las civilizaciones de la historia han tenido un auge y caída posterior. Porque la decadencia es inevitable cuando un ente de poder está dispuesto a todo para triunfar.

¿Y qué es lo que hace que la caída sea lenta? El contrato social. El contrato social es un ente de poder que hace que el resto de entes de poder tengan que luchar también contra él. Si se rompe el contrato social, muchos entes de poder reaccionarán. Sea por convicción o por interés.

Pero el contrato social se va alterando, va perdiendo fuerza y termina por un gran cambio radical en las relaciones de poder. Una revolución. Todas las revoluciones han sido por cambio en los entes de poder (un ejemplo fácil: aristocracia contra burguesía en la revolución francesa).

¿El problema? Que ciertos entes de poder tienen armas suficientemente potentes como para terminar con toda la humanidad. El siguiente cambio radical en las relaciones de poder puede ser el último.

Cuanto mayores son los grandes entes de poder, más capacidad e interés tendrán de alterar el contrato social. Un gran ente de poder como Blackstone ha sido capaz de romper el mercado de vivienda en muchos países. Con ello ha obtenido dinero y poder. Ha crecido aún más.

Algunas personas que lean esto pensarán en el dinero y en como encaja en esta teoría. El dinero es la principal herramienta para conseguir poder.

Un ente de poder usará su dinero para invertirlo en bienes y servicios que le permitan triunfar sobre otros entes de poder y conseguir más poder. Esta inversión puede ser directa, con el ejemplo de comprar máquinas más eficientes y rápidas, indirecta, por ejemplo publicidad, etc. Por supuesto, como se ha expuesto antes, se puede usar ese dinero de formas inmorales y/o ilegales.

Con esto llegamos a la percepción de poder. Un ente de poder no solo quiere tener poder, quiere mostrar que lo tiene. Por una razón tan sencilla como que las relaciones de poder se establecen de una forma u otra dependiendo del poder de cada ente. Si se muestra el poder que se tiene, otros entes de poder establecerán unas relaciones de poder distintas.

Pero esto trae consigo los intentos de aparentar que se tiene más poder del que se tiene. Un ente de poder que intenta triunfar querrá que otros entes de poder que son sus referentes le respeten e incluso que lleguen a acuerdos con él. Por eso montará una empresa de aspecto más moderno, sus representantes mostrarán la mejor imagen posible… Incluso en el ámbito personal, un ente de poder querrá demostrar que su casa es mayor que otras, su coche mayor o más potente, su ropa de más calidad. Pero que se vea.

¿Y donde quedan esas personas que no ansían poder? De un modo u otro, todos nos vemos afectados por entes de poder. Aunque en tu trabajo no quieras ascender, habrá otros que sí y te considerarán un ente de poder sobre el que triunfar. O un directivo querrá bajarte el sueldo para obtener más dinero y de esta forma invertir para conseguir triunfar.

Quiero comentar sobre las alianzas de poder. Las alianzas de poder se producen cuando dos o más entes de poder tienen intereses comunes y se alían para crecer a costa de otros entes de poder. Es una estrategia habitual para crecer. Como ejemplo, Santander, Caixabank y HSBC son accionistas de ElPais. Se alían para tener controlado uno de los principales medios de comunicación de España. Esto sucede de igual modo con otros grandes medios.

Lo que nos lleva al concepto de alienación, el distanciamiento entre la realidad y la percepción de ella. Si los grandes entes de poder invierten en manipular a los medios de comunicación es para conseguir que el ente de poder “opinión pública” no conozca la realidad. Eso trae, por un lado, la alienación de los pequeños entes de poder, manipulados por los medios de comunicación. Pero por otro lado y como hemos explicado, los grandes entes de poder ya están alejados de la realidad y el hecho de que la opinión pública acepte la manipulación como realidad, reafirma a los grandes entes de poder. Es decir, se creen sus propias mentiras porque les interesa.

Todo ello va calando en el contrato social y lo va cambiando. Hace que lo que se daba por sabido ahora sea dudoso. Y estas dudas son oportunidades de ciertos entes de poder para crecer, sea de forma honesta o no. Con el ejemplo del auge de los antivacunas, los terraplanistas, etc. Los grandes medios manipulan la prensa, generan dudas, hay una parte de la gente que duda y de esas dudas aparecen nuevos entes de poder dispuestos a ofrecer soluciones fáciles pero que “la prensa te quiere ocultar”.

Fin.

Madre mía, en menudo embolado me voy a meter. De esta me hacéis unfollow hasta los otakus japos.

Voy a intentar responder a una pregunta muy sencilla ¿Qué es el #capitalismo? Por supuesto, hablaremos de historia, de feudalismo, de mercantilismo, liberalismo clásico, de Adam Smith, de Marx, de Lenin, de las teorías modernas, de neoliberalismo, de implicaciones sociológicas de la estructura capitalista, de implicaciones socioeconómicas de la misma… Bueno, no, igual de todo no. Ya iré viendo según cuanto me apetezca meterme.

¿Vamos con un #Levithreads que puede hacer saltar muchas cabecitas?

Empecemos por lo obvio, la Wikipedia. Definición del capitalismo: «El capitalismo es un sistema social y económico derivado del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, que se encuentra mayormente constituido por las relaciones empresariales vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios, así como de relaciones laborales, tanto autónomas como asalariadas subordinadas »

Qué bonico todo ¿Verdad? Vale pero ¿Qué significa esta mandanga?

Lo más importante es que hablamos de sistemas de organización social y económico. Es decir, como nos relacionamos en sociedad y como usamos la economía para ello.

¿Que como? Mediante el uso de la propiedad privada y el capital como herramienta de producción. Es decir, que las empresas privadas usan su dinero y bienes para producir y ganar más dinero, realimentando la máquina.

Y ya. Eso es el capitalismo. Pero esto tiene un montonazo de implicaciones, claro.

Pero empecemos por la historia. ¿Qué había antes del capitalismo? Tengo dos respuestas, tócate los cojones.

  1. La obvia: el feudalismo
  2. La menos obvia: el mercantilismo

¿Que por qué? Porque el mercantilismo es una etapa temprana del capitalismo. En mi opinión, no es capitalismo per se, por lo que el capitalismo empieza realmente en el S.XVIII-XIX. Oficialmente, el capitalismo empieza en el S.XVI.

Resumen rápido del feudalismo: Sistema socioeconómico (sí, como el capitalismo) que se basa en la descentralización del poder político y con tres grandes grupos sociales: nobleza, clero y campesinado.

Dentro de la nobleza y el clero hay una clara estructura jerárquica en el que el que más poder tiene, menos lo ejerce de modo local. Un ejemplo: el rey es el más poderoso, pero el que cobra los impuestos es el señor feudal más cercano.

En el caso de España (por acotar), el señor feudal más cercano puede ser señor (que indica que posee una tierra) o un barón. Estos a su vez rinden cuentas al vizconde (sustituto del conde) o al conde, que suele ser el dueño de la provincia.

Los marqueses son, originalmente, los condes que tienen tierras junto a las fronteras.

Por último están los duques, los nobles más poderosos.

Es decir, no hay una monarquía absoluta. El rey manda relativamente poco.

En el clero, parecido. Cada terruño tiene un obispo que es muy poderoso, pero que rinde cuentas al arzobispo, al cardenal, etc.

Por último están los campesinos. El campesino no es dueño de tierras, el señor feudal le cede las tierras de labranza y le cobra una parte.

En el feudalismo, el capital es muy importante, pero las relaciones de poder de los feudos (los terruños) lo son aún más. De ahí el nombre.

Bien, pasemos al mercantilismo.

Ubiquémonos en el S.XVI, en Europa, claro. ¿Que por qué? Porque en la mayoría de África estaríamos en la edad de piedra, en Asia seguimos en pleno feudalismo, en América, o bien edad de piedra, o son territorios conquistados por Europa… Creo que ya comenté algo cuando hablé de la peste negra y tal.

Si no sabéis de qué hablo, os dejo enlace al hilo: https://mastodon.social/@Leviatar/107796533095618235

¿Qué ha pasado últimamente? Que España empieza a conquistar América, a traerse grandes riquezas que, ojo, pertenecen al rey. El rey gana dinero, gana poder y se pone a pensar en tener mayor control sobre los feudos que ahora controlan los nobles.

El rey español se pone a comprar cositas por Europa, incluso territorios. Esto hace ricos a otros reyes europeos. ¿Y qué ocurre? Que las reglas del juego van cambiando. Reyes cada vez más poderosos, más ricos, que pueden prescindir cada vez más de la nobleza. La nobleza se empieza a convertir en cortejo real.

Hay un ejemplo muy bonito, que es la mudanza al palacio de Versalles. Miles de nobles de toda clase eran invitados a Versalles ¿A qué? A muchas cosas. Porque el rey confiaba en ti y te quería cerca, o porque el rey no confiaba en ti, por lo que te quería cerca también. O lejos de tus territorios y tus soldados, por ejemplo. Se sabe que en Versalles llegaron a vivir 20000 personas, incluyendo el servicio, claro.

Os cuento una anécdota chorra de Versalles y sigo. Versalles estaba mal diseñado. Mejor dicho, no se pensó para albergar a tanta gente. Como ningún noble salía de Versalles a menos que fuera obligatorio (orden del rey, algún problema crítico en tu territorio, una guerra…), no había habitaciones para todos. Los duques de turno tendrían habitación propia, compitiendo con otros por tener la mejor, la más cercana al rey y esas cosas. Pero otros muchos dormían en el suelo, en sillones y tal.

Pero eso no era lo peor. Faltaban baños. Había muy pocos, por lo que muchos nobles cagaban y meaban tras las cortinas, en escaleras de servicio, escondidos de la vista de otros muchos nobles. Nadie decía nada, porque no había que levantar la voz ni criticar de frente. Todo el mundo lo hacía y aquello olía fatal todo el rato.

Volviendo al tema original, como véis, el mercantilismo es una evolución “lógica” del feudalismo. Pero, como supondréis, todo cambio tiene consecuencias. Veamos cuales.

Hemos dicho que tenemos un estado absolutista, el rey les ha quitado el poder a los aristócratas. Hasta ahora el poder del rey no llegaba hasta el campesino, ahora sí. ¿Y qué hace cualquier megalómano cuando adquiere mucho poder? Intentar controlarlo todo.

El estado (en esta época se empieza a hablar de estados) interviene directamente en la economía. Regula la moneda, se unifican mercados, se intenta producir todo internamente, se quitan aranceles internos (los famosos diezmos), se imponen aranceles a productos extranjeros…

Tenemos casa de la moneda (normalmente en la capital), tenemos intentos de mejorar exportación mientras evitamos en lo posible la importación, tenemos empresa privada que no pertenece a la nobleza (aparece la burguesía)… Y tenemos las primeras naciones.

Y aquí tengo que parar un segundo, porque hasta ahora he hablado del campesinado. Pero estamos en el S.XVI y ya empezamos a tener ciudades más grandes. Ciudades con calles llenas de gremios. Bordadores, cuchilleros, latoneros… Muchas ciudades de España tienen una «parte vieja» o «casco histórico» con estos nombres de calles. Estamos en la época en la que este tipo de oficios empezaron a ser más importantes.

Eso tiene, como siempre, implicaciones. En el feudalismo no era necesario trabajar tantas horas, con que hubiera un pequeño excedente de ciertos artículos era suficiente. Ahora no, hace falta exportar para ganar dinero. Vendemos espadas toledanas, abrigos de lana de oveja merina, etc. a toda Europa. Cuanto más se fabrique, mejor, más dinero para el rey. Y en el campo igual, que la población crece y necesitamos mucha comida para abastecer las guerras del rey.

¿Qué significa eso? Que las vidas del campesinado, del plebeyo, del oficial, empeoran. Trabajan más horas por el mismo dinero. Pero claro, si trabajas más, ganas más, que esto es empresa privada y se trabaja a destajo.

Entramos por fin en una de las primeras contradicciones capitalistas. Se produce más para ganar más dinero (tanto empresario como trabajador), pero fabricar más hace que haya excedente de este producto y los precios bajen.

Para solucionar esta contradicción hay dos opciones: si el empresario quiere seguir ganando mucho dinero no puede fabricar menos, porque la competencia ganará ese dinero. La única solución es disminuir el coste. Es decir, que el trabajador gane menos, que trabaje más horas, con equipo más barato, etc.

Ahora llegamos al S.XVII. De hecho, vayamos directamente a finales del S.XVII. Os he hablado varias veces de la Royal Society, del principio de la ciencia y tal.

Tenemos un montón de nuevas herramientas para las cosas más increíbles. Se necesita mucha gente construyendo porque no paran de inventar cosas aprovechando los nuevos conocimientos científicos. La bomba de vacío, el piano, los pararayos, la máquina para sembrar, el termómetro de mercurio, el motor de vapor… ¡Oh, el motor de vapor!

Sí señores, entramos en plena revolución industrial. De repente, somos capaces de mover cosas calentando agua. Podemos sacar agua de minas que se suponían agotadas, moler harina, etc.

Cada invento de estos necesita un montón de gente trabajando, por lo que empiezan a subirse los sueldos de las ciudades. La plebe abandona el campo en busca de un futuro mejor. Una vida que el propio mercantilismo les está fastidiando. Pero en la ciudad es duro vivir. Se trabajan muchas horas, cuantas más mejor. Y, como es algo temporal hasta que ganemos dinero, mejor vivamos realquilados en una habitación. Oh, esto se alarga, empecemos a tener hijos, que podrán trabajar con ocho años y traer dinero a casa. Más hijos, que trabajen más para que podamos ganar más dinero.

Oh, cuanta más gente hay en la ciudad, menos gana cada obrero porque el director de la fábrica tiene gente de sobrar para contratar.

Y con esto llegamos a finales del S.XVIII, Adam Smith, el liberalismo, el inicio de lo que hoy conocemos como capitalismo y un montón de cosas más que seguiré contando otro día. Me voy a mi casa.

Besitos. ¿Donde estábamos? Ah, sí, finales del S.XVIII. Hablemos del Laissez Faire.

Copio y pego de la wikipedia: «Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même», en español: «Dejen hacer y dejen pasar, el mundo va solo». Esta frase es atribuída a los fisiócratas, una teoría económica muy en auge en la época pero que fue rápidamente sustituída por el liberalismo.

Estamos a finales del mercantilismo. Las viejas estructuras aristocráticas y la monarquía absoluta suponen un gran lastre para el auge de la economía. ¿Solución? Liberalizar. Dejar que la economía sea libre y no se le pongan impedimentos.

Esto, que hoy en día a muchos nos suena a trabajo esclavo, tuvo en aquel momento muchas ventajas y fue algo realmente innovador. Se promovió el libre mercado, sin intervención del estado (os recuerdo que en el mercantilismo el estado lo quiere controlar todo y cobrar impuestos por todo), libre manufactura (se termina eso de la «calle cuchilleros» que comentábamos el otro día), impuestos casi nulos, etc.

¿Resultado? La economía empieza a crecer muchísimo. Las empresas crecen muchísimo. Las ciudades crecen muchísimo.

¿Otras consecuencias? Las jornadas laborales crecen muchísimo, los sueldos bajan muchísimo, los accidentes laborales crecen muchísimo.

Y aquí aparece Adam Smith. Catedrático de lógica y de filosofía moral por la universidad de Glasgow. Un hombre hecho a sí mismo (su padre era oficial de aduanas, con el dinero justo para que su único hijo pudiera estudiar) y muy estudioso. De verdad, no como los que vienen después, que «heredó un banco enano, no me jodas».

Adam Smith se codea con la gran burguesía de Glasgow y con aristócratas venidos a menos (para entender esto habría que explicar lo que le pasó a la aristocracia escocesa tras el acta de unión de 1707 y la posterior revolución industrial inglesa, que fue pionera en el mundo). Pero no es ni muy rico ni de alta cuna, por lo que debe demostrar que «merece estar ahí» ¿Como lo demuestra? Siendo el más estudioso, siendo el más inteligente y culto.

Esto último es opinión propia, que conste.

Una vez que consigue la cátedra, escribe el primer estudio económico y sistemático del capitalismo. Sí, utiliza algo así como el método científico para escribir «la riqueza de las naciones».

Lo primero (y en mi opinión, más interesante) que hace Adam Smith en «La riqueza de las naciones» es explicar «qué es la riqueza» desde un punto de vista filosófico. Tengamos en cuenta que la llamada «ciencia económica» no existe y que Adam Smith es catedrático en filosofía.

No os aburriré con todo lo que se cuenta en «La riqueza de las naciones». Si a alguien le interesa que se lo lea, que sorprenderá a más de uno. Sí os diré que Karl Marx no reniega de Adam Smith, para nada. De hecho, se apoya en algunas cosas de Adam Smith.

Os dejo un par de apuntes de Adam Smith: «Por lo general, el trabajador de la manufactura añade, al valor de los materiales sobre los que trabaja, el de su propio mantenimiento y el beneficio de su patrono». Según Adam Smith, el patrón no produce valor, lo produce el obrero.

«Los salarios corrientes del trabajo dependen del contrato establecido entre dos partes cuyos intereses no son, en modo alguno, idénticos. Los trabajadores desean obtener lo máximo posible, los patronos dar lo mínimo. Los primeros se unen para elevarlos, los segundos para rebajarlos.» Estamos hablando de lucha de clases, sí.

Pero hay que tener en cuenta que Adam Smith no puede enfadar a sus amigos burgueses, a los dueños de las fábricas y demás. Siempre he pensado que por eso no dice lo que piensa abiertamente, sino que le da una forma para que la burguesía (siendo además los potenciales compradores de su libro) lo considere correcto.

Una cosa en la que Adam Smith es muy rompedor es en proponer educación pública para la clase trabajadora. Según él, si no se desarrolla la inteligencia y la imaginación del individuo, este perderá la habilidad de ejercer sus habilidades y terminará alienado. No, el término “alienado” no es originariamente marxista. Viene de Rousseau y su contrato social.

Pero la parte más influyente de «la riqueza de las naciones» de Adam Smith, por lo que hoy en día es famoso, es la «mano invisible». Adam Smith critica al mercantilismo como teoría económica.

Os dejo la única referencia a la «mano invisible» de Adam Smith. [mano invisible]

Lo que quiere decir es que lo que decían en el Laissez Faire era correcto. Que el humano es bueno por naturaleza y que sus interacciones naturales y no limitadas (vía impuestos o leyes) llevan a ayudar a los demás aunque no se obtenga beneficio de ello. Aplicada esta teoría, la mayor libertad individual hace que todo el mundo se ayude más entre sí y que todo funcione mejor.

Como véis, la mano invisible también ha perdido su sentido original.

También quiero comentar que a Adam Smith le preocupa la acumulación de riqueza en pocas manos. Pero este sentimiento va cambiando con el tiempo y termina explicando que es algo positivo para la economía.

Las ideas de Adam Smith triunfan, los impuestos empiezan a bajar, la economía crece a pasos agigantados, las empresas crecen, se compran unas a otras… ¿Por el liberalismo? Es posible, tened en cuenta que la alternativa es el mercantilismo y pedir permiso para cualquier cosa. También es verdad, que no se nos olvide, que estamos en plena revolución industrial. Donde antes trabajaban 100 personas con picos y palas, ahora trabaja una máquina y es mucho más eficaz. Donde antes se transportaba en carros de caballos, ahora en tren.

Qué duda cabe que eso hace que la economía crezca muchísimo. Que los costes disminuyan una barbaridad.

¿Y el obrero? Con hambre, trabajando a cambio de un techo, comida y ropa. Familias enteras hacinadas en una habitación, procreando cuanto más mejor para que los niños empiecen a trabajar en cuanto se pueda. Lo que haga falta para vivir mejor.

Durante todo el S.XVIII hay intentos de levantamiento, pero a finales de dicho siglo empieza la verdadera revolución. De hecho, 1789, París…

Ya hablé del tema en distintos hilos.

El hilo de Francia: https://mastodon.social/@Leviatar/106170142651545348

El hilo de Lavoisier: https://mastodon.social/@Leviatar/108431450425169580

El juego de pelota: https://mastodon.social/@Leviatar/104166864129684190

La revolución francesa hace que empiece el fin del feudalismo en casi toda Europa. Sí, he dicho que el mercantilismo empezó en el S.XVII, pero no toda Europa iba al mismo ritmo. Os recuerdo que en España estamos entre Carlos III y Carlos IV. Reyes absolutistas más cercanos al feudalismo que al capitalismo. Unos carcas de cuidado, vaya.

Y qué decir de Rusia, que tiene a Catalina la Grande conquistando crimea, parte de Polonia, etc. Absolutamente feudal.

Sigamos, que me desvío. La aristocracia pierde poder, la burguesía asciende y algunos burgueses tienen tanto poder como para intervenir en el estado. Por primera vez cambian las tornas. No es el estado el que interviene en la empresa, sino al revés.

Por fin aparece lo que posteriormente es considerado como “clase capitalista”. La gran burguesía. ¿Y qué hace? Lo que antes hizo el rey absolutista, intentar controlarlo todo. Compra competencia, paga sobornos a la policía/políticos, compra prensa… Todo para maximizar beneficios y no tener problemas.

Pero en un mundo tan cambiante como la revolución industrial, es difícil controlarlo todo. Hay imprentas clandestinas que imprimen periódicos clandestinos. Hay imprentas que pertenecen al capital que imprimen panfletos clandestinos por las noches. Hay policías que cobran del capitalista de turno y luego avisan a los sindicalistas. Es todo un descontrol.

Sí, el sindicalismo (ilegal, por supuesto) surge en el S.XIX. ¿Y qué más ocurre en el S.XIX? La segunda revolución industrial. Tenemos electricidad, sabemos quemar petroleo, tenemos radio, telégrafo, transportamos gas para luego quemarlo… Y venga nuevas empresas, nuevos trabajadores y más necesidad de mano de obra.

Una cosa muy curiosa que trae la segunda revolución industrial es que se abarata aún más el transporte. De hecho, el transporte transatlántico empieza a ser real gracias a los nuevos motores. También tenemos trenes de larga distancia.

Os dejo el hilo del transiberiano, uno de los primeros que escribí, aunque realmente tiene poco que ver: https://mastodon.social/@Leviatar/101069126738475052

Como véis, mucha más riqueza, mejores infraestructuras, etc. Todo para mejorar el flujo del capital. La ciudad se adapta al capital, haciendo calles más anchas que permitan meter vehículos hasta las fábricas. Vías de tren hasta el centro de la ciudad. Se construye hacia arriba para que más personas quepan en menos espacio.

¿Todo son ventajas? No, por supuesto, pero hay un interés económico en ello y por eso se hace. Es el orden natural lo que lo impulsa. Del feudalismo al mercantilismo hay una evolución natural, del mercantilismo al capitalismo decimonónico hay una evolución natural. Lo natural es que el rico y poderoso quiera seguir siendo más rico y poderoso. Por eso invierte.

Puede ser directamente porque el capitalista dueño de una empresa de construcción gana dinero cuando se construyen casas y se venden.

Puede ser indirectamente. El gran capitalista paga dinero de su bolsillo para que las vías del tren lleguen hasta la puerta de su fábrica. Eso le ahorra costes a largo plazo.

El ejército (no he comentado que Adam Smith era partidario de que el ejército fuera de titularidad pública, el muy pícaro) no duda en atacar los barrios obreros cuando estos montan una huelga demasiado potente. ¿Que por qué? Porque los capitalistas pagan mucho dinero a los dirigentes. Haya democracia o no.

Ah, sí, la democracia. La democracia moderna se empieza a generalizar a partir de la revolución francesa (no en todas partes ni al mismo tiempo). Mucha gente considera que la democracia se la debemos al capitalismo, pero no es así. Son dos movimientos contemporaneos y relacionados, pero no dependen el uno del otro.

La democracia se crea porque los aristócratas quieren mantener su poder, pero los burgueses son cada vez más poderosos y quieren su parte representativa. Una vez estalla la revolución francesa, los obreros también piden su cuota de poder y la burguesía no puede impedirlo porque no tienen suficiente fuerza.

En el S.XIX se crean los primeros partidos políticos “modernos” en UK.

Al principio la aristocracia se presenta por lo que ahora llamaríamos “partidos de derechas” mientras la burguesía se presenta por los “partidos de izquierda”. Pero la cosa va cambiando. Al final todo depende de cuanto poder tengas. Si tienes mucho poder y quieres conservarlo, te vuelves conservador. Si tienes poco poder y quieres tenerlo, te vuelves progresista.

Pero para que haya capitalismo no hace falta que haya democracia. De hecho, cuando la burguesía ya ha alcanzado el poder, se empeña mucho en conseguir acabar con la democracia. La clase capitalista es el principal apoyo a los reyes europeos. A los grandes capitalistas les interesa que haya un rey que tenga mucha capacidad de mando, pero que tenga poco capital. De esta forma, dicho rey tendrá que ordenar lo que quieran dichos capitalistas.

Y con esto lo dejo por hoy. Mañana hablamos de críticas al capitalismo y, si me da tiempo, Marx, Lenin, etc. Espero poder terminar con el liberalismo moderno y una explicación más o menos completa de qué significa capitalismo hoy en día. Besos.

Os dais cuenta de que estoy comentando todo el rato que las ciudades crecen, las fábricas son cada vez más grandes, cada vez más gente, etc. Pero eso merece una serie de consideraciones.

La primera, el campo. El agricultor trabaja cada vez más porque el terrateniente vende más para alimentar a más obreros que están en la ciudad. Este terrateniente es habitualmente un aristócrata que no se metió a tiempo en la industria y ahora ve que su influencia ha caído muchísimo. Como supondréis, el hecho de que haya pocos agricultores y mucho que cultivar no es su problema. El agricultor trabaja de sol a sol, de lunes a domingo, los 365 días del año por una miseria. El agricultor manda a sus hijos a la ciudad porque allí hay oportunidades de progresar.

Es decir, eso de “La España vaciada” empezó en esta época. Es una consecuencia directa del capitalismo.

Por otro lado, estamos en el paraíso liberal. Nuevas formas de trabajar deberían requerir nueva legislación, pero en muchos casos no es así. Todo ese rollo de seguridad laboral no existe. Manos amputadas por máquinas, espaldas con lesiones crónicas por levantar demasiado peso, esquirlas de metal en el ojo… Todo ese tipo de cosas están a la orden del día. Y si no trabajas no cobras, que no existen las bajas laborales, la prestación por desempleo ni nada de eso.

Si hay suerte tienes un jefe con algo de humanidad y te ayuda, pero si el dueño de tu empresa no piensa en los trabajadores (que eran la mayoría), te toca vivir de la beneficencia, de pedir en la calle o lo que sea.

Por supuesto, la ecología no existe. Miles de empresas quemando carbón y petroleo como si fuera gratis. Supongo que todos sabréis que la famosa niebla de Londres era por la contaminación y las chimeneas. ¿Amianto? Sin problema. ¿Mercurio? Lo que quieras.

Eso provoca un montón de enfermedades a los trabajadores, claro.

Todo esto supone un combustible preparado para un incendio. Pero para que haya incendio necesitamos combustible, comburente y chispa. El combustible es el estado de la clase obrera, el comburente es la lucha obrera que está funcionando. ¿Y la chispa? Diréis. La chispa se llama «El manifiesto comunista».

Este es el principio del manifiesto: «Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han unido en una Santa Alianza para acorralar a ese fantasma: el Papa y el Zar, Metternich y Guizot, los radicales de Francia y los polizontes de Alemania. ¿Qué oposición no ha sido acusada de comunismo por sus adversarios en el Poder?»

Marx y Engels escriben un texto que pretende ser una arenga a los obreros. Lo que no saben es que se va a convertir en algo histórico. Un manifiesto que cambia el mundo.

Los partidos comunistas, espartaquistas, socialistas y demás empiezan a crecer. La mayoría ilegales, pero da igual. La policía los reprime, pero da igual. La policía encarcela a los cabecillas de cualquier revuelta, pero da igual. La policía asesina a cualquiera que asome la cabeza para exigir derechos, pero da igual.

El final del S.XIX y el principio del S.XX es una época de organización sindical, de lucha obrera como no ha habido otra. El manifiesto comunista es ilegal en todos lados, es ilegal publicarlo, es ilegal imprimirlo, es ilegal llevarlo encima. Da igual, en cualquier manifestación aparecen varios tomos del manifiesto comunista.

Pero este hilo no es para hablar del manifiesto comunista. Simplemente lo comento para que tengamos claro que desde que existe el capitalismo “moderno” (digamos posterior a Adam Smith) existe la lucha de clases y existen las revueltas para acabar con el capitalismo. El Manifiesto Comunista es una obra que unifica la lucha obrera en Europa y que se exporta rápidamente al resto del mundo.

Aún así, hemos llegado a Marx y Engels. Del primero sí que voy a hablar, porque escribe El Capital. Dicha obra entra a fondo en el funcionamiento del capitalismo, lo entiende y busca sus debilidades. Explica los puntos débiles del capitalismo, como y por qué vienen las crisis. Y acierta. Acierta mucho más que cualquier obra escrita por capitalistas.

Para el marxismo el capitalismo no es más que un modo de producción. Una forma, que no la única, de que la sociedad provea de los bienes y servicios necesarios.

El marxismo explica las razones por las que siempre se tiende al monopolio y por qué es malo para la sociedad. Explica las famosas crisis cíclicas. Explica los problemas de la hiperespecialización del obrero. Explica… Explica miles de cosas.

En el primer tomo, Marx explica que el uso que se hace de las mercancias obliga a que haya una moneda y que dicha moneda tiene que jugar un papel muy específico.

Os dejo parte del prólogo, copiado de la Wikipedia: «Y la finalidad última de esta obra es, en efecto, descubrir la ley económica que preside el movimiento de la sociedad moderna»

Una de las partes que más conocemos de El Capital es el concepto de plusvalía como generador de relaciones entre empresario y obrero.

No me voy a explayar, es una obra que requiere mucho conocimiento de conceptos y de historia para poder ser leído en condiciones. Pero que sepáis que El Capital es la mayor obra anticapitalista de la historia.

Y con esto llegamos a la primera guerra mundial, a la revolución de Octubre y la implantación del primer país socialista de la historia. Rusia.

He decidido no hablar de Lenin, porque me estoy alargando en exceso. Pero sí os digo que el simple hecho de que existiera la URSS y otros países no capitalistas es razón suficiente como para entender que “capitalismo o la nada” es mentira. Sé que este toot puede provocar flames y mierdas. Os pido amablemente que me saquéis de la conversación y os metáis los flames por… Sigamos.

Sigamos, felices años veinte, todo va bien (los cojones) y de repente, el crack del 29. Por supuesto, todo predicho por Marx. E incluso, si se lee lo suficiente por Adam Smith. Oh, sí, Adam Smith conocía muchos de los problemas del capitalismo y del liberalismo. Escribió algo al respecto, pero sus seguidores decidieron que esa no era una parte importante de su teoría económica. Qué le vamos a hacer.

Hago un inciso antes de seguir. Según muchos filósofos modernos, Adam Smith estaba mucho más cerca del marxismo que de lo que posteriormente hemos conocido como liberalismo. Sus propios discípulos prostituyeron las ideas de Smith para centrarse cada vez más en la libertad económica, dejando todas las libertades individuales y de crecimiento personal. A lo mejor he comentado esto mismo antes, ya no me acuerdo.

Después de la gran crisis de los años treinta muchas empresas cierran, dejando a miles de trabajadores en la calle. Esta crisis es especialmente fuerte en USA, donde la industrialización empieza tarde pero se crece más rápido que en otros lugares. Además, en USA se une el Dust Bowl, una serie de sequías muy severas seguidas de grandes tormentas de polvo, lo que provoca una hambruna que puede causar hasta 5 millones de muertos.

Esto no afecta al capitalismo, solo a la gente. El capitalismo como sistema sigue fuerte, pero la gente lo pasa mal. En esta época, finales de los años veinte y los años treinta, es cuando se produce el auge de los distintos fascismos y nazismos. Diversas voces críticas como Bretch, Gramsci y otros contemporaneos explican que cuando el capitalismo no va bien tiende al fascismo. Esto se verá posteriormente reforzado por Horkheimer y Pollock entre otros.

La idea básica es sencilla. Cuando el capitalismo va bien, se vende el sueño capitalista. Cuando va mal, se tiende a buscar un chivo expiatorio. Pueden ser judíos, inmigrantes, comunistas, gitanos, etc. Se trata de dar una respuesta sencilla (y erronea) a un problema complejo. Es más fácil aceptar una respuesta sencilla en la que tú no tienes la culpa a una respuesta compleja que requiere mucho esfuerzo aceptar y actuar en consecuencia.

Por otro lado, ya hemos comentado que los grandes capitalistas son dueños también de los medios de comunicación. A los grandes capitalistas no les interesa que se ponga el capitalismo en el punto de mira, por lo que se apoya claramente al fascismo.

Pero el fascismo pierde la segunda guerra mundial. Los partidos fascistas/nazis europeos y americanos desaparecen y el capitalismo muta para tener reglas sociales. Llegamos al status quo que hemos conocido hasta los años ochenta.

La socialdemocracia tiene mucho poder, se trabaja en sanidad pública, educación pública, servicios públicos, pacifismo, etc. Se viene de una gran crisis y una gran guerra, por lo que pasan treinta años hasta la siguiente crisis cíclica del capitalismo (los llamados treinta años gloriosos).

Un apunte. Como he empezado en el feudalismo y me he centrado mucho en los inicios del capitalismo (que sucede en Europa), por no extenderme demasiado me seguiré centrando básicamente en Europa. La historia puede diferir mucho en américa y en Asia/África no sucede nada de esto.

En los años sesenta salen nuevas teorías liberales, las más famosas son las llamadas “escuela austríaca” y “escuela de Chicago”. Aquí surge lo que llamamos neoliberalismo, una doctrina económica capitalista que sublima el liberalismo que se vivió en el S.XIX. El neoliberalismo no habla de libertades individuales, no habla de derechos individuales. Bueno, sí, pero lo menos posible. Se basa principalmente en la libertad económica.

Con libertad económica se quiere decir que el trabajador es dueño de su sueldo y el estado lo único que hace es ayudarle a gestionarlo, por ejemplo. Aquí tenemos el ejemplo de la “mochila austríaca”. Un sistema en el que el estado te obliga a guardar parte de tu sueldo por si te despiden, te jubilas, etc. Pero el estado intenta no intervenir en las empresas privadas.

Una gran diferencia entre el liberalismo clásico y el neoliberalismo es que los liberales clásicos estaban en contra de cualquier tipo de centralización. Por ejemplo, en contra de los bancos centrales. El neoliberalismo en cambio, sí cree en los bancos centrales, pero como árbitro entre distintos bancos y poco más.

Cuando cae el muro de Berlín, el capital se gira hacia el neoliberalismo. Ya no valen las enseñanzas de los años treinta. Cada vez se paga más a los políticos para que bajen los impuestos a los ricos, para que privaticen servicios públicos, para que quiten leyes antimonopolio, etc.

Y en ese momento de la historia estamos. Tras la crisis de 2008 el capitalismo está en decadencia y vuelven a crecer los fascismos, cada vez más.

Mañana, si puedo, terminamos de hablar de lo que es el capitalismo y cerramos el hilo. Antes de terminar, quiero comentar un par de cosillas que tenía que haber incluído antes.

Cuando hablo de obreros me refiero principalmente a hombres. Pero no por machismo. El capitalismo no es machista. Al capitalismo le da igual que seas hombre o mujer. Es la sociedad la que es machista y el capitalismo no hace nada por cambiarlo.

Por otro lado, también quiero comentar que he decidido no hablar de las relaciones internacionales que ha generado el capitalismo. ¿Que por qué? Porque es demasiado complejo. Habría que hablar del tipo de relación que se genera entre dos países vecinos y de poder semejante (pongamos Francia y Alemania, por ejemplo, que se han pasado 150 años de guerras y luego han sido amigos), que la relación de país capitalista poderoso y país con recursos naturales a explotar.

De todas formas, esto no es innerente del capitalismo. Durante toda la historia se han esquilmado los recursos de los países que perdían la guerra o que simplemente no tenían recursos para entrar en guerra. La esclavitud existe desde siempre, la actual Ucrania ha estado invadida por muchísimas potencias porque tenía un terreno buenísimo para cultivar cereal, etc.

Pero nada de eso es propio del capitalismo. En parte por eso he comentado lo de que “es la evolución natural”. Porque al final el capitalismo, y termino con esta reflexión, es la evolución social natural. Desde que en el neolítico empezamos a guerrear con el vecino para obtener sus territorios o riquezas, que Sargón el grande se convirtiera en emperador. Que Menes unificó el alto y el bajo Egipto. Que Cayo Julio César terminó con la república romana e instauró el primer gran imperio mundial.

Lo mismo ocurre en Asia, en América y en cualquier lugar en el que ha habido una civilización suficientemente poderosa. El capitalismo es la evolución de «el poderoso manda sobre el débil».

¿Por qué terminó el feudalismo? Porque los reyes empezaron a ser suficientemente poderosos como para no necesitar o vencer a los nobles de turno.

¿Por qué terminó el mercantilismo? Porque los burgueses fueron suficientemente poderosos como para no necesitar o vencer a los reyes y nobles de turno.

¿Qué ocurrirá cuando termine el capitalismo? No se sabe, pero casi seguro que seguirá siendo la evolución de «el poderosos manda sobre el débil». Puede surgir una nueva clase social, puede que alguna clase actual gane suficiente poder como para doblegar a los actuales mandatarios, pero seguiremos con el mismo esquema.

La única alternativa a «el poderoso manda sobre el débil» han sido las distintas formas de anarquismo y es prácticamente imposible que algo así prospere a grandes escalas. Ni hay consenso entre anarquistas, ni faltan personas dispuestas a poner palos en las ruedas.

Así pues, terminemos. ¿Qué es el capitalismo?

El capitalismo es una forma de organización económica y social en la que la empresa privada hace uso de todos los recursos disponibles para generar beneficios. Es compatible con el trabajo infantil, con la explotación infinita de recursos, con el esclavismo y con lo que haga falta. El capitalismo no se ocupa de esas cosas, son solamente recursos con los que generar beneficios.

Y eso, mis estimados lectores, eso es terrible. Porque siempre habrá un capitalista dispuesto a algo más. A pagar menos a sus trabajadores, a esclavizar, a contratar mercenarios armados para conseguir apoderarse de minas u otros recursos de alto precio, a deforestar completamente el amazonas, a comprar prensa, a comprar jueces, policías y políticos. Siempre habrá alguien más despiadado y dispuesto a hacer lo que sea para generar más beneficios. Y eso al capitalismo no le importa. Si el sistema en el que vives no tiene en su base acabar con lo injusto, el sistema en el que vives tiende siempre a la injusticia y a la autodestrucción.

Entonces ¿Por qué no se ha autodestruído el capitalismo? Porque los anticapitalistas no le han dejado. A base de manifestaciones, huelgas y presiones se ha conseguido disminuir mucho el trabajo infantil, la esclavitud, se han limitado las horas laborales, se han añadido prestaciones por desempleo, etc. Todo esto ha sido en contra del curso natural del capitalismo. Y eso es lo que ha hecho que sobreviva.

Hilo terminado. He decidido añadir un poco más al hilo porque tengo la sensación de que hay cosas que no han quedado claras.

Hablemos de CONSECUENCIAS DEL CAPITALISMO. Que al final es lo que más nos atañe.

Si tenemos empresa privada, que haya competencia es parte del sistema. Por tanto, la competencia se basa en disminuir costes para seguir compitiendo. Así que los sueldos bajos, las bajas calidades, engañar/pagar a las autoridades encargadas de inspeccionar que se cumplan las normas, etc, son consecuencia directa del capitalismo.

Hemos hablado de la iniciativa privada para conseguir beneficios. Si el fin último es obtener beneficios, intentar usar productos ilegales porque son más baratos/eficaces (ejemplo, pesticidas), realizar actividades fuera de la ley (mercado negro de drogas/armas) y ese tipo de cosas son consecuencia directa del capitalismo.

Sigamos, sigamos. Hemos hablado de la tendencia al monopolio/oligopolio, a la acumulación de riqueza. Pero cuando una serie de personas acumulan el suficiente capital, llegan a ser tan o más poderosos que los gobiernos. Por tanto, una élite capitalista puede conseguir que un gobierno entre en guerra para conseguir sus recursos (petroleo, litio, tierras raras). Esas cosas son consecuencia directa del capitalismo. Lo mismo ocurre con guerrillas ilegales, mercenarios y demás para conseguir las riquezas del país (por ejemplo, diamantes).

Si tenemos guerras por capitalismo y explotación de riquezas naturales por capitalismo, tenemos territorios en los que no es posible vivir. Por tanto, su gente debe salir de allí para poder vivir. Es decir, las crisis migratorias son consecuencia directa del capitalismo.

Desahucios, colas del hambre y demás también son consecuencia directa del capitalismo, claro.

¿Las privatizaciones, encubiertas o no? Por supuesto que son consecuencia directa del capitalismo.

¿La corrupción de muchas ONGs? Sí, muchas ONGs grandes tienen graves problemas de corrupción interna y sí, son consecuencia directa del capitalismo.

¿La sobreexplotación de los acuíferos, la plantación de especies no adecuadas, la pesca por arrastre que se carga el suelo marino y los vertidos ilegales? Bueno, está claro.

Todo aquello que conozcas y que se haga para ganar más dinero, gastar menos dinero es consecuencia directa del capitalismo. Sí, los horribles okupas (imaginarios) que entran en casa de tu abuela y la echan hasta que viene desokupa (reales, por desgracia), también son consecuencia directa del capitalismo. Y desokupa también es consecuencia directa del capitalismo.

¿La prostitución, el trabajo infantil, la esclavitud? Sí, la esclavitud sigue existiendo aunque ahora no tengas un mercado de esclavos en la puerta de tu casa. Y sí, son consecuencia directa del capitalismo.

¿La deslocalización de empresas no solo para disminuir costes sino para no tener que cumplir las estrictas legislaciones laborales? Por supuesto, son consecuencia directa del capitalismo.

¿Que no se cumplan con los protocolos de salud, de ecología, etc? Consecuencia directa del capitalismo.

Y así podría seguir todo el día. Pero (y permitidme ser cínico por un momento) el capitalismo también te permite tener un Iphone, unBMW a plazos y una Playstation 5. EMPATE.

Y ahora sí, termino el hilo. No sin antes citar a la gran bruja avería «Viva el mal, viva el capital»

Leo las noticias, las leo diariamente. Las leo con extrañeza, con tristeza y con indignación. Las leo porque quiero estar al día con los hechos importantes, aunque sean deprimentes.

Pero las noticias no cuentan lo importante. Las noticias, y cada vez más, ocultan lo importante para centrarse en lo llamativo. O, peor aún, en lo que ordene el director del medio de comunicación.

Llevamos meses dentro de una pandemia. Mundial. Un problema que está siendo gravísimo para la inmensa mayoría de países. En este tiempo hemos pasado del miedo al aburrimiento, del aburrimiento a las exigencias y de las exigencias al enfado.

“Saldremos mejores de esta crisis” decían. “Más fuertes, más unidos” decían. Y no. No es así.

La mayoría de países ha actuado tarde. Los países que no habían sufrido epidemias como el SARS o el MERS, no tenían un protocolo de actuación para este tipo de casos. Y se ha notado.

Mirando atrás, si se hubiera decretado el cierre del país el 1 de Marzo. O si el cierre total hubiera sido el mismo 14 de Marzo... Pero eso es hablar a toro pasado. No se hizo. No se tomó en serio. En casi ningún país.

Cuando empezó el confinamiento, se recomendó no usar mascarilla. “No es necesario” decían. “No vale para nada” repetían. Y sí. Sí servía. Y los dirigentes chinos se echaban las manos a la cabeza al vernos intentar vencer a la COVID-19 sin mascarillas. Luego resultó que no había. Que se producen en el lejano oriente y que no había suficientes mascarillas para cubrir la demanda.

Y surgió el debate. El debate para decidir si un estado como España debería gastar algo más de dinero por fabricar mascarillas en el propio país. Y ese debate se cerró rápidamente anunciando que “en unos meses” se abrirían fábricas de mascarillas.

Y luego resultó que faltaban EPIs. Y que los sanitarios utilizaban bolsas de basura para protegerse en lo posible. Y resurgió el debate.

Por supuesto, en los hospitales públicos faltaba personal y algunas comunidades tenían mucha sanidad privatizada. O en régimen de “colaboración público-privada” como les gusta llamarlo. Y muchos hospitales privados se negaron a atender pacientes COVID-19.

Después resultó que los trabajos de “bajo valor añadido” nos salvaban la vida. Los temporeros, esos sucios inmigrantes que viven hacinados en chabolas y trabajan de sol a sol sin que a nadie le importe su insignificante vida. Incluso se hicieron inspecciones de trabajo y se encontró a un montón de inmigrantes viviendo en régimen de esclavitud.

También resultó que los empleados de tiendas de comestibles o supermercados son mucho más importantes que el gran consultor encorbatado. El consultor podía quedarse en casa sin trabajar. El empleado de supermercado que trabaja incluso los domingos por poco más de 1000€ al mes. Que recibe insultos de parte de ciertos clientes que no quieren esperar tanta cola. Esa gente era importante.

Qué decir de barrenderos y personal de limpieza. Ese servicio tan básico que se ha subcontratado desde tiempo inmemorial. Porque “con que esté más o menos limpio, es suficiente”. Y resultó que no, que la higiene y la desinfección eran el primer arma defensiva contra la COVID-19.

El liberalismo calló. Calló fuertemente. Aquellos grandes empresarios que tanto se llenaban la boca conque “nosotros creamos empleo” o “bajadnos los impuestos y todo irá mejor”, sin olvidar el famoso “la empresa privada es más eficiente”, callaban ¿Se habían dado cuenta de que llevaban años equivocados? ¿De que lo público es esencial?

No. Eso ya lo sabían. Y lo saben. Pero no les importa. Ellos quieren más dinero, más poder. Y si tienen que mentir para conseguirlo, mentirán.

Pero el confinamiento estricto terminó. Unas semanas después dejaron salir a los niños. Luego llegó la Fase 0, etc.

Y entonces llegó el momento de contraatacar. La gente ya había hablado de sus necesidades. De sanidad pública, de sacar la alimentación del esquema económico. Esos tabúes socialistas tan temidos por la clase dominante. Por eso había que cambiar el foco de atención, pero ¿como?

Muy fácil, sacando la artillería. Los periódicos tienen dueños. Y esos dueños son ricos desde hace generaciones. La mayoría llegó a ser rico e influyente a partir de 1939. Todo está atado y bien atado, así que se llama al director de los principales medios de comunicación y se dice “hay que hablar mal del gobierno. Y sobre todo de Unidas Podemos”. Los medios de comunicación cumplen. Se habla mal, en las cosas que el gobierno ha hecho mal, pero en las que ha hecho bien, también se habla mal. Incluso si la oposición ha apoyado dichas medidas.

Pero eso no es suficiente, así que cuatro ricos trasnochados empiezan a sacar cacerolas al balcón para quejarse del gobierno. Sin argumentar, solo “gobierno dimisión”. No hace falta más, los medios de comunicación lo venderán.

El gobierno envía a la policía a multar, ya que no se puede salir a la calle sin razón. Pero claro, la policía no puede multar alegremente a los nietos de los que ganaron la guerra. Son gente poderosa. Así que todo queda en que “son demasiados para actuar”.

No son demasiados, son menos de 2000 personas. Se ha actuado en manifestaciones mucho más multitudinarias. Y la policía lo sabe. El gobierno lo sabe. La prensa lo sabe. Pero a nosotros, pobres consumidores de noticias de prensa, no nos llega tal información. Si lo sabemos es por medios pequeños, independientes, sin medios.

Todos los medios hablan constantemente de Aravaca, del barrio de Salamanca o de Nuñez de Balboa. Se hace lo imposible para no hablar de sanidad pública, de ayudas a necesitados, de las colas para conseguir comida en los barrios obreros.

Y este fin de semana salen a hacer ruido en coche. Y se llenan portadas con fotos. Los principales medios de derechas hablan de “histórica manifestación”, de “Madrid paralizada por la avalancha de coches”. Los medios generalistas más alejados de las posturas de derechas también tienen las portadas llenas de coches, aunque hablan en otro tono.

Y otra vez nos olvidamos de los heroes de esta pandemia. Los sanitarios, los agricultores, los reponedores de comida o el personal de limpieza.

Y resulta que en Madrid hubo unos 6000 coches. Una verdadera ridiculez de manifestación. Mucho ruido, pero poco apoyo real.

Eso da igual. Ya se ha conseguido alejar el foco del debate de lo importante. De la necesidad de sanidad pública. De que es absolutamente incierto que la privada gestione mejor que la pública. De que todo el mundo debe tener derecho a vivienda, ropa, comida, educación, sanidad, dependencia. Ese debate ya está enterrado por banderas preconstitucionales que hacen mucho ruido pero que representan muy poco.

La clase del capital ha desviado el foco de atención otra vez. Son muy pocos, no son inteligentes, no lo necesitan. Están organizados y tienen mucho poder.

Tienen periódicos, tienen medios televisivos, de radio. Periódicos online. Perfiles de redes sociales, reales o bots. Se dedican activamente a cambiar el foco de opinión hacia donde les interesa.

Y nosotros, pobres consumidores de noticias, entramos al trapo. Hablando de las banderas preconstitucionales, mostrando vídeos donde se demuestra que la policía trata peor a la gente de los barrios pobres. Riéndonos en redes sociales del señor gordo con el megáfono en el asiento de atrás de su descapotable, mientras su chofer le lleva.

Pero el foco de la noticia cambia. Y caemos en su trampa. Una y otra vez. Una y otra vez. Y los poderosos siguen con su presión al gobierno, a la oposición. Consiguiendo nuevas “colaboraciones público-privadas” o “flexibilizaciones de despidos”.

En fin, voy a apagar la radio.

Voy a hacer un ejercicio de imaginación un poco maligno. Me voy a convertir en Franklin Delanor Roosevelt ¿Que por qué? Me apetecía hacer esto, que queréis que os diga.

Esta historia va de la historia paralela de los hechos. Hablando de todas esas cosas que no cuadran en la historia oficial de la segunda guerra mundial. Lo mío tampoco va a cuadrar, claro, pero me apetecía hacer algo así.

No es un Levithreads , no es un Levicuento . Es un poco los dos juntos.

Vamos allá.

Nos situamos en 1938, despacho oval de la casa blanca.

Roosevelt: Joder la que tienen liada en Europa. Vicepresidente Garner: Sí, el fascismo está arrasando el continente. Roosevelt: ¿quién habla del fascismo? Hablo de los sucios comunistas. Garner: ¡Pero si los están liquidando a todos! Roosevelt: Ya. Y eso está bien, pero mira los rusos. Viven de puta madre y los comunistas americanos se están viniendo arriba. No lo podemos permitir. Garner: ¿y qué pretendes hacer? Roosevelt: No sé, ya se me ocurrirá algo.

En Septiembre de 1939, Alemania invade Polonia. Poco después, Rusia ataca Polonia como parte del acuerdo de mutua defensa que tenían entre ambos. Empieza la segunda guerra mundial.

Garner: Oye, que se ha liado. Roosevelt: ¿eh? ¿qué? Garner: Que ha empezado la guerra europea que nos temíamos. Los nazis y fascistas están arrasando. Roosevelt: Ah, claro, claro ¿y los rusos? Garner: Qué puto empeño tienes con los rusos, macho. Roosevelt: Que nos joden el chiringo, Gar, nos lo joden. Garner: Como esto siga así, no. Roosevelt: ¿para tanto? Garner: Yo diría que los nazis van a dejar vivos a los españoles, italianos y poco más. Al resto se los cepillan. Roosevelt: Vale, estate atento. Si los nazis toman Europa entera pueden ser una amenaza para nuestro poder. Garner: ¿y el partido nazi de aquí? Roosevelt: No me preocupan. Son muchos, pero facilmente manipulables. Garner: Sí. Y capaces de muchas atrocidades. Roosevelt: Si tanto te preocupan, suelta en la prensa las atrocidades que están cometiendo los nazis europeos. Eso creará un clima antinazi, que siempre puede venir bien.

En 1940, Alemania ataca Noruega y Dinamarca. Se acaba la Drôle de guerre y Alemania invade Francia.

Garner: Oye, oye, que esto va en serio. Roosevelt: ¿el qué, lo de la crisis? Ya, llevamos intentando lidiar con ello 12 años. Garner: ¿Pero qué crisis? ¿En qué puto mundo vives? Hablo de la guerra de Europa. Roosevelt: Oye, oye, que por muy colegas que seamos, sigo siendo tu puto jefe. El PUTO PRESIDENTE DE LOS EEUU. Garner: Perdona macho, es que a veces me enervas. Roosevelt: Tómate un whiskyto y cuéntame. Garner: A ver. Los nazis, con ayuda de Italia, están tomando Noruega, Dinamarca y Francia. Roosevelt: Ya ¿y? Garner: Se supone que somos amiguitos. Roosevelt: Ni que fueran ingleses. Garner: Si toman Francia, los ingleses son los siguientes. Roosevelt: Joder, habrá que ayudar o algo. Manda un par de barcos, no sé. Garner: ¿Un par de barcos? Que los alemanes tienen a más de un millón de tíos ahí. Roosevelt: ¿tantos? Garner: No sé cuantos exactamente, ya te diré. Pero van a lo bestia. Roosevelt: ¿y estos mongolos no se han organizado antes viendo que cerca hay unos putos zumbados con armas? Garner: Sí, pero no esperaban tanto. Dunquerque ha sido una matanza. Los ingleses han salido por patas de allí. Roosevelt: A ver, a ver, que me pierdo. Explícame un poco. Y ponme otro whisky a mí también. Garner: Toma y te explico. A ver. Los alemanes estaban chulitos y los europeos se acojonaron, pero dijeron “si les dejamos matar judíos y gitanos en paz, seguro que no nos hacen nada”. Roosevelt: ¿No se prepararon? Garner: Espeeeeeeeera. Cuando vieron que a lo mejor dejarles en paz no era la mejor idea ya era tarde. Decidieron hacer una alianza y montaron una línea defensiva. Pero fue una pantomima, con armas de mentira y todo. Lo llamaron “Drôle de guerre”. Roosevelt: ¿Trole de qué? Garner: “Drôle de guerre”. Guerra de broma para entendernos. Un “eh, que estamos mu locos, no hagas que nos enfademos” pero con la boquita pequeña. Roosevelt: Ah, bien, bien. Garner: Y los alemanes han dicho “pa loco yo”. Y han entrado. Los europeos habían reforzado las líneas defensivas en previsión a esto, pero los alemanes han ido con todo y están entrando en Francia. Esperan tomar París en un mes. Roosevelt: ¿y los holandeses, belgas, ingleses y tal qué dicen de esto? Garner: Holanda y Bélgica han durao menos que una botella de Whisky en este despacho. Inglaterra apoya, pero tiene miedo de que les ataquen y guarda gran parte de sus tropas. Los alemanes dicen con sorna que “Los británicos lucharán hasta el último francés”. Roosevelt: ¡JAJAJAJA! QUE HIJOPUTAS. Vamos, que Francia está perdida y que Inglaterra ahí ahí. Garner: Un poco. Roosevelt: Va, manda barcos al estrecho ese que tienen entre inglaterra y Europa. Y baterías antiaereas. Garner: ¿Y? ¿nada más? Roosevelt: Sí, sí. Habrá que ayudar, pero no me estreses macho. Tampoco podemos mandar un millón de tíos ahí ¿en serio han mandado a un millón de alemanes? Joder que burros. Garner: Como lo oyes. Roosevelt: Guay, pero... ¿no habían atacado hacia el Este? ¿Estos nazis cuanta gente tienen? Garner: ufff.. a cholón. Han pillado fanáticos de otros países y les están dando para el pelo ¿te acuerdas de que la URSS atacó Finlandia? Les hemos echado de la liga de las naciones. Roosevelt: ¿Pero la liga de las naciones todavía existe? ¿Alguien le hace caso a esa pantomima? Garner: Para los europeos parece importante. Roosevelt: Igual hay que disolverlo y montar algo más serio. Ya lo hablaremos dentro de unos años. Oye ¿Italia no hace nada? Garner: Sí, claro, anda atacando a los griegos y tal. Pero allí tienen muchos problemas internos. Hay unos partisanos, unos guerrilleros, que les están dando muchos problemas. Igual podríamos ayudarles. Roosevelt: Mmm... No es mala idea.

Unos meses más tarde pero en el mismo año, empieza la campaña africana. Los italianos atacan Egipto (defendido por ingleses). Dos años después, los aliados atacaránn entrando por Marruecos, intentando hacer la pinza a las fuerzas del eje.

Garner: Oye, oye, que esto se complica cada vez más. Roosevelt: ¿el qué? ¿la liga de Baseball? Garner: ¿Pero cuanto Whisky tomas? LA GUERRA. Que ya le llaman Segunda Guerra mundial, macho. Roosevelt: Ahora le estoy dando al Bourbon ¿quieres? Y siéntate, anda. Que todo está de puta madre. Garner: ¿Como que está de puta madre? Dame el Bourbon. Roosevelt: Joder, pareces tonto. Al final voy a tener que cambiar de vice. Dime una cosa ¿cuales son las grandes potencias del mundo? Garner: Joder, pues Alemania, Francia, Inglaterra, la URSS y, sobre todo, nosotros. Roosevelt: Ya ¿y China? Llevan no sé cuantos años en guerra ya, con nuestra inestimable ayuda, claro ¿Y Brasil? Vargas se pasa la democracia por el forro por la “amenaza comunista” ¿Y...? Garner: Ya, ya. Te entiendo por donde vas. Roosevelt: Vale ¿y quién está vendiendo comida, armas y de todo a los pobres Franceses e Ingleses? Nosotros. Garner: Y Argentina Roosevelt: Ya, el puto Perón se está haciendo de oro. Ese inutil hubiera hundido el país si no le llega a tocar esta guerra. Eso sí, a su señora me la follaba. Garner: ¿A Evita? Roosevelt: Esa, me la pone como la pata de esta mesa. A lo que iba, que estamos sacando muchísimo dinero gracias a la “guerra mundial”. Los europeos que se jodan. Garner: Ya, pero los rusos están dispuestos a lo que sea. Y como aguanten lo suficiente, hacen la de Napoleón. Roosevelt: ¿Napo-quién? Ya está el chico listo. Cuéntame, anda. Garner: Napoleón intentó tomar Rusia, los rusos se fueron lejos (ya sabes que su país es enorme), se rearmaron y arrasaron a los franceses. Las tropas de Napoleón estaban jodidas por el invierno ruso y cayeron como moscas. Roosevelt: ¿Y por qué nadie me había hablado de ese tal Naponosequé? Garner: ¿Tú eres tonto o te lo haces? Es el general más famoso del siglo pasado. Roosevelt: Vale, vale. Da igual. Cuéntame lo de la “guerra mundial”. Garner: Que han llegado a África. Roosevelt: ¿Y? Garner: Que cada vez hay más frentes. Te resumo rapidito. Francia está partida en dos. La parte norte es de los nazis, la sur de los franceses con un tal Vichy a la cabeza. Roosevelt: Lo conozco, un marica. Garner: Vale. En el otro lado están a mil cosas a la vez. Alemania quiere llegar a Stalingrado, que Stalin le ha cambiado el nombre a la ciudad de Tsaritsyn. Dicen que si toman Tsaritsyn... esto... Stalingrado, Rusia es suya. Roosevelt: Eso no son mil cosas. Garner: Vale, sigo. Los nazis atacan el reino de Yugoslavia, Italia ataca Grecia, Rusia ataca Finlandia, Alemania también ha atacado a Letonia y esas repúblicas pequeñitas, pero hay un pacto de mutua defensa, igual que con Polonia, y los rusos contraatacarán. Roosevelt: Vale, vale, joder que lío. Garner: Hay más. Los nazis también han atacado las islas inglesas con avión, pero la RAF... Roosevelt: Para, cuéntame lo de África ¿qué coño pinta África aquí? Garner: Lo que sabes de lo que te interesa y lo poco que sabes de lo que no. Roosevelt: Me estás hinchando las pelotas... Garner: Perdón, señor presidente. Quiero decir que África es importante por dos cosas. Uno, controlar el mediterraneo, con todo el tráfico de mercancias que supone. Y dos, llegar a los pozos petrolíferos africanos. Roosevelt: Ah, claro, claro. Garner: Piensa que no solo consigues mercancias y petroleo, sino que consigues que el enemigo no los tenga. Roosevelt: Vamos, que es algo estratégico. Garner: Seguramente, quién gane el mediterraneo y sus alrededores, gana la guerra. Roosevelt: Vale. Y tú quieres pedirme que me meta en África ¿no? Garner: Sí señor presidente. DEBEMOS ayudar a nuestros aliados. Roosevelt: Pero eso es muy caro y estamos ganando muchísimo dinero sin hacer casi nada. Garner: Ya, pero tenemos un acuerdo de mutuo apoyo con los “aliados”. Además, si los aliados pierden la guerra, a ver a quién le vendemos nuestras mierdas. Nos vamos a poner a cara de perro EEUU vs Europa. Roosevelt: ¿Europa unida? Eso es peligroso. Garner: Y liderada por los nazis. Roosevelt: Eso me da igual, mientras no sean comunistas me da igual. Pero Europa unida es un problema. Pueden ser la fuerza dominadora del mundo. Entramos en la guerra mundial esa. Tú, a vender esto a la opinión pública. Garner: Sí, señor presidente. Roosevelt: Puta opinión pública, esto de tener que justificar lo que hacemos es un rollo. Garner: Eh... sí, señor. Pero piense que si no, seríamos una dictadura. Roosevelt: ¿sabes lo que dice mi amigo Winston Churchill? Que no hay mejor argumento contra la democracia que una conversación de 10 minutos con el votante medio. Y tiene razón, son puto ganado, estúpido y que siempre debemos estar metiendo en el redil. Garner: Eh... señor... Roosevelt: Ya, ya. Vete, anda.

Y llegamos a 1941. El frente occidental se ha parado. Alemania no puede seguir hacia el Sur porque Vichy aguanta muy bien. España no consigue salir de su postguerra, así que como para ayudar a nadie. La fiesta empieza en el frente oriental.

Vicepresidente Wallace: Señor presidente. Roosevelt: Tú no eres Garner. Wallace: No señor, ahora el vicepresidente soy yo. Roosevelt: Sácate un bourbon y dime. Wallace: Sí señor. Por cierto ¿ha visto a la nueva secretaria? Roosevelt: Sí, claro. Le he pellizcado el culo, para que se sienta como en casa. JA-JA-JA Wallace: Claro, señor. Eso les encanta. Roosevelt: Si un hombre no hiciera esas cosas, se marchitaría ¿no crees chico? Wallace: Claro señor. Un hombre es y siempre será un hombre. Roosevelt: Bueno, dime muchacho ¿qué te aflige? Wallace: Vengo a informarle de la guerra mundial, señor. Roosevelt: Ah, cierto. Dime, dime. Wallace: El imperio británico ha parado a los nazis, señor. Roosevelt: ¿Y ya está? Vaya puta mierda de información, muchacho. Garner se lo curraba más. Wallace: Sí señor. Quiero decir, que ahora los problemas los tienen los rusos. Hitler va a por Stalin con todo. Quiere tomar Moscú, Stalingrado y pasar por allí hacia el golfo pérsico para conseguir el petroleo. Roosevelt: Bien, bien. Todo va de puta madre. Tenemos tiempo. Wallace: Stalin ha decidido usar la táctica de tierra quemada, señor. Roosevelt: Explícate. Wallace: Todo el grueso del ejército se pira detrás de las montañas urales mientras deja tropas para entorpecer el paso de los alemanes. También quema toda la tierra para que los alemanes no tengan qué comer. Roosevelt: Que bruto ese bigotitos. Wallace: Según nuestros espías, la operación de loa nazis contra la URSS se denomina “Operación Barbaroja”. Roosevelt: Bonito nombre. Wallace: Si ahora entramos por el sur de Francia y apoyamos a Vichy, podemos tomar Europa y acabar con los nazis, señor. Roosevelt: ¿Y qué coño pintamos nosotros en una guerra entre europeos? Que se maten entre ellos. Wallace: Son nuestros aliados, señor. Roosevelt: “sin niistris iliidis siñir” tú vas a durar más poco por aquí... Wallace: Perdón señor. Roosevelt: A ver, ahora en serio. No puedo gastarme una puta millonada en una guerra extranjera, los votantes me hunden. Además, me encanta ver como matan comunistas por la mañana. Huele a victoria. Wallace: ¿eh? Roosevelt: Esta frase, en unos años, lo peta. Wallace: Sí señor...

En 1942 el frente oriental bulle. Los rusos han conseguido aguantar a los nazis en Moscú. Leningrado sigue sitiado y lo estará hasta 1944, pero aguantan como putos campeones. Resulta, oh sorpresa, que los finlandeses iban con los nazis y que la expulsión de la URSS de la liga de naciones no estaba justificada. La producción armamentística de la URSS ya es superior a la nazi. La tortilla empieza a girar.

Wallace: ¿Me permite? Roosevelt: Ah, sí, Garner, pasa, pasa. Wallace: Soy Wallace, señor. Roosevelt: ¿quién? Wallace: eh... su vicepresidente, señor. Roosevelt: Eso he dicho, Garner. Pasa, cuéntame. Seguro que vienes a contarme lo de las guerras. Wallace: Sí señor. Roosevelt: ¿Los ingleses que tal? Aguantan bien, supongo. Wallace: Sí señor. La cosa está estable en el frente occidental. Roosevelt: “Frente occidental”, hohoho. Muy molón el nombrecito. Wallace: Señor. La resistencia francesa pide armas. Roosevelt: ¿quién? Wallace: Los franceses que viven en el París tomado por los nazis. Han montado un sistema de resistencia y les están tocando los cojones a los nazis. Roosevelt: ¿y piden armas? Pues mándaselas. Wallace: Sí señor. Dicen que si les damos armas, ellos liberan París. Roosevelt: Bien, bien. Oye ¿los de la resistencia esa no serán comunistas? Wallace: Eh... sí señor. Roosevelt: Entonces que se jodan. Wallace: Pero señor. Roosevelt: Ni de coña. Wallace: Bien. Los partisanos italianos y yugoslavos también piden ayuda señor. Roosevelt: ¿comunistas? Wallace: Eh... mire usted... la verdad es que... No señor (mentirosooooooooo). Roosevelt: Ok, mandad armas y equipamiento. Y algunos soldados de élite que les adiestren en lucha de guerrillas. Así conseguimos mucho resultado con poco gasto. Wallace: Sí señor. Otra cosa. Debemos mandar ayuda a los comunistas rusos. Roosevelt: Buen chiste muchacho. Wallace: Se supone que son nuestros aliados, la opinión pública así lo quiere señor. Roosevelt: Ya no me gusta este chiste. Wallace: Si le parece, mandamos lo justo y nos colgamos muchas medallas, señor. Roosevelt: Poco y viejo. Mandad poco y viejo. Yo, Franklin Delano Roosevelt ayudando a comunistas, espero que no se hable mucho de esto en los libros de historia. Wallace: Haremos que no sea así, señor. Una última cosa. Debe ir a Moscú. Roosevelt: ¡OYE! Wallace: Han expulsado a los nazis y Stalin convoca a los aliados para una estrategia conjunta. Churchill ya ha dicho que irá. Roosevelt: Joder, joder, joder ¿Y si decimos que estoy malo? Mi madre me hará un justificante. Wallace: Es usted el presidente de EEUU. Además, su madre murió hace tiempo. Roosevelt: Ok, ok. Iré. Pero que sepas que en un par de años te mando a la puta calle. Wallace: Sí señor.

Y llegamos a 1943. Los aliados derrotan al eje en África (la mayor victoria británica de toda la guerra), el intento de toma de pozos petrolíferos rusos fracasa (operación azul). Stalingrado también resiste y le dan p'al pelo a los alemanes. Empieza la reconquista.

Wallace: ¡Señor presidente! ¡Señor presidente! Roosevelt: Como me vuelvas a decir que me vaya a Moscú, te reviento. Wallace: No señor. Stalingrado ha resistido. Roosevelt: Ala ahí, sin preliminares ni nada. Wallace: ¿señor? Roosevelt: Que qué le pasa a Stalingrado. Wallace: Ha resistido un asedio brutal de los nazis, señor. Se calculan 2 millones de bajas. Roosevelt: ¿has ido a contarlos? jo-jo-jo que divertido soy. Wallace: Sí señor... Roosevelt: ¡QUE TE RÍAS! Wallace: JAJAJAJA Roosevelt: No sé como te aguanto, Garner. Antes eras más divertido. Wallace: Soy... da igual señor. Roosevelt: Pásame el Vodka. Que mi gran amigo Iósif me pasó unas cajas una vez que fui a visitarle. Wallace: ¿Su “amigo” señor? Roosevelt: Sí ¿pasa algo? Wallace: No, nada, nada. A lo que íbamos. La URSS está reconquistando el terreno perdido señor. Han echado a los nazis de Stalingrado, van a liberar Leningrado y luego hacia el Oeste señor. Roosevelt: Putos comunistas, no hay uno bueno. Wallace: ¿Pero no me dijo usted que? Roosevelt: ¿qué? Wallace: No, nada, nada. Roosevelt: Estás muy rarito últimamente, chico. Wallace: A lo que iba, señor. Estamos ganando la guerra. Y sin esforzarnos. Roosevelt: ¿Nosotros? ¿O los putos rusos? Wallace: Bueno, hemos ganado África. Roosevelt: ¿cuanto terreno les hemos quitado a los nazis? Wallace: Poco señor, realmente no conquistaron un gran territorio, querían llegar a los pozos petrolíferos y no les hemos dejado. Pero el general Patton entra por Italia. Roosevelt: ¿Italia? ¿eso está lejos de Berlín? Wallace: Sí señor, más de 2000km. Roosevelt: Demasiado, hay que llegar a Berlín antes que ellos ¿pero como? Si entro a saco la maldita opinión pública se me echará encima. Wallace: Señor, hay una cosa más. Nuestros espías nos informan de que Japón va a atacar Pearl Harbour (N del R: esto fue en 1941, pero me lo tomo como licencia poética). Roosevelt: ¿qué? Wallace: Andan cabreados por el embargo de petroleo y tal. Y porque les jodimos la vida y esas cosas, señor. Roosevelt: Ah, claro, claro. Déjales, anda. Wallace: ¿SEÑOR? Roosevelt: Que les dejes atacar Pearl Harbour. Wallace: Pero señor, habrá muchas víctimas. Roosevelt: A ver, que no soy tonto. Todos los barcos grandes y tal los quiero fuera de allí, unas maniobras o algo. Cuando nos ataquen diremos que ha sido EL EJE y ahí englobamos todo. EL EJE suena a maligno ¿verdad? Wallace: ¿Y la gente? Roosevelt: ¿la gente? ¿qué gente? Wallace: Vive mucha gente en Pearl Harbour señor. Militares, familiares y civiles. Roosevelt: ¿Es que tengo que pensar en todo? De capitán p'arriba, fuera de alli con su familia. De Teniente p'arriba, solo sale el militar. Y de ahí p'abajo, al que le toque ir en el barco se salva. Y el que no, palma como un heroe de guerra. Wallace: Eso es atroz. Roosevelt: Ya, ya, no hace falta que me halagues.

Terminando 1943, Wallace se reúne con Roosevelt. Roosevelt: ¿pero qué es lo que no entiendes? Wallace: Permítame la franqueza señor. No entiendo que quiera joder a nuestros aliados en vez de a los nazis. Roosevelt: ¿aliados? ¡Yo no quiero joder a los aliados! Wallace: Señor, me acaba de decir que quiere joder a los rusos. Roosevelt: No has entendido nada ¿verdad? Wallace: Parece que no, señor. Roosevelt: Hay un chico por ahí, Truman, muy listo. Llegará lejos. Creo que le pondré en tu puesto. Wallace: ...sí... señor. Roosevelt: ¿Todavía no has entendido que la guerra no es contra los nazis? Wallace: ¿QUÉ? Roosevelt: La guerra contra los nazis ya ha terminado. Hemos ganado. Habíamos ganado hace 4 años. La guerra fue, es y será contra el comunismo. Wallace: Pero son aliados, señor. Roosevelt: No, a ver. Te lo explico para tontitos. Que un país como Alemania se cargue media Europa y se haga con el poder puede ser problemático, pero si nos lo tomamos en serio los reventamos. Además, tiene demasiados enemigos en sus propios territorios conquistados. Wallace: Pero eso no explica que los rusos, que son los que más están combatiendo en la guerra, sean considerados nuestros enemigos. Roosevelt: En serio ¿como puedes ser tan cortito? Vamos a ver ¿cuantos millonarios tenemos en EEUU? Wallace: No sé, muchos. Roosevelt: ¿y cual es nuestra relación con ellos? Wallace: Muy buena, nos pagan nuestras campañas electorales, les ayudamos a “crear empleo” bajando impuestos... Roosevelt: Vale ¿Y en la URSS? Wallace: Los que no cedieron sus tierras y tal, se fueron al gulag o los mataron. Roosevelt: Otra pregunta ¿cuantos indigentes tenemos aquí? Wallace: No sé, varios millones. Roosevelt: ¿Y en la URSS? Ya te lo digo yo, casi cero. Wallace: Increíble. Roosevelt: Vale, seguimos ¿cuantas horas diarias trabaja un obrero aquí? Wallace: No sé ¿12 de lunes a sábado? Roosevelt: No te has manchado mucho las manos, muchacho, pero para lo que hablamos sirve ¿Y en la URSS? Wallace: Ni idea. Roosevelt: 6 muchacho. Trabajan 6 horas al día. Y la educación es gratuíta. Y se jubilan con 55 años. Y están poniendo sanidad gratuíta para TODOS. Y tienen el trabajo garantizado. Y la casa casi asegurada a precios irrisorios. Y la ropa. Y... Y... ¡TODO LO QUE NECESITAN! Wallace: Bien, me alegro por ellos ¿y eso qué? Roosevelt: Mira, te reviento pavo ¿SI NOS LLEVÁRAMOS BIEN CON LOS RUSOS, CUANTO TARDARÍAN LOS OBREROS DE AQUÍ EN PEDIR LAS MISMAS CONDICIONES? Wallace: AAAAAAAAAAAAAHM!! Claro, claro. Se montaría la de dios y se podría producir una revolución comunista aquí. Roosevelt: Bien, por fin. Y aparte del hecho de que tú y yo pertenecemos a la clase alta y que nos mandarían al gulag ¿qué opinarían los grandes millonarios del país? ¿esos que nos pagan las campañas electorales? Wallace: Si, claro. Supongo que no les haría ni la más mínima gracia. Roosevelt: HAY QUE ACABAR CON EL COMUNISMO, MUCHACHO. EN RUSIA, EN BRASIL O EN CUBA. HAY QUE ACABAR CON ÉL CON GUERRAS, CON TERRORISMO, CON DROGAS, CON BLOQUEOS DE MERCANCIAS. HAY QUE JODERLES HASTA QUE DESAPAREZCAN. Wallace: Tiene usted toda la razón señor. Esos sucios comunistas nos pueden hundir. Roosevelt: Pero... la maldita opinión pública. Cuando termine la guerra tenemos que hacer algo para demonizar a los comunistas. Wallace: Me encargaré señor. Roosevelt: No, tú no. Que eres bobo. Ya se encargará Truman.

En 1944, EEUU entra a saco en la guerra. Manda a un montonazo de militares armados hasta los dientes. Abre dos frentes. El del pacífico, que ganará de calle ya que pelea contra un país pequeño y empobrecido como Japón (por mucho que otras fuerzas del eje les ayudaran y que nos lo hayan vendido como una victoria épica). En el frente europeo entra a liberar Francia, día D y esas cosas tan famosas. Truman: ¿Un Whisky señor presidente? Roosevelt: Tú sí que sabes, Truman. Uno doble. Truman: Entramos fuerte en la guerra. Me gusta, me gusta. Roosevelt: ¿Tú no quieres Whisky? Ponte un bourbon o algo. Truman: Sí señor. El bourbon y el Whisky nos convierten en mejores americanos. Roosevelt: Tú sí que sabes y no el moñas de Garner o como se llamara. Truman: Dios bendiga América. Roosevelt: Pero tú no has venido aquí a beber. Truman: No señor. Vengo a explicarle lo de la guerra. Roosevelt: Espero que tú no vengas a pedirme que apoye a los rusos. Truman: ¿a esos sucios comunistas? Ni hablar, habría que aniquilarlos. De hecho, incluso podríamos continuar la guerra contra los rusos después de acabar con los nazis. Total, ya nos pilla de camino. Roosevelt: Joder, eres un verdadero americano. Truman: Gracias señor. Roosevelt: Dos cosas. Tutéame y llámame Frank. Truman: Ok Frank. Mira, te cuento mientras nos sirvo otra copa. Vamos a ir a Berlin. A saco, me la suda Francia, Holanda, Italia y su puta madre. Berlin es el objetivo. El que gane Berlin gana la guerra. Roosevelt: Por lo que sé, los rusos están tomando Polonia, ayudando a Yugoslavia, Rumanía, la batalla de Kursk debió ser un despiporre. Y ahora van a Crimea ¿no? Truman: Veo que estás al día. Roosevelt: Me están llevando a reunirme con Winston y con el hijo de puta de Stalin. Y tengo que poner buena cara. Eso se le da mejor a Winston que a mí, es mucho más cínico que yo. Truman: ¿Winston no soporta a Stalin? Roosevelt: Claro que no, si fuera por él les dejaría morir de hambre como a los de la India. Truman: Bien, bien. De todas formas, está bien que los rusos pierdan el tiempo liberando los territorios conquistados por los nazis. Así nos dan algo de margen para atacar Berlin. Ellos matarán a los nazis, ellos conquistarán la mayoría del territorio, pero la guerra la ganaremos nosotros. Porque nosotros tomaremos Berlín. Roosevelt: ¿pero como? Nuestras tropas están en Inglaterra, hay que desembarcar en el sur de Francia y subir hasta Berlín. No da tiempo. Y Patton también está lejos todavía. Truman: Vamos a entrar por el norte de Francia, a saco. Paracaidistas por detrás e infantería en barcos en el frente. Había pensado en Normandía, pero todavía no lo tengo claro. Y de ahí, Bélgica. Si vencemos en Bélgica tenemos el camino despejado hasta Berlín. Roosevelt: ¿nos dará tiempo? Truman: Casi todas las fuerzas alemanas están peleando contra los rusos. Tenemos el camino casi despejado. Algo raro tiene que pasar para que no lleguemos a tiempo. Roosevelt: ¿cuando entramos? Truman: Vamos a ver... Espera, otro bourbon. Los rusos van a ir con todo en verano, lo han llamado “Operación Bagration”. Yo aprovecharía. Junio puede ser buena fecha. Roosevelt: ¿Y los chinos? Truman: ¿Los japos? Esos están reventados, pero aún no lo saben. Estamos pensando en probar un juguete nuevo con ellos. La bomba atómica. Si funciona, seremos los amos del mundo. Roosevelt: ¿bomba atómica? bonito nombre Truman: Es cosa de los científicos locos. Si explota como dicen los científicos, podríamos destruir una ciudad como Berlín con una sola bomba. Roosevelt: ¿entera? Truman: Entera Roosevelt: ¿todos muertos y la ciudad derruída? Truman: Todos muertos y la ciudad derruída. Y no solo eso, los que están suficientemente lejos para que no les pille la explosión, mueren al tiempo por extrañas enfermedades y bultos que les salen en el cuerpo. Roosevelt: Me voy a poner cachondo, joder. SÁCATE OTRO BOURBON Y PÁSAME OTRO A MÍ. Truman: A sus órdenes señor presidente. Nadie se atreverá a tosernos. Roosevelt: Oye... ¿y esto no se podría...? Truman: ¿usar contra los sucios comunistas? Sí, claro, pero tenemos que llegar en avión. A lo mejor en 10 o 20 años podremos lanzar misiles a todo el mundo pulsando un botón desde aquí mismo. Roosevelt: eliminar una ciudad entera pulsando un botón desde el despacho oval? No se me ocurre nada mejor. Truman: O un país entero, si la tecnología avanza lo suficiente.

En Junio de 1944, ocurre el desembarco de Normandía. En el desembarco y batallas posteriores, más de 2 millones de soldados aliados y 1 millón de tropas del eje participan en la mayor incidencia bélica del frente occidental.

Por el lado oriental, en la operación Bagration participan casi 2,5 millones de soldados aliados contra otro millón de fuerzas del eje. Las fuerzas de élite alemanas están en el frente oriental, pero la fuerza rusa es imparable. En dos meses recuperan la práctica totalidad del territorio ruso. Luego ayudan a la Yugoslavia de Tito a liberarse (lo que la lían esos putos partisanos, oiga) y avanzan en todo el frente. Un frente que llegó a tener más de 1500km, casi nada.

En el lado occidental, Patton sube por Italia pero no le dan medios. EEUU-UK, al entrar por Normandía, rompen el acceso a Francia de las fuerzas del eje y no pueden mantener Francia. En Bélgica se monta la del pulpo en la batalla de las Árdenas, sobre todo por el frío (invierno, -20ºC). En primavera, la aviación americana y la RAF (Royal Air Force, los ingleses) revientan las defensas alemanas.

Enero de 1945:

Roosevelt: No llegamos, te dije que no llegábamos. Truman: Sí llegaaaaaaaaaaamos Roosevelt: El hijoputa de Hitler se ha acojonado con el amago de atentado ese que le hizo Stalin y ha mandado a sus tropas a las Árdenas. Encima, se han congelado las armas por el frío. Estamos parados, no avanzamos y el puto Stalin va a toda hostia hacia Berlin. Truman: Primero. Stalin no va a Berlin, es tan tonto que va a por todo el territorio conquistado. Se cree lo de liberar al mundo del nazismo. Y segundo. En primavera mandamos aviones y los reventamos. Y luego camino libre a Berlin. Llegamos, estoy seguro. Me juego un Scotch de 24 años a que sí. Roosevelt: El médico me prohibe beber, le he dicho que parece un puto comunista. Truman: Bien hecho, toma un bourbon. Roosevelt: ¿quieres matarme? Truman: eh... no... no ¡CLARO QUE NO! Roosevelt: Va, da igual, esto no hace daño a nadie. Truman: Así me gusta. Mira, te lo pongo doble. NO, triple. Que los sucios comunistas no nos digan lo que podemos hacer o no. Este es el país de las libertades. Roosevelt: ¡DIOS BENDIGA AMÉRICA! (se lo bebe de trago) Truman: Bien señor presidente. Nos acercamos al final de la guerra. Tendremos que ir pensando también en como finiquitarla. Roosevelt: La última no fue mal ¿no? Truman: ¿El castigo a Alemania que ha hecho que se rebelen y monten esta guerra? La verdad es que no. Nos hemos enriquecido mucho y nuestra importancia geopolítica es la mayor de la historia. Roosevelt: Deberíamos hacer lo mismo. Truman: Ya, pero veo un problema. Ganaremos Berlin pero los rusos, sucios comunistas, se quedarán cerca. Media Europa será comunista. Si jodemos a Alemania, es muy posible que terminen siendo comunistas. Debemos “ayudarles” a ser capitalistas. Roosevelt: ¿qué propones? Truman: Por un lado, hacer que España, Portugal y esos países de mierda que tienen una dictadura pobre. Nos apoyen. Es fácil. Roosevelt: Sí, les digo “o te arrodillas o te invadimos por ser aliado de Hitler”. Y de paso, consigo servidores fieles, que siempre viene bien. Truman: Un plan sin fisuras. Como corresponde al presidente del país vencedor de la segunda guerra mundial. Roosevelt: ¡Llegarás lejos, muchacho! Truman: ¡Otra copita!

Después de tener más problemas de los debidos cruzando el Rin (léase operación Veritable), EEUU-UK se acercan rápidamente a Berlin. Por el otro lado, el frente de más de 1000km de la URSS continúa imparable. Y llega la conferencia de Yalta. La última que comparten Churchill, Roosevelt y Stalin. Y considerada como el inicio de la guerra fría.

Roosevelt: Joder, que malito estoy. Truman: Tómate un whiskyto, que eso anima. Roosevelt: Dame, a ver si levanto. Si ya estaba jodido, la puta conferencia de Yalta me ha terminado de joder ¡JODER! Truman: ¿que tal la conferencia? Roosevelt: Mal. Los putos rusos, que no quieren que controlemos los países que han liberado. Y Churchill coge y apoya al ensaladillas. SERÁ HIJO DE PUTA. Seguro que planea algo. Truman: Bueno, no pasa nada. Les echaremos la culpa de lo que pase. Roosevelt: ¿pero como? Truman: ¡Pues eligiendo cual es la verdad, como siempre! ¡Para algo tenemos la prensa comiendo de nuestra mano! Roosevelt: Qué lejos vas a llegar, muchacho. A propósito, una cosa seria. Truman: Dime Frank. Roosevelt: Creo que no duraré mucho. Quiero que seas mi sucesor, ya he hecho las gestiones pertinentes. Truman: Oh, señor. Espero que no sea cierto y que dures muchos años. Pero me halaga tanto que me elijas como posible sucesor... ¡VAMOS A TOMARNOS UN WHISKY PARA CELEBRARLO!

En Abril de ese mismo año, Roosevelt palma por una hemorragia cerebral. Truman le sucede. En Julio de 1945 se realiza la conferencia de Postdam. Ya con las relaciones entre los aliados EEUU-UK y la URSS rotas. Truman es presidente de EEUU y se firman las condiciones del fin de la guerra en Europa.

Truman: Será hijo de puta. Nadie: ¿quién señor? Truman: Stalin ¿quién si no? Nadie: ¿Y eso? Truman: El hijo de puta coge y se niega a repartir Alemania en trocitos como queríamos. Encima, coge y propone invadir España y Portugal para devolverles la democracia ¡POR QUÉ COJONES ESTOY HABLANDO SOLO! Nadie: Porque eres un vicepresidente ascendido y hasta 1949 no tendrás vicepresidente propio. Truman: Cierto, cierto. Bien, le hemos dicho que “ahora no es una prioridad” y lo ha entendido. Pero esto no puede trascender. Tenemos que hacer creer que el capitalismo es el garante de la democracia y que ellos no son más que unos sucios dictadores que matan de hambre a su gente. Aunque tardemos 50 años, lo lograremos. Nadie: Pues ya puedes empezar a hablar con periodistas para que vendan tu relato. Porque esto no se sostiene por ningún lado. Truman: Ya lo sé, ya lo sé. Pero TENGO QUE CONSEGUIRLO. Nadie: Aprovechando que no soy nadie y que no me puedes echar, paso a informarte. Truman: Dime. Nadie: Japón se ha rendido. Truman: Ni de coña. Nadie: ¿como que no? Por fin se ha terminado la guerra. Truman: No, no y no. Hemos mandado un par de bombas atómicas preciosas que harán explotar dos ciudades de Japón. No se pueden rendir hasta que probemos estas bombas. Nadie: Eres un puto genocida ¿lo sabías? Truman: No se llega a presidente de los estados unidos siendo buenista. Nadie: ¿entonces, que hacemos con la carta de rendición? Truman: Las bombas llegarán en dos días a Japón. Recibiremos esa carta justo después de las explosiones y aceptaremos la rendición rápidamente. Nadie: Ok.

Y chispúnseacabó.

El otro día, mi madre me presentó a una pareja, más raros que yo qué sé qué. Cuando se fueron, mi madre me dijo que se les llama “los Kauskinos”, pero que no sabía por qué. Le pregunté que a ver como eran y me explicó una historieta de los años 60, cuando traicionaron a unos cuantos comunistas del pueblo. Le dije que entonces sería por Kautsky, el gran traidor del socialismo. Me dijo que podría ser. Al llegar a casa, mi madre le preguntó a mi padre y le confirmó que era por eso.

La historia no dió para más. Pero ayer Antonio Maestre se sacó este artículo de la manga: https://www.lasexta.com/el-muro/antonio-maestre/tirar-pablo-iglesias-rio-spree_201909095d7587180cf2f9b31a522ea4.html y, casualidad, habla del SPD, de Kautsky y tal. Y me dije... “esto va a ser una señal de de Dios todopoderoso. Necesita que yo cuente la historia del SPD, Kaustky y demás”. Bueno, no. Más bien me dije “pues igual cuento la historia del SPD a los mastodonteros, la verdad es que mola”. Y a eso voy, a contaros la preciosa historia de como el partido político más antiguo del mundo pasó de defender obreros a traicionarlos y, con el tiempo, convertirse en este centro izquierda reformista tan cercano al nacional-catolicismo.

Me estoy metiendo en un berenjenal que enlaza con la política actual. Como alguien empiece con gilipolleces de si tal partido es de izquierda o de si la culpa del no gobierno es de tal otro... Le regalo un gato a Ipotxa y le pido las coordenadas de vuestra casa para mandaros NAPALM. Ah, sí. Y al que le moleste este artículo me puede comer los huevos por detrás. O bloquearme, lo que prefiera.

Y tras semejante muestra de cariño, empiezo con un #Levithreads.

Nos situamos en 1863. En Leipzig, Alemania. Un lugar bucólico lleno de amor y donde todo el mundo es feliz... Bueno, no. Se trata de un lugar horrible donde los currelas malviven. Curran 15 horas diarias de lunes a domingo, algunos duermen en el puesto de trabajo, otros comparten micropisos entre 2-3 familias... Y no tienen ningún derecho. En esta coyuntura, el comunismo está a la orden del día. A Marx la policía le ha puesto vigilancia 24 horas al día porque lo consideran el mayor peligro para el statu quo. El manifiesto comunista es un libro ilegal que se imprime en imprentar clandestinas, pero siempre hay varios ejemplares en toda huelga que se precie. Y las huelgas son reprimidas con porrazos, balas y hasta cañonazos. Por supuesto, no existe el derecho a huelga ni nada que se le parezca. El obrero tiene derecho a trabajar, comer (poco), dormir (poco) y reproducirse.

Las revoluciones democráticas habían instaurado el sistema político actual, quitándole poder a Austria y Prusia. De todas formas, esta democracia era como tener un primo segundo en Cuenca. Estaba ahí, pero no aportaba gran cosa. Maximiliano II había instaurado algunas reformas para contentar a la plebe, pero la cosa seguía jodidilla. A todo esto, el famoso Bismarck acababa de ser nombrado primer ministro de Prusia. Este señor iniciaría el segundo Reich, conquistando grandes terrtitorios (Dinamarca, Francia...). Pero no voy a eso.

En este periodo tan convulso, se formó la llamada Asociación General de los Trabajadores, cuyo lider era Ferdinand Lasalle. Se trataba de uno de los mucho partidos socialistas/comunistas que se estaban formando en aquel momento. Dicha asociación ayudó a muchos trabajadores, no solo en sus reivindicaciones laborales, también hizo un intenso trabajo de formación profesional, personal y política. En un país donde más de la mitad de la población era analfabeta, dicha asociación empezó a enseñar a leer y a escribir a sus asociados. En sus primeros años la Asociación General de los Trabajadores pasó a tener más de un millón de inscritos. Incluso hoy en día, el SPD incide mucho en el progreso social a través de la educación (este detalle de gratis, no viene a cuento con lo que quiero contar).

Gracias al éxito que estaba teniendo el la Asociación (a la que empezaré a llamar SPD, aunque todavía no se llamaba así), Bismarck decidió ilegalizarlos en base a las leyes contra los socialistas. Igual esto os sonará. Había democracia, había leyes y “estado de derecho”, pero se hicieron leyes injustas que muchos apoyaron porque “la ley es así”.

Dicha ilegalización hizo que el SPD se volviera más radical, predicando un socialismo más “puro” y provocando mayor número de revueltas. Por supuesto, la represión fue brutal. Muchos de los líderes del SPD fueron obligados a emigrar, cuando no encarcelados directamente. Pero la gente estaba tan quemada que dicha represión hizo que más gente se afiliara al SPD.

Algo de esto ya os he hablado en el hilo sobre mi queridísima Clara Zetkin: https://mastodon.social/web/statuses/101731986156093158 intentaré no repetirme demasiado, ya que fue una época muy cambiante y hay demasiado que contar. Ahora unos cuantos datos sueltos, no ordenados cronológicamente.

En 1890 el partido pasa oficilamente a llamarse SPD, Partido Socialdemócrata Alemán. En aquel entonces, la Socialdemocracia era básicamente el Socialismo pero que se presentaba a elecciones. En 1891, Karl Kaustky, uno de los marxistas más reputados de la época, firma (junto con Bebel y Bernstein) el Programa Erfurt, el programa político del SPD. Y con esto se convierte en el lider del SPD.

A todo esto, el partido se había vuelto a legalizar. Y empezó a ganar votos. Y Kaustky empezó a oler poder (snif, snif). Y ahí los sucios comunistas revolucionarios molestaban. Todo esto con un kaiser que, aunque les legalizó como partido, nunca consintió que llegaran al poder (que lo hubieran hecho).

Por un lado, el SPD se presentó a la segunda internacional socialista (1889) y fue el gran valedor de los intereses del estado-nación. Esto significaba priorizar el país al obrero extranjero. Esto era inasumible para el socialismo/comunismo clásico, donde lo primero es el obrero, sea de donde sea. De hecho, por eso se le llamó internacional a este congreso. Por si fuera poco, este apoyo significaba apoyar la primera guerra mundial. Y se montó la gran marimorena. Y la segunda internacional fue un fracaso. Gracias sobre todo al SPD.

En 1918, al calor de la revolución socialista rusa, el partido comunista alemán (escisión del SPD) está ganando mucho poder y consiguió que el kaiser cayera, con esto se inició la república de Weimar. Por otro lado, Kaustky, supuesto amigo de Rosa Luxemburgo, se alió con unos chicos muy majetes (antiguos militares y tal) llamados Freikorps. Quería aprovecharse de esta gente para acabar con los comunistas y la liga espartaco. En 1919, los Freikorps fueron a por Rosa, Liebknecht y otros líderes comunistas. Los capturaron, torturaron y luego arrojaron sus cadáveres a los canales de Berlín que desembocan en el río Spree. La prensa no culpó al SPD, sino que habló de que se habían encontrado muertos a tal, tal y tal. Blanqueando a los Freikorps. Por supuesto, mucha gente le dió la espalda al SPD por esto. Y en esto había un partido por ahí que vendía un mensaje fácil. Y mucha gente lo compró. Ya sabéis de quién hablo.

Gracias a la alianza del SPD con la incipiente ultraderecha, la revolución comunista alemana se fue al garete. Y el SPD se quedó como partido hegemónico de Alemania. El SPD ganó y Ebert fue el primer primer ministro de la república de Weimar, con Noske como su mano derecha y ministro de defensa. Todo parecía ir bien.

Peeeeeeeeeeero, la primera guerra mundial se perdió y Alemania tuvo que firmar el tratado de Versalles. Este tratado hundió la economía alemana. Y el partido político de ultraderecha que he nombrado antes ganó muchísimo poder. Y desbancó al SPD del poder. E incendió el reichstag culpando al partido comunista. E ilegalizó al partido comunista. Y... Bueno, ya sabéis lo que vino después.

Y ¿sabéis qué? Que Evert tuvo que exiliarse ¿y sabéis qué más? que su mano derecha, Noske, terminó en un campo de concentración. Y así, el SPD se fue a tomar por culo. Pero totalmente a tomar por culo.

Después de la segunda guerra mundial, el SPD se arrimó a los aliados e hizo saber que si le ayudaban, iba a ser un buen súbdito. Y se firmó el plan Marshall. Y Alemania tuvo toda la pasta del mundo. Y la gente se convenció de que “mejor así que no lo de antes”. Y el SPD se sintió muy cómodo.

Un país, Alemania occidental, sin derecho a ejército (con todo el gasto que supone), protegido por los aliados. Y encima, recibiendo muchísima pasta del extranjero. Un detalle que tampoco viene a cuento. Al final de la segunda guerra mundial hubo un éxodo masivo a Alemania del Este, ya que allí se vivía muchísimo mejor. Cuentan las malas lenguas que el plan Marshall se aprobó por eso, para evitar que los comunistas vivieran mejor que los capitalistas que había al lado.

Me voy a saltar los años entre 1948 (firma del plan Marshall) hasta 1975, que me estoy alargando mucho.

El SPD ya es un partido totalmente integrado en la estructura capitalista europea. La socialdemocracia es mucho más light que antes y no genera grandes problemas al capital. Y en el Sur de Europa se están produciendo muchos cambios. Las largas dictaduras se están terminando, ya es hora de que vuelva la democracia. Pero resulta que durante todos estos años, los partidos socialistas/comunistas han sido los únicos que han peleado contra las dictaduras. Hay una gran aceptación del comunismo/socialismo en estos países. Y eso no se puede permitir. El capital sugiere amablemente que es mejor una socialdemocracia obediente. El SPD ejecuta dichas sugerencias. Apoya económicamente (y apoya mucho) al PSOE y al PSP (Partido Socialista de Portugal) a cambio de acabar con las ideas marxistas, sean propias o ajenas. Y en estos casos siempre hay un Kaustky dispuesto a traicionar los ideales. En España fue Felipe Gonzalez. En Portugal Mario Soares. Ya os he contado la revolución de los claveles aquí: https://mastodon.social/web/statuses/101986127968431282 https://mastodon.social/web/statuses/101986136316787997

Por supuesto, cuando el partido Laborista inglés inaugura la llamada “tercera vía”, el SPD aplaude con las orejas y se desvían un poco más de la idea original de la socialdemocracia.

Por supuesto también, cuando hay que crear la Unión Europea, el SPD incide mucho en libertad de mercado y poco en el buen vivir de las personas.

Por supuesto, cuando la comisión europea sugiere que se apruebe el artículo 135 de la constitución española (y otros artículos similares en otros países europeos) que obliga a dejar morir de hambre a los necesitados con tal de pagar la deuda del país, el SPD aplaude con las orejas. El equilibrio presupuestario es MÁS importante que la vida de las personas.

Y aquí, queridos míos, os dejo toda mi bilis contra el SPD. El alma mater de la socialdemocracia actual.

Y chispúnseacabó.

Regreso a la tierra

La nave llegó a destino y frenó. El cubículo de seguridad que albergaba al capitán John Smith se abrió. -¿Habrá ido todo bien? Voy a mirar por las cámaras.

Una pantalla mostró la tierra. Tan azul como siempre “ya estoy en casa, todo ha ido bien” se dijo a sí mismo. Se sentó a los mandos de la nave y se preparó para aterrizar en la estepa de Kazajstan, tal y como estaba planeado. Empezó la maniobra de acercamiento, pero las cámaras le mostraron algo extraño. Mucho bosque, demasiado bosque. -Un momento ¿qué ocurre aquí? Voy a ver.

Aprovechando que estaba en una órbita LEO, decidió esperar a dar la vuelta al mundo y mirar. Iban a ser doce horas más hasta aterrizar, no era para tanto. Por lo que veía en las pantallas, todo era muy verde, pero por lo demás no le sorprendía nada. Entonces llegó la parte de la tierra en la que era de noche, “¡no hay luces, nada! se sorprendió “¿Qué ocurre aquí?”. Decidió comunicarse por radio. -Aquí nave alpha, repito. Aquí nave alpha. Conteste torre de control.

Nada, no había respuesta. Estuvo unos minutos intentando contactar por radio sin resultado, así que decidió aterrizar.

La nave empezó a acelerar, la entrada a la atmósfera con una nave cúbica sería dura, pero todo estaba previsto. Marcó las órdenes en el cuadro de mandos y volvió al cubículo de seguridad para protegerse de la entrada de la atmósfera y en el aterrizaje.

Media hora después, el cubículo de seguridad se volvía a abrir. El capitán John Smith abrió la puerta de la nave espacial. Allí no había nadie. Salió. -Aquí hace frío para ser Mayo, joder.

Volvió a entrar, cogió una manta térmica y se tapó a la espera de que vinieran a rescatarle. Nada, no venía nadie.

Pasaron dos días, el capitán Smith estaba desesperado, no le quedaba mucha comida y esta sabía muy distinta en la tierra. Era horrible comer aquello. De repente vió una silueta acercándose. -¡Por fin! No. Un momento... Eso es la silueta de una sola persona.

Un hombre vestido de pieles se acercó y le dijo. -Hola capitán Smith. Lamento la tardanza. -le dijo el hombre con un extraño acento. -¿Le conozco? -Oh, no, usted a mí no me conoce. Pero debería venir conmigo si quiere sobrevivir. -¿Ir? ¿A donde? -Al Sur, a lo que usted conocería como el parque natural de Ugam-Chatkal, en Kirguistan. -¿Pero qué? -Aquí no hay nada, como puede ver. Yo tengo víveres para los dos, pero debemos darnos prisa. -Debo esperar a que me rescaten. -Le estoy rescatando, capitán. -Me refiero a la NASA. -Ya no existe la NASA, mi querido capitán. -¿Qué? Explíquese, no le entiendo. -¿No quiere que primero salvemos la vida? Bien, como prefiera. -¿Qué? -Sus cálculos eran incorrectos. Einstein estaba equivocado. -¿Como? -Vaya, no se quiere enterar. Supongo que es normal. Bien, le explico. Estamos en el año 5376 después de Cristo, han pasado más de 3000 años desde que se fue usted. -¿¡COMO!? -En este tiempo hemos asistido a una invasión alienígena, a la casi extinción de la raza humana y, por consiguiente, a la desaparición de la civilización que usted conocía ¿Nos vamos ya? -¡Debo quedarme. -Bien, no me deja otra opción.

El hombre golpeó en la cabeza a John Smith y lo dejó inconsciente. Lo cargó en su hombro y se lo llevó. Para cuando despertó estaban ambos al lado de un río, entre pequeños árboles. John Smith cogió su arma y apuntó al hombre. -¡Quieto, queda detenido por atacar a un miembro del ejército de EEUU! -Dispare hombre, dispare. Dese el gusto. -¡Quieto, dispararé! -Sí, hombre, sí.

Aquel hombre seguía acercándose, aunque no mostraba hostilidad. Antes de que John Smith disparara, el hombre le quitó el arma y le apuntó. -Mire, se dispara así.

Apretó el gatillo, pero no sucedió nada. -¿Qué? -dijo John Smith. -¿Me hará caso ahora? Siéntese por favor. Y hablemos.

John Smith se sentó, estaba asustado. -Tome, beba un poco de agua. -el hombre le dió un odre de agua, del que bebió- -Bien, cuéntame. -Oh, tuteémonos. Bien, bien. Ante todo, pedirte perdón por mi inglés. Sabía poco, no lo he practicado en milenios y lo he tenido que aprender de libros. Te ruego que me disculpes y me preguntes si no entiendes algo. -Bien. -Como te he dicho antes, han pasado más de 3000 años desde que te fuiste. Los cálculos de Einstein y otros científicos posteriores estaban equivocados. Por suerte, he tenido tiempo de corregirlos y saber exactamente qué día volverías. -Sí, eh... ¿Tú quién eres? -Ah, sí, cierto. Soy Mikel, encantado capitán Smith. -John. -Ok, John. Como te decía, calculé cuando volverías y vine a buscarte. -¿Pero como? -Es una larga historia, pero supongo que tampoco tienes nada mejor que hacer. Al día siguiente de tu partida, una raza alien nos atacó y perdimos a la inmensa mayoría de la humanidad. Sé que llegamos a ser alrededor de un millón de humanos vivos. -¿Y ahora cuantos somos? -No lo sé con seguridad, la tecnología ha dejado de funcionar, como has visto con la pistola. Aunque creo que tu nave seguirá funcionando, ya lo probaremos en otro momento. -¿Como? ¿Qué sabes de mi nave? -Todo, supongo. La he estudiado a fondo. -¡Pero esos documentos son secretos! -Ya. Pero entré en la NASA y tuve tiempo de sobra para estudiar todos los estudios relacionados con el tema. Ten en cuenta que la NASA ya no existe, no había nadie para proteger esos secretos. -Pero, pero... -A lo que iba. Al no haber tecnología, no hay bases de datos centralizadas que nos dicen cuantos habitantes hay en cada lugar. Ahora es más manual. Calculo que somos unos veinticinco millones en total. -¿En el mundo entero? -Oh, el 99% de la población vive alrededor del mediterraneo. Fuera de allí hay poca gente. -¿América no existe? -El territorio sí, gente viva... -¿Nadie? -No, EEUU fue un fracaso a la hora de sobrevivir. -¡No te creo! -Yo te explico y si quieres luego vamos a verlo. -¿Pero como vamos a ir sin un avión? -En tu nave. -¡No se puede! -Si me dejas modificarla un poco, se podrá. Si no me dejas... Bueno, estamos a más de mil quinientos kilómetros de la civilización más cercana, en el mar caspio. -¡No es posible! ¡Me estás mintiendo! -Bueno, tranquilo. Mira, te propongo algo. Estamos relativamente cerca de Taskent, antigua capitan de Uzbekistán. En su momento tuvo más de dos millones de habitantes. Vamos allí y verás que tengo razón.

John y Mikel se fueron caminando hasta allí. Ahora casi todo era bosque y tardaron varios días en llegar. Mientras tanto Mikel le preguntaba por las sensaciones del viaje. -La verdad es que no se siente nada. El cubículo de seguridad es increíble. -Ya, leí sobre él, pero no estaba claro si te protegería del todo o no. -¿Como que no? Me dijeron que era 100% seguro. -Pues te mintieron, hay 84 informes cuestionando la seguridad del cubículo.

Llegaron a Taskent. Todos los edificios estaban derruídos, todo estaba lleno de vegetación, no había nada. -¡Pero si parecen unas ruinas romanas! -Oh no, esto es más antiguo en proporción. Las ruinas románas de tu época tenían un máximo de 2800 años y la mayoría no tenía ni 2000. Esto tiene más de 3000. -¡Pero, pero! -Te lo he dicho, no hay nada. La civilización que conociste no existe. Podemos seguir andando si quieres, pero yo me iría acercando a la nave. Si quieres vivir, claro ¿Quieres seguri viviendo? -¡Pues claro que quiero seguir viviendo! -Era una pregunta razonable. Toda tu vida no existe, el suicidio es una opción natural. -¡El ejército de EEUU no se rinde jamás! -Vaaaaaaaaaale.

Pasaban los días. Mikel y John caminaban por los bosques. Mikel cazaba y compartían la comida. Mikel pescaba y compartían la comida. Mikel conseguía pieles, las preparaba y se las daba a John para que pudiera sobrevivir. -¿Y ahora qué? -Yo veo dos opciones, John. O nos quedamos aquí a sobrevivir o me dejas modificar tu nave. -No puedo dejarte, ya te lo he dicho. -Ok ¿Quieres que te cuente algo más o ya te das por satisfecho? -En estos días me has contado como fue “La llegada” y lo que pasó después. Pero no me has contado qué ha pasado con esos robots ¿Les vencieron o qué? -Bueno, es que ese es un tema que no quería sacar todavía. -¿Por qué? -Porque... Vas a flipar. -¿Qué? -Yo vencí a los robots alienígenas.

John abrió los ojos, incapaz de decir nada ¡Aquel hombre estaba loco! -Ya veo que no me crees. Mira esto.

Mikel sacó un cuchillo y trató de cortarse el cuello. -¡QUÉ HACES! ¡NO!

No se cortaba. -¡Me has engañado con un cuchillo romo! ¡Casi me da un infarto! -dijo John. -No está romo. Lo afilé ayer. Mira. -y Mikel cortó una rama sin esfuerzo. -Si quieres, puedes hacerlo tú. En el antebrazo si lo prefieres.

John no entendía nada. Cogió el cuchillo y trató de cortar a Mikel en el antebrazo. No era posible incluso aunque se hiciera fuerza. Entonces cogió un pedazo de carne de la cena y cortó. Aquel cuchillo cortaba. -Vale. Ya has visto que no estoy loco. Un alien me hizo inmortal. -¿Qué? Nonono... Eso es imposible. -Hasta ahora todo lo que has visto ha sido imposible. A lo mejor deberías empezar a creerme un poco.

John no creía a Mikel, así que la conversación terminó ahí. Durante los días siguientes, Mikel demostró que su agilidad, su fuerza y sus reflejos eran sobrehumanos. Al final, John tuvo que creerle. -Vale, te creo. Eres inmortal. O algo así. -Gracias ¿Puedo seguir? -Sí, claro. -Bueno, simplificando mucho. El alien era inmortal y me convirtió en inmortal. Entonces yo volví a casa. -¿Y qué hicistéis? -Conquistamos gran parte de la península ibérica. Teníamos sitio de sobra para vivir sin problema. Estuve con mi familia, tuvimos una buena vida. -Ya, muy bonito todo. -Ví morir a mi mujer de vieja. Mis viejos amigos también murieron. Mis hijos también murieron. Luego mis nietos. Al final, era físicamente más joven que mis tataranietos. Tenía decenas de tataranietos, pero ya no sentía el mismo apego por ellos. Era distinto. -¿Y qué hiciste? -Un día decidí que ya no había vida familiar para mí. Me despedí de todos y me fui. -¿A donde? -A acabar con los robots. -¿Con todos? -Me pasé los siguientes ciento cincuenta años recorriendo el mundo y acabando con los robots. -¿Y te has recorrido el mundo a pie? -Los caballos son más lentos que yo. Y las bicicletas ya no sirven como antes, casi no hay caminos empedrados. No digamos nada de asfaltados. Es más rápido ir a pie. -¿Y has estado en EEUU? -Varias veces. La primera vez que fui fue cuando entré en todos los edificios gubernamentales a buscar documentación en papel que me pudiera servir. -¿Servir? -Luego te cuento. Pero piensa que el papel se destruye con el tiempo. Así que debía leer lo importante cuanto antes. -Ya ¿Y luego? -Luego me seguí recorriendo el mundo. Conocí a los habitantes del amazonas, que ahora es mucho mayor que cuando tú lo conociste. -¿Y cuantos hay ahí? -Unas decenas de miles. La última vez que estuve estaban empezando a salir del amazonas y a buscar zonas cultivables. Les ayudé a cambio de que siguieran funcionando en comunidad. -¿Qué? -No te voy a hablar de política. Te vas a enfadar. -¿Qué? ¿Peor que lo que me has contado hasta ahora? -Vale, vale. Luego no te quejes. Que sepas que no hay dinero, no hay clases sociales, todo el mundo comparte las cosas en comunidad. -¡ESO ES COMUNISMO! -No, no lo es. Es vivir en comunidad. Lo que no hay es economía. -¡COMUNISMO! -Ya sabía yo, jodidos yankees con el cerebro lavado... ¡QUE NO ES COMUNISMO, PESAO! -¡Pero si has dicho que...! -Ya sé lo que he dicho. Pero el comunismo, según predicó primero Proudon, luego Marx, Luego Lenin, Sartre y otros filósofos, es una doctrina social Y económica. No puede ser comunismo si no hay economía. -¡Pero se parece al comunismo! -No tienes ni puta idea de lo que es el comunismo, majete. Pero bueno, tú mismo. Lo que se hace es buscar siempre el bien común. Lo llaman vivir en comunidad. Tú llámalo como quieras.

Los días avanzaban, cada vez hacía más frío. -Hace un frío horrible. -Es que es Octubre. -¡Hará más frío! -Estamos muy al norte. Deberías ir hacia el sur. -¡Pero me has dicho que estamos a mil quinientos kilómetros de la civilización! -Sabes cual es la solución ¿no? -¿Dejarte manipular mi nave? -Sí. -Ok, ok. No quiero morir aquí.

Mikel y John fueron a la nave. Mikel entró y empezó a sacar cosas de su sitio para poder acceder a ciertas partes. -¡Qué haces loco! -Tranquilo, que sé lo que hago. -¡Pero qué pretendes hacer! -Los científicos que inventaron esto tenían algo aún más gordo entre manos. Esta tecnología es energía infinita. -¿Qué? -Sí. Si la manipulo como se debe, podremos volar cuanto queramos. -¿Pero como? -No vas a entender nada, así que mejor lo dejamos así. Tú quédate con que esa energía ofrece aceleración infinita, por tanto, energía infinita. -¿Como? -Cuanta mayor aceleración, mayor energía se consume ¿verdad? -Sí, claro. -Pues aceleración infinita requiere energía infinita. Estos científicos habían inventado algo que era la solución a un montón de problemas en el mundo. Y lo usaron para hacer volar una nave. -¿Entonces, podremos ofrecer energía infinita a todo el planeta? -No, porque necesitaría fabricar algunas cosas que no puedo fabricar. -¿No puedes fabricar? -Necesitaría un laboratorio con mucha energía eléctrica para poder fabricarlo. Y no tengo energía eléctrica en condiciones. -¿Entonces? -Podremos volar casi instantaneamente a cualquier parte del planeta. Y también podríamos ir fuera, si quisiéramos.

Cuando Mikel terminó, avisó a John. -¿Nos vamos? -¡Así no puedo pilotar! ¡Lo has desmontado todo! -Tranquilo, es solo colocar cuatro cosas en su sitio ¿Ves? Así. -Ok ¿A donde? -Vamos al Sur de Italia a pasar el invierno. -Vamos.

La nave se alzó en el aire. -Métete en el cubículo, si no no sobrevivirás. -dijo Mikel. -¿Y tú? -¿No te he dicho que soy inmortal? -Ah, claro, claro.

John se metió en el cubículo y aparecieron casi instantaneamente en Sicilia. Donde bajaron y un montón de gente vestida de extrañas formas empezó a gritar “Mikel, Mikel” y a postrarse ante él. -Ah, sí. No te lo he dicho. Me consideran su dios. -¿En serio? -Bueno, tiene sentido. Soy sobrehumano, las historias cuentan que salvé a la humanidad... Y aparezco cada muchos años. -¿Como te han reconocido? -Porque los muy mongolos han hecho estatuas y cuadros con mi cara. -¿Y dejarte la barba larga o cambiar de estética? -No puedo. La barba se me corta sola. -Oh, vaya. -Bueno. Te voy a enseñar algo de castellano, o como sea que se llame ahora. -¿Como? -Claro. En todo el mediterraneo se habla un único idioma, el de los supervivientes de la llegada. -¿En serio? -Eramos decenas de miles. Empezamos a ampliar nuestra influencia por el mediterraneo y nos encontramos con pequeñas colonias de supervivientes. Tuvieron que adaptarse y aprender nuestro idioma. Y así fuimos ampliando la influencia hasta rodear todo el mediterraneo. -Es increíble. -Ah. Y cuando te enseñe me voy. Que eso de que me adoren no me gusta nada. Nos veremos en primavera e iremos a ver el resto del mundo ¿ok?

Y así lo hicieron. En Marzo, Mikel apareció y todos se postraron ante él. -Qué peñazo, en serio. -¡Mikel! -Hola John ¿Nos vamos? -Sí, claro. Oye, que no te pregunté. -Dime. -¿Como supiste donde iba a aterrizar? -Tenía ciertas ideas, pero por si acaso me subí al Everest a mirar. -¿El everest? Me dejas sin palabras. -También tengo una visión mucho mejor que la tuya. Así que te ví a lo lejos y calculé donde caerías. Tardé tres días en llegar desde el Everest hasta tu ubicación. -¡Pero si son como mil kilómetros! -Sí, pero es que no necesito parar, ni dormir, ni nada. -Yo te he visto dormir. -Ya. Es que el tiempo se me hace largo. Y dormido se pasa más rápido ¿Nos vamos? -Sí.

Mikel y John fueron a América, a África, recorrieron Asia... -No queda nada. Mi hogar, mi familia, mi país... -Es duro, lo sé. -¿Y yo ahora qué hago? -Primero, te pediría que me llevaras a Australia, Nueva Zelanda y alguna otra isla. -¿Y eso? -No he estado en esos sitios. Tengo que acabar con los robots de allí. De hecho, métete en el cubículo, yo me encargo. Será más rápido. -¿Como? -Claro. Tú te quedas dentro y yo voy conduciendo la nave de vaina en vaina para acabar con ellos. -¡Nos atacarán! -Dentro del cubículo estás seguro. Y yo soy inmune. Si lo hacemos así, calculo que tardaremos unas horas. -Ok, ok.

Una vez hicieron eso. Y, recorrido el mundo, Mikel le preguntó. -¿Qué quieres hacer? -No lo sé. -¿Te ves capaz de vivir así? -Tendré que serlo ¿no? -Puedes probar. -¿Y tú? -Yo solo quiero morir. -¿De verdad? -Claro que sí. No me queda nada. Bueno, me quedan mis tatara-tatara-tatara-tatara... -Ya, ya. -tatara-nietos. Son de mi sangre, pero nada me une a ellos. -Claro ¿Y, aparte de morir, qué quieres hacer? -Nada. Hace tiempo que dejé de inmiscuirme en la sociedad. -¿Antes lo hacías? -Sí. Cuando volví de dar la vuelta al mundo, que por cierto me faltaban los sitios donde has visto vainas... -¿Y como puede ser que faltaran? Me dijise que habías recorrido el mundo. -A pie. Una cosa es llegar a Madagascar, que me tuve que fabricar un barco yo solito en África para hacerlo. Pero no podía llegar a esas islas tan lejanas. No era posible. -¿Y nadando? -Lo pensé, pero las corrientes me llevarían por cualquier sitio, llegar allí sería más cuestión de suerte. -Hay mapas de corrientes. -Ya. Pero las corrientes del mundo han cambiado. El cambio climático terminó y las corrientes se rehicieron. Ahora todo es distinto. -¿Era verdad? Había muchos que lo dudaban. -Era verdad. El cambio climático hubiera acabado con la vida del planeta. Y no estábamos tan lejos. -¿Entonces, “la llegada” no fue tan mala para el ser humano? -Si mis cálculos son correctos, si no hubiera existido este alien, no hubieramos durado ni cien años más. -Oh. -Sí. Eso sí. Alguna empresa hubiera sacado unos pasajes exageradamente caros para montarse en naves como la tuya y llevar a los ultra-ricos al otro extremo del universo. A empezar otra vida. -¡jajaja! Seguramente. -Sí, qué divertido. Bueno ¿te quedas en el Sur de Italia? Es buen sitio para vivir. -Sí, pero cuéntame eso de que “ya dejé de inmiscuirme en la sociedad”. -No ha colado ¿No? -No. -Vaya. Pues me encontré con que lo que conoces como Egipto era muy poderoso. Y estaba empezando a conquistar territorio y a crear un imperio. Habían roto las reglas de la vida en comunidad. -¿Y qué hiciste? -Pensé en matarlos, pero decidí darles con palos. -¿Como? -Fui con dos palos gordos y les dí golpes a todos hasta que se rindieron. -¿En serio? -Sí. Y fue un grave error. -¿Por qué? -Porque tiempo después, lo que tú conoces como Argelia hizo lo mismo. Y tuve que intervenir. -Ya. -Y luego España también. -E interviniste. -Sí. Y pasaron a depender de mí. Y yo me pasaba el día de aquí para allá derrocando aspirantes a dictadores. -Ya, claro. -Y cada dictador con el que acababa, más me endiosaban los lugareños. -Oh... -Y así hemos llegado a este nivel. Eso sí, desde hace más de 800 años no hay ningún intento de romper la vida en comunidad. -Es un eden comunista. -Que no es comunismo, pesao. -Ya, ya, te hacía una broma. -Bueno ¿Sur de Italia? -Sur de Italia. -Te dejaré allí y pasaré a verte una vez al año ¿de acuerdo? -¿Tan poco? ¿Y tú donde vivirás? -Me quedé a vivir en el palacio de Versalles, en Francia. -¡Oohhh...! ¿Y eso? -Una broma que tuve con mi mujer. Nuestro primer viaje como novios fue a París y ella me llevó a Versalles. Me dijo “cuando seamos ricos compraremos esto y viviremos aquí”. -Ah, claro. -Y yo le respondí “cuando seamos los dueños del mundo, este será nuestro cuartel general”. -¿Y ya está? -Sí. Es un pequeño recuerdo. Ahora allí no vive nadie, es una zona abandonada. Arreglo el jardín y hago bricolaje. Intento mantenerlo en buen estado. -Bueno, si te necesito ya sé donde encontrarte. -Sí. Oye, una cosa. -Dime. -No te suicides sin avisarme antes. -No me suicidaré. -Vale, pero no olvides lo que te he dicho.

Pasaban los años. Una vez al año Mikel aparecía en Sicilia, todos le adoraban y él hablaba con John. John aprendió el idioma y las costumbres, pero no se adaptaba. Era demasiada diferencia cultural. Un día, después de 8 años, fue John el que apareció en Versalles. -Oh, vaya. Hola John. -Hola. -¿Necesitas algo? -Oh, tienes esto muy bonito. Parece que aquí no pase el tiempo. -Sí. Está casi idéntico a como era hace 3000 años ¿Venías a algo? -No quiero seguir viviendo. -Ya. -¿Por qué me dijiste que te avisara? -Porque, si te parece bien, me suicidaré contigo. -¿Como? Si no puedes suicidarte. -Eso quiero probar. Si sale mal, vagaré por el universo el resto de la eternidad. -¿Pero no eras inmortal? -El alien dijo una cosa. -¿Qué? –“Bueno, si consiguieras arder a una temperatura superior a los 13 millones de grados, tus robots se desintegrarían. Pero no puedes hacer eso ¿verdad?” -Ya. Pero no puedes conseguir trece millones de grados ¿no? -Yo no, pero tú me puedes llevar a donde los hay. -¿Qué? -Llévame al centro del Sol. -¡No se puede! -Sí se puede. -A la nave solo le pones la dirección y la distancia. Y no tenemos posibilidad de calcular a qué distancia estamos del Sol. -Se puede. He calculado como ponernos a una distancia segura pero controlada del centro del Sol. Desde ahí solo hay que decirle que vaya en dirección al sol y a una distancia concreta. Apareceríamos en el mismo centro del sol. -¿En dos saltos? -En dos saltos. -¿Y por qué me necesitas? -No te necesito. Es solo que no quiero robarte la nave. -Ya, pero podrías haber esperado a que muriera. Sin embargo, me pediste que no me suicidara sin avisarte. -Eres militar, pero también científico. Pensé que no te gustaría morir cortándote las venas o tirándote por un barranco. -¿Y te parece mejor idea meternos dentro del sol? -Bueno, es más épico ¿no? -Creo que tener tantos años te ha ajado el cerebro. -¿Te apuntas o no? -Sí, claro. -Pues vamos.

Se metieron en la nave. Mikel le dió las coordenadas y la distancia y dieron el Salto. -Bueno John, última oportunidad ¿quieres suicidarte? -Sí. -Mete estas coordenadas y esta distancia. Y métete en el cubículo. -¿Para qué? Si voy a morir igual. -Por dos razones. Si no te metes en el cubículo, la nave no activa el salto. Y, además, morirías antes de llegar al Sol. -Ah, no. De eso ni hablar. -Pues adentro.

Cuando John se metió en el cubículo, Mikel escuchó una voz en su cabeza. -Eres listo Mikel. -Hola Alien. -Llámame Bforg. -Suponía que me hablarías antes de morir ¿funcionará? -Claro que sí. -Siempre me has dado una oportunidad, nunca me has cerrado mi destino. Suponía que esta vez sería lo mismo. -Me he divertido mucho durante este tiempo. Gracias. -¿Has probado a meterte en una estrella? -Incluso me metí en una estrella de neutrones. Y nada. -Uau, 3x10⁹ grados Kelvin. Eso es mucho calor. -Y no conseguí nada. -Vaya, lo siento. -¿Ya no me guardas rencor? -Ya no guardo ningún rencor a nada ni a nadie. -Me alegro. Libérate Mikel. -Gracias Bforg.

La nave se activó dirección al sol.

Reuniones y decisiones

Mikel salió corriendo sin pensar. Para cuando se dió cuenta de que no había cogido la bicicleta estaba saliendo de Barcelona por la Diagonal. Se notaba ligero y lleno de fuerzas, así que siguió corriendo hasta que encontrara algún sitio donde conseguir una bicicleta. Los kilómetros pasaban y a Mikel le empezaron a venir muchos recuerdos de su más tierna infancia ¡Estaba recordando exactamente lo que había hecho con dos años! Ahí estaba su madre, intentando que se comiera la sopa y Mikel rechazándola a gritos. Era como ver una película a alta velocidad, pero enterándose de todo. Absolutamente todas las cosas que le habían pasado en la vida estaban en su cabeza, cada texto que había leído, cada situación que había vivido... Recordaba incluso conversaciones de gente con la que se había cruzado y a la que no había prestado atención. Todo era perfectamente claro, nítido. Y sabía que no lo volvería a olvidar. Esto era claramente obra del alien, los pequeños robots de su cuerpo estaban reordenando sus recuerdos.

En ese momento vió que unos lobos empezaban a acorralarle. -¡Mierda, son muchos!

Siguió corriendo, se dió cuenta de que era más rápido que los lobos -¡Imposible!-pensó. En ese momento, dos lobos le cortaron el paso por delante, uno a cada lado de un coche abandonado que había justo delante. Sin pensarlo, dió un salto y pasó por encima del coche limpiamente -¡PERO QUÉ!– pensó. Poco después dejaba atrás a la jauría de lobos. -El alien decía que me había hecho una putada, pero esto es la hostia.

Aquella noche estaba llegando a Cambrils, eso eran más de cien kilómetros corriendo en un solo día. Y no tenía sueño, no sentía cansancio. -Aún así, todavía no conozco como funciona mi nuevo cuerpo. Voy a dormir.

Se metió en una casa saltando hasta un balcón. Antes también hubiera llegado hasta ese balcón, pero esta vez había sido demasiado fácil. Se tumbó en una cama, cerró los ojos y justo en ese momento le vino un enorme dolor de cabeza. Se puso a gritar. No podía moverse, no podía controlar su cuerpo, solo podía gritar.

Se despertó lleno de sudor, era de día pero no sabía cuantos días habían pasado. -Creo que ahora soy más listo. -se dijo a sí mismo-Supongo que los yocto-robots me han rehecho las conexiones neuronales y por eso el dolor. Un momento... ¿yocto-robots? ¿conexiones neuronales? ¡Anda, ahora hablo como los listos! ¡jajaja! Me acuerdo. En la clase de las 10:30 del 8 de Noviembre del año dieciocho antes de la llegada, aquel día llovía y hacía viento, llevaba un jersey negro... ¡Me acuerdo de todo! Me acuerdo de como nos explicó los prefijos del sistema internacional. Yocto era diez elevado a menos veinticuatro, una cuatrillonésima parte... ¿acabo de calcular 10^-24? Joe, sí que soy listo. Y no me ha costado nada. Bueno, ahora toca seguir corriendo, todavía queda camino para llegar. Por suerte, recuerdo perfectamente cada centímetro del mapa y de las veces que he estado por aquí. No me voy a perder.

Mikel corría, en el camino asustó a un caballo asalvajado que se puso a huir de él. Aún así le adelantó -estos caballos van a más de 40 kilómetros por hora y yo acabo de adelantar a uno, ni Usain Bolt-se dijo a sí mismo.

A mediodía del tercer día estaba llegando a Sástago. -Espera, se supone que estoy muerto. Se van a asustar.-se dijo a sí miso. Y se paró en las afueras.-por lo menos entraré andando.

Empezó a caminar y entonces escuchó un pequeño ruido. -Hola María. -¿Me has notado? ¿Y tú no tenías que estar muerto? Y estás mucho más joven. -Sí y sí. Lo tercero no sé, no me he mirado en el espejo. -¿Me lo explicas? -Luego se lo explicaré a la familia y tú lo oirás. Ahora quiero pelea. -¿Qué? -Quiero combatir contigo, quiero comprobar una cosa. -No. -Sí, vamos a un sitio alejado y lo hacemos sin que nos molesten. Sígueme si puedes.

Y Mikel salió corriendo hasta detrás de una arboleda. -¡Increíble Mikel, no podía seguirte! -dijo María. -Ya. Atácame. -No, ataca tú. Como las otras veces. -Ok.

Dos segundos después, María estaba en el suelo con el puño de Mikel a un centímetro de su cuello. -Ippon. -Es imposible. Otra vez.

Y lo intentaron otra vez. Y otra. Así hasta diez veces. Siempre con el mismo resultado. -¿Qué coño eres? -Soy un superheroe. -¿Qué? -Luego lo explico. Me voy a ver a mi familia, a ver si no les da un infarto.

Mikel entró en el pueblo. La gente empezó a gritar al verle. -¡Mikel, no es posible! -dijo Iker. -Hola Iker. -Pero, pero... estás vivo... y muy cambiado. Pero ¡vivo! -Llama a Ekhi, Dani, Grijalba, Julio, Amaia, Nuria, Iñaki, a mi familia... llama a toda la gente importante para mí. Tú sabes de quien hablo. -O... ok. -Esperaré aquí.

Mikel decidió quedarse y que le viera todo el mundo. Que se acercara quién quisiera. El alboroto era absoluto. La gente dejaba de trabajar para ir a ver a Mikel, que estaba tranquilo entre toda la muchedumbre. Unos niños empezaron a tocarle y Mikel se agachó “podéis tocarme, tranquilos” sonrió. Los niños le acariciaron la cara... un momento... ¿Y la barba? Se tocó, la tenía muy corta. Y el pelo también. Qué curioso ¿los Yocto-robots le querían ver guapo?

Su gente querida empezó a llegar enseguida, le abrazaron, le dieron besos, lloraron... Mikel estaba feliz, pero no le embargaba la emoción. Era perfectamente capaz de mantenerse sereno. -¿Pero, pero, pero? Si se cerró la compuerta... -le decía Amaia. -Ahora os cuento, tranquila. Estoy bien. -Pero, pero... ¡Te había perdido por segunda vez! -le decía Izaro. -Ya está, no me perderás más. -Estás raro aita, pareces de mi quinta. -le dijo Uxue. -¿Sí? No me he mirado. Luego hablamos de eso.

Las preguntas, los abrazos y las emociones seguían. Mikel esperaba con completa calma a que las cosas se relajaran. Cuando vió que la efusividad empezó a bajar, alzó la voz. -ESCUCHADME POR FAVOR. ESCUCHADME TODOS. TENGO UNA NOTICIA IMPORTANTE. QUIERO QUE LO SEPA TODO EL MUNDO, TRANSMITIDLO POR RADIO CUANTO ANTES.

Todo el mundo se acercó en absoluto silencio. Mikel saltó con una agilidad asombrosa a una casa. Todo el mundo dijo “ooohhh...”. Bueno, antes o después lo iban a saber, daba igual. -ESCUCHADME. HEMOS VENCIDO A LOS ALIENS. YA NO HAY RIESGO DE QUE VENGAN A POR NOSOTROS. NO HAY POR QUÉ SEGUIR FORMANDO A MATA-ROBOTS NI NADA PARECIDO. LO ÚNICO QUE DEBEMOS SABER ES QUE ELLOS SIGUEN AHÍ, SI QUEREMOS CONTROLAR UN NUEVO TERRITORIO, HAY QUE ACABAR CON LAS VAINAS DE LA ZONA ANTES DE CONTROLAR EL TERRITORIO.

Todo el mundo rompió a aplaudir, a silvar, la euforia era absoluta. -POR FAVOR, INFORMAD A TODO EL MUNDO, ENVIAD MENSAJES POR RADIO. HABLAD CON LA GENTE DE DONOSTI, CON LA DE ALFARA DE CARLES... CON TODO EL MUNDO.

Mikel se bajó. -¿Me lo explicar mejor? -dijo Julio con una sonrisa. -Luego, ahora venid conmigo.

Todos los seres queridos de Mikel le acompañaron a las afueras. -Por favor, los que nos habéis acompañado y no sois parte de mis seres queridos, volved. Esto es algo privado. Dani, quédate. -¿Soy de tus seres queridos? -Te lo has ganado a pulso, eres una gran persona que siempre nos ha ayudado en lo posible.

Mikel se sentó en el suelo y todos le imitaron. Iker ayudó a Julio a sentarse. Mikel les contó lo que había sucedido, nadie se atrevió a cortarle hasta que terminó. -¿En serio que no puedes morir? -No, no puedo. -¿Seguro? -No he probado a intentar herirme, pero habéis visto mi agilidad. Y he venido corriendo a más de cuarenta kilómetros por hora durante más de cien kilómetros al día. -Eso es imposible. -Lo sé.

Mikel cogió un kunai y trató de pincharse suavemente. El kunai no entró ni un milímetro en su piel. Apretó maś fuerte, más, más. Imposible. -Y sin embargo, en cuanto dejo de intentar cortarme, mi piel ya vuelve a ser normal. -Jo-der. -dijo Grijalba.

-Mikel -dijo Izaro-estás exageradamente joven. Y no veo la cicatriz de tu frente. -¿La que me hice de niño con el patinete? -Sí, no está.

Mikel cogió el pequeño espejo que usaba para ver sin ser visto. -¡Es verdad! Espera. Estoy muy joven, ni una cana, ni una arruga... -Ya te lo he dicho, aita. -le dijo Uxue. -Ya, ya. Un momento...

Se levantó la camiseta. Ni rastro de cicatrices. Tenía un cuerpo perfecto, definido, musculado... -¡Mira maitia, tengo 20 años! -le dijo Mikel a Izaro. -Ya me acuerdo, ya. -dijo Izaro. -¿Así era el aita de joven? -dijo Uxue. -Con esta edad no llevaba barba, pero sí. Más o menos así. Es cuando te sacaste el cinturón negro de Judo ¿no maitia? -Sí, el 15 de Mayo del año catorce antes de la llegada. -¿Qué? -Sí, os recuerdo que ahora soy mucho más listo. Os lo he explicado antes. -Cierto, cierto. -Oye Mikel. -dijo Amaia. -Dime. -Aparte de que tengo que darte una paliza por hacerme pasar ese mal rato, quiero que nos cuentes mejor lo de que ya no nos atacarán. -Hay un alien en el espacio vigilándonos a todos. Tiene implantados unos yocto-robots parecidos a los míos. Los llamo yocto-robots porque son mucho más pequeños que un átomo, incluso que un quark. No sé la escala, pero teniendo en cuenta que un electrón, que es bastante más grande que un quark, mide un femtómetro, solo podía llamarles atto-robots, zepto-robots y yocto-robots. Y me ha sonado mejor yocto-robots. -No he entendido nada, pero sigue. -Perdón. No estoy acostumbrado a ser más listo que nadie, jeje... A lo que iba. Él también tiene esos yocto-robots implantados y es inmortal. La cuestión es que el “juego” que inventó ese alien para matarnos tenía un final que no conocíamos. Éramos varios supervivientes que mataban robots. Si cuando quedara un único superviviente mata-robots, este había matado suficientes robots, había ganado el juego. -¡Pero eso es atroz! -Sí. Pero es lo que ha pasado. Quedábamos un hombre en Brasil y yo. Él murió en el amazonas, por la picadura de una araña. Y solo tuvo que esperar a que yo entrara en una vaina para hacerme... “esto”. -¿Entonces, no nos atacarán más? ¿Se van a ir? -No, si nos ponemos delante nos atacan. Pero ese riesgo de que nos invadieran por no matarlos, ya desapareció. -¡Pero estamos absolutamente limitados, no podemos movernos con libertad! -Por ahora nos quedamos. Según vaya creciendo la población, iremos ampliando territorio. Cuando toque ir a un nuevo territorio ocupado por robots, iré y me cargaré las vainas que haya por la zona. -¡Siempre tú! -dijo Izaro, que no quería desprenderse otra vez de él. -Ya maitia, pero con una diferencia. Ahora soy inmortal. Voy, entro, me cargo al robot y vuelvo. Sin riesgos, sin tardanzas innecesarias. -¡Pero te pasarás la vida fuera de aquí! -dijo Izaro. -Tranquila, ya lo he pensado. Soy capaz de hacer más de 100 kilómetros al día a pie. Si cojo una bicicleta y la adapto con un desarrollo más bestia, puedo hacerme unos cuatrocientos kilómetros en un día. Durante los próximos años podría ir, matar y volver en el día. Y luego, en dos días. No es para tanto. -¡Es verdad! -dijeron todos. -Luego está el problema de que no todos me aceptarán. -¿Qué? -Mirad, aquí mismo hay gente que me mira con miedo. Y eso que me conocéis bien ¿verdad Sergio? -El jefe Grijalba se sobresaltó. -¿qué? ¿yo? no, no, no. Yo... -Sí, no confías en mí. Sabes que soy demasiado poderoso y que podría hacer cualquier cosa que quisiera. Incluso gobernaros a todos como dictador perpetuo. -Eh...yo...no...yo...-Grijalba balbuceaba. -Me ha gustado la alusión al dictator perpetuus ¿como sabías eso? Eso no es por ser más listo. -dijo Julio. -Lo dijo de pasada el profe de historia el 2 de Feb... -Ya, ya, no me importa la fecha. Que te acuerdas. -Sí, perdón. Me tengo que acostumbrar a mi nuevo cerebro. -Bueno, yo confío en tí Mikel. -dijo Iker. -Nosotros también. -dijo Txomin, toda la familia aprobó con la cabeza. -Sí, vosotros sí, pero estoy seguro de que habrá mucha gente que no confíe en mí. Si Sergio desconfía, cosa natural por otro lado ¿como va a confiar cualquiera de las personas que no me conoce más que de pasada? Habrá muchos recelos. -¿Y qué propones? -dijo Julio, que parecía divertirle la situación. -Te encantan estas cosas, viejo loco. -Oh, no, no. Es solo que esta situación no se estudia. Es un nuevo reto de convivencia. jijiji... -Y a tí te encantan los retos, son como puzles ¿no? -Supongo, sí. -Luego hablo contigo de eso, que creo que este puzle de la federación de pueblos tiene un par de fallos. -¿Pero qué vamos a hacer para que la gente te acepte? -dijo Nerea. -Oh, nada. -respondió Mikel-realmente no podemos hacer nada. -¿NADA? -No. Intentaré no llamar la atención, poco más puedo hacer. Lo que sí que creo que tendré que hacer es ser parte de las caravanas que abren nuevos pueblos. Y por eso, me gustaría pediros a todos que vengáis siempre conmigo. Por supuesto, no voy a obligar a nadie. -Yo voy. -Y yo. -Y yo. -Yo también.

Poco a poco, todos se apuntaron menos Ekhi y Grijalba. Ekhi porque ya le dolía demasiado la espalda y necesitaba comodidades que la vida nómada no le podía ofrecer. Y Grijalba, porque decía que este era mejor sitio para organizar a la policía.

Pasaron los años. Un día Mikel se despertó junto a su querida Izaro, le dió un beso en el pelo y salió a pasear temprano. Desde hacía unos años vivían cerca de Benidorm, Mikel había limpiado casi toda la península ibérica pero había decidido que no se moverían más porque Txomin, Nerea e Izaro ya eran ancianos y necesitaban más comodidad. Este era un buen sitio para sus últimos años de vida.

Mikel se puso a pensar en lo que habían conseguido desde que “el juego” terminó. Era mucho, desde luego.

Había un idioma común, todos los bienes se repartían entre todos, todo el mundo era educador y alumno al mismo tiempo, existía una red de pueblos federados cuyos miembros iban de un pueblo a otro con total libertad, no había hambre, no faltaba nada importante para nadie.

Desde que “el juego” terminó habían crecido mucho como comunidad. La natalidad había aumentado, se habían descubierto nuevos asentamientos humanos en el Sur y Oeste... Y se seguía creciendo de forma sostenida.

Partiendo desde Sástago, se decidió seguir hasta el mediterraneo y de ahí ir creciendo hacia el norte y el sur buscando ríos para tener los pueblos en las cercanías de las desembocaduras. Era lo lógico y era lo que se había hecho históricamente. Siempre se situaban en zonas fértiles. Seguían los ríos y la costa. Aprovechaban lo que les ofrecía la naturaleza. Pronto tocaría cruzar los pirineos y entrar en lo que antiguamente se llamó Francia.

También dominaban el mar, aprendieron a construir barcos para permitir la comunicación y el comercio por mar. Empezaron a usar dichos barcos para pescar y para poder enviar grandes cantidades de mercancias de un asentamiento costero a otro.

Debido al bienestar general, hubo capacidad de pensar en otras cosas que no eran la supervivencia pura y dura. Se trabajó en las bibliotecas de las ciudades para que la historia de la humanidad no se perdiera. También se organizaron y mejoraron las escuelas. Hubo escribas que narraron lo que sucedió en la historia a partir de la llegada.

Ahora se estaba poniendo de moda crear y modificar instrumentos musicales para poder dar pequeños conciertos para romper con la monotonía del día a día.

Debido a los conocimientos adquiridos de los libros y los conocimientos adquiridos, se consiguió trabajar dos semanas de cada tres. Y cada día se trabajaban seis horas. Es decir, se trabajaban diez días y se descansaban cinco. Incluso se empezaba a hablar de “hacer turismo”. Era increíble lo bien que estaba yendo todo.

Por contra, ya casi no quedaba ropa anterior a la llegada, se vestían con ropas hechas a mano con cuero, algodón o similares. Las prendas transpirables y similares eran objeto de muchas discusiones.

Nada era perfecto, pero la gente en general era feliz. Eso alegraba a Mikel. No podía siquiera imaginarse algo así cuando se embarcó en la aventura de matar robots.

Barcelona

Mikel y Amaia estaban a las afueras de Barcelona, entrando por Garraf. Su intención era subir a Sarriá, buscar supervivientes y luego bajar a Barcelona ciudad a por la vaina. Solo había un problema. No conocían Barcelona y no tenían un mapa que incluyera las calles. -Según el mapa general, desde Sarriá deberíamos tener vista directa a la vaina. -Barcelona es una ciudad muy cuadrada ¿No? -¿Cuadrada? -preguntó Mikel -Sí, como Amara en Donosti, todos los cruces de 90º. -Ah, vale, que no hay mucha callejuela y así. No sé. -Creo que sí. Veremos.

Subieron a Sarriá, aquello estaba lleno de casas abandonadas, pero no vieron a nadie. -Mikel, esto no es bosque cerrado. -Ya me he dado cuenta, si alguien vino a vivir aquí, ya se lo cepillaron. -¿Y los cadáveres? -Carroñeros, supongo. -¿Sí? ¿Tantos? -Hemos visto muy pocos cadáveres en general. Al principio había un montón por las calles, sobre todo los que murieron en las revueltas de cuando se fue la luz. Para cuando os encontré a tu aita y a tí, no quedaba ni uno. -¿Y no es raro? -Ahora que lo dices, bastante. -¿Qué será? -No lo sé. Pero ahora debemos centrarnos. Vamos a subir a esa pedazo de villa de ahí, parece que desde ahí tenemos buena vista. -Ok.

Saltaron la verja y llegaron al jardin, que estaba totalmente abandonado. La piscina estaba marrón y había animales viviendo allí. Rompieron un cristal y entraron en la casa. Subieron los tres pisos hasta la buhardilla y desde allí, a través de una ventana de techo, saltaron al tejado. La vista era espectacular. -Mira, ahí está la vaina. -Vaya mierda de parque ¿no? -Sí, esperaba algo como el Retiro, la verdad. -Supongo que no tenían sitio para árboles en esta ciudad. -Supongo. -¿Entonces? ¿No habrá supervivientes? -Primero la vaina y luego buscamos supervivientes ¿ok? -Ok. De todas formas, cuando anochezca deberíamos ver alguna fogata si queda alguien vivo. -Puede ser, veremos.

Bajaron y se tumbaron en la enorme cama a descansar. -Yo quería vivir así. -dijo Amaia. -Ya, me acuerdo. -No me soportabas, jajajaja! -Estoy seguro de que si hubieras encontrado a un novio millonario que te hubiera puesto una casa así, no hubiera sido suficiente. -Seguramente, jajajajajaja!! -Y solo ha hecho falta una extinción masiva para que se te pase la tontería, no está mal. -Para la siguiente extinción prometo convertirme en mejor persona. -Como haya otra extinción van a quedar cuatro y el tambor. -Y Julio. -Y Julio, ese cabrón no morirá nunca. -Mala hierba... -Pero gracias a él la gente vive bien. -Sí, sí, pero es un cabrón manipulador. -Cabrón manipulador por el bien común. -Cuando volvamos empezaré a llamarlo así. -Buena idea, yo también.

Se durmieron un rato para estar frescos por la noche. Ambos se habían acostumbrado tanto a esta vida que eran capaces de dormir a cualquier hora del día y en cualquier sitio.

A media tarde se despertaron, comieron algo, estiraron los músculos y salieron al tejado a mirar. -No hay fuegos. -dijo Amaia. -No. -¿No queda gente? -El robot de Finisterre me dijo que quedaba poco más de un millón de personas. Sería lógico que no quedara nadie en las ciudades. -¿Solo en bosques y así? -Se me ocurre el Amazonas, los bosques de Canadá... Ese tipo de sitios. -¿Tibet, Himalaya? -No creo, las montañas parece que no afectan más que a que no aterrizan allí, supongo que ya habrán palmado. -Creo que en medio de África hay una selva enorme también. -¿En África? ¿Seguro? -Sí, no es todo desierto. -Yo de eso ni idea, ya sabes. -Ya. Cuando volvamos estaría bien escaparse a Zaragoza. -¿A qué? -A la biblioteca a por un Atlas o algo. A ver donde hay grandes bosques y selvas. -Sí, aunque sea como curiosidad. Estaría bien saber por donde puede haber gente viva. -¿Vamos? -Vamos.

Bajaron, salieron a la calle y de allí cogieron las bicicletas para entrar en Barcelona. Por lo que habían visto, tenían que bajar casi hasta el mar. -¿Como se llama esta calle? -preguntó Mikel mientras bajaban. -Avenida Vallcarca. -Ok.

Al rato, hicieron un par de giros y entraron en el ensanche. -¿Y esta? -Carrer Gran de Gràcia ¿por? -No, por nada.

Y siguieron bajando. -¿Y ahora? -Joder Mikel ¿qué más te da? -Yo qué sé, tú dime. -Via Layetana. -Vale, vale.

Cuando estaban llegando al mar, Amaia se paró. -¿Qué pasa? -Mira a tu izquierda. -Ah, vale. Ahí está. Estamos en el Paseo de Colón. -Qué peñazo eres, en serio. -Vale Amaia, nos acercamos y miramos si hay zona roja. Ya sabes que si hay toca esperar. -Ok. -Entro yo. -No. -Sí. Ya lo hemos hablado antes. Soy viejo y tú no. Yo ya he tenido hijos y tú todavía puedes. -Deja ese rollo. -Vale, pero entro yo. Si pasa cualquier cosa, te piras. -No, no me piro. -Que te piras. Aquí no puedes salvarme. -¿Pero como me voy a pirar? -Coges la bici, coges el paseo de Colón y pedaleas hacía allí, alejándote de la vaina. -¿Pero por qué te pones así? Hemos hecho esto decenas de veces. -Ya, pero prometí que no fallaríamos. Y eso implica extremar las precauciones. -Vale, vale. Ahora entra, reviéntalo y te vienes. -Si hay dos te llamo. -Nunca hay dos. -Una vez hubo dos. -¿Ah sí? Eso no lo sabía ¿Y como lo hiciste? -Eh... da igual. Ya te contaré. -Joder, como se te nota cuando dices algo que no debías decir. Bueno, tira, ya me contarás a la vuelta. -Ok, tú atenta.

Se acercaron, no había luz roja. -Ve. -Voy.

Mikel se acercó despacio, agazapado. Tenía que ver si había uno o dos robots antes de seguir. Entró un poco, despacio, en silencio. Solo había uno. Se acercó un poco más, a ver si tenía las manos enchufadas a la nave. Así parecía. Vale, todo normal. Cogió el cuchillo y se acercó para fundirlo. -Mal calculado, Mikel. -dijo la voz del robot. Exactamente la misma voz de la otra vez. -¡MIERDA! -Mikel no podía moverse ¡Otra vez! -Qué mal veis cuando hay poca luz, tengo las manos colocadas pero sin meter en la nave. -¡Pero no me puedo mover! -Oh, es que esta vez no es como la otra. Ahora sí que el juego se ha terminado. -¿No me das ni una oportunidad como la última vez? La última vez me dejaste un resquicio. -No, esta vez no.

Mikel estaba desesperado, gritó por si le escuchaba Amaia. -¡HUYE AMAIA!

Escuchó muy bajito un grito. -¡Mierda, noooo, Mikeeeeeel! -¡QUE HUYAS!

Mikel estaba llorando, sabía que había llegado su hora. -Bien hecho Mikel, así estamos solos y podemos hablar. -dijo el robot. -¿Pero qué?

El robot se levantó, la puerta exterior se cerró y Mikel pudo moverse. Rápidamente cogió un kunai y se lo lanzó al ojo. El robot giró la cabeza y no le acertó. -¿Te puedes tranquilizar? Ni puedes matarme ni vas a morir. -¿Qué? -Mikel ya tenía el arco con una flecha preparada. -O sueltas el arco o hago que pese tres mil kilos. -¿Qué?

El arco empezó a pesar más y más hasta que Mikel tuvo que soltarlo y dejarlo caer con un gran estruendo. -Vale ¿Hablamos ya o qué? –...sí. -El juego se acabó. Amaia y tú sois los únicos supervivientes de los que habéis llamado mata-robots. -¿Y Nuria? ¿E Iñaki? ¿Y María? -No han estado en la competición, solo han sido un complemento para vosotros. -¿Qué? -El juego era más complejo de lo que te dije la última vez. -¿Eras tú? -Sí, eso te lo cuento luego. A lo que iba. Tenía varias partes. Una parte era la que ya conoces. La otra erais los mata-robots. Una serie de personas que no os conformásteis con sobrevivir, sino que intentasteis matarnos y salvar a la humanidad. A esos os hicimos un seguimiento especial y os fuimos poniendo pruebas. -¿Pruebas? -Sí. Por ejemplo cuando pusimos dos robots a la vez en la misma vaina, o el atacar a tu familia... -¿Fue como parte de una prueba? -Sí, pero nos encargamos de que no os encontrárais de nuevo. Mandábamos a robots a buscaros a los lindes de los bosques... Todo para poneros a prueba. -¿Y? -Había que cumplir dos requisitos. Matar a una cantidad de robots gigantes y ser el último en sobrevivir. -¿Todos los demás han muerto? -Así es. Había un militar brasileño muy bueno que se lo estaba currando. Creo que era mejor incluso que tú. Pero le ha mordido una araña en el amazonas y... -¿No lo habéis matado vosotros? -Oh, no, no. De hecho, te voy a contar una cosita. Cuando aterrizamos sí que matamos a un montón de humanos que nos atacaron. Y cuando aterrizaron las naves en las ciudades, más. Pero a partir de ahí os habéis muerto vosotros solitos. -¿Como? -Sí, hemos hecho una segunda oleada de “vainas” en las principales ciudades de cada país. En España en Madrid y Barcelona, en Italia Milán y Rom... -Quiero decir que qué es eso de que hemos muerto solitos. -Oh, claro. Es lógico que te interese más esa parte. Habéis muerto de hambre, os habéis matado entre vosotros, os han comido animales salvajes... Como especie sois una puta mierda, perdona la expresión. -¿Qué? -Más de la mitad de la población del mundo ha muerto solita. De hecho, quitando los primeros tres o cuatro meses, hemos matado a bastante poca gente. -No me lo creo. -¿Ah no? Ven conmigo.

El robot se acercó a Mikel, lo cogió en el aire con sus seis brazos y se fue a una esquina de la vaina. El lateral se abrió, una plataforma del suelo se elevó y salieron volando en una especie de disco. El robot soltó a Mikel en el suelo. -Te voy a llevar por todo el mundo, mi querido amigo. -¡Pero qué cojones! -Tranquilo, hay una pantalla invisible que te protege del viento, del agua, del frío y de todo. Iremos a velocidades que no puedes ni soñar.

Mikel notaba la tremenda aceleración, pero había algo a su espalda que le impedía irse hacia atrás. -Mira. Esto es Barcelona desde el cielo ¿ves a alguien? -Estamos muy altos, no puedo verlo. -Oh, cierto, vuestra mala visión. Tengo que arreglar eso. Por ahora, te lo mostraré con lo que llamábais realidad aumentada. Marcaré los seres vivos que hay.

Frente a Mikel se empezaron a mostrar un montón de puntos de color rojo. Había miles. -¡Hay un montón de gente viva! -dijo Mikel con euforia. -Oh, no, son todo animales. Si intentas tocar un punto te dirá qué animal es.

Mikel empezó a tocar puntos; “jabalí”, “paloma”, “gato”... No había humanos. -Vámonos a Madrid.

Minutos después estaban en Madrid. Aquella aceleración no era normal, Mikel sentía una gran opresión en el pecho. -Lo siento ¿debo ir más despacio? -Sí.

Se empezaron a iluminar otros miles de puntos ante él. Mikel fue directamente a Navacerrada, a donde le habían dicho que había personas vivas. -Aquí hay humanos. -Sí, son menos de cien. Diez de ellos mandan y noventa están viviendo como esclavos. Si siguen así no llegan a la siguiente generación. Y no están intentando reproducirse. Si María los viera los mataría. -¿Conoces a María? -Os conozco a todos, Mikel. Mi capacidad de análisis es tan grande que ahora mismo estoy observando lo que hace cada una de las personas que hay en el mundo. Y aún así me aburro.

Le llevó a Brasil. -Mira, aquí murió tu último competidor. -El Amazonas. -Sí, ha crecido un montón de hectareas desde que dejasteis de talarlo. En pocas décadas volverá a su ser. -¿Y los nativos de aquí? -Sobrevivirán como han hecho hasta ahora. Viven en comunión con la naturaleza, no tengo problemas con ellos. -¿Y los demás? -Oh ¿te refieres a tu gente? -Sí, es lo único que me importa. -Primero, déjame decirte que lo tuyo ha sido espectacular. Un electricista sin ningún tipo de formación en supervivencia ha conseguido aprender a combatir, a disparar con el arco, a... Bueno, a todo. Ha sido como una novela en la que el héroe no para de adquirir capacidades. Me ha encantado, me has divertido mucho. –...gra-cias, supongo. -Tu familia sobrevivirá, Mikel. No voy a ampliar la invasión. -¿Os vais a retirar? -Oh, no, no. No puedo hacer eso. -¿Qué? -Las vainas están clavadas en la tierra, los robots están programados para hacer una serie de cosas. Lo que haré será dejar de controlarlos. -¿Qué? No entiendo nada. -Que los robots se quedarán a menos de ochenta kilómetros de su vaina. Es decir, que aunque no matéis más robots, no os atacarán. Si sois mucha gente, solo tenéis que ir a una zona nueva, matar al robot gigante de la zona y apropiárosla. -¿Y ya está? -¿Te parece poco? Hace unas horas no soñabas con algo así. -N...no, supongo que no. -Por cierto, vamos a Vitoria.

La nave aceleró otra vez. En menos de una hora estaban en Vitoria. -¿Y la vaina? -Eso quería enseñarte. No está la vaina ni están los robots. -¿Y eso? -Son biodegradables, muchacho. Y tengo que contarte otro secreto. -¿Sí? -Mikel empezaba a tener menos rabia contra el robot y más curiosidad por saber lo que ocurría. -Hay otra especie de robots que han salido de las vainas. -¿QUÉ? -Tranquiiiiiiilo. Estos no son peligrosos. Lo único que hacen estos robots es evitar la descomposición de los muertos. -¿Como? -Son unos robots diminutos, invisibles al ojo humano. Esperan a que los carroñeros hagan su parte. Y, después, o si no hay suficientes carroñeros como ha pasado a veces, descuartizan lo que queda en cachos diminutos y se los llevan bajo tierra, para que sirvan de abono. -¡Por eso no vemos cuerpos! -Eeeeso es. Que lo hablabas ayer con Amaia. -¿Entonces? ¿Se ha terminado? ¿Me vas a soltar y podré vivir tranquilo el resto de mi vida? -Oh, no, no. Se ha terminado, pero no para tí. Tú tienes un último trabajo que hacer. Y no te gustará. Pero eso a su debido tiempo. -¿Qué? -A su debido tiempo.

El robot le llevó de paseo por todo el mundo, le enseñó las zonas en las que vivía gente y las zonas en las que no. -En el Tibet vive gente. -Poca y en harmonía con la naturaleza. -Y en el norte de Rusia. -Sí, se han adaptado bien. -Amaia tenía razón, en África hay una gran selva. -Sí, Salonga. Pero aquí vive poca gente, África ya estaba muy despoblada y pocos han llegado a venir aquí a vivir. -Oh, las selvas tropicales de Tailandia, Birmania... -Sí, aquí se refugió mucha gente. Era la zona más poblada del mundo. -¿Y cuantos sobreviven? -Pocos, no estaban preparados. Gente de ciudad intentando vivir entre serpientes, arañas, tigres... No está saliendo bien. Aunque algunos sobrevivirán, claro. -¿Seguro? -Eso dice mi experiencia. -¿En cuantos planetas habéis hecho esto? -Unos pocos cientos. -¿Hay cientos de planetas con vida inteligente? -Inteligente, inteligente... Digamos que con capacidad de alterar el ecosistema. -¿Pero cuanta vida hay ahí fuera? -Mikel, el universo es infinito. Hay un número infinito de planetas, de soles, de galaxias. El big bang fue una nada comparado con todo lo que hay ahí fuera. -Oh... -No tienes capacidad para entenderlo. -Supongo que no. -¿Te queda alguna duda? -No me has enseñado las grandes islas del mundo. -Australia, Nueva Zelanda, Japón, Madagascar... ¿Ese tipo de sitios? -Sí. -En Madagascar y Nueva Zelanda hay pequeñas comunidades con grandes probabilidades de supervivencia. -¿Y en el resto? -Poco bosque, quedan demasiado pocos como para sobrevivir a largo plazo. -Oh. -Volvemos ¿vale? -Vale. -Mientras volvemos, te quería decir una cosa. -Dime. -Lo habéis hecho perfecto. -¿Qué? -Uno de los grandes problemas de la humanidad ha sido crecer a base de distintas clases sociales. -¿Qué? -Que siempre ha habido ricos y pobres. Eso ha sido muy bueno para el rápido crecimiento económico. Y la gente se ha devanado los sesos para inventar algo que le sacara de la pobreza. Pero eso ha destruído la naturaleza. -Ah. -Al centraros en el crecimiento, habéis olvidado que no sois los únicos habitantes del planeta. Habéis utilizado a los animales, habéis arrasado con los bosques y los mares... -Ya, eso ya lo decían los ecologistas. -¿Y tú qué decías de los ecologistas? -Que eran imbéciles, que mi familia necesitaba comer. -Pero no necesitaba solo comer, teníais dos coches, una moto, televisión, ropa de sobra... -Ya, supongo que era excesivo. -Y si todos hubieran sido como vosotros, aún. Pero es que había gente con varias casas, decenas de coches... El que podía, tenía más. Nunca era suficiente. Eso es lo que he castigado. -Ya, que es todo culpa nuestra. -Oh, no todo. Pero entiende que si la humanidad no respeta a los demás seres vivos porque los considera “inferiores”... Yo, que soy muy superior a todos vosotros, tampoco os voy a respetar. -Te odio, pero lo que dices tiene sentido. -Lo sé.

Antes de volver a Barcelona, se pararon a medio camino. -Mira, esa es Amaia. Va a toda velocidad a casa a avisar a todo el mundo de que te he capturado. -Ya veo. -Ya no te quejas ¿te has dado por vencido? -Sí. Has hecho lo que has querido con nosotros desde el primer momento. Mis esfuerzos han sido como el empujón de una hormiga para tí. -Pero me has divertido. Y lo más importante, has salvado a la humanidad. -Sí, lo he hecho ¿verdad? -Mikel sonreía. Aunque se temía que algo horrible le iba a hacer aquel robot. -Y además, ya no dices “vosotros”, sino tú. -¿Eh? Has sido tú el que ha cambiado el discurso. -Ya, pero te has dado cuenta. -Sí, pero no sé qué significa. -Significa que no existe un “nosotros”. Solo existo yo. -¿Qué? -Como te dije, tengo eones. Lo que no sabes es que, hace dos eones mi especie destruyó la naturaleza de mi planeta. Yo soy el fruto de una investigación que hicieron para intentar salvar a nuestra raza. De hecho, soy el único exponente. Ahora soy inmortal y tengo unas capacidades que tú considerarías “ilimitadas”. -¿Eres como un dios? -Para vosotros podría serlo, sí. Pero realmente soy un ser de una raza al que han modificado para ser inmortal. -Pero... ¿Como? -Te lo explicaré de forma muy muy simple, para que puedas entenderlo. Descubrieron como hacer robots más pequeños que un átomo, mucho más pequeños. Con estos robots se modifica el comportamiento cuántico de la materia. -¡Es lo que has hecho tú para cambiar la física de aquí! -Sí. Pero yo ya tengo un control absoluto sobre estos robots. Ellos no lo tenían. -¿Entonces? -Deja que te siga explicando. Estos robots pueden construir otros robots como ellos, actuar de forma coordinada para crear robots más grandes, de cualquier tamaño. Así actúan para detener el deterioso celular, o para curar una herida. Cualquier cosa que me ocurra, me lo reparan. -¿Así? -Sí. Y, es más. También mejoraron mis funciones cerebrales. Bueno, yo no tengo cerebro, tengo otra cosa. Pero para que tú lo entiendas, vale. -¿Como? -Tengo una memoria perfecta, mi inteligencia es brutal... Lo tengo todo. -¿Entonces? -Mi generación de robots no puede destruirse. Y no tiene límite. No puedo pararlos, no puedo controlarlos. Solo me reparan, me mejoran. Quiero morir y no puedo. -¿Para qué me cuentas esto? -Porque te voy a hacer lo mismo. -¿Me vas a convertir en inmortal? -Sí, pero con unos robots mejorados. -¿Mejores que los tuyos? -Sí, porque puedo controlarlos. Y haré que tu memoria no sea absolutamente perfecta. -¿Como? -Te ahorraré el acordarte de tus peores recuerdos. Te ahorraré los traumas. Por ejemplo. -¿Y no podré morir, nunca? -No podrás ahogarte, cambiarán átomos de lo que sea a oxígeno para que respires. No podrás quemarte, ni podrás hacerte un corte. Tu piel cambiará para ser tan dura como la de estos robots cuando estés a punto de sufrir cualquier daño físico. -¿Seré absolutamente inmortal? -Bueno, si consiguieras arder a una temperatura superior a los 13 millones de grados, tus robots se desintegrarían. Pero no puedes hacer eso ¿verdad? -¡No se puede! -Entonces serás absolutamente inmortal.

Volvieron a Barcelona y se metieron en la vaina. Mikel intentó saltar por el agujero que se había formado en la pared de la vaina para escapar, pero se golpeó contra la nada y cayó. El robot gigante volvió a agarrar a Mikel y lo metió en una cápsula. La cápsula se cerró. -Estas cápsulas son las que uso para reparar a los robots. No puedes romperla ni hacer nada. -¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

La cápsula se llenó de un líquido azulado. Mikel intentó aguantar la respiración dentro de ella, pero llegó un momento en el que tuvo que coger aire ¡Podía respirar! -Ahora te quedarás ahí durante unos días. Cuando salgas serás inmortal. No te cansarás, no morirás de hambre, nada. -¡NOOOOOOOOOOOOOO!

El robot gigante se enchufó a la vaina, su luz se fue apagando poco a poco. Mikel se quedó allí, solo, sin poder salir, sin poder hacer absolutamente nada.

El tiempo pasaba y sentía que el cuerpo le pesaba cada vez más, le costaba mantener la consciencia. En un momento, no supo cuando, se desmayó. Cuando despertó estaba fuera de la vaina, tirado en el suelo. Un kunai, un arco y una flecha a su lado. La puerta de la vaina estaba cerrada.

Corrió a por su familia.

Expansión

Ese mismo día, Mikel salió del pueblo y se fue a Castejón, un pueblo cercano. Dejó a Amaia y a su familia preparándose para ir con él. Iñaki, Nuria y otras muchas personas que se habían presentado voluntarias estaban organizando una caravana para empezar a seguir el Ebro y encontrar otra localización adecuada para asentar el pueblo. -Cucu -¡Ah! ¡HOSTIAS MARÍA, QUE ME MATAS DEL SUSTO! -¡jajajaja! Qué mono es mi salvador. -Casi me da un infarto, joder. Me cago en tus muertos. -Solo venía a agradecerte lo que has hecho. Pero no tenías que hacerlo. -¿El qué? -Decir que mataste tú a Borja. Lo maté yo por algo ¿sabes? -¿De qué coño me hablas? -¿Eres así de tonto o es que hoy tienes el día obtuso? Que yo maté a Borja para que no tuvieras que matarlo tú. Y con matarlo quiero decir que no dijeras que lo habías matado tú. Esa gente necesita un heroe. Y tú eres ese heroe. Debes ser perfecto a sus ojos. -Yo no soy ningún heroe. -Para ellos lo eres. Eres el que ha salvado miles de vidas, ha acabado con esos asquerosos robots asesinos. Una cosa es que seas un malhablado y que huelas mal... -¿Huelo mal? -Apestas. Pero a lo que iba. Y otra cosa es que piensen que eres un asesino a sangre fría. Ahora eres un heroe capaz de asesinar a cualquiera. Ahora te adoran y te temen. -¿Y qué? Yo no quiero ser su heroe. -Eso no lo decides tú. En estos tiempos en los que nos ha tocado vivir, la gente necesita un referente. Alguien perfecto en el que confiar ciegamente. Si no lo hay, lo buscarán. -¿A qué te refieres? -A dios, o dioses, lo que sea ¿No te has dado cuenta de que nadie reza? ¿De que nadie pide una iglesia ni nada parecido? -No me fijo en esas cosas. -Te tienen a tí, mongolo. Creen en tí. O creían. A ver como reaccionan ahora. -Iñaki y Nuria me dijeron que había que protegerte. -Ya. Ya les he echado la bronca. -¿Te enteras de todo? ¿Pero tú donde hostias te ocultas? -Eso da igual. La cuestión es que no hay que protegerme a mí. Mi trabajo es y será verlo todo desde las sombras y actuar en consecuencia. Es a lo que me dedico. -Tú también tendrás que asentarte en el pueblo alguna vez. -No tengo ni la más mínima intención. -¿Y la escuela de mata-robots? -Eso fue idea tuya. Y por lo que he visto, tienes gente preparada. Amaia es buena. Mejor que tú, de hecho. -Pero si hice lo que quise con ella. -Ya. Pero si ella entrenara conmigo como lo hiciste tú, te revienta. -Sí, puede ser. Es realmente buena. -Bueno. Para que lo sepas. A partir de ahora yo me dedico a lo mío. Si alguna vez quiero hablar contigo o necesito algo de tí, apareceré. Si no, no existo. -Ok. -Les he dicho lo mismo a Nuria e Iñaki. Ya no existo. Ya he entendido cual es mi función en este juego. -¿Función, juego? -Oh, sí. El juego de los aliens tiene muchas vertientes. Juegan ellos y jugamos nosotros. Cada uno tiene su función. Si queremos ganar necesitamos al heroe, que eres tú; la heroína, que es Amaia; al soporte familiar, que es tu familia; a los proveedores de bienes y servicios, que son la mayoría del pueblo... De todo. Por cierto, me cae bien Julio. A lo mejor un día le hago una visita y le asusto un poco. -Podríais ser familia, par de retorcidos. -¡Sí, me gusta como piensa! ¡jajajajajaja! Bueno, me voy. Ya nos veremos. -Vale. Gracias. -¿Por? -Por todo. Eres increíble, niña. -¿Niña? Esas confianzas, viejales, que me chivo a tu señora. -¡jajajaja! -Oye. -Dime. -Gracias a tí. Por todo.

María se fue, pero a los 15 segundos sacó la cabeza y dijo. -Ah, una cosa. Si desaparece un poco de comida cada día, no busquéis ratas. -Jejeje... ok, ok.

Al día siguiente su familia se juntó con él y se pusieron a vivir juntos. Amaia también estaba allí, habían hecho buenas migas mientras Mikel había estado fuera.

Dos semanas después una caravana de más de cien personas partía de allí. -¿No es demasiado? -Y hemos convencido a un montón de gente para que se quede. Se querían venir casi todos. -le dijo Nuria. -¿Y qué buscamos? -Un lugar llano, con buena tierra de cultivo, pero también con buen acceso hacia la montaña y con árboles. -¿Árboles? -Sí, todavía nos cuesta mucho fabricar cosas de piedra, así que necesitamos árboles. -Aquí está jodido. -Ya. A malas, nos pondremos cerca de algún pueblo con casas de ladrillo. A ver si podemos desmontar las casas y montar las nuestras. -¿Solo eso? -No, habría que pedir madera a Milagro. Un coñazo.

El mejor sitio que encontraron y en el que todavía había cobertura era cerca de Gallur, en la confluencia entre el Ebro y el Arba. No había suficientes árboles, pero por lo demás era muy buena zona. Por suerte, empezaron a enviar troncos desde Milagro. Al principio con carros de bueyes y luego con unas barcazas preparadas a tal efecto. Pocos meses después, tenían un asentamiento de primer nivel y mucha gente de Milagro se había mudado.

Por lo que sabían, seguía llegando gente de Donosti, con quién también mantenían relación comercial. Ahora ya era un pueblo más de la que llamaron “federación de supervivientes” y todos funcionaban en comunidad y nadie trabajaba más de seis horas al día. Debido a la cantidad de personas que tenían conocimientos de artesanía y de la poca cantidad de pastores que había, se decidió en votación que todos los que estaban físicamente preparados debían aprender pastoreo y pasar pequeñas partes del año cuidando animales. Así había rotación y los pastores seguían siendo parte del pueblo. “Y hacemos entender a todo el mundo que tu trabajo no es el más importante del mundo, trabajamos la empatía” añadía Julio.

Amaia había partido con Iñaki a buscar una vaina, al sur. Mientras, Mikel y los demás, entrenaban a un grupo de adolescentes a ser futuros mata-robots.

Un día, Mikel estaba paseando por la orilla del río. Se había decidido plantar dos árboles por cada uno que se cortara para madera. Ahora la orilla era un criadero de árboles jóvenes. También miraba como algunas personas estaban trabajando en hacer un arroyuelo para regadío. -Hola Mikel. -Ah, hola Iker. -Creo que esto ha sido algo bueno ¿No crees? -¿Esto? -El dividirnos en tres pueblos. -Ah, creo que sí. No tenemos capacidad de gestionar pueblos grandes, funcionamos mejor en pueblos pequeños en... ¿como era? -Federación. -Eso. Federación. -Pues quería decirte que toca hacer otro pueblo más. Somos demasiados y sigue llegando gente. -¿En serio? -Sí, me gustaría que os volviérais a mudar. -¿Has hablado con mi familia? -Sí. Ya me han dicho que te pregunte a tí, que ellos no tienen problema. -¿En serio han dicho eso? -El hogar está donde está tu gente, Mikel. -Es cierto. Es una gran verdad. -¿Te irás? -Sí, cuando Amaia vuelva, hablo con ella y me voy. -Ok.

Y así, lo que era un asentamiento en Donosti se fue convirtiendo en tres, cuatro, cinco y hasta seis pueblos. Habían pasado dos años y Mikel había salido dos veces a por robots, siempre con Ainara. Le tocaba partir de su campamento en Sástago. -Mañana salimos, Ainara. -No sé si podré. -¿Qué? -Tengo que decirte algo. -¿Qué pasa? -Creo que... estoy embarazada. -¿En serio? ¡Enhorabuena! Me alegro muchísimo. -Calla, que todavía no lo sabe nadie. -¿Qué? ¿Ni Oscar, ni tus padres? ¿Nadie? -Quería estar segura. Te lo digo a tí porque no quiero andar poniéndote excusas para no ir. Pero hasta que esté segura del todo, esto se queda aquí. -Ok, ok. Oye, dime una cosa ¿era planeado? -Sí, sí. Oscar y yo vamos en serio. -¿Ahora como se hace? ¿La gente se casa o algo? -No, simplemente decimos que es parte de la familia. -Ah, vale. A lo simple. Me gusta lo simple. Pues espero que vaya todo muy bien, ven aquí que te abrace.

Se abrazaron largo rato. -Voy a buscar a Iñaki y Nuria, a ver si alguno quiere venir conmigo. -Eeeehhh... -¿Qué? -¿No te enteras de nada o qué? -¿Ellos también? -Sí, Mikel, sí. -¿Pero qué coño? Tengo que ir a felicitarlos. Pero ahora no tengo con quién ir. -Sí, los estudiantes no están preparados aún. Habla con Amaia. -Acaba de volver, hay que dejarla descansar. -Si no es con ella no te vas. -Ok, ok.

Mikel fue a hablar con Amaia. -Ah, aupa Mikel. -Oye. -Dime. -No tengo con quién irme de caza ¿te apuntas? -¿Sabes que volví ayer? -Sí. -Vale, me apunto. Pero dame unos días para descansar. -¿Así de fácil? -Así de fácil. Lo haremos por los viejos tiempos. -Me alegra que haya sido así de fácil. -Has venido camelándome tanto... No he podido decir que no. -¿Camelando? ¿Yo? -Nada, que no aprendes. Tira, anda. -Avísame cuando estés lista.

Mikel fue a avisar a su familia de que partiría unos días más tarde. Estos se alegraron mucho de la noticia. Todos menos Izaro. -Lo que tienes que hacer es dejar de salir ya. -Izaro, maitia, sabes que aún no puedo. -Me prometiste que lo dejarías después de Galicia, el tiempo pasa y sigues yéndote. -Estamos entrenando a gente, pero tardarán en estar preparados. -Tienes 46 años, Mikel. Cuarenta y seis años. -¿Y qué quieres decir con eso? -Que, como me dijiste hace años, ya no está para ciertas cosas. -¡Estoy en plena forma! -Tu cuerpo no va a aguantar este trote mucho tiempo. No quiero que mueras. -No tengo elección, maitia. Hay que seguir matándolos. Si no nos matarán a todos. Os matarán a vosotros. No puedo permitirlo. -Hace tiempo que no sabes qué hacer si no es estar matando aliens. Ahora es tu vida. -No, mi vida sois vosotros. Y por eso debo hacer esto.

Izaro se fue llorando. Iker se acercó. -Tranquilo Mikel. Se le pasará. -Cada vez que me toca irme tenemos la misma discusión. -Pero ella lo entiende. -Ya, pero tiene razón. No puedo seguir así muchos años. -¿Estás pensando en dejarlo? -Sí. Pero ahora no me han dejado esa opción. -¿Como? -Iñaki y Nuria van a ser padres. Y luego tendrán que cuidar al niño. -Ya... -Y Ainara igual. -¿Ainara está embarazada? ¡Qué alegría! -¡Mierda! ¡No se lo podía contar a nadie! No abras la boca o te reviento. -Soy una tumba. -Ni a ella, que me mata. -Ok, ok. jejejeje... -Entonces solo quedamos Amaia y yo. Y no puede ser. -¿No? -No. Si salimos los dos juntos, al volver no habrá nadie para salir. -¡Es verdad! -No podemos estar siempre fuera. Hay que organizarlo. Voy a ir a hablar con Iñaki y Nuria. -Oye, antes de que te vayas. Quería comentar una cosa contigo. -Dime. –... -¡Dime! -Es que no es fácil. -Suéltalo. -¿Estás matando gente? -¿¡QUÉ!? -Hay un rumor. La gente te tiene miedo. -¿¡QUÉ!? -Están pasando cosas. -¿Te puedes explicar? -En estos años ha habido unos pocos casos de... digamos... muertes sospechosas. -Joder, a mí no me lo compliques. Dilo de una puta vez, coño. -Vale, vale. Ha habido casos de gente que empezaba a planear un grupo de fuerza para cambiar las cosas e implantar algo más, digamos, capitalista. Y han aparecido muertos. -¿Qué? -Sí. Siempre muerte natural. Pero ya empieza a ser mucha coincidencia. -¿Y sospecháis de mí? -Yo no, pero hay gente que dice que si fuiste capaz de matar a Borja a sangre fría... -Ya no soy el heroe al que adoran. Ahora me adoran y me temen. -¿Qué? -Nada, cosas mías. Mira, yo no he sido. -Ya. Pero es que hay más casos no relacionados. Gente que, sospechábamos que robaba y aparecía muerta. -¿Sospechábais? -Lo sabíamos pero no teníamos suficientes pruebas. -Ya, claro. -Bien, he venido a decirte dos cosas. Una, preguntarte para asegurarme de que no eres tú, cosa que ya sabía. Y dos, advertirte. -¿Advertirme? -A lo mejor alguien se quiere vengar. Tú ten cuidado. -Joder que cosas más bonitas ¿esto no era el pueblo idílico donde todo el mundo compartía? -Algunas personas son malas por naturaleza, Mikel. Y eso será así siempre. -Ok. Andaré con cuidado.

Mikel fue a hablar con Nuria e Iñaki. Estaban a la orilla del río, pescando en soledad. -Hola chicos ¡Felicidades! -¿Ahora te enteras? ¡jajajaja! -Mejor tarde que nunca ¿no?

Se abrazaron. -Vienes a organizar la matanza de robots ¿verdad? -¿Eh? ¿Como lo sabéis? -Eres un libro abierto, Mikel. Estás aprendiendo, pero todavía no sabes ser sutil. -No creo que aprenda nunca, a mi edad ya no se aprenden cosas nuevas. -Sí, eso debe ser. -De eso os quería hablar. -¿De que a tu edad no puedes seguir matando robots? Pues estás hecho un toro, cabrón. -dijo Iñaki. -Ya, pero tengo cuarenta y seis. No puedo seguir a este ritmo. -No vamos a salir ahora. -No, ahora no. Salgo con Amaia. -¿Y Ainara? –...eeehh... está indispuesta. -Vale, jejeje... dile que enhorabuena. -¡PERO QUÉ...! -Tranquilo, no se lo diremos a nadie. -¿Como coño lo hacéis? -Da igual. Oye, sigamos. Ya veo el problema. -No somos suficientes. -Ok Mikel. Vamos a hacer una cosa. -dijo Iñaki. -Dime. -¿Le has pedido a Amaia que vaya contigo de caza? -Sí, en cuanto descanse unos días se viene. -Ok. Haremos una cosa. Vais los dos pero no vayáis a la vaina que hay al lado de Teruel, esa para mí con un novato. -Pero es la última que sabemos donde está. -Ya. Y es fácil de matar, rodeo por la serranía de Cuenca y aparezco al lado por el bosque. Si voy con un novato necesito facilidad. -Ok. -Mientras estáis fuera entrenamos a los alumnos. Cuando yo parta con algún alumno... -¿Con quién irás? -Con Noah, supongo. -Sí, creo que es la más preparada. -A lo que iba. Cuando yo parta con Noah, vosotros instruís. Para el siguiente turno debemos tener a otra persona preparada. -Ok. Y quedaríamos Amaia, Noah, otro alumno y yo. Creo que elegiré a Haizea. -Con eso tenéis que aguantar unos años, hasta que nuestro peque crezca lo suficiente y pueda volver a salir. -Ok, supongo que no hay otra opción. Y entonces me retiraré y me encargaré de la formación. -Creo que es la única opción que nos queda. Eso sí. No podéis fallar. -¿Fallar? -Si cualquiera de los cuatro muere, estamos jodidos. -Ah, vale. Entendido. Otra cosa... ¡María!

Esperaron unos segundos en silencio. Nada. -María, sé que estás ahí. -dijo Mikel. -No, no lo sabes. -No te sentía pero sabía que estabas ahí. -Vaaale, dime viejales. -Deja de matar gente. -¿Yo? -Sí, ya has oído lo que me ha dicho Iker. Deja de matar gente. -No. Son peligrosos para la comunidad. -En esta comunidad no matamos gente. -Yo no soy parte de la comunidad, solo la protejo. No mandáis sobre mí. -María... -Si ahora te vas y deja de morir gente, la gente dirá que has sido tú. -¡HOSTIAS! -¿Te acuerdas que te dije que lo de dejar de ser el heroe perfecto era una cagada? Ahora ya sabes por qué. -¿Tienes que matar a alguien mientras yo no esté? -Sí. Pero tranquilo, tengo un par de candidatos. -Oye, María, no puedes. -Déjalo, ya se ha ido. -dijo Nuria. -¿Como lo sabes? -Porque la conozco.

Mikel le explicó a Izaro el plan. No le gustó, pero era mejor que nada. Unos días después, Amaia le dijo que ya estaba lista. -Ok, ya sabes lo que me dijo Iñaki. -dijo Mikel. -Sí. -¿A donde iremos? -Te propongo empezar por sitio conocido. -¿Eh? Ahí no hay vainas. -Escuuuuuuuuucha. Hace años, en aquella salida grande que hicimos, terminamos en el parque natural dels Ports. -dijo Amaia señalando el mapa. -Sí, me acuerdo. -Según tengo entendido, de ahí podemos ir hacia el sur. Está lleno de bosques. Lo que sería al Este del Maestrazgo. -No parece mala idea. Toda la parte de la costa hacia el sur está sin mirar. -Hay que ir hacia Castellón de la Plana, Valencia... Ahí tiene que haber vainas. -Ok ¿cuando? -Lo que tardemos en prepararnos. -¿Dos días? -Dos días. -Como cuando éramos jóvenes. -¡Oye! ¡Yo todavía soy joven y bella! -¡jajajaja! -¡Si hasta tengo pareja! -¿En serio? ¿¡PERO POR QUÉ COJONES NO ME ENTERO DE NADA!? -Porque te pasas el día enseñando a unos niños como ser mata-robots. Y el tiempo libre lo dedicas al 100% a tu familia. -¿Te tengo abandonada? -Qué mongolo eres, en serio ¿Qué coño me vas a tener abandonada? Lo que pasa es que las conversaciones que tenemos son todas “de trabajo”. -Bonita forma de decirlo. “De trabajo” ¡jajajaja! -Calla, mongolo. -¿Le conozco? ¿Es guapo? Bueno, eso da igual ¿tiene dinero? -¿Dinero? ¡jajajajajajaja! Estás sembrao macho. -Tengo mis momentos. Ahora en serio ¿bien? -Muy bien, una gran persona. -Me alegro cielo.

Y se dieron un abrazo.

Dos días después, ya estaban listos para partir. -¡Portaos bien! -dijo Nerea. -Lo intentaremos -rió Mikel. -No os arriesguéis. -dijo Izaro. -Lo haremos bien. -respondió Amaia.

Y salieron siguiendo el río, dirigiéndose al Este. Ese mismo día llegaron al parque natural. Lo cruzaron para empezar a bajar y Mikel ordenó parar con el puño. -¿qué? -susurró Amaia. -Humo. -¡Si! -Despacio y en silencio.

Activaron las radios, dejaron las bicicletas y se acercaron en silencio. En pleno parque natural había un pueblo, Alfara de Carles, y había humo saliendo de una chimenea. -Tú izquierda, yo derecha. -Ok. -Sin mostrarse. -Sí.

Se acercaron despacio, con mucha cautela. Vieron gente hablando, eran unos cuantos. Tenían unas huertas operativas, algunos animales... Todo parecía estar bien. -¿Entramos? -susurró Amaia por radio. -No, espera. Hay que espiar. -¿Por los tejados? -Por los tejados.

Cada unos subió a un tejado y se puso a espiar. No llevaban armas, tenían mascotas, había niños... Todo normal. -¿Bajamos? -susurró Amaia por radio. -No, seguimos expectantes. -Mikel... -Toda cautela es poca. -Ok.

Amaia sabía que Mikel tenía razón. -Mikel. -Dime. -Uno habla de que ha venido de Madrid. -¿Madrid? Eso está a tomar por culo. -Sí, llevan tiempo aquí porque todo el mundo conoce la historia. -Ok. Sigue escuchando. Esta noche les espiamos dentro de casa a ver si no tienen armas. -Ok.

Llegó la noche y vieron como las pocas familias que había se retiraban cada una a una casa. Escogieron las que tenían adultos en buena forma física para ver si tenían armas dentro. Nada, todo limpio. Escucharon conversaciones familiares, peticiones a los niños para que se portaran bien en la mesa... todo normal. -Aquí todo ok. Nos vamos y mañana Entramos -dijo Mikel. -Ok.

Salieron del pueblo, volvieron a las bicicletas y allí montaron un campamento para dormir. A la mañana siguiente se despertaron, recogieron todo y salieron hacia el pueblo. -¡Oh, mirad, viene gente! -¿Gente?

Estaban todos muy sorprendidos, pero no había ningún signo de amenaza. -Hola, somos Mikel y Amaia. -Hace años que no vemos a nadie nuevo. -Desde que llegaron Paco y Lucía de Madrid. -Os pedimos que vengáis todos, nos gustaría hablar con vosotros. -dijo Amaia. -Voy a llamar a la gente. -¿Cuantos sois? -Algo menos de cien personas. -Muchos. -Bueno, este pueblo tenía cuatrocientos habitantes. Y han venido unos cuantos de fuera. -Por lo que sabemos, un 25% de un pueblo es algo inaudito. -Muchos de los que vivían aquí han muerto de viejos, pero hemos venido unos cuantos de fuera. -¿De donde sois? -Nosotros de Barcelona, Paco y Lucía de Madrid. El resto de sitios más cercanos, Tortosa, Tarragona, Vinaroz...

La gente se fue acercando. -Mientras vienen ¿por qué no nos contáis vuestra historia? Nuestra vida aquí es muy aburrida y nos encantan las nuevas historias. -Cuando vengan todos, creo que es interesante para todos. -Ok. Ah, mirad. Estos son Paco y Lucía. -Ah, hola ¿Desde Madrid? Muy lejos ¿no? -Bueno, fue complicado. -Supongo ¿Nos lo cuentas? -preguntó Amaia intrigada. -Vale. Nosotros vivíamos en Aluche, un barrio obrero. Cuando llegó la primera oleada de naves. -¿Primera oleada? -dijo Mikel. -Sí. Hubo dos oleadas claro ¿No lo sabéis? -No. Hubo una. -dijo Mikel. -Hubo dos. El primer día cayeron todas en zonas verdes, de cultivo y tal. Y unos días después cayeron en ciudades. -¿Seguro? -dijo Mikel asombrado. -Sabemos que cayó una en el parque del Retiro en Madrid y otra en el parque de la ciudadela, en Barcelona. Supongo que pasaría en muchas más ciudades. -¡BARCELONA! ¡Amaia, pasamos cerca y no se nos ocurrió entrar a mirar! -Tienes razón Mikel. -¿Me lo explicáis? -Matamos robots. Luego os lo explicamos todo. Pero para resumir, hemos acabado con decenas de vainas. Hemos estado en muchos sitios y no hemos visto vainas en ciudades. -¿En ninguna ciudad? -Ni en Zaragoza, ni en Bilbo, ni en Donosti, ni Gijón, ni Santander, ni Oviedo, ni Vigo, Huesca... -Ya, ya. Entendido. -Sigue. Estábamos en la primera oleada de vainas. -Sí. Cuando cayeron las primeras naves y se fue la luz. Bueno, la luz y todo, empezaron los saqueos, el pillaje, la superviviencia. Mucha gente se fue a vivir a los antiguos aljibes subterraneos. -Ya. -Y entonces llegó la nave y cayó en el Retiro. Y ahí no hubo otra que huir. Salimos todos corriendo hacia Cercedilla o Navacerrada. Allí vivía gente de dinero y no quisieron acogernos. Hubo sangre, pero al final nos quedamos. -¿Matastéis a los que vivían allí? -Nosotros no, pero otras personas sí. Murieron todos los que vivían en aquella zona, los de Navacerrada por lo menos. -¿Y entonces? -Entonces esperábamos montar un pequeño poblado para sobrevivir. -Ya. Pero los mismos que ya habían matado para sobrevivir, no vieron mal matar para ser los jefes del cotarro ¿verdad? -dijo Amaia. -¿Como lo sabes? -Porque no es la primera vez que lo veo. Y huisteis. -Sí, claro. -Pero esto está muy lejos ¿como se os ocurrió llegar hasta aquí? -Vimos que no atacaban en los bosques ni por las noches, así que decidimos ir hacia La Pinilla. Pero en Madrid había demasiada gente y nos siguieron. Así que saltamos hacia Cuenca, hacia Albarracín y todo eso. -Ya. -Allí hicimos un pequeño poblado, pero un día aparecieron unos robots y tuvimos que huir. Decidimos que había que ir al norte, que tiene mayores bosques. -Claro. -Entramos por Teruel hacia Penyagolosa. Por suerte tenía familia en Castellón y conocía la zona. Y de allí vinimos aquí. Pretendíamos seguir hacia el norte, pero nos acogieron tan bien... -Joder, lo habéis hecho muy bien. -Hemos tenido suerte, supongo. -¿Y vosotros? ¿Los de Barcelona? ¿Qué nos podéis contar? -Nuestra historia es parecida al principio. Huímos al Garraf y de allí a Muntanyes de Prades. Vivíamos allí y vimos una nave destruída, con todos los robots muertos alrededor. De eso hace un montón de años. -Sí, fuimos nosotros dos. -dijo Mikel. -Oh, vaya. Pues... Muchas gracias. -Sigue anda. -Conocía este pueblo y pensamos que sería un buen lugar. Y aquí estamos. -Vale.

Siguieron conversando hasta que llegó todo el mundo. Entonces Mikel tomó el mando. -Vale. Escuchadme por favor. Soy Mikel y esta es Amaia. De aquí hacia el Norte y siguiendo el Ebro hasta Navarra es zona segura. No hay robots o aliens o como queráis llamarlos. Tenemos una gran comunidad de personas viviendo en comunidad. -¡Oh, eso es una grandísima noticia! -decía la gente. -Podéis quedaros aquí o podéis ir siguiendo el Ebro hasta Sástago, a unos 150 km de aquí. Sí que os recomiendo relacionaros con ellos, ya que tenemos muchas cosas que vosotros necesitáis. -¿Cosas? ¿Qué cosas? -Artesanos, barcos, carretas... Tenemos incluso formas de producir pequeñas cantidades de electricidad. -¡ESO ES IMPOSIBLE, NO HAY ELECTRICIDAD!

Mikel sacó una pequeña linterna y la mostró. -Si es poca electricidad funciona. Tenemos gente trabajando en ello. Tenemos luz, radios, sistemas automáticos de regadío... Un montón de cositas que os pueden ayudar. -¡Pero está muy lejos! -Por eso os lo digo. Veo que aquí vivís muy bien, así que vosotros decidís. Nosotros todavía tenemos un largo camino que recorrer antes de volver a casa. Deberíais enviar a alguien a Sástago y decirles que vivís aquí. Creo que nuestras radios no llegarían hasta aquí, pero estamos creciendo, así que es cuestión de tiempo que creemos un nuevo pueblo más cerca. Os recomiendo que habléis con ellos y entréis a formar parte de la federación de pueblos que han creado. -¿Federación de pueblos? -Han inventado un sistema de gestión de los pueblos basado en la comunidad, en la igualdad y en ayudar al que lo necesita. Las leyes se votan en asamblea y se unifican criterios por radio. No es obligatorio entrar a la federación, pero os lo recomiendo. Hablad con ellos, que os expliquen en qué se basa y luego decidís. Si decidís no uniros, podéis tener algún acuerdo comercial o algo.

La gente empezó a hablar entre sí. -Bueno Amaia ¿nos vamos? -¿Barcelona? -Barcelona.

Nuevo asentamiento

-¿Habéis visto a María? No la he visto desde que nos juntamos con la gente de Donosti. -preguntó Mikel. -No le gusta la gente. -No, si ya... -Tranquilo Mikel, está cerca, escondida. -Sí, en las sombras. Como siempre. -Cuidándonos. -Ya, muy bien, pero vamos a un sitio en el que hay muchísima gente. Y entonces ¿Qué? -Seguirá oculta, siempre. -Joder, que tía más rara, me cago en dios. -Mira quién habla, jajajaja. -A todo esto, chicos -dijo Nuria- ¿a donde vamos? -A la ribera navarra, ya lo sabes. -dijo Mikel. -¿No puedes ser más concreto? -Ah, claro. Es que no lo sé. Cuando yo me fui vivían en Donosti, iban a salir de expedición para elegir el mejor sitio. No sé mucho más. -¿Entonces? -Sé que empezarían a bucar por Tudela. Solo tenemos que llegar y seguir el río. -Vale, vale. -No pueden estar muy lejos, son mucha gente tienen mucho que mover, les interesa estar cerca. -Siguiendo con María... ¿la ha visto alguien que no seamos nosotros? -En Donosti creo que no. En Villaviciosa sí. -dijo Mikel. -Qué paranóica es, joder.

Iban avanzando despacio por la A-15, eran mucha gente y había pocos carros tirados por animales, por lo que parte de la gente debía ir andando. Además, en Donosti ya no quedaban bicicletas, se las habían llevado todas.

El tercer día la gente estaba realmente agotada, no iba a ser sencillo buscar el campamento. Cuando estaban llegando a Alfaro, poco antes de Tudela, hubo gente que empezó a desfallecer. Mikel Nuria e Iñaki se adelantaron para hablar entre ellos. -No podemos seguir. -Queda nada para Tudela, hay que seguir. -Aquí al lado están Alfaro y Milagro. Debemos montar un campamento aquí y luego nosotros tres iremos a buscar el asentamiento. -No hace falta. -dio una voz desde detrás de un montículo. -Hola María... -dijo Nuria-¿has visto algo? -Están en Milagro y aprovechan que dos ríos confluyen ahí adelante. -¡Sí! Me voy y traigo refuerzos. -dijo Mikel- ¡avisad a todos de que se sienten y descansen!

Mikel aceleró y en 15 minutos estaba entrando en el pueblo. -¡HOLA, TRAIGO GENTE QUE NECESITA AYUDA! -¡Mikel!-gritó Nerea-¿cuanta gente? -¡En la autopista! ¡Necesitan ayuda!

Se vació la carga de varios carros, se metió comida y agua, se montaron médicos y salieron hacia la autopista. Mikel les guió. Poco después, llegaron a la autopista. -¡A ver, gente! ¡Haced tres filas, que os darán comida y bebida, los médicos os revisarán y nos iremos al asentamiento de Milagro! -Eres rápido Mikel. -dijo Iñaki. -Mi gente, que es muy eficiente.

Según se alimentaba, hidrataba y revisaba a la gente, se les colocaba a la espera de un carro o se le subía a uno para traslado urgente a Milagro. Según se llenaba un carro, se mandaba a Milagro a que recibieran tratamiento. En cuanto el carro se libraba, volvía a por más gente. En cuanto todos los graves fueron evacuados, se empezó a cargar gente en todos los carros y a transportarlos a todos.

Pocas horas después, todo el mundo estaba atendido en Milagro. -Sois buenos chicos, muy buenos. -dijo Mikel sin dirigirse a nadie en concreto. -Sí, ya tenemos mucha práctica -le respondió Uxue, su hija-nos mandas a mucha gente necesitaba de ayuda. -¡UXUE, MAITIA! -dijo y la abrazó. -Aita...-dijo Uxue devolviendo el abrazo.

Después de mucho rato abrazados, se cogieron de la mano y se apartaron a hablar. -Os he echado de menos, maitia. -Y nosotros a tí ¿estás bien? -Muy bien, por una vez no he estado a punto de morir... mejor dicho, no he sufrido graves heridas. -¿Has estado a punto de morir? -Ya os contaré ¿vale? A todos juntos ¿Y vosotros qué tal? -Bien, bien. Somos muchísima gente y aquí tenemos mucho terreno para plantar, tener animales... Además, aquí hace más sol. -¿Y? ¿Necesitamos más sol? -Más sol sirve para mejores cosechas, si tienes agua. Y, han conseguido cargar baterías con placas solares. Tenemos algo de luz nocturna. -¿En serio? Me alegro muchísimo. -No son farolas ni nada parecido, pero para estar en casa sirve. Ahora están intentando fabricar baterías decentes. -¿Eh? -Claro, estamos reutilizando baterías, pero se van muriendo de viejas. Hay que crear nuevas. Y eso, sin fábricas... Hay que reinventar. -Claro, hay que reinventar todo lo que se hacía en masa. -Ah, hablando de eso. He ayudado a Irene a... -¿Irene? -Una investigadora médica. No la conoces. -Ah, sigue, sigue. -Ha reinventado la penicilina. -¿Qué? -Los primeros antibióticos. -¡¿Tenemos antibióticos?! -Sí, de mala calidad, pero es una gran mejora. -¿Pero eso no se hace en super laboratorios y tal? -Ahora sí, pero el primer antibiótico fue la penicilina, que es un hongo. Lo dificil es aislalo y tal. Y lo hemos conseguido. -¿También eres investigadora médica? -No, pero soy concienzuda e Irene necesitaba ayuda, así que la ayudo en lo que puedo. Aprendo mucho. -¿Pero como lo hicistéis? -Uff... es muy complicado de explicar si no tienes formación. Resumiendo mucho, fuimos a la clínica universitaria de Navarra, en Pamplona, y conseguimos unos libros en los que se explicaba como se consiguió la primera vez. Lo que hizo Fleming y como Chain y Florey lo perfeccionaron. -Mi propia hija me habla como si fuera tonto. -Oh... no era mi intención. -No lo entiendas mal, que mi hija sea tan tan lista me llena de orgullo. -dijo Mikel con lágrimas en los ojos. -Aita...

Y se volvieron a abrazar.

Se fueron a encontrarse con el resto de la familia. Estaban en la calle, y fueron corriendo. Despues de los abrazos y las declaraciones de amor, Mikel pidió a todo el mundo que se sentara y escuchara. -Necesito contaros esto. -¡Hola Mikel! -¡Hombre, Julio e Iker! Sentaos, que os interesa. -¿Qué pasa? -Os tengo que contar dos cosas importantes. -¿Dos? -Sí. Primero lo más gordo. He hablado con un robot. -¡¿QUÉEEEE?! -dijeron todos al unísono. -Cerca de Finisterre, me metí en la vaina como siempre y allí pasó todo. -¿Como fue? -Me quede sin poder hacer movimientos rápidos y el robot me habló. Dijo que tienen dos mil millones de años y que han venido a por nosotros porque nos estamos cargando la naturaleza. Ya os lo contaré más detalladamente, pero esto es lo importante. -¿Y qué más te dijo? -Que no es la primera vez que lo hacen. Que se lo toman como un juego. Tienen control absoluto de algo llámado “física cuántica” o algo así. No sé qué de lo que es más pequeño que los cuaks. -¿Quarks? -dijo Iker. -Eso. Que tienen un control absoluto. Y que con eso pueden hacer que las leyes de la física se alteren a su antojo. Que lo de la aceleración no es así, pero les hizo gracia. También me dijo que se lo toman como un juego. -¿Un juego? Explícate mejor por favor. -dijo Julio. -Que llegan a un planeta, ponen unas reglas que ellos consideran “adecuadas” y que a partir de ahí mandan a los robots a matarnos. Que es un juego de supervivencia. Por ejemplo. Si quisieran andar de noche, lo harían. Si quisieran disparar a 100km, lo harían. Etc. -¿Entonces? ¿Lo de no entrar en las casas, no andar de noche, no entrar en bosques y esas cosas? -Y lo de que su laser no atraviese la piedra y no trepen muros. Todo inventado. Podrían aniquilarnos en un abrir y cerrar de ojos. Pero el juego es así. Pero hay algo más importante. -¿El qué? -Si dejamos de matarlos y “nos acomodamos” se acaba el juego. -¿Como? -Que si ahora decidimos quedarnos aquí a vivir y otras colonias humanas hacen lo mismo, un día decidirán que se acabó el juego y nos matarán. -¿Vendrán los robots desde lejos, de noche o atravesando bosques a matarnos? -O nos dispararán desde sus naves del espacio, que me dijo que también podían. Atravesando edificios, bunqueres y lo que fuera. Y acertar siempre. -¿Entonces? -Hay que seguir matándolos. No hay otra. -¡Pero no hay nadie preparado! -dijo Izaro, sabiendo lo que eso significaba. -Estoy yo. -dijo Mikel, respondiendo al pensamiento de su mujer. -¡NO, DIJISTE QUE NO! -No hay otra, maitia. No hay otra. -Estoy yo también. -¡AMAIA! ¿Desde cuando estás ahí? ¿Y por qué no llevas muletas? -dijo Mikel levantándose a abrazarla. -Te dije que me curaría. -Pero... ¿como? -Han inventado una pomada o algo así. Sé que lleva Aloe Vera y Árnica, pero no sé más. Me fue de perlas. -¿Y ya estás bien? -Me duelen un poco las cervicales porque he dormido en mala postura, por lo demás como nueva. -Mi ninja pija... -le decía Mikel. -Mikel, tú no eres así de pegajoso. Quita. -Jo, perdona, no me esperaba esto. -Perdonad que cortemos esto, pero ¿no tienes más que contar? -Sí. Nuria, Iñaki, María y yo hemos pensado en que hace falta una escuela de mata-robots. -¿Quienes son? -dijo Nerea. -¿Es Iñaki? ¿El que jugaba en el Athletic? Me ha parecido verle antes. -dijo Txomin. -Sí, me los encontré en Asturias. Son buena gente y bastante válidos. -Va con una chica ¿Y la otra? -María está escondida, siempre está escondida. -¿Qué? -Ya os contaré. Es una ninja o algo así. -Pero, si hay que seguir matándolos, cada vez tendremos que alejarnos más para seguir matando. -Ya, pero por ahora nos da tiempo. Necesitamos ganar tiempo para pensar otro plan. Yo ya tengo bastantes años y en breve no podré seguir este ritmo. No había contado con Amaia, pero algún día también tendrá que parar. Necesitamos formar nuevos mata-robots. -¿Te olvidas de mí? -dijo Ainara. -No me olvido. Supongo que habrás mejorado, te toca empezar a salir a matar robots. Y cuando demuestres que puedes, te convertirás en instructora. -¿Instructora? -Por ahora, solo María, Amaia y yo hemos matado robots que sepamos. No sé qué hará María, porque no se fía de nadie. Entonces quedamos Amaia y yo. Nos llevaremos a Nuria, Iñaki y Ainara como aprendices. Cuando ellos también aprendan y hayan matado a unos cuantos, se convertirán en instructores. Una pareja cada vez, los demás se quedan aquí y enseñan a los nuevos. -¿Los nuevos? -Escuela de mata-robots. Necesitamos nuevos alumnos. Necesitamos a Ekhi, a la fisio y a la entrenadora personal¿como se llamaban? -Lucía y Sandra. -Necesitamos a Lucía y Sandra. Necesitamos a alguien que enseñe a curar, a poner puntos, a cazar, a buscar frutos comestibles, agua... Hay que hacer un plan entero de supervivencia en entorno hostil. -Ok, nos pondremos a ello -dijo Julio-¿algo más que nos quieras contar? Has dicho dos cosas. -Sí, pero un segundo. Amaia, sube a ese balcón. -¿Qué? -Demuéstrame que sigues siendo igual de agil. -Vete al carajo. -Si no lo haces, no puedes salir a matar robots. Te quedas de profe. -Ni de coña. -Y luego te pondré otra prueba.

Amaia cogió carrerilla, corrió, saltó, se apoyó en la pared y subió rápidamente al balcón. En cuanto llegó arriba, Mikel lanzó un kunai cerca de donde ella estaba para ver si esquivaba a tiempo. Lo hizo. -¡CABRÓN! -No te hubiera dado. Baja que seguimos, ahora combate.

Amaia bajó de forma muy ágil, se veía que estaba recuperada. Pero Mikel también tenía curiosidad por ver como se movía en combate. Cogió dos cuchillos que estaban en sus respectivas vainas. -Sin desenvainar. -Ok.

Se pusieron frente a frente. Amaia atacó y Mikel defendió sin dificultad. Amaia entró por un lateral y trató de pinchar en un costado. Mikel se deslizó a un lado de forma agil. Amaia siguió atacando, cortando, pinchando. Y Mikel defendía y esquivaba con absoluta naturalidad. -No estás preparada. -¡Pero si he mejorado de lo que sabía antes! ¿Como coño me esquivas tan fácilmente? -Eh... Ah, claro. Igual es cosa mía. -¿Qué? -María me enseñó. Será que he mejorado más de lo que pensaba. -Cabrón, chuloputa. -No ha sido queriendo, en serio.

Se sentaron. Mikel iba a hablarles de Donosti cuando aparecieron Nuria e Iñaki por allí. -Mikel. -Ah, aupa. Mira, os presento... -Sí, hola, encantados.-cortó Nuria-Ven, que tenemos que hablar. -Justo iba a contarles lo de Donosti. -Ya, tenemos que hablar de eso. -¿Qué pasa? -Ven.

Mikel se alejó. -¿Qué pasa? -preguntó Mikel. -Hay que proteger a María. -¿Qué? ¿Pasa algo? -No hay que hablar de María, si la empiezan a buscar, se va a escapar. -¿Como? -Sí, seguro. Conociéndola... -¿Pero no nos va a ayudar con los alumnos de mata-robots? -Hay pocas posibilidades, pero si queremos que haya alguna, no debe saberse de su existencia. -¿Pero por qué? -Creo que está investigando a todo el mundo. Hasta que no confíe no aparecerá. -¡Pero aquí hay miles de personas! ¡Tardará años! -Es su método, o la respetas o se irá. -Ok, ok ¿Entonces qué cuento? Les tengo que explicar lo de Donosti. -Dí que fuimos nosotros tres. -Ya he nombrado a María y la he definido como “ninja”. -¡Joder! ¿No te podías callar un poco? -¡Es mi familia! -¿Que has dicho exactamente? -Que somos 4. Cuando me han dicho que solo os han visto a vosotros dos, por cierto, Iñaki, Txomin te conoce ¿eras muy famoso? -Bastante. Sigue. -Ok. He dicho que María estaría escondida, que siempre lo está, porque es algo parecido a una ninja. -¿nada más? -No, luego les he dicho que tenemos que seguir matando robots aunque nos alejemos. -Bueno, tendremos que confiar en que esa parte de la conversación se olvide. Por suerte, lo que has soltado de que los robots nos aniquilarán si nos despistamos, es lo suficientemente importante como para que olviden la conversación sobre María. -Ok, ok ¿Entonces, miento? -No, no puedes mentir. Eres malo mintiendo. -¡Oye! -Lo eres. Tienes que contar la verdad, pero sin nombrar a María. Dí “hicimos”, “matamos” y cosas así. Sin nombrar a nadie. -Ok, ok. -Eh, Mikel. -Qué. -Respira, concéntrate y, sobre todo, no la cagues. -Ok.

Mikel respiró y se fue a contarles lo que ocurrió. -Ya estoy de vuelta. -¿Qué pasaba? Os he visto tensos. -Nada que os competa. Hemos pasado muchas cosas juntos y me querían comentar algo ¿Os cuento lo que quería contaros? -Sí, sí. -dijeron. -Venimos de Donosti. La gente que traemos estaba en estado de semiesclavitud. -Bueno Mikel, no era para tanto. -dijo Julio. -¿Lo sabíais? -Cuando montamos este asentamiento, Borja volvió. -Vale. Lo sabíais. -Escucha. Una vez volvió, hubo una votación y se le permitió quedarse. -Ya, pero... -Déjame terminar y luego sigues con tu historia. -Ok. -Tiempo después empezó a venir gente de allí, porque Borja se estaba haciendo con el poder, ganando votaciones, cambiando leyes a su gusto... -Ya. -Pero no teníamos capacidad de pararle porque aquí teníamos mucho trabajo. -¿Y qué hicisteis? -Un acuerdo comercial. Le reconocimos como “alcalde” de Donosti y establecimos una serie de acuerdos beneficiosos para todos. -Ya, pues la cagasteis. -¿Qué? -Que nosotros seguíamos mandando gente. Y esta gente llegó a Donosti con la esperanza de encontrar un buen lugar para vivir. -¿Y qué pasó? -Que las “leyes” cambiaron. Y los recién llegados ya no tenían el permiso de residencia. Eso se ganaba “con el trabajo” o vendiendo al prójimo. Y sin permiso de residencia eras básicamente un esclavo. -¿Y por qué no se fueron de allí? -Porque lo habían arriesgado todo para ir a Donosti. No tenían nada. -¡No lo había pensado! -Y tuvimos que intervenir. -¿Qué has hecho? No me digas que... -Le dijimos a la gente que nos siguiera, algunos lo hicieron y los guardias nos atacaron. -¿Y? -Los matamos a todos.-a Mikel le estaba costando decirlo así, pero le estaba saliendo bien. -¿Os atacaron todos? -preguntó Iker, muy preocupado. –...no, todos no. -¿Matásteis a alguno que no os atacó? Mikel, es importante. –...sí, a Borja. -¿Habéis matado al alcalde de un pueblo con el que teníamos un acuerdo comercial sin que él os atacara? Mikel, eso es ilegal según las leyes de aquí. Deberíamos juzgar al que lo hizo. -dijo Julio. -¿Juzgarle? ¡Es el heroe de esta gente! -dijo Izaro, muy enfadada. -Ya, pero las leyes deben ser iguales para todos, debemos juzgarle. -dijo Iker. -Bueno, bueno, podemos hacer que esto quede entre nosotros ¿no? -dijo Txomin, conciliador. -No, no podemos, debemos ser ejemplares. -dijo Julio- Dime Mikel ¿quién lo mató? –... -Mikel, debes decirme quién lo mató. -Lo maté yo. -¿¡QUÉ!? ¡No me lo creo! ¡Mikel, tú no eres así! -Sí, fui yo. -Mikel, voy a mandar que te detengan. Hablaré con Grijalba para que te ponga en un lugar donde no llames la atención. Será un juicio con mucho público. -¿Cual será el castigo? -Seguramente el exilio. -Ok. -¡NOOO! ¡Mikel, no puedo perderte otra vez! -lloraba Izaro. -Tranquila maitia.

Mikel la abrazó. El resto de la familia se unió al abrazo. Julio e Iker se alejaron.

Al día siguiente ya empezaba el juicio. -Sí que es rápido. -dijo Mikel. -Las leyes aquí son muy básicas. Y has aceptado tu culpabilidad. -le respondió Iker, que iba a ser su abogado defensor. -¿Qué vas a decir? -Poco puedo decir, no tenemos ninguna ley que permita atenuantes de penas por ser heroe, ni tenemos indultos. -¿Entonces? -Se expondrán los hechos, el juez te preguntará y, como supongo que volverás a decir que has sido tú, te mandará al exilio. -¿El juez? -Oh, es juez de verdad. Vino hace unos meses. Un hombre muy inteligente. Si fuera por él estoy seguro de que diría que no eres culpable. Pero no le das opción. -¿Y si ahora miento? -Bueno, entonces preguntarán a los que estábamos allí cuando lo dijiste. Y obligarás a todos el mundo a mentir, Julio no mentirá por tí. Y también preguntarán a Iñaki y Nuria. -¿Y si todos dicen que no fui yo menos Julio? -Entonces se abrirá una investigación y si resulta que han mentido en juicio, los expulsarán a todos. -Vale.

El juicio se tuvo que hacer al aire libre, todo el mundo quería estar presente. Antes de empezar el juicio ya había gritos diciendo que no se oía. “Joder, putas muchedumbres” se dijo Mikel a sí mismo. -En el día 16 de Julio del año 10 después de la llegada, empieza este juicio por asesinato. -dijo el Juez. -¿16 de Julio del año 10? -le preguntó Mikel a Iker. -Ah, sí. Tenemos calendario nuevo. Semanas de 5 días, meses de 6 semanas, 12 meses y los últimos 5 días del año son festivos. -¿Los nombres de los meses se mantienen? -Sí, sí. Ahora atento al juicio. -cortó Iker.

El juez estaba leyendo los hechos tal y como se los había relatado Mikel unas horas antes. -¿Es correcta esta afirmación Mikel? -preguntó el juez. -¿Afirmas haber asesinado a Borja, alcalde de Donosti, sin ataque previo? -Sí. -En tal caso, debo condenarte, muy a mi pesar, al exilio permanente.

El público se encendió, hubo gritos, empujones, nadie aceptaba que Mikel fuera expulsado. Grijalba llamaba al orden y su gente intentaba calmar los ánimos sin conseguirlo. Mikel se subió a la mesa donde estaba el juez. -Perdona juez, tengo que hacer esto, a ver si los tranquilizo. -Adelante, tranquilo. -¡A VER GENTE! ¡SILENCIO! ¡SILENCIO HOSTIAYA!

La gente se fue callando poco a poco. -¡YA VEO QUE ME TENÉIS APRECIO, NO SABÉIS CUANTO LO AGRADEZCO, PERO TODOS HEMOS DE CUMPLIR LAS LEYES Y YO EL PRIMERO!

La gente le gritaba que no, que no se podía ir. -¡A VER! ¿NO ME ENTENDEIS O QUÉ HOSTIAS? -Mikel hablaba con toda la potencia que su voz le permitía-¡YO ME VOY, DEBO IRME! TENÉIS EL FUTURO ASEGURADO AQUÍ, NO ME NECESITÁIS -mentía Mikel, sabiendo lo que había.

En ese momento, Julio se acercó a la mesa. -¿Me ayudas a subir Mikel? Que yo ya tengo una edad. -Sí, sí, claro. -CHICOS, CHICOS. ESTÁ FEO GRITAR Y ESTÁIS OBLIGANDO A GRITAR A UN POBRE ANCIANO. -La gente se volvió a callar. Todos conocían a Julio y querían escuchar lo que tenía que decir. -ES CIERTO LO QUE DICE MIKEL, DEBEMOS CUMPLIR LA LEY. LO QUE NO DICE LA LEY... -Ahí el silencio fue absoluto. -ES QUE NO LE PODAMOS SEGUIR A DONDE VAYA.

Julio esperó a que su idea fuera permeando en la cabeza de la gente. -OS PROPONGO ALGO. PREPARAMOS UNA EXPEDICIÓN PARA QUE VAYA CON MIKEL A BUSCAR OTRA BUENA UBICACIÓN, SIGUIENDO EL CAUCE DEL RÍO. UNA VEZ ENCONTRADA LA UBICACIÓN, IREMOS PREPARANDO LA ZONA PARA VIVIR TAN BIEN COMO AQUÍ E IR ACOGIENDO A LA GENTE. AQUEL QUE NO QUIERA VENIR, NO TIENE QUÉ HACERLO, POR SUPUESTO. Y FUNCIONAREMOS COMO UN ÚNICO PUEBLO GRACIAS A LAS RADIOS. LEYES ÚNICAS Y COLABORACIÓN ABSOLUTA ENTRE TODOS.

La gente rompió a aplaudir y a gritar de alegría. La idea gustaba. No obligaba a nadie a hacer nada que no quisiera y se le ofrecía una buena salida a Mikel. Julio se acercó a Mikel y le susurró al oído. -Además, somos demasiados para un solo pueblo en estas condiciones. jijiji... -Por culpa de nosotros dos, miles de personas se mueven a un nuevo asentamiento, viejo loco. -le sonrió Mikel.