Lanza el dodo

boardgames

Como pasaba en Daybreak, en estos juegos trataremos de combatir el cambio climático, aunque aquí no afrontaremos un cambio global, sino nos centraremos en arreglar las líneas de metro de Londres y Tokio. En este juego de flip and write, o flipar y escribir, cada jugador toma un lápiz de colores y va conectando en cada turno la línea de metro con una nueva estación según el símbolo mostrado en cada carta mostrada en esa carta. Además de tratar de conectar el máximo número de estaciones, se puntuará por llegar a diferentes distritos, conectar localizaciones concretas, cruzar el Támesis o llegar al centro de Tokyo.

Además, hay restricciones adicionales, como no hacer líneas paralelas o ramales salvo que una carta así lo permita, y objetivos globales, como los mencionados. Cuando se han mostrado todas las cartas, se cambia el color de jugador y comenzaremos una nueva línea, con la cual nos darán puntos adicionales por las conexiones.

Flip and cry

Este juego tiene un buen equilibrio entre el control (al ser públicas las cartas que han salido) y el arrepentimiento al final de la partida, cuando tienes menos caminos posibles y te percatas de que tus jugadas no han sido óptimas. Además, existen pequeños módulos que se pueden incluir para hacer las partidas algo más interesantes, como poderes que se pueden usar una única vez por color, u objetivos comunes. Por esto mismo, me parece más interesante la versión de Tokyo, además de tener un mapa un poco más interesante, con una línea de metro ya creada, pero es cuestión de gustos. Las sensaciones son parecidas a Railroad Ink, mostrando que la planificación del transporte público es un tema genial para este tipo de juegos.

  • Reminiscencias a MiniMetro: ★★★★☆
  • Posibilidad de tener lápices de colores en casa: ★☆☆☆☆

Tags: #boardgames #flipandwrite

My octopus teacher, el Queen’s gambit de Cephalopod, el juego de hoy. Es un juego abstracto con dados, y un juego con dados con nulo azar 🤯.

El tablero de juego es una cuadrícula de 3x5 o 5x5, según el tiempo que tengáis para estar quebrándoos la cabeza. Cada jugador dispone de dados de un color, y en su turno colocará uno de ellos en el tablero. En caso de haber más de un dado adyacente a esa casilla y que su suma sea inferior o igual a 6, seleccionará y retirará al menos dos de esos dados y colocará su dado con el valor de la suma de los dados retirados. Cuando no puedan realizarse más movimientos, ganará quien disponga de la mayoría de dados.

Más vale 1 cobijado que 5 en todo el medio

El mecanismo es muy sencillo, y lógicamente aprendes rápido el valor de los 6 en el tablero, pues son dados que no podrán retirarse y que sirven para proteger dados más bajos si están cerca de las esquinas. Al principio será fácil no percatarse de trampas colocadas para que tu rival coloque varios 6, aunque es fácil ir creando esa tensión y eliminando posiciones inocuas para forzar una cascada de conversiones, dejando el tablero de nuevo prácticamente vacío para volver a la carga.

Lo que comienza siendo algo curioso acaba volviéndose tedioso, pues da lugar al tortugueo, esperando un despiste del rival, algo que si en una partida se da en los compases finales puede ser determinante, incluso cuando ya habías dado la partida por resuelta.

  • Cantidad de cefalópodos esperados: ★★★★★
  • Cantidad de cefalópodos encontrados: ☆☆☆☆☆
  • Número de tentáculos que debe creer el diseñador del juego que tienen los pulpos: ★★★★★★

Tags: #boardgames #abstractgames #twoplayergames

Bärenpark, o lo mínimo que se despacha en parques temáticos. Al menos en lo que se refiere en cuanto a zoológicos especializados en animales asimilables a osos, puesto que Koalas y Poli Klyns son también atracciones principales en estos parques.

En este juego de poliminós, partimos de una loseta cuadrada de zoológico y una pieza con la que comenzaremos a rellenarlo. El mecanismo es muy simple: Si tapamos una casilla con un dibujo de una carretilla/una furgoneta/máquina excavadora, tomaremos una pieza de las disponibles en esa sección del mercado de piezas. Dichos poliminós son crecientes en tamaño y en puntos que otorgan, aunque hay menos de las piezas mayores, así que conviene pillar pronto las piezas que más puntos otorgan. Cuando sepultemos a unos trabajadores podremos conseguir una nueva loseta cuadrada de zoológico para expandirlo, como si estuviésemos haciendo el Mundial de Zoos de Osos de Qatar 2023. Si completamos una loseta (a excepción de una casilla que tiene una especie de pozo y no podremos tapar de otra manera), la cubriremos con una escultura dorada de oso que nos otorga vali-osos puntos, así que también querremos hacer esto rápido pues el valor de esta pieza va decreciendo conforme se van gastando, algo que también ocurre con las piezas normales.

Como punto adicional, hay ciertos objetivos como conectar ortogonalmente recintos de osos de un color, tener una cierta variedad de losetas, o tener tres losetas de río consecutivas, que aportan una ficha con puntos a quien los consigue también por orden de llegada.

Poliominó, no poliomino

Un juego que no es la enésima reimplementación de Patchwork realizada por Uwe Rosenberg únicamente porque el autor es Phil Walker-Harding. Tampoco es una carrera poliminónica, aunque tenga muchos elementos de ella, por la naturaleza de los objetivos y las losetas, que pueden hacer que quien haya completado antes el puzzle (y desencadenado el final del juego), no acabe ganando. Además, solo hay un nivel de puzzle, y los objetivos adicionales o conseguir más puntos mediante las losetas puede hacer que te desvíes un poco del camino, pero no que vayas en sentido contrario, como puede suceder en otros juegos como el propio Patchwork o New York Zoo, que además incluyen una segunda capa con recursos como son los botones o los animales.

  • Amplitud del árbol de posibilidades: ★☆☆☆☆
  • Cantidad de miopía máxima para encontrar los koalas en las losetas: ★★☆☆☆

Tags: #boardgames #polyominogames

¡El espíritu del bosque nosequé lo está pasando mal y ahora tienes que echar una carrera contra tus contrincantes a través de un bosque mágico con animales con lentillas de Halloween!

Que el tono amable de las ilustraciones no te engañen, este juego consiste en una carrera a muerte entre espíritus del bosque, una carrera que tiene tres caminos: Un camino de flores, otro de árboles, y otro de atractives bomberes (en realidad es de fuego, pero quería pintar como apetecibles los tres caminos). Cuando alguien llega a doce puntos en alguno de los caminos, ganará el juego.

Comenzarás en tu mano con un mazo de animales que tendrán asociados recursos en forma de soles, agua, árboles, torbellinos y flores, cada uno asociado con los distintos mecanismos que nos permitirán conseguir puntos de victoria. Algunos de estos animales son solitarios, algo marcado en negro. Al comienzo de nuestro turno sacaremos cartas hasta que, o nos plantemos, o saquemos tres cartas de animales solitarios. Si hemos sacado tres animales solitarios, podremos realizar una acción, mientras que en caso contrario tendremos dos acciones. Entonces, contamos los recursos impresos en las cartas mostradas: los soles nos permitirán adquirir nuevas cartas, las gotas de agua nos permitirán apagar fuegos (y conseguir puntos de bomberos), los árboles nos permitirán plantar árboles en nuestro tablero, que nos añadirán recursos de manera permanente, los torbellinos harán avanzar a nuestra figura en un rondel y robar puntos a nuestros rivales cuando los adelantemos, además de hacer otra acción, y las flores, que si reunimos 12 en una sola vez, ganaremos la partida. Además, como acción básica podemos conseguir un comodín que nos permitirá descartar una carta de animal solitario para poder seguir forzando la suerte, y conseguir una mano mejor.

Rat race, en el buen y el mal sentido.

Además, existen ciertos matices en la hora de las cartas, como animales gregarios que neutralizan los animales solitarios, aunque por lo general reducen los recursos proporcionados, así que las gallinas figuradas que entran por las que salen, pues los artistas no han considerado representar gallinas selváticas en las cartas. Este juego proporciona un buen control a la hora de construir el mazo, considerando según la situación si conseguir animales que proporcionen más gotas de agua, torbellinos o puntos para bosques. El juego incluye un mecanismo para que no puedas ignorar el camino del agua y el torbellino, así que querrás buscar algo equilibrado o especializarte muy rápido en los otros caminos, dando la sensación de que tus decisiones importan y la interacción de que no te dejen sin fuegos para apagar y conseguir puntos, o comprar la carta que te ayudará en tu estrategia.

  • Cohesión entre temática y mecánica: ★★☆☆☆
  • Cohesión de las diferentes mecánicas: ★★★★★

Tags: #boardgames

En la serie de reseñas de juegos de enfrentamiento para dos jugadores que atienden a la expresión regular “Dr.* vs .*” comenzada por Drones VS Goélands, hoy toca enfrentar a vampiros contra, como cabe esperar, cazadores de vampiros. En otro momento tocará enfrentar a cazadores de vampiros con evasores de impuestos, pero hoy no es ese día.

En este juego de cartas se sitúa un mapa con cinco barrios, cuatro fichas de ciudadanos en cada barrio, y un barquito que representa la ronda actual, pudiendo llegar hasta la quinta ronda. También se incluyen cuatro fichas de los cuatro colores existentes de cartas, que se colocan indicando un orden de prioridad, además de un palo dominante. Posteriormente, se reparten 5 cartas a cada jugador, que no podrán recolocar en su mano, pues cada carta se corresponde con la carta que jugarán en cada barrio. En su turno, cada jugador cogerá una carta del mazo y podrá, o bien descartarla, o intercambiarla por una carta de su mano, que será descartada, y aplicará el efecto de la carta descartada que variará según su número. Los efectos incluyen mostrar una carta tuya o de tu rival, cambiar el color dominante, intercambiar dos cartas de posición o intercambiar una carta con una de tu oponente, finalizar la ronda o jugar otro turno. Una vez que hay al menos seis cartas en el descarte, puedes plantarte, en cuyo caso tu rival dispondrá de un turno adicional y finalizará la ronda. Las cartas se irán comparando barrio por barrio. El orden de prioridad es: carta del palo dominante, y carta más alta. En caso de que las dos cartas sean del palo dominante, gana la más alta, y en caso de ser del mismo número, gana el color que está más arriba en el orden de prioridad. Si gana Van Helsing, quita una ficha de vida a Drácula, y si gana Drácula convierte a un ciudadano de ese barrio en vampiro. Así pues, se juegan las rondas hasta que, o Van Helsing mata a Drácula, o Drácula convierte a todos los habitantes de un barrio en vampiros o resiste con vida al final de la quinta ronda.

Dracula de Bram Stoker, un juego epistolar porque es de cartas

Hay bastante tensión porque aunque el funcionamiento sea simétrico, no lo son los objetivos, y aunque no tengas a priori mucho control sobre en qué zona quieres ganar, finalmente Drácula será más ofensivo en algunas zonas mientras juegue a la defensiva en general para no perder puntos de vida, mientras que Van Helsing hará lo contrario. Por lo general diría que aunque Drácula pueda ganar de dos maneras, un buen turno de Van Helsing deja a Drácula tiritando y difícilmente se pueda recuperar, mientras que al contrario “únicamente” consigues un vampiro en cada barrio, sin acelerar el fin de la partida por KO. Aún así, es un juego rápido así que esta asimetría se puede remediar jugando con cada bando una vez.

  • Posibilidad de asesinar a un aristócrata: ★★★★☆
  • Necesidad de un botón de confirmación de la acción en BGA para no cagarla estrepitósamente: ★★★★★

Tags: #boardgames #twoplayergames #cardgames

Diced tomatoes, o mirepoix de tomate para los entendidos en cocina, es un jueguito de dados rojos que hacen las veces de tomates. Y hasta aquí la relación entre el tema y el juego.

En tu zona de juego tendrás tres matas de tomates, con 7 espacios para dados, y un tomate que será el marcador de progreso, con 6 espacios para dados numerados del 1 al 6. En tu turno podrás escoger tres dados (rojos, amarillos o negros) de los disponibles, lanzarlos y colocarlos en algunas de las matas, ya sea tuya o de tus oponentes. Para completar una mata tendrás que colocar, partiendo de la posición central (o semilla), o bien una escalera con tres números, o bien un trío de números iguales. Cuando completes una mata, colocarás el número de la semilla en la primera posición vacía del marcador de progreso, que te dará puntos adicionales si pones un número coincidente con la posición.

Pero lanzar tres dados y que te vengan bien es poco probable, así que podremos gastar puntos de karma para relanzar, modificar los valores de nuestros dados u otros efectos similares. Estos puntos de karma los conseguiremos “ayudando” a nuestros rivales. Las comillas vienen motivadas por lo que falta por comentar, que es los colores de los dados. Si un dado completado tiene un dado negro, el valor de la semilla se reducirá en uno, mientras que si tiene un dado amarillo se incrementará, por lo que podrás ayudar a completar una mata de un rival pero fastidiándole el bonus. Además, una mata no puede tener en ningún momento un valor de semilla inferior a 1 o superior a 6, pues en ese caso se descartan todos los dados de la mata, con lo que “ayudar” puede significar que tu rival deba empezar una nueva mata.

Esperando la expansión pepino con dados verdes

Este juego tiene un buen punto entre el relax que transmite la sencillez, la carrera por terminar tus matas de tomate y las acciones que a la vez ayudan pero fastidian a tus rivales. Las sensaciones son similares a juegos con la mecánica de roll & write como Railroad Ink, aunque Diced Tomatoes sea mucho más liviano y no perjudique tanto tus decisiones iniciales, pues seguramente completes tu mata aunque no sea de manera óptima. Si hay juegos que son para jugar mientras charlas tomando café, este es para hacerlo mientras te tomas un vasito de gazpacho fresco.

  • Entendimiento de los autores del juego del significado del karma: ★☆☆☆☆
  • Satisfacción al ganar karma haciendo el mal: ★★★★★☆

Tags: #boardgames #dicegames

Downforce, traducido como fuerza hacia abajo, por la bajona de esperar una emocionante carrera de coches y desde la primera curva acabar apostando por otro coche porque el tuyo sigue en la casilla de salida. Carreras, apuestas y subastas. Estos son los mecanismos que conforman Downforce, cosas que por sí no son negativas pero dan la sensación de que has ido a un hipódromo y que seguramente acabes palmando pasta.

Al comienzo de la partida se reparten cartas, donde cada una contienen varios coches de colores junto a un número cada uno. Cuando juegues cada carta, moverás cada coche el número de casillas que indique el número que lo acompaña. Entonces, se subastan los coches, con lo que querrás adquirir alguno que consideres que puede ganar en función de tus cartas, pues eso te dará dinero. El dinero con el que participas en la subasta es el valor que acompaña al coche subastado, con lo que no querrás usar un número alto pues lo necesitarás en la carrera.

Una vez que comienza la carrera, las cartas gastadas se ejecutan de arriba hacia abajo, de manera que el primer coche (con un número más alto) se moverá primero, y así sucesivamente. De esta manera, buscarás bloquear los coches rivales en las curvas para impedir que te adelanten y malgastar sus puntos de movimientos. Y hasta aquí la estrategia de carrera, obligando al resto de jugadores a que avancen también tu coche con sus cartas para que les dejes pasar.. Como se ha mencionado al principio, también hay una mecánica de apuesta, y es que al cruzar líneas en la carrera los jugadores hacen una apuesta sobre qué jugado ganará, obteniendo un mayor premio si apuestas consistentemente desde el principio por el coche ganador (aunque no sea el tuyo).

Si sacas un 6 tienes que abrir la barrera

Desde luego es uno de los mejores juegos que mezclan carreras, subastas y apuestas. Que es como decir que has creado el mejor plato con atún de lata, nata montada y piña en almíbar. El circuito es un poco simplón, como todos los jugadores pueden mover todos los coches apenas tienes decisiones que afecten a la carrera y a la vez no es suficientemente loco como para que las apuestas sean divertidas, pues puede que un coche se destaque pronto y todo el mundo apueste por él, motivando además que sea el coche ganador.

El juego más parecido es Camel Up, donde la carrera es de camellos, pero es fundamentalmente de apuestas, y el tipo de apuestas hace que los jugadores tengan intereses contrapuestos. En cuanto a carreras de coches, Heat es igual de sencillo y sí da una sensación real de carreras al igual que Rallyman, aunque este sea un poco más complejo y el azar provenga de dados.

Tags: #boardgames

En la contienda de hoy, en una esquina del cuadrilátero, capaces de engullir una paloma, afrentadas por la confusión con el charrán pepero, las gaviotas. En la otra esquina, ayudando a los fotógrafos aficionados en sus crisis de los 40, incapaces de hacer un reparto de Amazon pero sí de asesinar civiles, los drones.

Drones vs Gaviotas es un juego para dos jugadores, donde cada bando parte con una mano de cartas de su bando numeradas del 1 al 5, existiendo más copias de los números más bajos. Entre los dos jugadores enfrentados se colocan 7 tokens en línea. Dichos tokens tienen un color (rojo para representar el bando mecánico y azul para el bando aviar) por cada cara y se sitúan alternativamente. El bando con menos tokens hacia arriba será el jugador inicial. En tu turno jugarás una carta, y comprobarás la fuerza (la suma del valor de las cartas) en cada bando para ese puesto. En caso de ir ganando en ese puesto, le darás la vuelta al token. Hasta ahora hemos obviado que dichos tokens tienen asociados ciertos efectos: mover una carta ya en la mesa, jugar otro turno, quitar una carta del rival… Pues bien, cuando giras un token a tu favor, realizarás el efecto, que tendrás que ir encadenando para tener en algún momento los 7 tokens volteados de tu lado. Se gana la ronda o bien consiguiendo esto o la mayoría de tokens activos al quedarse los jugadores sin cartas, y se juegan 3 rondas.

GAVIOTAS (gaviotas), DRONES (drones) todos quieren ser los campeones.

Podemos considerar este juego un abstracto, pues, a pesar de ser de cartas y no de tablero, la información es perfecta y el azar proviene únicamente de la configuración inicial, que se puede voltear en las sucesivas rondas. Este tipo de juegos tienden a parecerse a una pelea farragosa donde intentas arrinconar lentamente al contrincante, que se defiende intentando encontrar una escapatoria o un zarpazo que le dé o un respiro o incluso la victoria. Este juego no es para nada así. Drones vs Gaviotas no es así en absoluto. La forma de ganar hace que se parezca más a un péndulo: cada contrincante intenta llegar a conseguir los 7 tokens, y cuando se queda sin combo, es el turno del rival, que al tener menos tokens de su color, podrá activar más poderes. Además, hay efectos que tienen más relevancias conforme avanza la partida (quitar una carta del rival solo tiene sentido si hay cartas a ambos lados y vas perdiendo), por lo que la experiencia es un factor clave para que la partida resulte mínimamente interesante y no te quedes atónito cuando pierdas al segundo turno.

  • Sensación de estar frente a la próxima guerra librada en los cielos: ☆☆☆☆☆
  • Satisfacción al combar para recuperar 6 puestos y ganar la ronda: ★★★★☆

Tags: #boardgames #cardgames #twoplayergames

Obses and sion es un juego fuertemente inspirado en novelas como Pride and prejudice, Sense and Sensibility o Persu and sion, como indica la aliteración de su título. En este juego estratégico encarnaremos a una familia británica de la época georgiana, que no victoriana, que buscará casar a sus hijos Manuel y Belén, que no Victor y Ana. Perdón.

Realmente no sabemos cómo se llama tu prole, pero sí que querrás cortejar a Mr. y Ms. Fairchild, unos apuestos, y sobre todo ricos jóvenes de la zona, y si no consigues que entren en la familia, al menos que vayan a tus fiestas para rascar algo de gloria y fama. Comenzarás la partida como la familia Botín, con una mansión muy pequeña, un servicio doméstico exiguo y unos familiares que apenas te ayudarán con sus contactos en la alta sociedad y sus buenos desembolsos de dinero.

Así que en cada turno, montarás saraos para mejorar tu reputación, tener acceso a invitados más ilustres y reformar tu mansión para impresionar a los Fairchild y que se vengan contigo. Estas fiestas e invitados requerirán ciertos trabajadores (mayordomo, ama de llaves…) y que tengas una cierta reputación, y a su vez te aportarán reputación, dinero o acceso a nuevos invitados, pasando a tu descarte una vez que ya han acudido a tus eventos. Así mismo, los empleados que uses pasarán a la zona de descanso, de ahí a sus habitaciones y de nuevo a la zona del servicio disponible, haciendo que puedan trabajar como mucho uno de cada tres turnos, en un claro perjuicio de la hostelería. Como favor, que tendrás que usar muy ocasionalmente, podrás no realizar ninguna actividad, con lo que todos tus empleados y los invitados pasados estarán disponibles, llevándote 200£ en concepto de alquiler. Una vez montada la fiesta, podrás gastar el dinero en hacer una reforma de la mansión para adquirir loseta con localizaciones como una pista de tenis, comedor, biblioteca… que usar posteriormente para realizar tus actividades sociales.

Los trabajadores tienen descansos, convirtiendo a estos pijos en mejores personas que los actuales.

Realmente el funcionamiento es sencillo, aunque en la primera partida es normal no calcular bien la rotación de los trabajadores o el flujo necesario de invitados, y pasar el turno puede reiniciar el ciclo de recursos (invitados, dinero, reputación y trabajadores), aunque puede que no te reenganches a la partida en términos de puntuación. Este juego sí tiene un buen punto de azar en el tipo de requisitos que querrán los Fairchild esa season, las localizaciones disponibles en el mercado, las cartas de invitados o las cartas de objetivo, aunque aportan a la tematización, algo que es compensado por la tematización… si te resulta interesante el tema, porque si no lees las cartas de los invitados y no te metes en el papel, las mecánicas desde luego no te van a sumir en la aristocracia inglesa. Esta tematización resulta un poco más interesante cuando ves que hay invitados que te aportan dinero a costa de bajarte la reputación (generalmente son ricos estadounidenses), otros que chismorrean, o que te aportan contactos pero te cuestan dinero porque están tan pelados como tú y van a beberse hasta el agua de tus floreros.

En este juego no tendrás una increíble sensación de desarrollo, pues generalmente irás apurado de recursos y queriendo ahorrar al máximo, pero, si lo juegas tomando un té y estirando el meñique, habrás ganado aunque tu familia siga en la ruina y repudiada por el resto de la clase alta británica.

  • Amor que es lo que tú sientes: ☆☆☆☆☆
  • Esfuerzo para postergar una referencia a la canción de Aventura: ★★★★★

Tags: #boardgames #eurogame #obsession

La construcción del Muro de Adriano frenó la invasión de los pictos, y con ello, el uso de sofrito con tomate en la cocina británica. Con este terrible planteamiento, que nos hará considerar jugar a perder para cambiar la historia y evitar el Brexit, nos situaremos en este juego en la piel de unos contratistas del Trump de turno.

En el desarrollo de este juego nos encontraremos con dos folios con múltiples casillas a rellenar, así que resulta una perfecta distracción para quienes estén preparando un examen tipo test. Al comienzo de cada turno recibiremos dos cartas y usaremos los objetivos de final de partida de una de ellas y recibiremos los recursos de la otra. Con estos recursos (y algún recurso que recibimos en cada ronda) iremos tachando casillas, construyendo el Muro de Adriano, recibiendo nuevos recursos, consiguiendo combos, tachando más casillas… hasta que nos quedamos sin recursos. En ese momento, se revelan varias cartas de invasión según la ronda y tendrás que haber construido tantas partes del muro en las distintas secciones (izquierda, derecha y centro) como cartas de invasión con esa orientación mostradas, si no quieres recibir penalizaciones. Al final, se suman puntos según las casillas tachadas en múltiples recorridos, consiguiendo ser el mejor constructor de muros del imperio romano, una cosa que está ampliamente documentada que lo medían en puntos.

La declaración de Hacienda romana del siglo II, ¿a quién no le va a gustar?

Quienes comparan este juego con la declaración de Hacienda deben ser expertos contables, además de sentir una gratificación extraña al marcar la casilla de la Iglesia. Como se puede apreciar, la tematización es escasa: he hablado de recursos, pero son piedras, soldados, constructores, civiles o * esclavos *, renombrados como trabajadores para no pensar «Cambio un ladrillo por un civil, llevo al civil al teatro y gano un esclavo». Una vez que juegas un par de partidas seguro que llegarás a la puntuación marcada como “Eres la hostia en vinagre” en el manual, al menos en el nivel fácil, así que, a pesar de tener múltiples caminos para conseguir desarrollarte, no veo mucho aliciente para seguir explorando diferentes caminos y jugando con gente, pues no aporta nada más que alguien con quien comparar tu puntuación. Sin embargo, el juego viene con una campaña con diferentes escenarios que te motiva a cambiar de estrategia, que aunque no la he probado (por no estar en BGA), es lo único que me llevaría a seguir jugando a este pasatiempos de gestión, pese a que es entretenido de por sí.

  • Interacción entre jugadores: ☆☆☆☆☆
  • Remordimiento al caer en que estás construyendo un muro para la potencia invasora: ★★★★★

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